Gazeta de Antropología
Gazeta de Antropología, 2004, 20, recensión 05 · http://hdl.handle.net/10481/7293 Versión HTML · Versión PDF 

Publicado: 2004
Lluís Calvo i Maria-Àngels Roque (dir.):
Literatures orals i nous espais de comunicació a la Mediterrània.
Barcelona, Residència d’Investigadors CSIC / Generalitat de Catalunya, 2004: 218. 

Por: Sergi Doladé

“¿Existe un imaginario colectivo intercultural mediterráneo? ¿Existen visiones compartidas? ¿O la ambigüedad, e incluso el rechazo son los ejes de los discursos? Lo que sí es cierto y que nadie pone en duda es que muchas tradiciones que creemos bien nuestras son también de los otros, fruto de los contactos de larga duración, de las migraciones, de comercio o de los procesos civilizadores mutuos”.

Con estas líneas se inicia la introducción del libro: Literatures orals i nous espais de comunicació a la Mediterrània; una obra, no nos cabe duda, ciertamente original, tanto por su construcción interna y por la variedad de los temas y perspectivas que en ella se abordan, como por la diversidad coral de aproximaciones de autores tan diferentes y conocidos como difíciles de reunir en un solo volumen y abordando, desde sus propias trayectorias, temas que, en el fondo, presentan un denominador común: la comunicación y sus vías de construcción. Unas aportaciones que, quizás, y como en toda obra coral, pueden presentarse en ocasiones con una cierta “desigualdad”, que, sin embargo, no hace perder coherencia a este especial conjunto de puntos de vista. 

Bajo la dirección de dos antropólogos: Lluís Calvo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y Maria-Àngels Roque, del Instituto Europeo del Mediterráneo, el libro –cuyos artículos, por cierto, se publican en el idioma original en el cual fueron escritos, cosa que viene a añadir una cierta frescura al conjunto, aunque también una dificultad añadida para el lector no políglota- surge como resultado de un simposio internacional con el mismo título que tuvo lugar en Barcelona, en la sede del IEMed, en marzo de 2002. Se encuentra, asimismo, dividido en dos partes principales: la dedicada al “mito entre la oralidad y la escritura” y la que se dedica a los “nuevos espacios de comunicación”. 

Hace ya muchos años, en una conferencia que pronunció en Barcelona, el escritor marroquí afincado en París Tahar Ben Jelloun comentaba que, cuando él era niño, su abuela, una mujer del pueblo, analfabeta, le explicaba historias que él escuchaba con toda la atención y la ilusión de un niño que se acerca a la fantasía a través de los cuentos de sus mayores. Muchos años más tarde, ya casi adulto y estudiante, descubrió con asombro que en un libro fundamental de la literatura universal: Las mil y una noches, figuraban muchas de aquellas historias que su abuela, mujer iletrada, le había contado de niño. La importancia de la oralidad en la transmisión, tanto de este tipo de relatos, pero también de la Historia en sí misma -con mayúsculas-, de las genealogías y, por supuesto, de los mitos, ha sido siempre capital, y no únicamente en sociedades iletradas, sino también en amplias capas sociales de muchas sociedades claramente alfabetizadas. 

En este marco de reflexión se mueven los artículos publicados en la primera parte del libro, que cuenta con la firma de autores como el historiador José Enrique Ruiz Doménech, el filósofo Rafael Argullol, la antropóloga argelina Tassadit Yacine o los escritores catalanes Carme Riera y Manuel Forcano, el valenciano Josep Piera, el israelí Ronny Someck o el sirio Hassan Abbas. Aproximaciones, pues, diversas: literarias, históricas y filosóficas que abundan en temas señalan el camino entre la oralidad y la escritura en un espacio, el Mediterráneo, tan interrelacionado como conflictivo. 

La segunda parte del libro nos lleva hacia perspectivas más practicas: la comunicación y sus posibilidades en un espacio difícil. Creación audiovisual, internet, publicidad, cine, televisión... Nuevos espacios de comunicación que han transformado tanto los mercados como el consumo y la transmisión de la información. En este sentido, el antropólogo y escritor castellano-leonés Luis Díaz Viana presenta en su artículo la importancia y la rapidez de la difusión de las leyendas urbanas a través del nuevo marco de comunicación que supone Internet en unas sociedades en continua y acelerada transformación.

Los artículos aparecen aquí también firmados por nombres de gran relieve internacional, ampliamente conocidos; sirvan de ejemplo cineastas como el tunecino Férid Boughedir, o el italo-turco Ferzan Özpetek, o el productor tunecino Ahmed Baha Eddine Attia, quienes abordan, desde su propia experiencia, temas e imaginarios con una amplia base social, que han influido en sus obras y en sus procesos creativos. Unos procesos de creación que, desde el mundo de la televisión, abordan profesionales como el catalán Fèlix Riera o los productores magrebíes Faïza Majeri y Ahmed Djabri, quienes exponen experiencias propias y las importantes problemáticas de cooperación entre televisiones mediterráneas, las cuales, tal como queda patente, acostumbran a tener mucha más relación y proyectos compartidos con la América o la Europa del Norte, por ejemplo, que con sus propios países vecinos o con de la otra orilla de la cuenca mediterránea. 

En este sentido, el libro presenta, al final, un interesante documento: la declaración de intenciones que los profesionales de diferentes televisiones del Mediterráneo firmaron en Barcelona en marzo de 2002 (en el marco del simposio internacional del cual surgió este libro), promoviendo la televisión como medio de diálogo y de intercambio, e intentando propiciar la colaboración práctica y los proyectos concretos que puedan llevarse a cabo entre las diferentes entidades. Un documento cuya capacidad de ponerse en práctica es, cuando menos, dudosa, pero que presenta, al menos, una llamada de atención sobre unas problemáticas que, hoy por hoy, no pueden ser obviadas por más tiempo.

Un libro, en definitiva, tan interesante como extraño –en el buen sentido de la palabra, si es que lo tiene-, que supone para el lector un cierto reto: el de “aprehender” la creación a través del testimonio de los creadores; el de entender la comunicación atendiendo al punto de vista de los comunicadores; permanencias y mutaciones en un mundo de cambios acelerados... El reto de comunicar, en definitiva.


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