Roboastra europaea


Fig.- 1. Ejemplar de 40 mm.	Fig.- 2. Vista frontal del ejemplar de 40 mm.

Fig.- 3. Ejemplar de 50 mm.	Fig.- 4. Ejemplar de 80 mm.

El cuerpo es alargado, limaciforme y con la parte final del pie acabada en punta. La cabeza es redondeada y presenta un par de rinóforos con 36 laminillas en un ejemplar de 50 mm y 37 en uno de 80 mm. Los tentáculos orales están bien desarrollados y tienen un surco longitudinal en posición dorsolateral. Hay 5 branquias bipinnadas no retráctiles formando un semicírculo que rodean anteriormente a la papila anal, las 3 centrales son más largas que las dos laterales. La pared del cuerpo es muy musculosa.

Esta especie puede presentar dos fases de color. En una de ellas el color de fondo es gris o gris-azulado; la otra tiene un color de fondo azul oscuro. Ambas fases tienen varias bandas amarillas o amarillo-anaranjadas en el noto y en ambos lados del cuerpo. Estas bandas son variables en número, forma, longitud y anchura. Los rinóforos y tentáculos orales son gris-azulado o azul oscuro. El lado interno del raquis es amarillo o amarillo-anaranjado. El lado externo es también frecuentemente de este color, pero en ocasiones puede ser azul oscuro. Las pinnas secundarias varían del gris-azulado al azul oscuro. Las áreas amarillas o amarillo-anaranjadas están rodeadas por una ligera línea violeta, fácilmente visible en la mayoría de los animales, excepto en los individuos más oscuros. Las vainas rinofóricas varían también del gris-azulado al azul oscuro. Detrás de los rinóforos hay dos zonas claras que corresponden con las manchas oculares.


Fig.- 5. Branquias.	Fig.- 6. Tentáculos orales.


Fig.- 7. Rinóforos: Vista posterior.

La fórmula radular de un ejemplar de 80 mm es 37x4.1.1.1.4. El diente raquídeo es ancho, aplanado y con tres dentículos de gran tamaño. El primer diente lateral tiene dos cúspides, la más interna es bífida, con un dentículo fino y alargado y otro más ancho y largo. Ambos dentículos se disponen uno junto al otro. La cúspide externa es de un tamaño similar al dentículo mayor de la cúspide interna. El resto de los dientes laterales son aplanados, sin cúspides, excepto el más interno que tiene una incipiente, y van disminuyendo de tamaño hacia el exterior. La cutícula labial es lisa.


Fig.- 8. Dientes raquídeos. Escala 200 µm	Fig.- 9. Primer diente lateral. Escala 200 µm


Fig- 10. Detalle de la cúspide interna bífida del primer diente lateral. Escala 200 µm	Fig.- 11. Dientes laterales externos y cúspide externa del primer diente lateral. Escala 200 µm

El conducto hermafrodita presenta una ampolla curvada con forma de “U” asimétrica. El conducto deferente es corto, con varios pliegues y con una porción prostática que está morfológicamente poco diferenciada. El pene está armado con espinas que son alargadas en el ápice y más curvas y cortas en la base. En el atrio genital desemboca una glándula vestibular con forma ovalada. El conducto vaginal es más delgado que el deferente y conecta con una bolsa copulatriz ovalada. De ella parte un conducto que comunica por un lado con el receptáculo seminal, con forma de saco alargado, y por otro se constituye en el conducto uterino.

		Fig.- 12. Sistema reproductor: Detalle de las diferentes estructuras. 1.- Atrio genital; 2.- Conducto deferente; 3.- Región prostática del conducto deferente; 4.- Glándula femenina; 5.- Bolsa copulatriz; 6.- Receptáculo seminal; 7.- Ampolla; 8.- Conducto vaginal; 9.- Conducto uterino; 10.- Glándula vestibular. 11.- Conducto hermafrodita.


Fig.- 13. Pene, vista general. Escala 200 µm	Fig.- 14. Parte distal del pene. Escala 50 µm


Fig.- 15. Espinas de la parte distal del pene. Escala 200 µm	Fig.- 16. Espinas de la parte proximal del pene. Escala 20 µm

Portugal: García-Gómez et al. (1991). Estrecho de Gibraltar: García-Gómez (1985); Sánchez-Santos (com. pers.). Mar de Alborán: Schick (1998); Moreno y Templado (1998), Sánchez-Tocino et al. (2000a).

Roboastra europea se ha observado tanto en fondos rocosos como en arenosos o fangosos. Los ejemplares que se observaron en fondos arenosos o fangosos suponemos que se encontraban desplazándose para buscar nuevas zonas de caza, ya que se alimentan de policéridos (Megina y Cervera, 2003).