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Diálogo Iberoamericano
Núm. 15 / mayo-junio 1998. Pág.
21
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Bibliotecas iberoamericanas en la red
"Diálogo Iberoamericano" viene ofreciendo hasta
ahora una larga serie de informaciones sobre el Consorcio
Iberoamericano para Educación en Ciencia y
Tecnología (ISTEC), en la idea de que el trabajo de
grupos de universidades como éste permitirá
desarrollar instrumentos de comunicación eficaces
para la mejora de la educación. Johann van Reenen y
Chaouki Abdallah, miembros de ISTEC, responden a algunas
cuestiones relacionadas con los sistemas de enlace de
bibliotecas. Johann van Reenen es el Director del Proyecto
de Enlace de Bibliotecas, además es Director de
Centennial Science and Engineering Library. Chaouki
Abdallah es el Coordinador del Comite Ejecutivo para el
Proyecto de Enlace de Bibliotecas
(http://www.eece.unm.edu/faculty/chaouki).
Por Erin Nolan y Matías Pizarro (ISTEC. Nuevo
México)
Joseph Van Reenen
D.I. ¿Cómo se verá afectada la
academia con la nueva era de la informática?
¿En particular aquella gente que no tiene los medios
para adquirir las nuevas tecnologías?
JVR. La mejor forma de contestar esta pregunta es
entendiendo la información real sobre la toma de
decisiones y la recopilación de información en esta
nueva sociedad. Además, la información no siempre
es gratis. Está protegida bajo los derechos de autor, y
es solamente gratuita si la usan instituciones públicas
dentro de los parámetros legales (estudios, repasos, o
investigación). Tenemos que estar atentos a lo que ocurre
con asociaciones y compañías que se están
uniendo y comprando la información que se produce y
publica en el mundo.
Hoy en día, sus ganancias han aumentado un 28% entre
1996-7 y tienen más rendimiento que los precios del
petróleo. El resultado es que nos enfrentamos a un
problema, ya que la información será considerada
como el nuevo oro. Los bibliotecarios son las únicas
personas en la actualidad que pueden combatir esta tendencia y
disminuir el poder de las editoriales, al empezar a publicar
dentro de las bibliotecas o a través de organizaciones
bibliotecarias para que el asunto de derechos de autor sea
limitado. Este es el gran efecto que yo preveo. Ahora la gran
disputa político-académica es entre los eruditos
académicos y sus bibliotecas contra las editoriales con
fines de lucro, que son los principales editores de publicaciones
en ciencia y tecnología. Cuando hablo sobre esto me
refiero solamente a ciencia y tecnología. No hablo sobre
las humanidades, aunque creo que ellos enfrentan los mismos
problemas.
D.I. ¿Cómo se verá afectada aquella
gente que no tiene los medios para adquirir las nuevas
tecnologías?
JVR. La información tecnológica es la
infraestructura o la raíz del desarrollo
tecnológico, y por ende afecta la economía de un
país. Tener una infraestructura tecnológica es
absolutamente crítico para la economía de un
país. Si uno permanece por fuera de el acceso a la
corriente principal de la información, uno podrá
solamente reinventar la rueda, o simplemente no inventar
nada.
Obviamente, la información electrónica puede
ser distribuida a través de redes, y por lo tanto puede
ser más accesible a otros si es que nos aseguramos que
alguien pague por esa información. Es por eso que
necesitamos formar un consorcio con economías de escala,
para poder obtener información para muchos a un precio
reducido. Lo otro es compartir información que ya tenemos
y por la cual ya hemos pagado, la cual puede ser intercambiada
gratuitamente en el Internet. Es por eso que el rol de las
bibliotecas es crítico en mantener y fomentar las
iniciativas científicas y tecnológicas de un
país.
D.I. ¿Cuál será el papel de
WEB?
JVR. El Web solucionará y creará problemas a
la vez. Es como un basurero que uno escarba para obtener la
información que depositó allí y necesita
revisar. Hasta que los bibliotecarios, y en particular los que
catalogan en las bibliotecas, empiecen a entender la
información y puedan crear motores de búsqueda
(search engines) respectivos, no habrá una buena manera
de encontrar información en el Web. Una vez encontrada una
buena manera de hallar información que sea más o
menos comprensiva,
habrá que evaluar la información nuevamente.
¿Es basura o realmente vale? Eso también es un tema
que las bibliotecas tendrán que enfrentar. Por eso es de
suma importancia que los bibliotecarios permanezcan dentro de la
corriente principal de la información para que sepan usar
el Web de manera óptima. Y esto también
contribuirá al potencial de distribuir grandes cantidades
de informaciones y autopublicaciones. Por ejemplo, en mi propia
página en el Web yo expongo todos mis artículos
antes de publicarlos, y le pido comentarios a la gente para
mejorarlos y obtener un mejor producto.
D.I. ¿Qué ha hecho ISTEC o qué
podría hacer ISTEC para mejorar el acceso a la
información?
JVR. ISTEC puede seguir haciendo lo que ha hecho en los
últimos tres o cuatro años: compartir
información desde la biblioteca matriz, que es Centennial,
con otras bibliotecas en Sudamérica y España, y a
la larga con Centro América. Y eso es todo gratuito. Se
paga al personal involucrado, pero no hay que costear los
derechos de autor, etc.
Eso debe ser aprovechado. El próximo paso será
comprar o crear grandes bases de datos para compartir entre
nosotros. Lo tercero es empezar a publicar artículos
electrónicamente, usando nuestros editores y
universidades. La infraestructura ya está, lo que hay que
hacer es conseguir una editorial comercial. De esta manera la
biblioteca o la universidad puede ser la editorial y esto
haría más barata la publicación. Creo que
a través de ISTEC científicos de varios continentes
y organizaciones se pueden juntar a dar una solución a
estos problemas.
Chaouki Abdallah
D.I. Cuál es, a su juicio, el estado actual de
las universidades Iberoamericanas en cuanto a
dotación de infraestructuras educativas en ciencia
y tecnología?
Ch.A. Creo que las universidades Latinoamericanas
están tratando de "saltar", en el sentido que hay muchas
cosas que se perdieron en las décadas de los setenta y
ochenta. Sin embargo, pienso que con la llegada de la
tecnología en comunicaciones, se están
actualizando, y en términos laborales hay muchas
compañías interesadas en reclutar gente
Latinoamericana por el desempeño de los mercados,
especialmente en países como Brasil y en menor grado
Argentina, pero también en otros países. Por
ejemplo, Motorola señaló en la última
reunión de ISTEC que hace dos o tres años no
tenían ningún trabajador Peruano en su
compañía. Este año tienen a 90 peruanos
trabajando para ellos.
En las áreas en que nosotros trabajamos -
comunicaciones e ingienería eléctrica, con
énfasis en computación y comunicación- la
evolución ha sido exponencial. No obstante, la diferencia
entre países es grande. Creo que hay tres niveles
distintos en Latinoamérica: En el primero está
Brasil sólo. En el segundo se encuentran casi todos,
incluyendo a Argentina, Bolivia, y México. ISTEC ha tenido
el mayor impacto dentro de esta segunda categoría, ya que
estos países pueden absorber lo que se les esta
comunicando. En el tercer lugar están los países
muy pobres y chicos. Carecen de lo básico y no creo que
les podamos ayudar mucho. Nosotros podríamos suministrar
el equipo, el hardware, las cosas básicas. El problema es
que no tienen docentes, no tienen los recursos humanos.
D.I. ¿Hasta qué punto la falta de
infraestructuras educativas en ciencia y tecnología
puede influir negativamente en el desarrollo futuro de un
sistema universitario y del país en que se integra?
Ch.A. Lo que pasa en un país como Uruguay (lo
usaré como un ejemplo) es que la gente que trata de mover
un sistema educacional y las universidades son personas con su
licenciatura, que están estudiando para una
maestría o un doctorado y a la vez educando a otros y
construyendo un laboratorio -todo! Esto es mucho más
difícil que la situación Brasileña adonde
ya hay muchos doctores y una tradición de programas de
posgraduación, y entonces sus objetivos son otros, de
tener acceso a mejores tecnologías, o trabajar en conjunto
con MIT. Hay una gran diferencia entre los países. Ese es
el problema más grande que enfrentamos. En un país
que no ofrece programas de maestría o doctorado u otro
tipo de título orientado a la investigación,
quizás sea más importante que los países y
las universidades y las compañías se hagan la
pregunta "¿Qué es lo que realmente necesitamos?".
¿Realmente necesitamos investigadores en Guatemala?
Seguramente que no. Quizás lo que realmente necesitamos
son técnicos e ingenieros, y entonces no deberíamos
insistir en la implementación de los cursos de
posgrado.
D.I. La crisis económica latinoamericana limita
los recursos bibliográficos y tiene graves
consecuencias para la mejora de la investigación y
la docencia, ¿qué alternativas a este problema
se han planteado desde ISTEC?
Ch. A. Hasta ahora hemos conectado unas cuantas
universidades, y compartido libros y artículos. Para el
próximo año trataremos de eliminar el límite
de artículos para que se pueda solicitar cualquier
cantidad deseada. Esa sería una medida inmediata.
También estamos tratando de encaminarnos hacia la
publicación electrónica, para poder dejar de usar
el sistema de scanning ARIEL a un largo plazo. La
información más corriente está disponible
electrónicamente. Lo que estamos tratando de hacer dentro
de ISTEC es organizar un consorcio que pueda comprar los derechos
de una base de datos, o una serie de revistas que podremos poner
a la disposición de nuestros miembros en todas partes.
Esto simplificaría el proceso de tener que solicitar la
información a una biblioteca, y después tener que
esperar varios días antes de recibirla.
La adquisición de bibliotecas es una cuestión
compleja, tanto por razones legales como económicas.
Estamos trabajando con la Biblioteca Centennial (biblioteca de
ciencias e ingeniería de la Universidad de Nuevo
México) y la Biblioteca Zimmerman (biblioteca general) y
con otras bibliotecas dentro de ISTEC para hacer las
adquisiciones, y no me refiero a adquisiciones físicas,
sino al acceso de la información electrónica que
yace en alguna parte. Eso sería una manera de ofrecerle
los "medios bibliográficos" a todos. Eso depende, claro,
de si nos podemos conectar a una red de alta velocidad, lo que
nos llevaría a otras iniciativas de ISTEC. Ojalá
que lo podamos hacerlo sin tener que instalar un sistema de
fibras ópticas en cada país, aunque ese
sería el objetivo a largo plazo, para poder acceder a la
información de forma más rápida.
También estamos trabajando con gente acá en
las bibliotecas de UNM para tratar de obtener apoyo en
algún aspecto de la red de Enlaces de Bibliotecas por
parte de algunas empresas. Quizás podamos conseguir que
alguna empresa que ya esté alineada con ISTEC, o
quizás alguna editorial, pueda hacer donaciones a
países que tengan recursos bibliotecarios limitados.
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