Meses después de que la existencia del campo de petroglifos de Xiabre saliese a la luz pública, el futuro de los 27 yacimientos catalogados en la cumbre del monte arousano sigue pendiente de un hilo. Pese al tiempo transcurrido desde el trabajo de identificación realizado por el laboratorio de Patrimonio, Paleoambiente e Paisaxe de la Universidade de Santiago de Compostela, que obra en manos de la Consellería de Cultura, la protección de las inscripciones milenarias es prácticamente nula. Apenas un puñado de cintas y una red, cuyo estado se degrada a medida que pasan las semanas, señalan algunas de las rocas.