Por: Rafael Clua García, Antropólogo y enfermero.
Barcelona.
cluag@msn.com
Los estudios en
antropología
de la salud y de género
comenzaron a surgir en los años ochenta, produciéndose su consolidación
en los
años noventa con la llegada de las primeras tesis y equipos de
investigación en
esta materia. Muestra de ello, es la presente compilación de los
diferentes
trabajos presentados en el VI Coloquio de REDAM (Red Latina de
Antropología Médica)
celebrado en junio de 2006 en Donostia-San Sebastián (Universidad del
País
Vasco). Durante años, desde las diferentes perspectivas (biomédicas,
sociales,
políticas, económicas y jurídicas) se ha tendido a invisibilizar a la
mujer y a
obviar la diversidad de los hombres. Esta determinación ha provocado
que la
atención en salud se haya reproducido desde lo universal, afectando
tanto a
hombres y a mujeres no adscritos a los modelos hegemónicos de la
identidad de género.
Esta obra supone un acercamiento a investigaciones que ofrecen teorías,
metodologías y resultados holísticos de la atención a la salud en
perspectiva
de género.
La compilación se divide en
cuatro ejes temáticos,
precedidos por un prólogo de Verena Stolcke y la presentación de sus
editores
(Mari Luz Esteban, Josep María Comelles y Carmen Díez), precursores de
la
antropología de la salud y de género en España.
En la primera parte, "La
investigación en el ámbito
de la salud y el género", Izabella Rohlfs y Mari Luz Esteban nos
conducen
a nivel teórico-filosófico y metodológico hacia las bases de la
epidemiología
sociocultural de los procesos de salud/enfermedad/atención, concepto
acuñado
por Eduardo L. Menéndez. Ambos capítulos, proponen la
operacionalización de los
conceptos género y salud. El "género" es entendido como perspectiva y
no como variable, difiriendo de su asociación al concepto "sexo". La
"salud" es la construcción social de las representaciones y prácticas
de los procesos de salud/enfermedad/atención enmarcada en un contexto
social,
político y económico, concreto. Ambas autoras defienden que esta
perspectiva es
ideal para poder actuar sobre las desigualdades en la salud de hombres
y
mujeres en toda su diversidad. Rohlfs incide en la necesidad de
realizar un
buen diseño de investigación que articule las metodologías cualitativas
y
cuantitativas; y Esteban, en la línea de artículos anteriores
(véase "El
estudio de la salud y el género: Las ventajas de un enfoque
antropológico y
feminista", Salud Colectiva, Buenos Aires, nº 2 (1),
2006: 9-20),
en las ventajas de un enfoque antropológico y feminista para combatir
las
desigualdades en salud causadas por el androcentrismo en la biomedicina.
Los siguientes capítulos giran
sobre los tres ejes de
análisis propuestos Connell (1987) y adaptados por Teresa del Valle: la
división
sexual del trabajo, las relaciones de poder, y la organización de las
emociones
y la sexualidad (página 61).
La segunda parte de la
compilación, "Identidades,
socializaciones y representación de género", está formada por cinco
capítulos.
Los dos primeros, Mabel Gracia y Eva Zafra, analizan el trastorno del
comportamiento alimentario. La primera, investigando la salud de las
mujeres en
sociedades industrializadas, y la segunda, en niños y niñas
escolarizados.
Ambas realizan una rotura epistemológica del concepto
engordar/adelgazar y
argumentan que la pérdida de control en la alimentación se ha visto
potenciada
por las dietas propuestas desde la biomedicina. Ambas autoras entienden
la
alimentación como un fenómeno sociocultural contextualizado dentro de
un
entramado, donde el cuerpo y la imagen son el punto de partida de los
malestares alimentarios.
En los siguientes capítulos,
Serena Brigidi analiza el
padecimiento del "ataque de nervios" en grupos de mujeres de la
comunidad latina, inmigradas a la ciudad de Génova; Sergio do
Nascimento
diserta sobre el uso de ansiolíticos en mujeres de Brasil; y Beatriz
Moral,
acerca de los accidentes de tráfico en hombres, ahondando en la
construcción
del concepto "riesgo". Los capítulos propuestos crean un debate sobre
la articulación entre el saber médico y las representaciones sociales y
prácticas
de los padecimientos de las personas estudiadas. Todas concluyen que la
biomedicina tiende al determinismo y la universalización de los
padecimientos,
fomentando la desigualdad en la atención a hombres y mujeres, y la
feminización
de ciertos padecimientos. Todas proponen reformular epistemológicamente
los
significados de los procesos de salud/enfermedad/atención, y articular
la
metodología cualitativa con la cuantitativa, y la epidemiología con la
epidemiología sociocultural.
La tercera parte de la
compilación, "Concepciones
biomédicas, asistencia sanitaria y relaciones de poder", se divide en
cinco capítulos. Elixabete Imaz, María Jesús Montes, Maribel Blázquez e
Hilda
Eugenia Argüello, desde diferentes experiencias, analizan el proceso
embarazo/parto/puerperio, y Beatriz Tosal, la feminización de la
fibromialgia.
Las cuatro primeras coinciden en que durante el proceso de
embarazo/parto/puerperio, el sistema médico monopoliza el cuerpo,
entendido
como una máquina, donde el médico hace de interlocutor, posicionando a
la mujer
en la pasividad. En las diferentes investigaciones, se muestran las
divergencias entre las representaciones sociales y prácticas de las
madres y de
los médicos. Estos últimos, entienden el embarazo/parto/puerperio como
un
proceso de enfermedad, expuesto a situaciones de riesgo donde es
necesaria la
medicalización de la mujer. Las investigadoras, en contraposición,
proponen
entender el embarazo/parto/puerperio como un proceso normal, donde haya
cabida
para la tradición y los saberes de las mujeres, con plena participación
y
libertad expresión de sus emociones.
Beatriz Tosal analiza el
padecimiento de la
fibromialgia y la clasificación moral del discurso médico, en líneas
similares
a Serena Brigidi y Sergio do Nascimento.
En la cuarta parte, "División
sexual del trabajo
y atención a la salud", Inmaculada Hurtado estudia la migración
internacional de retiro de jubilados noreuropeos a la Costa Blanca, y
María José
Valderrama, María Isabel Larrañaga, Unai Martín y Begoña Arregi, la
división
sexual de las tareas domésticas en jubilados de Vizcaya. La primera,
plantea el
impacto cultural en las jubiladas inmigradas que se encuentran con un
modelo
asistencial diferente al país origen y que, aunque buscando cierta
independencia, siguen siendo las personas de referencia sobre el
cuidado de los
familiares de su país de origen. Supone una ruptura en el cuidado
intergeneracional que, junto con la inadaptación a los cuidados
ofertados en la
Costa Blanca, provoca el retorno de muchas mujeres a su país de origen.
El segundo grupo de
investigadoras, analizan
cualitativa y cuantitativamente la desigualdad del cuidado entre
personas
mayores: existen diferencias entre hombres y mujeres en la concepción
del
cuidar. La mujer dependiente, pese a la necesidad de recibir
cuidados, continúa
con el cuidado intergeneracional de sus familiares, tarea desarrollada
en menor
grado en los hombres en situación similar.
La obra finaliza con Dolores
Juliano, abriendo un
debate hacia el estudio de las masculinidades, y el anexo de Mari Luz
Esteban,
sobre las diferentes tesis y grupos de investigación sobre
antropología en
salud, género y atención en España.
Retomando la última reflexión
de Dolores Juliano,
"ahora toca el turno a los hombres para desafiar su modelo" (página
326) y, como ya hicieron en los años ochenta las pioneras de los
estudios de género
y salud, algunos trabajos han comenzado a destapar las diferentes
construcciones sociales de la masculinidad. Como refiere Guasch, "la
masculinidad no es algo inmutable sino que es un producto social que
cambia a
lo largo de la historia" (Óscar Guasch, Héroes, científicos,
heterosexuales y gais. Los varones en perspectiva de género.
Barcelona,
Bellaterra, 2006: 22), y en la actualidad, ya se ha abierto el camino
para
aquellos hombres que no se adscriben al modelo hegemónico de
masculinidad.
Tomado el relevo, ahora es el turno de realizar epidemiologías
culturales
sobre la salud de los hombres.
Por todo lo anterior, esta
compilación es
imprescindible para aquellos investigadores que quieran seguir su
camino hacia
la antropología de la salud y de género.
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