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Diálogo Iberoamericano
Núm. 15 / mayo-junio 1998. Pág.
9
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Mario Jaramillo, Ministro de Educación del Ecuador,
"La educación es uno de los ámbitos que más
sufre las consecuencias del pago de la deuda externa"
El Dr. Mario Jaramillo Paredes, especialista en historia,
ha desarrollado a lo largo de los últimos 27
años una amplia labor docente en las Universidades
ecuatorianas de Cuenca (estatal) y del Azuay (particular),
en las que ha ejercido de decano de sus facultades de
letras y humanidades. Actualmente es Rector de la
Universidad del Azuay. Pero lo que lo trae a nuestras
páginas ahora es el cargo que desempeña como
Ministro de Educación de la República del
Ecuador. En un sistema de amplia autonomía
universitaria, la visión del Prof. Jaramillo es de
especial interés, por cuanto es un buen conocedor de
las realidades educativas y de las perspectivas
gubernamentales.
El Prof. Jaramillo nos recibe en su despacho del
Ministerio, situado en pleno Quito Viejo, con una
puntualidad prusiana. Responde a nuestras cuestiones con
una extremada cordialidad.
D.I. ¿Podría resumirnos las grandes cifras
del sistema educativo ecuatoriano?
Contamos con unos 3 millones de estudiantes, distribuidos
aproximadamente 24 mil centros educativos, entre escuelas y
colegios, y unos 130.000 profesores. En educación primaria
y media el 85% de los estudiantes asiste a establecimientos
fiscales y el resto a establecimientos particulares. Las
Universidades no dependen del ministerio, son entidades
autónomas. El porcentaje en ellas es difiere un poco: 80%-
20%.
D.I. ¿3 millones de estudiantes sobre 12 millones
de habitantes? ¿Cómo afrontar estas cifras?
No es fácil. Tenemos un elevado índice de
escolaridad y una población joven. Un alto porcentaje de
estudiantes termina el ciclo básico (seis años),
pero sufrimos problemas serios en la educación media (seis
años más). Es aquí en donde estamos
trabajando para ampliar el número de chicas y chicos que
continúen sus estudios.
Pero el problema más difícil en el Ecuador no
es tanto el de la cobertura, como el de la calidad de la
educación. Desde el actual gobierno centramos nuestros
esfuerzos en la mejora de la calidad y en su
democratización. Entre las escuelas y colegios
públicos y particulares hay establecimientos que tienen
un excelente nivel, pero también otros pésimos.
Quienes más plata tienen se educan en los mejores
establecimientos y quienes menos en los que tiene una
situación peor. De manera que lo que hemos de hacer es
mejorar la educación en este sector, porque eso va
produciendo un desnivel cada vez más grande en
oportunidades sociales. Este es el objetivo educativo del
gobierno del que formo parte: lograr una equidad, una
democratización en la equidad elevando la calidad de la
enseñanza.
D.I. ¿Cómo lograr esto en un país con
serios problemas económicos?
La Constitución del Ecuador consigna un 30% de los
ingresos corrientes para educación. Esta norma no se ha
cumplido desde 1982. Desde entonces el porcentaje ha venido
descendiendo paulatinamente. Actualmente estamos en torno al 20%
de los ingresos corrientes del Estado. Hay, por tanto, un
desnivel de un 10%, y eso nos plantea problemas serios tanto en
la dotación de medios, como en el pago a los profesores
y, en definitiva, en la calidad que podemos ofrecer.
La solución vendrá a través de las
virtudes del sistema. Hay dos que se deben: En los
últimos años ha ido creciendo la conciencia entre
los líderes políticos de que si no mejoramos la
calidad de la educación, difícilmente podremos
salir los problemas de subdesarrollo que sufrimos. Esto es muy
positivo. En segundo lugar se percibe que el ciudadano normal
tiene más conciencia que nunca de que sus hijos tienen que
educarse lo mejor posible, ya no sólo con el título
o con haber terminado el colegio. Hay casos emotivos, en este
sentido, de comunidades que utilizan parte de sus recursos
económicos para ayudar a costear la educación de
sus hijos, para mejorar la calidad. Esto da esperanzas.
Pero desde luego este es un Ministerio que arrastra muchas
frustraciones. Porque son tantas la necesidades acumuladas de
años y son tan pocos los recursos que siempre hay motivos
para sentir las necesidades que no pueden ser cubiertas.
D.I. En un país con diversas comunidades
lingüísticas, ¿cómo se aborda la
educación?
Dentro del sistema nacional de Educación hay una
Dirección Nacional de Educación Intercultural
Bilingüe. Es un sistema con mucha autonomía dentro
del Ministerio, está dirigido por las comunidades que
eligen a sus directivos, refrendados por el Ministerio. Ellos
trabajan con una enorme mística, con una labor de
organización de las propias comunidades que tiende a
mejorar y apoyar la educación bilingüe.
D.I. ¿Qué relaciones existen entre la
educación universitaria y los otros sectores
educativos del estado?
Asistimos a un intento de poner en relación al nivel
secundario con el sector universitario, ya que tradicionalmente
ha habido un divorcio claro entre el estado y la educación
secundaria con las universidades (autónomas). La tendencia
está cambiando, el Estado está dialogando
más con la universidades para mejorar la educación
nacional. El diálogo es necesario, es la mejor
solución.
D.I. ¿Cuál es la relación actual de
los sistemas educativo y productivo en el Ecuador?
Las relaciones entre estos dos sectores han sido muy malas
tradicionalmente, por no decir inexistentes. Hubo mutuos recelos.
Los sectores productivos han pensado, generalmente, que quienes
estamos en el sector educativo somos fuente de subversión,
de radicalización política. Y hay que decirlo,
también desde el sector educativo hemos tenido serios
recelos hacia el sector productivo. Creo que es un error de las
dos partes, afortunadamente, en los últimos años,
se ha avanzado hacia una vinculación beneficiosa entre los
dos sectores, aunque, por desgracia, estos casos son
todavía excepciones.
D.I. ¿Cómo afecta el pago de la deuda
externa al sistema educativo?
La influencia de la deuda ha sido y es muy grave. Ha sido
el factor fundamental para que no se haya cumplido con el mandato
constitucional de dedicar el 30% de los ingresos a la
educación nacional. Todos los gobiernos, incluidos el
actual, se tropiezan con que cuando se hacen las cuentas del
Estado y se constata que el 40% de los ingresos se van en el pago
de la deuda, los presupuestos no alcanzan a cubrir las
previsiones.
Se han planteado soluciones a la deuda, pero lamentablemente
han sido siempre extremas. De un lado la postura que defiende no
pagar la deuda externa, una posición ingenua, que no tiene
sentido. Y por otra parte una postura más "papista que el
papa", que cree que el Ecuador debe dar ejemplo de pago de la
deuda externa. Una posición intermedia no se ha dado
seriamente. De forma que cada gobierno negocia la deuda de
acuerdo con su propio criterio y en medio de eso seguimos y es
la educación uno de los ámbitos que más
sufre la situación.
D.I. ¿Qué papel juega la cooperación
internacional en el marco educativo ecuatoriano?
En el ámbito de la educación primaria y media,
tenemos apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco
Mundial. Lo que hemos podido avanzar en mejoramiento de la
calidad de la educación en los sectores más
marginales, rurales y urbanos, ha sido gracias a la
cooperación. Un dato concreto, justo ahora tenemos en
marcha un proyecto de capacitación de noventa mil
profesores del sector urbano, gracias a un préstamos del
Banco Mundial.
Por otra parte, contamos con convenios con diversas ONGs
para la capacitación de profesores rurales, para la
restauración de las escuelas dañadas a causa de los
efectos del Niño, etc.
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