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Introducción
El presente trabajo es resultado de una investigación que tuvo una duración de tres años (2001-2004) sobre la participación ciudadana en una fiesta popular en la ciudad de Barcelona (Flores 2004). En este texto describiré la Fiesta Mayor de Gracia: su historia, su tradición la experiencia participativa de diferentes actores de la Fiesta Mayor de Gracia principalmente los colectivos vecinales. El objetivo es dar cuenta de los sentidos y significados que los actores enuncian sobre su participación y los sujetos participativos que en ésta se construyen. La óptica bajo la cual fue analizada la participación ciudadana fue la de la Psicología cultural que considera central comprender lo que dice la gente que hace en un contexto cultural determinado (Bruner 1991). El marco psicocultural, me permitió comprender la participación como un acto comunicativo, donde los actores construyen activamente sus significados y sentidos a través del discurso. La producción y reproducción de estos significados se lleva a cabo en las conversaciones cotidianas, los debates y discusiones en asambleas y reuniones así como a través de distintas prácticas sociales que permiten a los actores apropiarse de lo que significa participar en una colectividad heterogénea. Para la mirada psicocultural lo psicológico, está constituido por la cultura: decir que los elementos que componen nuestra subjetividad son de naturaleza simbólica es lo mismo que decir que son de naturaleza cultural (García-Borés 2000). Como sugiere Pierre Bourdieu (1988; 1994) la construcción de la subjetividad no es un proceso individual interiorizado, sino que es un proceso colectivo donde los sujetos están posicionados dentro de un campo a partir de sus propias trayectorias biográficas y de sus capitales. El habitus es una subjetividad socializada y el campo es una red o configuración de relaciones objetivas entre posiciones sociales. Estas posiciones son definidas por los agentes o las instituciones y por su situación actual potencial en la estructura de la distribución de las diferentes formas de poder o de capital. La mirada psicocultural entonces intenta por un lado, relacionar las posiciones sociales que los actores ocupan en una estructura social determinada, junto con las categorías culturales o formas simbólicas, a través de las cuales los actores representan y construyen el mundo social: por un lado su producción, reproducción y transmisión y por el otro los procesos psicológicos (cognitivos, emocionales, etc.) que posibilitan que los actores ordenen y clasifiquen el mundo, se guíen en él y sobre todo ejerzan sus acciones y lleven a cabo sus prácticas. Para la psicología cultural, el actor no sólo reproduce las categorías socioculturales interiorizadas, sino que las recrea constantemente en un proceso discursivo mediante el que otorga sentido a sus acciones y a su vida entera (Serrano 1996). A partir de estos supuestos teóricos consideramos que a través de la participación en la Fiesta Mayor de Gracia las personas se constituían como actores sociales y sujetos y definían diferentes ciudadanías y pertenencias. De esta forma la experiencia participativa festiva tenía un efecto en la conciencia de sí, en la identidad individual y en la identidad local. Considero que los sentidos y significados que los actores enunciaban sobre su participación también estaban relacionados con las posiciones sociales que ocupaban los actores en el campo de interacción festivo, es decir, el mundo festivo se construía desde el lugar que se ocupaba en el entramado simbólico de relaciones de poder y dominación. Así
las preguntas que guiaron la investigación
fueron: ¿qué discursos enuncian los actores sobre su
participación
en la fiesta? y ¿qué sujetos participativos se construyen
en la Fiesta Mayor de Gracia? Aproximaciones teóricas de la participación ciudadana La participación puede entenderse como proceso, como actividad, como parte de una estrategia, como un derecho, como un valor y como una forma de gobierno (Flores 1996). Sin embargo considero que la participación tiene como fin influir en los procesos de toma de decisiones que de alguna manera se vinculan con los intereses de los participantes (Sánchez 2000). Las funciones de la participación varían según el contexto y la situación, aunque generalmente ha sido asociada al cambio social es decir, se ha entendido como instrumento de transformación social, cultural y económica. No obstante, la participación por si misma no es un proceso social reivindicativo, ya que ésta puede muchas veces servir para legitimar determinadas decisiones verticales gubernamentales que mantienen las relaciones de dominación entre el Estado y los ciudadanos. Destaco dos dimensiones importantes de la participación: la política y la identitaria. A nivel político la participación es un método de gobierno, un estilo de hacer política. Ser ciudadano o ciudadana, implica tener un compromiso activo en el ámbito público, desde el cual los ciudadanos participan para la resolución de los asuntos de su comunidad; donde la comunidad puede ser el barrio, la ciudad, el estado, la región o la nación (Dietz 2001). En la dimensión identitaria, la participación es una forma de recreación de las identidades colectivas y culturales, de tejer vínculos y redes sociales. Por lo tanto se construye la pertenencia a un nosotros es decir la persona se sabe y siente parte de a una comunidad política y moral. Así, considero que la participación ciudadana, confiere una identidad al yo, una identidad cívica que se construye en parte en torno a una idea del bien: ser un buen ciudadano. Participar en una comunidad moral y política es una forma de ser y hacerse ciudadano. La
comunidad es moral, en tanto que
existe una noción socialmente construida de lo que está
bien
o mal en una comunidad y es política en tanto que sus
fronteras
o límites son construidos históricamente y no
están
dados de una vez y para siempre. Las comunidades se construyen por un
proceso
de inclusión/exclusión, donde los miembros de una
comunidad
definen de forma implícita o explícita quién forma
o no parte de su comunidad y este proceso de
inclusión/exclusión
es un proceso eminentemente político. Las fiestas populares: escenarios de participación ciudadana Las fiestas populares pueden ser vistas como escenarios dinámicos donde la participación ciudadana se manifiesta, estructura y organiza. Generalmente cuando se habla de fiesta, se habla por oposición al trabajo: dos dimensiones sociotemporales en las cuales se delimitan y contraponen prácticas que organizan y estructuran la vida y el tiempo. La fiesta tiene una relación estrecha con el tiempo: siempre hay una concepción determinada y concreta del tiempo natural (cósmico), biológico e histórico (Bajtín 1987). Para Ariño (1992), la fiesta es una acción simbólico-ritual, cíclica, recurrente y periódica y al mismo tiempo es acción colectiva. Representa uno de los principales momentos en que una comunidad dispersa se manifiesta como comunidad expresa. La fiesta constituye un contexto para la manifestación de valores y creencias dominantes y constituye a su vez un observatorio para captar la dinámica de las relaciones sociales. Ahora bien, el vocablo popular es un concepto que hace referencia al pueblo. Entendemos por éste, el conjunto de individuos que pueden compartir o no un territorio delimitado y que tienen conciencia y voluntad de una identidad colectiva (Villoro 1998). También el significado de popular se construye por oposición a lo culto y burgués, nos remite aquello que no es oficial ni gubernamental sino aquello que se crea desde abajo. En el contexto festivo, entonces, popular quiere decir, que la fiesta es organizada y financiada desde el pueblo, los hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños de una comunidad son los protagonistas, ya que hacen la fiesta a su gusto (Prat y Contreras 1987). No obstante como apunta García Canclini (1982), tanto la cultura popular como la cultura oficial, no son dos sistemas separados entre sí, ya que la popularidad de un fenómeno debe ser establecida por su uso y no por su origen, como hecho y no como esencia, como posición relacional y no como sustancia. Actualmente muchas fiestas populares se han convertido en un producto de consumo cultural que pretende trascender el nivel local y atraer a un buen número de personas. Las fiestas se han entendido como un aparador urbano que da prestigio a la ciudad y en la que están puestos fuertes intereses del sector turístico (Medina 2000). Otra perspectiva de la fiesta que nos interesa es aquella que resalta los procesos de construcción de identidades culturales a partir de las celebraciones populares: las fiestas también pueden entenderse como experiencias de identidad cultural; así, la colectividad protagonista se muestra a los otros. Los actores exponen sus recursos culturales distintivos, la interpretación que hacen de lo que son y de lo que desean ser. Las fiestas pueden ser comprendidas como dramas sociales donde las identidades se despliegan y autopresentan. Sin embargo esas experiencias de identidad no se limitan a la reproducción de lo propio sino también a transformarlo y oponérsele (Díaz 1993). La celebración de las fiestas populares refuerza los sentimientos de pertenencia a una colectividad y esta colectividad reconoce a los miembros que la conforman y desconoce a quienes no la forman. Muchas veces se considera que las personas son de una comunidad o de un grupo en la medida en que participan en las fiestas y su organización. Como afirma Ana M. Portal en su estudio sobre la fiesta popular en una población en ciudad de México: "se legitima la pertenencia a la comunidad mediante la participación en el sistema festivo; es decir, se pertenece a la comunidad no sólo por nacimiento sino fundamentalmente por la participación -económica o en el sistema de cargos- en la fiesta patronal" (Portal 1997: 172). De esta
forma puedo decir que la participación
y la identificación cultural son dos procesos estrechamente
vinculados. Método utilizado en la investigación En la investigación los métodos utilizados fueron de tipo cualitativo. Principalmente trabajé con el método etnográfico y como estrategias de investigación la observación participante y el diario de campo (Goetz y Le Compte 1988; Buxó 1995). El trabajo de campo tuvo la duración de un año (septiembre del 2001 a agosto del 2002) con la finalidad de dar seguimiento al ciclo festivo. En la
etapa etnográfica realicé
entrevistas a profundidad, abiertas y semiestructuradas (Aguirre 1995)
tanto a representantes vecinales, representantes de organizaciones
civiles
relacionadas con la fiesta, como a funcionarios de instituciones
gubernamentales
donde traté de reconstruir los significados y sentidos de su
participación
en la fiesta. Otra importante estrategia de investigación fue el
grupo de discusión (Callejo J. 2001) donde participaron vecinos
y vecinas de las Juntas de calle y plazas en el cual se sometieron a
discusión
temáticas relacionadas con la fiesta: la identidad local y la
toma
de decisiones a diferentes niveles (local, estatal, etc.). Descripción de los actores sociales Para
definir qué actores sociales resultaban
relevantes para la investigación, me apoyé en la
noción
de campo social de Bourdieu y Wacquant (1994) y de esta forma
elegí
aquellos actores que tenían una relación directa en la
toma
de decisiones sobre la fiesta. Entrevisté tanto a los y las
vecinas
de Gracia, como a distintas personas que pertenecían a
instituciones
gubernamentales o ciudadanas. Seleccioné aquellas instituciones
gubernamentales como estuvieron el Departament de Cultura, el
Departament
de Benestar social, el Institut de Cultura del Ajuntament de Barcelona,
al Conseller de Cultura del Districte de Gracia. También a
representantes
de entidades ciudadanas como la Federació de Carrers, los
Lluïsos
de Gràcia y a un historiador local de la fiesta a quien
consideré
como experto (ver cuadro 1). A manera de contextualización quiero señalar que en el año 2001 existía una disposición de partidos políticos diferente a la que actualmente podemos encontrar en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Por ejemplo, tanto el Regidor del Districte de Gràcia como el Conseller de Cultura del mismo distrito pertenecían al Partido Socialista Catalán (PSC). El gobierno de la ciudad de Barcelona también estaba regido por el mismo partido (PSC) mientras que en la Generalitat de Catalunya gobernaba Jordi Pujol del Partido Convergencia i Unió (CiU). Las dependencias de la Generalitat de nuestro interés como el Departament de Benestar Social y el Departament de Cultura, seguían por lo tanto las directrices del partido de Convergencia i Unió. Respecto a los y las vecinas puedo decir que las personas entrevistadas oscilaban entre los 30 y 60 años, pertenecían a distintas clases sociales, con distintas formaciones escolares como por ejemplo había personas con formación universitaria: periodista, diseñador, arquitecto, así como personas de otro nivel educativo y ocupación como una persona que estaba a cargo de la portería de un edificio del barrio, una mujer jubilada de la empresa Telefónica, amas de casa y comerciantes fueron principalmente las personas con las que tuve un contacto directo y pudieron ser entrevistadas. Tenían en común que habían crecido y vivido en la Vila de Gràcia desde su infancia. Nuestro análisis siguió tres fases del enfoque Hermenéutico crítico propuestas por J.B. Thompson (1998): a) análisis sociohistórico; b) análisis formal o discursivo; y c) interpretación/reinterpretación. El análisis sociohistórico (Thompson 1998) tuvo como finalidad reconstruir el contexto histórico para visualizar la fiesta en diferentes momentos sociotemporales como la sociedad rural, la sociedad industrial o la sociedad de consumo actual. Para el
análisis de los discursos me
interesaba hacer explícitos los patrones de inferencia que
caracterizaban
a los discursos, es decir cuáles eran los argumentos, las
razones
y explicaciones que los actores daban sobre su participación en
la fiesta. La reinterpretación de los discursos consistió
en nombrar y definir los diferentes sujetos participativos. La participación en la fiesta mayor de Gracia Contexto sociohistórico de la Vila de Gracia El distrito de Gracia, mejor conocido por las personas del lugar como la Vila de Gracia, es uno de los 10 distritos de la ciudad de Barcelona. Es un espacio que tiene unas 200 hectáreas y está habitado por unas 80.000 personas (Lafarga 1999). Las plazas son una parte importante de la fisonomía y la dinámica social del barrio pues facilitan la convivencia vecinal. Actualmente, Gracia es considerada el quinto distrito más caro de Barcelona, su población ha envejecido considerablemente pero también se han dado cambios en la población debido a la llegada de inmigrantes en los últimos 10 años. Antiguamente era una población rural que no formaba parte de la ciudad, pero a principios del siglo XIX, las casas rurales empezaron a desaparecer y se construyeron viviendas para los obreros de las industrias textiles que se instalaron en Gracia. Gracia tuvo varios momentos de municipalidad independiente (1821-1823; 1845; 1850) los cuales han marcado hasta la actualidad la identidad graciense, una identidad que se caracteriza e interpreta así misma como independiente de la ciudad de Barcelona que, según sus miembros, se distingue por su cultura y alta participación cívica en organizaciones sociales, su defensa del catalán y por su fiesta mayor, la cual es considerada Fiesta Nacional de Cataluña. La fiesta mayor de Gracia La primera mención escrita que se conserva de la celebración de la fiesta mayor proviene del Diario de Barcelona del 19 de agosto de 1827 (Sanclemente 1990). No hay un acuerdo respecto al santo a quien se dedica esta fiesta: algunos aseguran que es para la Virgen de la Asunción ya que la fecha de inicio de la celebración es el día 15 de agosto; para otros es una fiesta dedicada a San Roque, cuya veneración comienza por las numerosas epidemias de la peste además de que este santo es celebrado el día 16 de agosto. No obstante, actualmente la fiesta no tiene un fuerte carácter religioso sino más bien destaca su carácter cívico y laico. Los elementos que identifican la Fiesta Mayor de Gracia son el adorno de las calles y las plazas y los actos que ahí se desarrollan. Uno de los actos centrales de la fiesta es su concurso de adornos de las calles. Los temas de los adornos son muy variados aunque se pueden agrupar en 3 grandes temáticas: a) Críticas o ironías sobre temas de actualidad; b) Espacios exóticos o encantados y c) Recreación de la historia local de Barcelona. La fiesta dura un mínimo de siete días sin embargo, en septiembre u octubre se inician las asambleas de las Juntas de calle para definir cuántas personas van a colaborar ese año y qué diseño tendrá el adorno. La construcción del adorno se hace durante todo el año sea en locales alquilados o en espacios cedidos por algún particular. Ahí participan los vecinos según sus habilidades y recursos económicos. Las actividades que se realizan en las calles durante los días de fiesta son muy variadas pero generalmente encontramos: comidas colectivas, en algunas calles se desayuna, come y cena de manera colectiva. Hay música, bailes y actuaciones en los escenarios construidos en las calles. También se organizan concursos y juegos de mesa para adultos y niños. El corazón de la fiesta: los colectivos festivos vecinales La organización de la fiesta está a cargo de los y las vecinas del barrio, los cuales están articulados a través de la Federació de Carrers, entidad privada sin ánimo de lucro, constituida por las asociaciones y comisiones de fiesta de cada una de las calles participantes. El número de calles y plazas participantes varía cada año, pero generalmente participan 22 calles (incluidas las plazas) cada año en la fiesta. Para realizar esta investigación elegí 6 organizaciones o Juntas vecinales que podían subdividirse en función del tipo de espacio urbano que ocupaban durante la celebración de la fiesta, así como por las características de sus participantes: 4 calles y 2 plazas. Las calles fueron: c/ Joan Blanques de Dalt, c/ Puigmartí, c/ Torres, y c/ Verdi de Dalt y las plazas del Diamant y Rius i Taulet. Cada Junta de Calle y asociación vecinal, tiene su propia dinámica y sus características particulares; sin embargo, podemos encontrar algunos aspectos comunes entre las calles elegidas: el calendario festivo es similar ya que trabajan durante todo el año para elaborar los adornos. Todas cuentan con un local para elaborar los adornos pero estos espacios además de ser auténticas fábricas donde todo el material se transforma, son importantes espacios de socialización donde la gente se encuentra y conversa, donde se actualizan las relaciones sociales y donde se reconstruye simbólicamente la realidad local y cotidiana. Las redes sociales que identifiqué en los colectivos de las calles fueron las redes familiares y las redes de amistad. La edad de las personas que participaban en las Juntas y asociaciones oscilaba principalmente entre los 40 y los 60, años aunque había algunas de 30 años. Participaba un importante grupo de personas mayores de 60 años y había poca participación de jóvenes. En general el número de mujeres y hombres era similar pero la constancia de las mujeres era más evidente. La memoria festiva se expresaba a través de álbumes de fotos y la colección de los programas festivos de años anteriores. A través de estas fotos se recogían no sólo experiencias pasadas sino también la propia autobiografía vinculada a su barrio, a sus amigos y vecinos. Tanto el Ajuntament de Barcelona como el Departament de Benestar Social y el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya otorgaban unas subvenciones para el financiamiento de la fiesta; sin embargo, éste resultaba insuficiente por lo que los vecinos debían buscar otras formas de financiamiento. A diferencia de los colectivos que adornan las calles, los colectivos que celebran la fiesta mayor en las plazas están conformados principalmente por jóvenes (20 y 30 años). Gente joven organizada que valoraban la fiesta mayor y la concebían como un espacio en el cual podían dar a conocer a su colectivo u organización. Los jóvenes estos colectivos se habían asociado por razones distintas a los de la fiesta, es decir, participar en la fiesta mayor no era su objetivo central: para el colectivo que adornaba la plaza Rius i Taulet era hacer Castells y para el grupo de la plaza del Diamant era el activismo político centrado en la corriente independentista catalana. Estos
colectivos tenían en común,
a parte de las edades, que no contaban con un local propio para
elaborar
los adornos, sus redes sociales se construían a partir de la
amistad,
la camaradería, el noviazgo, sentimientos comunes
independentistas
y de defensa de la cultura catalana. Es importante mencionar que el
colectivo
de la plaza del Diamant perteneció a la Federació de
Carrers
hasta el año 2001 y a partir de ese año este colectivo
organiza
la fiesta de manera independiente. Reinterpretación de los discursos sobre participación A
continuación presento el análisis
discursivo y su reinterpretación de los discursos. En primer
lugar
presento los discursos de los vecinos y vecinas que forman parte de las
Juntas de Calles. En segundo lugar aparecen los discursos de los
representantes
de organizaciones ciudadanas y finalmente los discursos de los
funcionarios
gubernamentales. La clasificación de los actores sociales nos
permite
comprender mejor los significados y sentidos de la participación
en función de su posición dentro del campo de actores
como
señala P. Bourdieu (1994). Discursos de participantes de calle y plazas A. "La fiesta la tenemos que generar nosotros": Participar es decidir, es crear Participar en la fiesta es crearla no consumirla de manera pasiva, es apropiarse del tiempo de ocio, de ese tiempo que está en manos de las empresas y que mantienen la sociedad de consumo. Estas enunciaciones podríamos enmarcarlas en ideas republicanas que sostienen que las personas han de ser artífices de su destino: Ricard. "Nosotros desde pequeños hemos sentido la fiesta mayor y lo hemos tomado como algo propio y ahora pues la fiesta mayor la gente la ve como eso como una fiesta para participar divirtiéndose pero no para participar creándola" (miembro de la Junta de la calle Joan Blanques de Dalt, diseñador, 56 años). "Lo que tienes que hacer es generar fiesta, participar y el problema es que ahora eres un consumidor de la fiesta popular de tal sitio o de un grupo de discotecas, eres un consumidor de fiesta y la fiesta la tenemos que generar nosotros... no dejar la cuestión lúdica a empresas que hacen contigo lo que quieren y que implican unas modas y unos hábitos" (miembro de la Comisió Popular de Festes, plaza del Diamant, desde su infancia participa en la fiesta). B. "Siempre han habido algunos que han sido fieles": Participar es mantener la tradición Cuando se participa por la tradición, la lealtad y la fidelidad son valores necesarios para mantenerla. Las tradiciones construyen y crean herederos, los sujetos participativos entonces están comprometidos con su tradición, no responden necesariamente a una elección, sino más bien la tradición se convierte en una obligación: Investigadora. ¿Y porqué creen que la fiesta se ha mantenido tanto tiempo? Gonzalo. Siempre ha habido algunos que han sido fieles a continuarla sea como sea... (Miembro de la Junta de la calle Puigmartí, 61 años, desde los años 40 participa en la fiesta). Maite. La juventud, ya lo estás viendo, que hay domingos que no viene nadie o salen el día antes por la noche o quieren ir a la playa y hacerlos venir… esto es una obligación y por obligación no quieren venir... (Presidenta de la Junta de la calle Puigmartí, 44 años, portera, lleva 20 años participando). C. "La gente también tiene vida propia": La participación como elección La sociedad liberal moderna es un contexto de elección, participar en la fiesta es una elección entre muchas opciones. En las sociedades de consumo se pretende que las tradiciones populares sean opciones de ocio que han de competir con otras formas de ocio. Sin embargo para los actores las tradiciones también son objeto de la elección y la voluntad: Gloria. Mi juventud, mi maternidad y mi madurez, se han acoplado a este estilo de vida, un estilo de vida que yo he decidido elegir, yo escogí hacer lo que hago, dedicar 8 o 9 de los 12 meses del año a la fiesta mayor… (Presidenta de la Junta de la calle Joan Blanques de Dalt, 34 años, 19 años participando). Ricard. Cuando yo era pequeño no teníamos nada, la fiesta las vacaciones eran en la calle, hoy en día las vacaciones es que te puedes ir Acapulco y te puedes ir a Austria o Egipto... (Miembro de la Junta de la calle Joan Blanques de Dalt, diseñador, 56 años). D. "Mucha gente está sólo por la subvención": La participación institucionalizada Las ideas de la participación que promueven la discusión, el debate y el disenso se oponen al sujeto pasivo y receptivo de construido por el Estado de Bienestar: Cisco.
En las calles no hay un debate
no hay nada...hay gente que está calentando la silla para que le
caiga la subvención, las invitaciones para ir a no sé
donde
entonces no se discute... (Participante de la Comisió Popular de
Festes, plaza del Diamant, desde su infancia participa en la fiesta). Discursos de representantes de organizaciones ciudadanas A. "Nuestro objetivo es generar un espacio de participación": el sentido ciudadano de la fiesta La fiesta popular no debe convertirse en un negocio personal sino que ha de celebrarse para los vecinos, la fiesta es un bien común y un espacio de participación: Exvicepresidente de la Federació de Carrrers. ¿Cuál es nuestro papel? ¿nuestro papel es llenar calles sin sentido como si fuéramos promotores artísticos? … no lo somos, porque si nuestro objetivo fuera ganar dinero lo entenderíamos pero no, nuestro objetivo es generar un espacio de participación en donde cada uno encuentre su lugar y que cada uno nos lo pasemos bien... B. "Esta fiesta la curramos nosotros y la pagamos nosotros": la participación como apropiación del acto festivo La participación vecinal en toda la organización es lo que distingue a la fiesta de Gracia. La comparación se hace con otros barrios e inclusive con fiestas de otras Autonomías del Estado Español. La diferencia se establece en que son los vecinos los que hacen los adornos de las calles y los que pagan la fiesta y de esta manera se considera que se establece autonomía frente a las instituciones gubernamentales: Presidente
de Federació de Carrers.
Es que hay muchos barrios en Barcelona que hacen fiesta mayor pero como
esta no la hay! ... esta fiesta la curramos nosotros y la pagamos
nosotros... Discursos de instituciones gubernamentales A. "Organizar la fiesta desde abajo". La participación ciudadana como modelo de fiesta mayor La participación vecinal es la característica que distingue a la fiesta de Gràcia de otros modelos de fiesta. Se distingue del modelo de fiesta mayor que se organiza desde arriba: Conseller
de Cultura del Districte de Gràcia.
La característica distintiva fundamental, si nos centramos en
Barcelona…
este es un modelo de fiesta que es de Gràcia… también
está
Sants y Poble Nou pero es en Gràcia donde tiene mayor potencial,
hay otros modelos de fiesta… la fiesta de la Mercè, o modelos de
otros barrios o distritos como Nou Barris que es organizar desde arriba
desde las instituciones... Sujetos participativos en la fiesta mayor de Gracia Para la construcción de los sujetos participativos retomamos las nociones de sujeto y agente de Chantal Mouffe (1999). Esta autora considera que no debemos partir de la idea de sujeto como una entidad transparente, unitaria y racional que otorga significados homogéneos a las realidades por ser la fuente de la acción. De acuerdo con ella, nos hemos de aproximar al sujeto como una pluralidad, que depende de sus diversas posiciones de sujeto a través de las cuales es constituido dentro de diferentes posiciones discursivas. Entre las posiciones de sujeto no hay un vínculo a priori, por eso no hay posición de sujeto que esté asegurada de manera definitiva y por lo tanto no hay identidad social que pueda ser completamente adquirida: "(el agente social) es la articulación de un conjunto de posiciones de sujeto, correspondientes a la multiplicidad de las relaciones sociales en que se inscribe. Esta multiplicidad se construye dentro de discursos específicos que no están relacionados necesariamente, sino que tienen formas de articulación contingentes y precarias" (Mouffe 1999: 118). De acuerdo con lo anterior consideramos que los sujetos participativos son actores diversos, plurales en sí mismos, que ocupan distintas posiciones de poder y dominación pero su posición no es estática ni definitiva pues un individuo puede ser dominante en una relación y estar subordinado en otra (Mouffe 1999). Los sujetos participativos, son los que dotan de significado su participación en la fiesta, construyen una cultura participativa con unas formas, unos tiempos y espacios característicos y particulares. La construcción de los sujetos participativos respondió a una reinterpretación de los discursos enunciados por los distintos actores desde sus posiciones en un campo de interacción. Hay que subrayar que los sujetos participativos no son excluyentes sino que existe una intertextualidad entre ellos, es decir se pueden citar entre ellos, pueden solaparse, articularse mediante sus discursos, de tal forma que aunque tengan cada uno represente una visión del mundo diferente y contradictoria pueden coexistir en un mismo discurso. De acuerdo a lo anterior los sujetos participativos que reconstruí fueron: Sujeto participativo activo: Participar es decidir, crear y el actor se siente artífice de su destino. La participación en la fiesta implica no sólo la apropiación del espacio donde se vive sino también del tiempo: la organización del tiempo social está definida por los actores. Tiempo y espacio son dos dimensiones de la vida social que los actores han hecho suyas con su participación en la vida pública. Este sujeto reconoce que el pueblo es el actor que ha de apropiarse de sus fiestas y no hay que dejarlas en manos de gobiernos y empresas. Este sujeto reproduce el discurso de la participación como una forma de ser y hacerse ciudadano. Sin embargo desde esta postura se vive en la contradicción que la sociedad liberal y de consumo ha creado: la cuestión económica, ya que el amo en la vida moderna es la economía y el dinero es el que manda, las formas y prácticas más tradicionales y comunitarias van desapareciendo y la fiesta queda fuera del control de las personas. Sujeto participativo heredero: Participar es mantener la tradición. Las tradiciones construyen fidelidades y lealtades, tienen una función normativa de las prácticas festivas, por lo que se considera que se participa por obligación y si es necesario hay que sacrificarse por ello. Para este sujeto la tradición es el marco que permite al yo entenderse a sí mismo y responder a la pregunta ¿de dónde vengo? Así, los sujetos herederos consideran que tienen un origen y recurren a la historia colectiva y familiar para explicar su participación en la fiesta. Sujeto participativo elector: Participar es elegir un estilo de vida y la sociedad es considerada un contexto de elección. En las sociedades de consumo las tradiciones populares son ahora opciones de ocio que compiten con otras formas de ocio de manera desigual. Este sujeto puede reproducir la visión liberal, al construir una separación entre lo público y lo privado, la vida propia y la vida colectiva. La participación se construye entonces como una actividad que requiere un plus de voluntad, es una actividad extra en la vida de las personas. También es una forma de actuar por voluntad propia y se considera que es un ejercicio de la libre elección. Sujeto
participativo institucionalizado:
Participar es asistir a las reuniones vecinales y cobrar una
subvención.
El participante es más bien un cliente de programas
gubernamentales
o empresariales. El ciudadano es un receptor pasivo de derechos
específicos
y goza de la protección de la ley. El Estado de Bienestar, a
través
de subvenciones, construye un sujeto pasivo y mantiene las relaciones
verticales
y de dominación entre el Estado y la ciudadanía. A manera de conclusión En esta investigación la participación ciudadana fue vista como un proceso de toma de decisiones y como forma de gobierno. Esta interpretación de la participación fue el lente que me permitió comprender los discursos enunciados por los actores sociales. A nivel local, y particularmente en la fiesta analizada, encontré expresada la democracia participativa en tanto que son los y las vecinas quienes deciden en asambleas los contenidos de la fiesta, el financiamiento y la dotan de significados, es decir la construyen simbólicamente y se apropian de ella. Sin embargo, esta participación se ve claramente limitada por el modelo de democracia representativa, modelo unilateral y vertical, que prevalece en nuestras sociedades modernas. Por otra parte el ejercicio participativo en la fiesta se ve limitado por las creencias en la Tradición, cuando se ve de manera coercitiva, o bien por el modelo liberal que marca la pauta hacia el enfoque turístico y la mercantilización de las fiestas populares. Un modelo que impone formas y situaciones que muchas veces van en contra de lo que les gustaría a los actores sociales que fuera la Fiesta Mayor de Gracia. Otra conclusión importante que puedo enunciar es la heterogeneidad discursiva vista a través de los sujetos participativos. Dicha heterogeneidad nos exige dar cuenta de la diversidad de discursos que forman parte de la cultura local de la Fiesta Mayor de Gracia. En esta cultura se mezclan discursos como el discurso de la modernidad y republicano que entienden al sujeto y al ciudadano como actor y dueño de su destino y lo podemos apreciar cuando los actores se consideran artífices de su fiesta local. También está el discurso neoliberal donde la fiesta se entiende como un proceso globalizado, enmarcada en la lógica del mercado. Al mismo tiempo el discurso liberal está expresado cuando los actores sociales tienen como parte de su cosmovisión una separación entre el espacio público y privado y cuando enuncian la elección de tipo individual y voluntarista como forma de vida: se concibe que se participa en la fiesta por elección personal y no por obligación o debido a un proceso sociohistórico. Forma
parte de esta heterogeneidad discursiva
el discurso comunitario donde se busca a través de la
participación
en la fiesta, la comunidad arrebatada por las manos de la sociedad
moderna
y posindustrial. En el discurso comunitarista el sujeto considera que
participa
porque es heredero de una tradición ancestral mediante la cual
puede
rastrear su biografía, la de su familia y la de la Vila de
Gracia.
Así la participación en la fiesta mantiene viva la
tradición
pero también al sujeto. El sujeto heredero no puede dejar de
participar
ya que no sólo se perdería la Fiesta Mayor de Gracia sino
también se perdería a sí mismo porque la fiesta
forma
parte de su vida.
Alonso, Luis Ariño, Antonio Bajtín, Mijail Bajtín, Mijail Bourdieu, Pierre (y Louis Wacquant) Cortina, Adela Díaz, Rodrigo Dietz, Marie Etzioni, Amitai Flores, B. Georgina García-Borés, Josep García Canclini, Néstor Gargarella, Roberto Geertz, Clifford Isambert, F. Kymlicka, Will Medina, Xavier Mouffe, Chantal Mulhall, Stepehn (y Adam Swift) Lafarga, Joan Portal, Ana Prat, Joan (y Jesús Contreras) Pettit, Philip Sánchez, Euclides Sanclemente, Viçens Serrano, Javier Thiebaut, Carlos Thompson, John Villoro, Luis Zapata, Ricard |
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