UN CONSTITUCIONALISTA DE BIEN. SEMBLANZA DE GREGORIO CÁMARA VILLAR

A CONSTITUTIONALIST OF GOOD. PROFILE OF GREGORIO CÁMARA VILLAR

 

Francisco Balaguer Callejón

Catedrático de Derecho Constitucional Universidad de Granada. Catedrático Jean Monnet ad personam.

 
resumen - abstract
palabras claves - key words

 

 

 

"ReDCE núm. 41. Enero-Junio de 2024" 

 

XX aniversario de la ReDCE. La construcción de Europa.

 

  

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Para hablar de Gregorio Cámara tengo que remontarme al año 1978, que tan importante terminó siendo para la, entonces todavía inexistente, comunidad de constitucionalistas y para el futuro de la sociedad española. En ese año, el Profesor Cámara impartió su primera clase (según supe después) considerada clase práctica en la ordenación docente de la época, aunque en realidad fue una de las mejores clases teóricas que se han impartido en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada. Sé de lo que hablo porque esa clase, sobre el pensamiento de Maquiavelo nada menos, la impartió en el grupo A de la Promoción 1976/1981 en la que yo era alumno.

Habrían de pasar varios años hasta que nos volvimos a encontrar, entonces en Málaga, en mi oposición a Profesor Titular de Universidad, en la que él formaba parte del Tribunal en calidad de Secretario. Conservo todavía algunas fotos de la cena de esa noche con Juan José Ruiz-Rico, Antonio Ortega Carrillo de Albornoz (Catedrático de Derecho Romano de la Universidad de Málaga) mi hermana María Luisa y algunos amigos más de esa época.

En octubre de 1989 yo volví a Granada y comenzamos a preparar juntos las cátedras que se convocarían poco después y que obtuvimos en el año 1991, el 22 de octubre y el 14 de diciembre. En 1992 enfermó nuestro maestro, Juan José Ruiz-Rico López-Lendínez, que nos dejó hace 30 años, en febrero de 1993. Sobre nosotros cayó la responsabilidad de cuidar de la carrera académica de los compañeros y las compañeras que formaban el grupo académico de Juan José y así lo hicimos. Una responsabilidad que se extendió también a los compañeros y a las compañeras que se fueron incorporando progresivamente al Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada.

No por casualidad, el último acto académico como Catedrático en activo de Gregorio Cámara, el 27 de septiembre de 2023 —unos días antes de su jubilación— sería la presidencia de la comisión de las cátedras que obtuvieron Enrique Guillén López, Miguel Azpitarte Sánchez y Juan Francisco Sánchez Barrilao, tras unos brillantes ejercicios en los que se evidenció el alto nivel científico del grupo de Granada, algo de lo que estamos tan orgullosos como sabemos que estaría Juan José.

Sobre la vertiente humana de nuestro grupo me permito contar una anécdota reciente. En un Consejo de Departamento, que dirige Baldomero Oliver León, otro discípulo de Juan José, se tenía que proceder a la elección de la representación del alumnado en la Junta de Dirección, al haber más de un candidato. Tras la presentación de los dos candidatos se procedió a la votación. Nadie entre los profesores y las profesoras presentes hizo el más mínimo gesto que permitiera desvelar la orientación de su voto, nadie conocía a los alumnos que optaban a la elección, nadie sabía de ellos más que lo que ellos mismos habían expuesto previamente a la votación, que era también muy poca cosa. Cuando se contaron los votos, el resultado fue sorprendente: todo el profesorado había votado a uno de los candidatos, ninguno había votado al otro, que obtuvo únicamente su voto.

No creo que sea fácil encontrar, en estos tiempos de fragmentación y polarización, un grupo humano con tan buena sintonía, cada uno desde sus propias posiciones ideológicas, que se manifiestan públicamente en distintos medios. Algo habrá tenido que ver con esa sintonía la prudencia, el buen hacer y el equilibrio que siempre han caracterizado a Gregorio Cámara. Baste recordar que, con todo el Departamento presente, la decisión para proponerlo como Profesor Emérito se adoptó, en votación secreta, por unanimidad.

Gregorio Cámara pertenece a esa generación que partiendo de una formación inicial en Ciencia Política previa a la aprobación de la Constitución de 1978 contribuyó decisivamente a la construcción del Derecho Constitucional de nuestro país. Su tesis doctoral obtuvo un premio nacional de investigación concedido por el Centro de Investigaciones Sociológicas a tesis de carácter social o político. Su tránsito al Derecho Constitucional fue muy productivo y sus publicaciones son una referencia en nuestra disciplina en muchos ámbitos, desde el voto particular hasta la objeción de conciencia, pasando por el derecho autonómico, el derecho constitucional europeo, el poder judicial o la jurisdicción constitucional.

Me permito destacar su contribución al desarrollo de los derechos fundamentales, una materia en la que la aportación de Gregorio Cámara ha sido decisiva. Tenemos la fortuna de que todas sus investigaciones particulares se han sintetizado posteriormente en el Manual de Derecho Constitucional o en la Introducción al Derecho Constitucional que coordino. Allí se puede encontrar, en los capítulos redactados por Gregorio Cámara, una teoría de los derechos fundamentales de consulta obligada para cualquier investigador de Derecho Constitucional en España y fuera de nuestro país.

Se me permitirá que renuncie aquí a dar cuenta de todos sus méritos vinculados al terreno académico o jurídico, así como a su condición de Diputado en el Congreso durante el periodo en que desarrolló sus funciones representativas. En algunos casos he sido testigo directo de su buen hacer, como durante los 11 años en que fue Consejero del Consejo Consultivo de Andalucía o en su actividad como Director de la Cátedra Fernando de los Ríos de la Universidad de Granada. En otros, su aportación ha quedado ya de manera indeleble en los procesos legislativos en los que participó y en los que tuvo una influencia decisiva en la configuración técnica de las leyes.

Lo que me interesa destacar de Gregorio Cámara es que, en todas sus tareas y oficios, desde la enseñanza del derecho constitucional a los alumnos de primer curso de derecho, hasta el ejercicio de sus funciones en el Parlamento, pasando por sus direcciones de Tesis Doctorales o sus múltiples intervenciones en congresos, seminarios y programas de Doctorado o Máster dentro y fuera de España, ha actuado siempre con la misma corrección, la misma delicadeza, el mismo talante conciliador y respetuoso que le caracterizan como un intelectual y como un constitucionalista de bien.

Sin duda una gran parte del equilibrio y la bondad de Gregorio Cámara tiene que ver con su entorno familiar. Su madre, a la que recuerda siempre, y sus hermanos, están en el origen de una educación modélica. Su compañera de siempre, Manuela, ha sido una constante orientación para su vida, además de una ayuda fundamental en los momentos difíciles. Sus hijos, Grego y Javi (que ha seguido la vocación académica del padre y es hoy un investigador brillante y reconocido en su disciplina) han sido un referente de todos sus esfuerzos profesionales y personales.

De los amigos, qué puedo decir. Gregorio sigue teniendo los mismos amigos desde hace más de cincuenta años. Entre ellos nos encontramos algunos que acumulamos varias decenas de años de amistad compartida, como los que aparecemos en el selfi que acompaña el texto de Carmen Gómez Letrán que apareció en el Diario Ideal el 8 de diciembre de 2023. Andrés Sopeña, Juan Fernando López Aguilar y yo, en una tarde con Gregorio en casa de Andrés, hace unos pocos meses, manteniendo esa conversación que solo la amistad te permite continuar, por largo que sea el tiempo en que no nos hayamos visto.

Y sí, lo que ha aportado Gregorio Cámara a la disciplina del Derecho Constitucional es muy importante, como también lo es lo que ha aportado a la Universidad y a la sociedad, especialmente a la sociedad granadina, en la ciudad que lo ha adoptado y lo ha reconocido siempre como uno de sus hijos más ilustres. Pero más importante todavía es el ejemplo de vida que ha sido para sus amigos, la lealtad que ha tenido con todos nosotros, su modestia, su elegancia, su forma de ser una persona de bien.

 

 

Resumen: En este trabajo se elabora una semblanza de Gregorio Cámara Villar, Catedrático emérito de Derecho Constitucional en la Universidad de Granada. Se recuerdan sus principales hitos profesionales y su contribución a la disciplina del Derecho Constitucional, a la Universidad y a la sociedad, especialmente a la sociedad granadina.

 

Palabras claves: Gregorio Cámara Villar, Derecho Constitucional, Universidad de Granada.

 

Abstract: This work presents a Profile of Gregorio Cámara Villar, Emeritus Professor of Constitutional Law at the University of Granada. It highlights his main professional achievements and contributions to the discipline of Constitutional Law, the University and society, especially Granada society.

 

Key words: Gregorio Cámara Villar, Constitutional Law, University of Granada.

 

Recibido: 9 de mayo de 2024

Aceptado: 9 de mayo de 2024

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