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Introducción La presente ponencia es resultado de un estudio donde se exploró la construcción social de la santería en Catemaco, Veracruz, dicho pueblo se encuentra localizado en la Sierra de los Tuxtlas, zona sur del estado. Limita al norte con el Golfo de México, al este con Mecayapan, al sureste con Soteapan, al sur con Hueyapan de Ocampo y al oeste con San Andrés Tuxtla. Lugar más conocido por los brujos locales que por los santeros, pero donde dicha religión ha ganado terreno y por si fuera poco, se ha traslapado en las prácticas locales, tales como la brujería, la curandería, el espiritismo, entre otras, dando resultado a un nuevo sincretismo religioso. Recordando, que la santería es una religión de procedencia africana, misma que floreció en Cuba en tiempos de la Colonia, a su vez, dicha religión se fue construyendo con base en un sincretismo religioso, producto de la mezcla cultural entre esclavos africanos y españoles, conformando lo que en la actualidad se conoce como santería, regla lucumí o regla de Ocha. En Catemaco, Veracruz, la religión antes mencionada ha atravesado por un proceso social que ha surgido desde el momento en que algunas personas se acercan con un santero y no con un brujo como es la tradición local. Esto nos habla de cómo ciertas religiones se han establecido y de alguna manera se han desarrollado en regiones del país; Catemaco una de ellas. Compartiendo ideologías y elementos religiosos transnacionales y, a la vez, reconstruyendo ciertas costumbres que algunas personas tenían arraigadas, como es el caso de las conocidas "limpias" o "curaciones" acudiendo con brujos tradicionales o "curanderos", mismos que se han valido de distintos panteones religiosos tales como el prehispánico, el católico, "entidades demoníacas" y, entre éstos el panteón religioso Yoruba, donde se origina la santería. Por lo tanto, la historia que caracteriza a dicho pueblo se ha construido a partir de experiencias religiosas conformando así un largo proceso de adaptación, mismo que se ve reflejado en las tradiciones locales. Por otro lado, dichas creencias como la brujería, la curandería, la santería entre otras han estructurado ciertos actos sociales como son los rituales, otorgándole significados. Algunos de los rituales más conocidos en Catemaco son: de iniciación, de maldición, de salación, de sanación, amarres, limpias, entre otros, mientras que por la santería se han incorporado los conocidos: ebbo, omiero, iniciaciones, imposiciones de collares, guerreros, entre otros. Utilizando ciertos elementos como son: algunas plantas, animales, piedras, entre otros, mismos que sirven como parte de los rituales, pues sin estos el ritual es obsoleto. Dichos procesos sociales han surgido a través de interacciones entre creyentes, brujos, curanderos, espiritistas, santeros, entre otros y, como resultado hombres y mujeres han construido creencias en seres sobrenaturales, pero no específicos sino más bien en realidades sobrenaturales, basadas en las experiencias cotidianas, por lo que es lo mismo asistir a misa y creer en la brujería, pero también recurrir a santeros para corregir alguna situación. Durante mi estancia de trabajo de campo en Catemaco, Veracruz, pude observar cómo las creencias en la brujería, en el catolicismo y en la santería se mezclan formando "creencias sobrenaturales" a partir de la adoración de distintas entidades tales como: Belcebú, la Virgen del Carmen de Catemaco, Shangó, entre otros, pues aunque son creyentes en la religión católica, también creen en la brujería como parte de la cultura del entorno y, en la santería como una posibilidad novedosa, además han llegado a practicar distintos rituales, por un lado apropiándolos específicamente algunos grupos de comerciantes y, por el otro, los brujos, mezclando ciertos rituales y elementos así como entidades religiosas para el refuerzo de sus prácticas y de protección entre ellos. Historia de las diásporas africanas en América La santería, regla lucumí o regla de Ocha (1) es una religión que tiene sus orígenes en la tribu africana Yoruba: un pueblo proveniente de Dahomey lo que hoy conocemos como Benin, así como también de Nigeria a lo largo del rió Níger. Los Yoruba creen en un dios llamado Olorun u Oludumare, para ellos la fuente del ashe (la energía espiritual de la que se compone el universo, todo lo vivo y todas las cosas materiales). La estructura de esta religión se encuentra en un panteón religioso de divinidades como Shangó, Obatalá, Oggún, Yemaya, Oshún, Babalu aye, entre otros. Entre 1820 y 1840, los principales tratantes de esclavos (portugueses, holandeses y franceses) los vendían a los españoles. Éstos los trajeron a América, en especial a Cuba, Brasil, Trinidad, Haití y Puerto Rico, para explotarlos en el principal negocio de la colonia: el cultivo de la caña de azúcar. Dentro de estos grupos se encontraban diferentes etnias. Los Yoruba fueron los más capturados, razón por la cual su panteón religioso predominó en Cuba, pero también llegaron algunos del Congo, Angola, Guinea y otras partes de África. Es por eso que existen otras religiones en el Caribe como el vudú o vaudou en lengua francesa, que exclusivamente se practica en Haití. El palo mayombe o palo monte, del Congo, también se practica en Cuba; la regla kimbisha, la biyumba entre otras. En Brasil el equivalente a la santería es el macumba o candomblé de Nigeria. El panteón religioso de la santería en Cuba, comparte algunos dioses con el candomblé brasileño y puede que pase lo mismo en Trinidad y Puerto Rico. Estos países dan otros significados a sus dioses, algunos coinciden ¿acaso la santería en Catemaco tiene otros significados? Esta fue otra de las preguntas que me hice al inicio de esta investigación. La diferencia de la santería en Cuba con la santería o candomblé que se puede ver en Brasil, es respecto a su panteón de divinidades, ya que estos se utilizan para diferentes situaciones, donde predomina la magia; la santería es una religión que adopta el culto a la naturaleza y a los espíritus. En Cuba este panteón religioso persistió igual que entre los Yoruba por la mayoría de población de Dahomey, mientras que en otros países del caribe varía la población de descendencia Yoruba. La santería en México, en especifico en Catemaco, Veracruz, ha tenido un auge importante a partir de 1959, con los inmigrantes cubanos y los actores sociales que ya compartían escenarios en el país, en especial en Veracruz, donde se organizaba el denominado Carnaval de Veracruz: Veracruz también es Caribe. Esta asimetría entre ambas culturas (caribeña y veracruzana) es muy especial y por ello: "Algunos elementos que forman parte del universo religioso de la santería, permiten observar de manera clara cómo se entrecruza con otra amplia gama de prácticas, objetos y servicios pertenecientes a otras 'tradiciones', que la insertan en procesos más amplios de mercantilización de símbolos, creencias, prácticas y objetos culturales, cuyo uso y apropiación muchas veces 'refuncionalizan' y modifican su sentido original" (Juárez 2000). La santería como refuerzo en el mercado espiritual de Catemaco La tradición del esoterismo en Catemaco ha creado en algunas personas necesidades sobrenaturales, por lo que algunos actores se han acercado a prácticas como la brujería, el espiritismo, la santería, entre otras, ya que de alguna forma son "convencidos" por la promesa de "solucionarles de sus problemas". Estas personas a su vez han construido una santería "típica" en Catemaco, Por la mezcla de creencias en la brujería y en la santería. Por lo tanto construyen ideas de ciertas deidades santeras y católicas, como creer en la Virgen del Carmen de Catemaco, pero también en Shangó, no como equiparación sino como conjunto de dioses posibles de acudir cuando se encuentran en problemas. Uno de los factores que ha propiciado la construcción de ciertas ideas en las personas ha sido el "sincretismo menor", construido con base en creencias y prácticas que han determinado una santería notable por parte de los "multiesoteristas" (2) y de los santeros propiamente. En ciertas prácticas como la santería, los rituales están plagados de creencias que incluyen dioses "Yoruba" y "católicos", según lo afirman algunos intelectuales y denominan sincretismo religioso (3). En el caso de Catemaco, las creencias en dioses prehispánicos y católicos que originaron un sincretismo religioso en México, han tenido un proceso de construcción colectiva, así como individual, ya que las personas construyen procesos individuales con base en ideologías religiosas, como las creencias y prácticas mismas que han determinado la inclinación por ciertas religiones, como la santería que aún cuando es una religión transnacional, algunas personas la han adoptado como parte de su imaginario religioso. En Catemaco las personas no la consideran como una religión, sino más bien como una práctica, una de las opciones que existen en el "mercado espiritual". Según constaté en mi trabajo de campo, el proceso de construcción de la santería en Catemaco empieza a partir del año 2000, aunque puede tener antecedentes históricos que mencioné antes. Debido a que los santeros se han establecido en el pueblo y han construido en las personas una imagen de "caritativos", mote que ha sido factor importante para que la santería gane "clientes", los multiesoteristas por su parte han ido perdiendo credibilidad con ciertas personas, además de que mantienen precios altos en relación con los trabajos que ofrecen como las limpias, entre otros. Otro de los factores que ha propiciado que las personas se inclinen por la santería, es porque dicha religión en Catemaco es "novedosa", y un ejemplo de ello es la indumentaria (4) que utilizan los santeros, que puede ser "vistosa" para algunas personas, ya que ha tenido una clientela muy especifica, y se ha ido recomendando por aquellas que han experimentado ciertos sucesos como problemas familiares, de salud, económicos sentimentales u otros que han sido "resueltos" por los santeros. Las personas experimentan procesos colectivos, debido a experiencias propias de estos como la salud, que ha influido en algunos santeros para dicho proceso social, tal como comenta la santera Doña Josefina, quien llegó por motivos de salud a dicho lugar, para después asentarse y practicar la santería no como modus vivendi, sino para ayudar a las personas que se acercan a pedirle ayuda para resolver ciertos problemas que les acontecen: "Hace aproximadamente tres años que me convertí en santera, y pues hace tres años me he dedicado a trabajar con la gente… yo tuve un accidente en el cual me quedé invalida por tres años…y gracias a la santería fue que encontré esta paz, esta tranquilidad esta salud que estaba perdiendo". La santera narra su experiencia, motivo de acercamiento a la santería, que no fue solo como creyente sino también como practicante, esto debido al conjunto de viajes de iniciación, asentación (5), entre otras actividades que ha realizado en Cuba, y que en comparación con su pareja don José, quien se inicio en la santería por curiosidad, a raíz de los constantes viajes que también realizó a Cuba como turista. Dado que en aquél país es donde la santería tiene un auge muy notorio, a esta persona le dio por iniciarse. Por lo que comenta: "Bueno, mis viajes los hice a Cuba, los empecé en los 90, iba tres veces al año pero iba nada más de vacaciones, de paseo y eso". En su estudio sobre la transnacionalización de la santería en la Ciudad de México, Nahayeilli Juárez Huet, afirma que: "Otros Mexicanos fuera del ámbito artístico también entraban con el universo de las religiones afrocubanas, particularmente durante sus visitas a Cuba" (2000: 119). Juárez Huet también argumenta con base en sus viajes a Cuba, que "los mexicanos, en comparación de otros visitantes, son unos "fanáticos de la religión", debido a los viajes de turistas que varias empresas cubanas como la de "Brujo Tour", Ocha Tours, entre otras organizan en Cuba" (2000: 135). Es por esto que algunas personas como don José tuvieron el primer acercamiento con santeros cubanos, iniciándose y construyendo la idea de la religión afrocubana que más tarde y en compañía de su pareja la trajeron a Catemaco. Otras personas como don Raúl Mulato Aguirre, espiritista de 59 años, originario de San Andrés Tuxtla, Veracruz, residente de Catemaco desde 1979, nos comenta que razones de salud lo orillaron a acercarse a la santería, ya que conocía a estos santeros y de alguna manera han intercambiado experiencias, de hecho se han curado entre ellos, lo que lo ha convencido: "La santería trabaja la sanación, las operaciones invisibles, a mí me han hecho ellos, bueno un compañero amigo de allá de Cuba muy bueno, muy allegado a nosotros me hizo una operación en el estómago." Como estas personas dedicadas a la práctica de ciertas tendencias esotéricas como el espiritismo, otros creyentes se han acercado por motivos de salud, sin interés de iniciarse, ya que en el entorno cultural de Catemaco algunas personas prefieren un brujo o curandero antes que un médico. Este tipo de tradiciones y prácticas esotérico-religiosas son las que han dado pie a denominar a Catemaco y a su gente "Tierra de brujos", mote que distingue a la zona de los Tuxtlas y, específicamente a Catemaco.
Rituales y significados: yerbas, animales y algo más En la santería, como en otras religiones o prácticas religiosas como la brujería, la curandería y el espiritismo que se llevan a cabo en Catemaco, los rituales son parte fundamental, ya que en algunos casos sirven como vehículo que comunica a los hombres con los dioses. En la santería tradicional que se practica en Cuba, se tiene una serie de rituales, entre los más comunes se encuentran los "rituales de iniciación" los cuales tienen el objetivo de iniciar personas (aleyos) (6) en la religión santera. El primer ritual al que se enfrenta el aleyo consiste en la adquisición de collares (7) protectores de cuentas de culto (elekes) (8). Estos collares son hechos por una "madrina" que se le asigna, también llamada Yubbona (9), esta persona debe estar iniciada en la santería, tener conocimiento en los sistemas adivinatorios y en los dialectos africanos, como el "yoruba", entre otros, tener una vida correcta, y no necesariamente debe de ser madrina, sino también padrino. Es semejante a los padrinos que se buscan en la religión católica, ya que estos son o deben ser personas allegadas a la iglesia, con un alto nivel de valores morales y religiosos. Pues tiene la obligación de ayudar al ahijado en todos los procedimientos que este necesita. Por ejemplo, una de las funciones de esta madrina es visitar al babalawo y pedirle que consulte los caracoles (10) para ver cuál es el ángel guardián del aspirante. De lo contrario, si no se escoge una madrina que tenga la suficiente preparación dentro de la religión santera, y esta se equivoca en la invocación del Orisha guardián, podría ocasionar disgusto al Orisha invocado, ya que al santo no se le puede bajar al estero (11) por cualquier cosa. Hay inicialmente cinco collares (12), uno por cada Orisha, y los primeros son: Obatalá, Eleggua, Oshún, Yemaya y Shangó, y se preparan con hilo de algodón y deben ponerse siete días en un omiero (13) especial que se prepara con yerbas predilectas de las deidades mencionadas. Cuando los collares o elekes están listos se lavan en un río y se le hace una ofrenda a Oshún, que consiste en un sacrificio de un pollo y un poco de miel. Después el santero hace nuevamente un omiero, un sacrificio de animales (ebbo) y una ofrenda de frutas y velas. Se vuelven a poner los collares en el omiero y siete días después se entregan al aspirante en un ritual que dura varias horas, en algunas ocasiones se hace un Guemilere (14) a los santos y así finaliza la imposición de collares. Como narra José Hinojosa, santero, de 67 años: "Bueno, para la entrega de collares primero se lee tu registro. Al leerte tu registro ahí dice a qué santo perteneces, qué santo es tu papá, qué santo es tu mamá. De acuerdo a ese santo que te toca se hace un ritual en el cual te piden, pues pueden ser dos gallos, dos chivos, un borrego, palomas, gallinas guineas, codornices. Es el santo que te va a proteger siempre, sí, pero para esto tienes que tener una iniciación haciéndote ese ritual, tenemos que durar, primero te entregan tus guerreros, pero para ese ritual tienes que estar ya sea siete días o catorce días, según, durmiendo en un petate en el suelo sin almohada, sin salir de esa habitación para nada, ahí te bañan, ahí te asignan una Yubbona, es como si fuera tu madrina." En Catemaco este ritual de iniciación no es muy común, ya que la mayoría de las personas que visitan a estos santeros solo es con motivo de las "limpias" y trabajos como amarres sentimentales, pedimentos para la "buena suerte" en lo económico, en el "negocio" o comercio, en la salud, entre otros. Según don José, las veces que han iniciado personas se hace un ritual muy breve, por la falta de elementos como las yerbas de las que se compone un omiero, algunos de los animales para el ebbo, entre otras cosas. Otro de los rituales de la santería es la entrega de guerreros, o hechura de Elegguá (15), el cual es un paso más avanzado dentro de la religión, ya que el iniciado antes tuvo que haber recibido los collares para ser considerado Yaguó, o sea iniciado. Esta ceremonia es más complicada ya que consiste en hacer rogación de cabeza (16), un baño con omiero y el sacrificio de animales a las deidades impuestas que son los guerreros (17): Elegguá, Oggún, Ochosí y Osun. La ceremonia es similar a la de la entrega de collares, sólo que ahora se entregan los guerreros. También participa una Yubbona o madrina, quien se encarga de las atenciones, el babalawo, quien va a dirigir el ritual, y esta vez se le rapa la cabeza al Yaguó y se le tatúan símbolos de las deidades a recibir. También puede que el santo ordene al novicio, quedarse 14 días y no siete como cuando se tomaron los elekes. Según Migene Gonzáles Wippler, "el significado simbólico de la adquisición de los collares y de Elegguá es análogo a las tácticas militares de ataque y defensa, mientras los collares proporcionan protección, Elegguá y los otros guerreros hacen posible atacar y vencer a los enemigos con facilidad" (1976: 43). A manera de conclusión Después de explorar parte de la historia y cultura regionales de Catemaco, puedo afirmar que la santería, como religión relativamente reciente, ha sido resultado de procesos sociales como son las migraciones africanas y caribeñas a las costas mexicanas, la importación de mercancías o productos de índole esotéricos, así como de la difusión en medios masivos de comunicación que exaltan a los brujos, de rituales colectivos en los que participan hombres y mujeres y, finalmente, de un cúmulo de discursos con múltiples significados en torno a los santos, los santeros y la santería en general. La santería, así como otras religiones o prácticas, han sido el vehículo que ha dado continuidad a las creencias locales, ya que estas se han construido a través de ideas y símbolos significantes donde podemos apreciar ciertos elementos simbólicos (fetiches) que emergen de ellas. A la vez, hombres y mujeres de Catemaco han atravesado por procesos religiosos y, simultáneamente han construido prácticas y por consiguiente las han materializado en rituales, mismos que son resultados de las necesidades cotidianas de las personas en busca de lo sobrenatural. El hecho de apropiar dioses como Shangó que pertenecen al panteón religioso santero e incluirlo como parte del reforzamiento de las creencias en dicho lugar, nos habla de un proceso de sincretismo de deidades y, a la vez, de elementos, católicos y afrocubanos, pues dichas creencias parten de una adoración pagana y al mismo tiempo de adorar imágenes sincréticas como es el caso de la santería en Cuba, al incluir algunos de los elementos religiosos tales como: oraciones, veladoras, rosarios, collares, escapularios, yerbas, entre otros, los cuales han sido parte fundamental para la difusión de la santería en el pueblo, pues además estos se han refuncionalizado y se han utilizado en algunas de las prácticas tradicionales de Catemaco. La santería en Catemaco, entonces, se construye como resultado de un sincretismo religioso menor, pero este sincretismo se teje a partir de discursos, de rituales, de iniciaciones, entre otros, mismos que han formado ideas sobrenaturales en las personas del lugar, así como también por la implementación de elementos transnacionales de los cuales han adaptado otras prácticas como es el caso de la brujería, pues es a partir de este movimiento religioso, que en Catemaco se han construido nuevas tendencias religiosas como la santería entre otras, mismas que han recontextualizado la realidad del lugar. Por ultimo, enfatizo cómo la santería se encuentra articulada con las prácticas sobrenaturales locales, pues al adaptar discursos, rituales y elementos transnacionales se construye una mezcla de creencias, por un lado la brujería refuerza su panteón religioso mientras que por el otro, la santería se adapta a nuevos espacios culturales como es el caso de Catemaco. Es así que la construcción de la religión afrocubana en Catemaco se ha dado a partir de procesos sociales entre los santeros, los brujos, los curanderos, los espiritistas y los creyentes en general. Notas 1. Se le denomina regla para diferenciarla de algunas otras, la palabra Lucumí fue adaptada por los españoles para identificar a los Yoruba de otras tribus, Oluku mi significa "amigo mío" en el idioma de los Yoruba. (Velásquez 2006:20). 2. Multiesoteristas: aquella persona que dice tener conocimientos de la brujería, curandería, yerbería, espiritismo y en algunos casos de la santería. 3. El proceso que se dio en Cuba equiparando los panteones religiosos Yoruba y católico, que originó lo que se conoce actualmente como santería cubana. 4. La indumentaria que usan los santeros es muy peculiar, por lo tanto se diferencian de otros como los "brujos" por ejemplo, que visten normal. Los santeros casi siempre andan vestidos de blanco, esto por "el color de preferencia del santo", similar a como visten algunos "cubanos" con guayabera y pantaloncillo, alguna boina en caso de don José y con vestido o pantaloncillo blanco en caso de doña Josefina. Para los rituales utilizan una vestimenta especifica, que también va de acuerdo con el santo que van a invocar, utilizan algo así como un "penacho" pequeño, vestidos del color del santo y sus collares, que es lo que los representa. 5. Es cuando se recibe el santo que te rige, puedes tener dos por ejemplo Papá Eleggua y Mamá Oshún. La asentación es similar a un bautizo, tienes una Yubona, o madrina que es la guía en las rutas espirituales de la religión. 6. Se les considera aleyos, a aquellas personas que apenas se van a iniciar en la santería. 7. Collares: simbolizan el primer paso que da una persona para ser santero, pero también pueden iniciarse otras personas por motivos de enfermedad u otros. Estos sirven de protección, siempre y cuando los lleve puestos, pero no se puede tener relaciones sexuales ni bañarse con ellos. Si pretende realizar alguna de estas actividades tiene que quitárselos, realizarlas y después volver a ponérselos. 8. Son los collares de protección. Se les llama así por los vocablos en el idioma de los Yoruba. 9. La Yubona es la madrina de quien se va a iniciar, conocido como Yaguó. 10. Elementos de adivinación que emplea la santería a través de una tabla conocida como ifa, los caracoles se avientan a un petate llamado estero, y según cómo hayan caído los caracoles se sabe lo que el santo necesita o quiere, pues es a través de estos que el santo se comunica. 11. Tapete de palma donde se leen los caracoles, y donde baja el santo. 12. Primeros collares Obatalá, Eleggua, Oshún, Yemayá y Shangó. 13. Líquido empleado por los santeros durante las ceremonias de iniciación. Se hace de 101 plantas y palos en otros lugares. En Catemaco se realiza de 21 plantas, debido a la falta de elementos. Se hace en una especie de cubeta o baño, se hierve y se supone que el concentrado de las plantas es el líquido que se aprovecha para la acción que se va a realizar. 14. Ceremonia profana de la santería, también considerada fiesta donde participan los Orishas, una especie de contacto entre los hombres y los dioses. 15. Estos también son collares, solo que es un paso mas avanzado en la religión santera y sirven igual de protección, pero también de ataque. 16. Es una ceremonia que se la hace al aleyo, debe ser de coco y agua, y sirve como ofrenda al ángel de la guarda, se le coloca coco rayado, la cáscara, cacao, agua, el algodón y otros elementos en la cabeza, hombros, pies y manos. Véase Velásquez, 2006. 17. Los guerreros son los siguientes collares que se entregan y están constituidos de la siguiente forma: Eleggua, Oggún, Ochosí y Osun. Bibliografía Berger, Peter
L. (y Thomas Luckmann) Durkheim, Émile Juárez Huet,
Nahayeilli Velásquez,
Catalina |
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