La mayoría de la población aprueba y aplaude esta iniciativa que, se
piensa, regulará la venta ambulante indiscriminada, evitará los
fraudes en los colmados de calle y acabará con la molesta imagen de
subsaharianos acosándonos con relojes y cds piratas.
Pero no todos se han leido la ley al completo...
(Abril de 2.006. Alguna calle española, 22.30 horas)
- ¿Se refiere a mí, agente?
- Sí, a usted. Tenga la bondad de acercarse.
- ¿Hay algún problema?
- Un control rutinario. Su documentación, por favor.
- Aquí tiene, agente.
- No, esta no. Desearía ver su documentación comercial:
tarjeta de cliente y número de inscripción en el registro de usuarios
de centros comerciales.
- Lo lamento, pero como iba de paseo no llevo las tarjetas
encima, y tampoco tengo inscripción de eso que usted dice.
- Muy mal. ¿No sabe que, según la LSSU, debe usted llevar
encima su documentación de consumidor cuando esté en un área
comercial?
- ¡Pero si estoy en la calle, y todas las tiendas están
cerradas!
- Eso es irrelevante. Está usted en un área declarada de
comercio, y debe usted llevar su documentación. Me temo que voy a
tener que multarle por ello. Sigamos. ¿Ese periódico que lleva encima
es suyo?
- Sí, señor. Me lo acaba de pasar mi suegro, que lo estaba
leyendo antes.
- ¿Ha declarado usted esta venta?
_ ¿Venta? Ya le he dicho que me lo ha regalado.
- Pero ese periódico tiene un precio asignado. Debe llevar
usted el tique de compra, o bien un recibo de cesión por parte de su
suegro. Me temo que voy a tener que multarle de nuevo: por no
declarar esta cesión, y por no denunciar la actividad ilícita de la
persona que se lo cedió.
- ¡Esto es un abuso!
- Es la ley, caballero. Otra cosa. Veo asomar un bocadillo de
presunto salchichón por esa bolsa. ¿Sabe usted que la entrada de
material alimentario a una zona comercial no está autorizada?
Permítame esa bolsa, por favor.
- ¡Ni hablar! Esa es mi bolsa.
- En ese caso, he de multarle. Y le advierto que resistirse
a la actuación inspectora de la autoridad competente es falta grave.
Tenga usted, caballero.
- ¿Puedo irme ya?
- Todavía no. ¿Sabe usted la hora que es? Las once menos
cuarto. Está usted en una zona comercial en horario de cierre. Según
la ley, no puede usted estar aquí. Le ruego que abandone
inmediatamente esta zona.
- ¿Quiere decir que tengo que quedarme en casa a partir de
las diez porque usted lo diga?
- Lo dice la ley, caballero.
- ¿Pues sabe lo que le digo? ¡¡Que usted y este ****
gobierno que aprueba las leyes pueden irse a la ******!!
- No está permitido expresar opiniones políticas ni hacer
declaraciones malsonantes en una zona comercial. Me temo que tendrá
que acompañarme. Le advierto que todos sus movimientos han sido
debidamente registrados por cámaras de circuito cerrado de
televisión, instaladas con fines de seguridad comercial.
- !Suélteme inmediatamente! !Exijo ver a mi abogado!
- Podrá hablar con él cuando le hayamos notificado la
sanción. Aunque le advierto que, al ser una sanción administrativa,
habrá de ser abonada íntegramente sin perjuicio de que usted decida
emprender acciones legales. Vamos, haga el favor de no resistirse a
la autoridad competente o me veré obligado a retirarle sus tarjetas
de crédito.
- ¿Autoridad competente? !Pero si usted es solamente un
vigilante jurado!
- Soy una autoridad compentente de acuerdo con el artículo
26 de la LSSU, apartado b. Tenga un ejemplar, y así se va
entreteniendo mientras le tomamos declaración administrativa. Tenga
la bondad de acompañarme, señor Quirantes...
Septiembre de 2.005. Con objeto de generar confianza en el comercio
tradicional y acabar con la reciente oleada de fraudes, el parlamento
aprueba la Ley de Servicios de la Sociedad Urbana (LSSU). Esencialmente,
declara que todo espacio público es un centro de comercio, y todos
los peatones son "usuarios de la sociedad urbana".
- A ver, usted, venga aquí
[ Volver al Inicio ]