La idea es contar con modelos de tumor más realistas que imiten toda su complejidad y, por tanto, logren reproducir fielmente la respuesta a fármacos. La revolución de estos modelos radica en que incluyen, no solo las células tumorales proliferativas y células madre cancerígenas, sino también células no tumorales y matrices tumorales circundantes que influyen en el crecimiento del tumor y su resistencia a los tratamientos. De este modo, los nuevos tratamientos pueden evaluarse en un entorno que simula de manera más precisa la realidad del cuerpo humano. “La inclusión de células sanas es clave para identificar posibles efectos secundarios y estudiar si el fármaco se dirige específicamente a las células tumorales”, explica Julia López, investigadora de la Facultad de Medicina de la UGR que trabaja en este proyecto. “Además, el modelo proporciona información valiosa sobre cómo la matriz tumoral influye en la resistencia a los fármacos”, añade. Seguir leyendo
Jue, 31/10/2024 - 11:02
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