Por: Estefanía
Acién González,
investigadora del Centro de Estudio de las Migraciones y las
Relaciones Interculturales (CEMyRI). Universidad de Almería.
eacien@ual.es
El
Laboratorio de Antropología Social y Cultural
(LASC: www.lasc.es)
de la Universidad de Almería
ha organizado ya trece ediciones del Congreso de Inmigración, decano en
España en estas temáticas y
en 2010 se unió al Centro de Estudio de las Migraciones y las
Relaciones Interculturales (CEMyRI,
centro patrocinado por la Secretaría de Estado de Inmigración y
Emigración del Ministerio de Trabajo
e Inmigración: www.cemyri.es),
para ofrecer la XIII edición, bajo el
lema Biculturalismo y segunda
generación. En esta ocasión la reflexión giró en torno a la
discusión sobre el concepto biculturalismo,
el estudio de la situación de las segundas generaciones, el
bilingüismo, el arte como conexión cultural
y la perspectiva de género en el estudio de las migraciones. Este
volumen es la recuperación de la
mayoría de las ponencias que allí se expusieron, completadas, revisadas
y ampliadas para la
publicación, y se presenta en tres sólidos bloques, referidos al
biculturalismo y bilingüismo, modelos
de integración de las segundas generaciones de inmigrados y la escuela
como motor de integración.
Al
abrir el libro, lo primero que encontramos es
un título que llama a situar su lectura desde
pensamientos mestizos, desde el tambaleo de ideas que parecen sólidas y
no lo son, poniendo en
entredicho la universalidad y univocidad de términos que inundan la
literatura académica y que tratan
de sintetizar y simplificar lo que necesariamente requiere un
acometimiento complejo. De esta manera,
Francisco Checa, Ángeles Arjona y Teresa Belmonte alertan, en la
"Presentación", sobre los problemas
en el uso unívoco de los conceptos biculturalismo y biculturalidad, así
como el de segunda generación
y segundas generaciones. Desde el debate social surgen periódicamente
términos que parecen
resumirlo todo, que resultan útiles para describir de un plumazo
fenómenos que nos cuesta expresar.
Sin embargo, su uso en los análisis de las realidades tan plurales,
porosas y movibles, como las que
aquí son objeto de estudio, resulta peligroso si no se cuestionan desde
el pensamiento crítico. De igual
manera, en esta presentación se desnudan las grandes teorías sobre la
integración de las segundas
generaciones, así como el abordaje de este término, que sigue usándose
con fines pedagógicos, pero
perpetúa en los hijos e hijas de personas inmigradas su concepción
diferenciada cuando, en esencia,
pertenecen, no sólo por derecho sino por nacimiento, a la sociedad que
acogió a sus ascendientes.
En
este sentido, y como cabría esperar, los
autores de los capítulos de la obra se ven forzados a realizar
análisis profundos -honestos, diría yo- y sin miedos a su complejidad,
llegando a aportar criterios de
abordaje constructivos para este debate social, que es tan útil como
necesario. La estructura se concreta
en tres partes, que ahora describiré en cada uno de sus capítulos.
La
primera parte tiene como título Biculturalismo
y bilingüismo y reúne a dos especialistas. El primero,
Pedro Gómez García, catedrático de la Universidad de Granada, titula su
trabajo como "El
biculturalismo en perspectiva antropológica" y comienza definiendo el
término cultura para cuestionar
y mostrar la ambigüedad del concepto biculturalismo. Centrando su
deconstrucción, desde la
delimitación de los elementos que supuestamente constituyen el
contenido de la cultura -véase lengua y
religión- presenta evidencias discursivas para afirmar que no es
posible sostener la idea de
biculturalidad en una sociedad dada. Sí defiende, sin embargo, que se
pueda hablar de sujetos humanos
que puedan devenir en "biculturales" y lo que ello tiene que ver con
casos de pluriculturalismo. Todo
esto sirve al profesor Gómez para afirmar la capacidad del ser humano
de rebasar su propia cultura y
los límites de su contexto, lo que permite la construcción de nuevas
realidades que superen las
categorías segregacionistas basadas en lo étnico o lo cultural.
El
segundo capítulo se titula "Bilingüismo y
gestión sociolingüística" y lo firma el catedrático de
Lingüística General de la Universidad de Almería, Francisco J. García
Marcos, quien comienza
desacreditando la idea de que basta con conocer una lengua que no es la
materna para convertirse en
bilingüe. El bilingüismo, como facultad individual y su emergencia en
contextos sociales que registran
contacto de lenguas, hace referencia a una capacidad humana que surge
cuando, incorporados al
idioma materno, se combinan otros y llegan a formar parte integrante
del individuo, más allá de
procesos de instrucción. Para ilustrarlo, propone la observación de
contextos particulares -como
matrimonios mixtos- y colectivos, como espacios fronterizos -donde se
producen fenómenos de
hibridación lingüística-, áreas geográficas donde conviven lenguas
mayoritarias y minoritarias,
herencias históricas -por ejemplo, presencias coloniales- y procesos
que requieren movilidad y uso de
otras lenguas, como las actividades comerciales transnacionales y los
movimientos migratorios. El
profesor García Marcos aborda también la gestión estratégica y política
de estas realidades,
describiendo la aculturación y desplazándose hasta el bilingüismo
migratorio.
La
segunda parte de la obra hace referencia a lo
que se designa como modelos de integración de las
segundas generaciones. En este caso contamos con cinco capítulos
centrados en analizar la situación de
las segundas generaciones en nuestras sociedades y cómo estamos dando
salida al reto de su
integración plena. Ruben G. Rumbaut, catedrático de sociología en la
Universidad de California,
escribe "The Problem of Assimilation and the Second
Generation in the United States", donde aborda el
recorrido del término asimilación en el espacio discursivo y académico
estadounidense, situándolo en
el contexto ideológico del multiculturalismo anglosajón y la nuevas
sociedades tecnologizadas. Por
otra parte, explora la historia del concepto de asimilación en las
ciencias sociales estadounidense y las
percepciones sociales al respecto, desde el melting pot, como
marco ideológico principal anglosajón y
su relación con conceptos como la asimilación, la integración social y
el concepto de identificación.
Por último, usando como medio datos empíricos, analiza indicadores
culturales, socioeconómicos e
identificativos de la sociedad norteamericana, desde una perspectiva
relacional entre grupos étnicos de
inmigrantes y sus segundas generaciones, cuestionando al fin el
concepto de asimilación en el estudio
de las desigualdades y planteando sus limitaciones y contradicciones.
Seguidamente,
Rosa Aparicio, del Instituto
Universitario Ortega y Gasset, se dedica a explorar el
estado actual y futuro de las segundas generaciones en España. En el
momento de redacción del texto
los dos estudios que Aparicio toma como referencia para su exposición
-estudio ILSEG, iniciativa de
Alejandro Portes y estudio sobre los musulmanes en Europa y España,
impulsado por la red TIES y
coordinado por el Institute for Migration and Ethnic Studies de
Ámsterdam- no estaban concluidos. No
obstante, los resultados que van arrojando estos dos procesos de
investigación ayudan a la autora a
plantear respuestas a aquéllas dos preguntas: ¿Dónde están las segundas
generaciones en Europa y
España? y ¿hacia dónde van? Las respuestas a estas cuestiones parten de
criterios que tiene que ver con
su inserción social, el capital humano de los padres, el ámbito de la
educación, inserción laboral y, todo
ello, teniendo como referencia la diversidad de contextos sociales en
los que se da su realidad. Además,
Aparicio entra a analizar las respuestas de estos jóvenes hijos de
inmigrados en cuanto asentimientos
de pertenencia nacional, uso del idioma de destino y preferencias al
respecto, aspiraciones educativas y
laborales de futuro y otras variables relacionadas. En síntesis, se
trata de un mapa dibujado desde la
presentación de datos empíricos que supone una lectura crucial en el
libro que nos ocupa para basar en
datos reales, afirmaciones que de otro modo quedan sujetas a la
inferencia o al prejuicio.
El
responsable del quinto capítulo del libro es
Martín Baldwin-Edwards, del Mediterranean Migration
Observatory at Panteion University de Athenas. El autor, bajo el título
"Europe's inchoate policies for
multiculturalism and the second generation: Greece as a problematic
case", hace un esfuerzo de síntesis
sobre los planteamientos políticos en cuanto a integración de la
población inmigrada en la Unión
Europea en lo que llevamos de siglo XXI. El punto de mayor interés de
su texto es la constatación de la
inexistencia de políticas coordinadas y que adquieran un carácter
prioritario, lo que ejemplifica con el
caso griego y, a su juicio, no coadyuva a la prevención de una mala
integración de las segundas
generaciones.
La
autora del sexto capítulo es mediadora social
para la integración, María Gascón Stürtze. El
planteamiento pedagógico de esta activista de los derechos humanos,
Directora del Programa de
Formación Integral para Jóvenes de la ONG Acción en Red, arranca desde
la convicción de la
necesidad de reflexión basada en la experiencia francesa en la
integración de los jóvenes hijos y nietos
de inmigrados para el diseño de estrategias en nuestro propio entorno.
Francia es un estado próximo,
con mayor tradición en la acogida a población inmigrada y refugiada que
España, y que presenta
evidencias en su historia reciente que pueden explicar cierta parte de
la desafección identitaria de las
segundas generaciones con respecto a la sociedad de acogida de sus
antecesores. La autora propone el
esfuerzo bilateral de diálogo, reconocimiento y respeto mutuos y la
igualación de derechos como
puntos de partida para experimentar nuevos modelos que prevengan el
alejamiento entre jóvenes.
Cerrando
esta parte, Iñaki García Borrego,
Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha,
cuestiona el etnicismo ideológico que califica a los jóvenes según
elementos culturales, obviando el
peso de los factores sociológicos que les rodean. Para él, ni la edad
ni la condición impuesta de
"segundas generaciones" son categorías que expliquen la realidad que
viven. Teniendo en cuenta
aspectos múltiples que inciden en las vidas de las personas, el punto
de partida del autor es complejo,
por ello aboga por un abordaje desde las causas sociales -realidad
económica, familiar, relacional,
institucional- instando a huir de reduccionismos y apelando a las
formas políticas de construir
sociedades mixtas.
La
última parte del libro se centra en la realidad
escolar. Recoge el capítulo de Estrella Gualda, Titular
de Sociología de la Universidad de Huelva, que presenta un estudio
empírico en la provincia onubense
y que, de alguna manera, complementa el texto de Rosa Aparicio, en
cuanto a las variables que tiene en
cuenta, como son el grado de sentimiento de pertenencia al país,
satisfacción con la vida y con el lugar
donde vivían, las oportunidades percibidas, grado de conocimiento del
idioma, participación social y
cultural, redes de apoyo, perspectivas de retorno y confianza hacia los
españoles, etc.
El
décimo capítulo está firmado por un grupo de
investigadores de las Universidades de Almería
(Ángeles Arjona y Juan Carlos Checa), Camilo José Cela (Rodrigo Pardo)
y la Politécnica de Madrid
(Noemí García); se complementa perfectamente con el María Gascón, dado
que analiza en la
actualidad -a través del desarrollo de un estudio preliminar- el
traslado de filosofías de integración
diferentes en Francia y España en los centros escolares. Los autores
sintetizan, como en capítulos
anteriores, conceptos básicos de común uso en las ciencias sociales
para abordar la integración social
de las segundas generaciones -asimilación, pluralismo cultural y teoría
de la asimilación segmentada-,
poniendo en evidencia sus limitaciones y aportando datos empíricos que
demuestran su superación.
Mediante estudios de casos en Rennes (Bretaña francesa) y Almería
(Andalucía, España) muestran
cómo existe en ambos lugares un alejamiento entre las aspiraciones
familiares de los inmigrados para
sus descendientes y la incorporación de estos a niveles formativos de
carácter superior. Así, la idea de
que la escuela es la herramienta fundamental para la eliminación de
desigualdades queda al desnudo,
cuestionada, puesto que las estrategias que se ponen en marcha no
logran tal objetivo, sino que, al
menos en lo que los datos nos muestran, perpetúan el bloqueo a la
movilidad social ascendente para los
jóvenes descendientes de inmigrados.
Cierran
el libro los investigadores de la
Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Madrileño
de Antropología, Adela Franzé, María Fernanda Moscoso y Albano Calvo.
Centran su exposición en el
medio escolar y cómo lo viven los jóvenes de origen latinoamericano. Se
pone de manifiesto, según sus
investigaciones, que la reproducción de las desigualdades tienen que
ver muchas veces con la
reproducción de estereotipos, dado que los profesionales que trabajan
con estos jóvenes desarrollan
discursos prejuiciosos y excesivamente culturizados. Llegan a poner en
cuestión la objetividad de las
evaluaciones, la teórica justicia del sistema de promoción académica y
alerta sobre las consecuencias
que todo ello tiene para la integración social de los jóvenes y sus
familias.
En
suma, estamos ante un libro necesario en el
panorama actual de las migraciones, pues su conjunto
de textos contribuye tanto al debate científico y terminológico, como
ofrece reflexiones sobre
estrategias de integración y permite arrojar datos empíricos que
ilustran e interpretan la realidad. Todo
ello, lejos de huir de la complejidad, la usan como criterio
metodológico de análisis, como prisma
necesario e ineludible de reflexión.
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