Por productos naturales entendemos las moléculas de la naturaleza. Obviamente, toda la vida está hecha con moléculas tales como proteínas,
ácidos nucleicos, etc. y otras como la
adrenalina
o epinefrina. La adrenalina es una hormona humana que se produce en momentos de stress
y que aumenta la presión sanguínea y el ritmo cardíaco en determinadas situaciones como las peleas y los vuelos aéreos.
A los productos naturales pertenecen también alcaloides como la
coniina,
la molécula de la cicuta que mató a Sócrates, y
terpenos como la
tujona
que es la toxina del ajenjo que mató en el siglo IXX a varios artistas en Paris.
También existen productos naturales, tal como el
colesterol, que pueden causar innumerables daños a través de
enfermedades cardíacas pero que por otra parte es un componente vital de las paredes celulares, y el policétido
tromboxano, un
compuesto fundamental para el proceso de coagulación de la sangre. Así encontraremos entre ellos una gran variedad estructural
que va desde el producto natural más pequeño, el óxido nítrico NO (que actúa como vasodilatador entre otras funciones)
hasta el más grande, el policétido brevetoxina, un producto de algas rojas, que aparece de tiempo en tiempo en las aguas
costeras y que mata el pescado y todo aquél que lo come. Muchos productos naturales son la fuente de importantes drogas que
sirven para salvar vidas, como por ejemplo la penicilina, una familia de metabolitos con estructuras de aminoácidos.
Las reacciones químicas comunes a todos los seres vivos implican los metabolitos primarios de los cuatro grandes compuestos
esenciales para la vida: carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. Hay sin embargo, otros compuestos que no son
vitales pero que usualmente ayudan a la supervivencia, estos son los metabolitos secundarios. La exploración de los compuestos
producidos por el metabolismo secundario de plantas, microorganismos, hongos, insectos, mamíferos y otros tipos de seres vivos
comenzó hace mucho tiempo. Así se encontró una gran riqueza de variedad de estructuras y por ello es imprescindible una adecuada
clasificación de los productos naturales.