DEPARTAMENTO DE PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA

UNIVERSIDAD DE GRANADA

 

PAGINAS DEL DOCTORANDO

Conferencias

Conferencia de inauguración del Programa de Doctorado "Arqueología y Territorio", 31 de enero de 2005

Conferencia de inauguración del Programa de Doctorado "Arqueología y Territorio", 30 de enero de 2006

Conferencia de inauguración del Master "Arqueología y Territorio", 16 de Octubre de 2007

LA CIUDAD HISPANORRROMANA DE TUROBRIGA (AROCHE, HUELVA) Y LA ROMANIZACIÓN DE LA BAETURIA CÉLTICA.

Prof. Dr. Juan M. Campos Carrasco. Departamento de Historia I (Área de Arqueología) Universidad de Huelva

 

  1. EL CONTEXTO GENERAL DE LAS INVESTIGACIONES EN EL TERRITORIO ONUBENSE

 - El origen y evolución del fenómeno urbano en el s.o. hispano. La hipótesis de partida que se contrasta, es la aparición de la vida urbana en el bronce Final tartésico, es decir con anterioridad a la presencia fenicia. Entendiendo por vida urbana, modelos de inspiración urbana que conllevan la jerarquización del territorio, diferenciación de fronteras, control exclusivo de determinados recursos y acumulación de excedentes. En la base de este complejo proceso de incorporación a la vida urbana se sitúan el desarrollo de focos culturales durante el calcolítico y la Edad del bronce, la situación geográfica, y la posesión de importantes recursos agrícolas y, como antes quedó indicado, sobre todo mineros.

 - Las investigaciones sobre la implantación romana en el territorio. La investigación arqueológica del ámbito onubense ha adolecido hasta ahora de un interés por los distintos aspectos culturales que aportó la Romanización, que fue capaz, no obstante, de alterar las estructuras prerromanas de manera tajante en cuanto a la organización político-administrativa y económica. 

 

  1. LA TIERRA LLANA Y LA CUENCA MINERA.

Roma no se encontró después de la incorporación de estos territorios con una organización débil de bajos rendimientos económicos; esta zona fue una de las más influenciadas desde fines del II Milenio por corrientes comerciales mediterráneas, fenicias y griegas principalmente. El Cinturón Ibérico de Piritas, la franja mineralizada de más  desarrollo de la Península Ibérica, con concentraciones rentables de plata, cobre y hierro, y el cruce de caminos entre el mundo atlántico y el mediterráneo, fueron los dos elementos que contribuyeron a esta circunstancia, y tanto las poblaciones tartéssicas como posteriormente las turdetanas desarrollaron un aparato económico que desembocó en la jerarquización del territorio en torno a lugares de paso (oppida), a través de los cuales se articuló la producción y distribución económica, tanto metalúrgica, que se destaca como fósil característico en el registro arqueológico de estos momentos, como agrícola, a la que debe responder principalmente el patrón de asentamiento de estos núcleos, siempre en relación con las zonas de campiña. 

 

  1. EL N.O. DEL TERRITORIO

Algo diferente sería la situación en la zona serrana donde no existían núcleos urbanos previos, como en la Tierra Llana, y donde desde la IIª Edad del Hierro se asientan poblaciones procedentes de la Meseta, los Celtici de la Baeturia celtica .

Estas poblaciones, absolutamente diferentes de los Turdetanos de la Tierra Llana, mantuvieron también contactos con el mundo púnico-gaditano y con las poblaciones turdetanas, pero fueron más reacias a la conquista y a la romanización, que sólo comenzará cuando en los enfrentamientos civiles en Hispania estos pueblos participen en alguno de los bandos, y cuando esos bandos, para identificarse con las poblaciones célticas, respeten y adopten algunas de sus costumbres. Por ello, las alusiones al Suroeste peninsular en las fuentes grecolatinas de la época de la conquista se refieren fundamentalmente a la Baeturia Celtica, sobre todo durante el largo periodo de las Guerras Celtibéricas y Lusitanas contra Roma. Estas poblaciones, emparentadas con la Meseta (Celtica) se resistieron a la romanización a lo largo de todo el siglo II a.C.

 

  1. LOS LLANOS DE LA BELLEZA Y SU ENTORNO.

 - Las investigaciones. Dentro del contexto de las investigaciones antes señaladas del Fenómeno Urbano, el Área de Arqueología de la Universidad de Huelva ha efectuado varias campañas de excavación en la ciudad hispanorromana de Turobriga (San Mamés, Aroche), y prospecciones extensivas en la Sierra y Llanos de Aroche (y algunas intensivas como Maribarba o las que ahora comienzan en Fuente seca), para determinar el proceso de Romanización en esta zona de la sierra de Huelva. Nuestra atención se ha centrado tanto en el estudio de la implantación territorial y la explotación rural en época romana, como en el patrón de asentamiento de momentos prerromanos, sobre el que Roma actuó a lo largo de los siglos II y I a.C., modificando notablemente las anteriores estructuras económicas y sociales de la población autóctona.

 - La situación previa a la llegada de Roma. Lo que Roma se encuentra a su llegada es un panorama algo desolador con unos pocos asentamientos de gente célticas que datan del s. IV, con independencia de que algunos de ellos presenten poblamiento de la edad del Cobre (III milenio) con solución de continuidad. 

- La presencia de Roma. Centrándonos ya en el periodo a partir de la presencia de Roma, podemos establecer dos etapas:

 A) La génesis, durante los ss. II-I a.C. No está muy clara y sobre ella queda mucho por investigar. Su formación no tiene todavía una cronología cierta dado el desconocimiento general de los niveles republicanos de toda la zona, cuya incorporación a Roma por otra parte cuenta con cortas menciones en las fuentes. Durante estos  siglos la población aún permanecío en los asentamientos de origen prerromano de la Solana del Torrejón, Castillo Maribarba, Castillo de las Peñas de Aroche, etc.

 B) El cambio de Era. Un examen atento al registro arqueológico de las poblaciones autóctonas en los siglos II y I a.C., (Las Peñas, Pico de la Muela, Solana del Torrejón, Pasada abad, Castillo de Maribarba, San Sixto...) indica que los yacimientos prerromanos, semejantes a otros yacimientos de la Baeturia Celtica, alcanzaron los primeros momentos de la conquista y asentamiento de la política de Roma, pero se abandonaron en los que la Romanización se implantó en el territorio. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en el asentamiento de Castillo de Maribarba donde hemos realizado prospecciones intensivas y en el Castillo de Aroche donde se han realizado excavaciones.

 - Las ciudades de Arucci y Turobriga. La aceleración del proceso de romanización por la instalación de nuevas poblaciones ciudadanas, se vio favorecida también por la traductio de la población indígena de la Solana del Torrejón y Las Peñas de Aroche hacia nuevas fundaciones romanas, Fuente Seca (Arucci) y San Mamés (Turobriga), pues el abandono de los asentamientos  prerromanos parece coincidir en el tiempo con una contributio de los mismos en los nuevos asentamientos, manteniéndose en este caso los nombres de los oppida prerromanos (Arucci y Turobriga).

 

  1. CONCLUSIONES. UN MODELO DE COLONIZACIÓN AGRÍCOLA.

 Las primeras conclusiones sobre las investigaciones que estamos realizando en Turobriga, cuya área forense excavamos, y en Fuenteseca, enclaves donde hasta ahora no se han documentado niveles prerromanos, cuando el propio nombre de las ciudades llevaban a pensar lo contrario, unido a las prospecciones del territorio, nos han llevado a plantear que en la Romanización de la comarca ocupa un lugar destacado la colonización agrícola de poblaciones ciudadanas, asentadas en la zona por la asignación (divisio et adsignatio) de tierras a lo largo de la segunda mitad del siglo I a.C., y el traslado (traductio) y concentración de las poblaciones autóctonas (civitates peregrinae) hacia nuevos hábitats, que acabarán adquiriendo a lo largo del siglo I d.C. las características urbanísticas de los municipia romanos.

Este proceso puede rastrearse a partir de los siglos II y I a.C. cuando la población de los Llanos de Aroche aún permanecía en los asentamientos de origen prerromano. Estas poblaciones, probablemente estipendiarias desde la primera mitad del siglo II a.C., se verían envueltas a mediados de ese siglo en las rebeliones lusitanas contra la política de explotación romana, y participarían activamente en la guerra de insumisión sertoriana en la primera mitad del siglo I a.C.  Esta activa participación en conflictos armados, extensible a toda la Baeturia Celtica, debió de ser una de las razones por las que sobre esta comarca, tan enraizada en formas organizativas prerromanas y bajo una marcada influencia lusitana, se centraron los grandes esfuerzos militares y político-jurídicos de César y Augusto para conseguir su inclusión plena en la provincia Bética. Debido al apoyo de esta comarca [la Baeturia] a los levantamientos lusitanos, sertorianos y pompeyanos, su inclusión en la Betica y no en la Lusitania se arbitró como una medida fundamental para conseguir la rápida asimilación de los principios romanos, tarea más fácil gracias al ejemplo de las poblaciones itálicas emigradas a la provincia y a la población turdetana más permeable a estos cambios.   

 

  1. BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA.

-BEDIA, J. y ROMÁN, M.L. (1988): "Noticias preliminares de las excavaciones de Urgencia en la finca La Belleza (Aroche)". II Jornadas de Patrimonio de la Sierra de Huelva. Sevilla.

-CAMPOS, J.M. y GÓMEZ, F. (1995): "El territorio onubense durante el Bronce Final". Tartessos, 25 años después. Jerez de la Frontera.

-CAMPOS, J.M. y GÓMEZ, F. (2001): La Tierra llana de Huelva: Arqueología y Evolución del paisaje. Consejería de Cultura.

-CAMPOS, J.M.; VIDAL, N.O. y PÉREZ, J.A. (2000): La ciudad romana de Turobriga. Un modelo urbano en los llanos de Aroche (Huelva). Anales de Arqueología Cordobesa, 11.

CAMPOS, J.M.; PÉREZ, J.A. y VIDAL, N.O.  (2001): “La ciudad hispanorromana de Turobriga (Aroche, Huelva). XV Jornadas del Patrimonio de la Comarca de La Sierra. Aroche  (Huelva), 2000.

-CAMPOS, J.M.; TEBA, J.A.; CASTIÑEIRA, J. y BEDIA, J. (1990): " La documentación para el estudio de la romanización en la provincia de Huelva. Huelva en su Historia 3. Huelva.

-CANTO DE GREGORIO, A.M.  (1995): "La Baeturia Celtica. Introducción a su epigrafía". Celtas y Túrdulos en la Baeturia. Cuadernos Emeritensis, 9. Mérida.

- CUENCA, J.M. y PAZ, M. (1997): “La necrópolis romana de La Belleza (Aroche, Huelva). Estudio de materiales y  estudio de su ajuar”.  XI Jornadas de patrimonio de la Sierra de Huelva. Huelva.

-GARCÍA IGLESIAS, J.A. (1971): "La Baeturia, un problema geográfico de la Hispania Antigua". Archivo Español de Arqueología, 44. Madrid.

-GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, J. (1989). Corpus de Inscripciones Latinas en Andalucía. Huelva. Sevilla.

-GONZÁLEZ, J. y PÉREZ, J.A. (1986): "La Romanización en Huelva". Huelva y su Provincia, II. Cádiz.

-JIMÉNEZ MARTÍN, A. (1975): "El yacimiento romano de Fuente Seca de Aroche". Noticiario Arqueológico Hispano, 4. Madrid.

-LUZÓN NOGUÉ, J.Mª (1975): “La Romanización”. Huelva. Prehistoria y Antigüedad. Madrid.

-PÉREZ MACÍAS, J.A. (1987): Carta Arqueológica de los Picos de Aroche. Huelva.

-PÉREZ, J.A.; CAMPOS, J.M.; RODRIGO, J.Mª; y VIDAL, N.O. (1999): "Ager y Municipium Aruccitanus". XII Jornadas de Patrimonio de la Sierra de Huelva. Aracena, 1997.

-PÉREZ, J.A.; VIDAL, N.O. y CAMPOS, J.M. (1999): “Arucci y Turobriga. El proceso de Romanización de Los Llanos de Aroche”. Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, 24. Madrid.  

- PÉREZ, J.A. y CAMPOS, J.M.: (2002): “El castillo de Maribarba (Aroche, Huelva) y la política de Roma en la Baeturia Céltica”. Lucentum XIX_XX. Alicante.

-ROMÁN, Mª. L. y  BEDIA, J. (1987): “Informe preliminar de la excavación arqueológica de urgencia en la necrópolis romana de La Belleza (Aroche, Huelva)”. Anuario Arqueológico de Andalucía, 1986/III. Sevilla.

-VIDAL, N.O.; CAMPOS , J.M. y PÉREZ, J.A. (1999): “La ocupación medieval del Huerto de la Ermita de San Mamés (Aroche, Huelva)”. XIV Jornadas de Patrimonio de la Sierra de Huelva. Santa Ana la Real (Huelva).

 

 

MÁS ALLÁ DE LA HISTORIOGRAFÍA: LOS "USOS PÚBLICOS" DE LA ARQUEOLOGÍA

Prof. Dr. Gonzalo Ruiz Zapatero. Departamento de Prehistoria Universidad Complutense de Madrid

 

Orientación bibliográfica:

1.La definición original del concepto “uso público” de la historia es de Habermas, J. (1987): Von öffentlichen Gebauch der Historie. Das offizielle Selbsverständnis der Bundesrepublik bricht auf. En Historikerstreit. Eine Dokumentation. Munich, pp. 243-254. Pueden verse desarrollos del término habermasiano en: Gallerano, N. ed. (1995): L´uso pubblico della storia. Milán y también aplicaciones diversas en Hartog, F. y Revel, eds. (2001): Les usages politiques du passé. Paris.

 La exploración y aplicación del concepto en España es muy reciente. La primera y más interesante incursión en el tema es el revelador libro colectivo de Pérez Garzón, J. S., Manzano, E., López Facal, R. y Rivière, A.  (2000): La gestión de la memoria. La historia de España al servicio del poder. Barcelona, Crítica.  Y de los distintos ensayos es muy lúcido el estudio de Rivière Gómez, A. (2000): “Envejecimiento del presente y dramatización del pasado. Una aproximación a las síntesis históricas de las Comunidades Autónomas españolas (1975-1995)”, 161-219. Dos obras colectivas resultan clave: Carreras Ares, J.J. y Forcadell Álvarez, C. eds. (2003): Usos públicos de la Historia. Madrid, Marcial Pons Historia-Prensas Universitarias de Zaragoza y Forcadell, C., Pasamar, G., Peiró, I., Sabio, A. y Valls, R. eds. (2004): Usos de la Historia y políticas de la memoria. Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza. Muy valioso también resulta el artículo de Pasamar, G. (2003): Los historiadores y el “uso público de la historia”: viejo problema y desafío reciente, Revista Ayer, 49: 221-248.  

 En arqueología he intentado analizar desde una perspectiva similar la divulgación de la disciplina en los medios de comunicación: Ruiz Zapatero, G. y Mansilla, A. (1999): L´arqueología en els mitjans de comunicació. Materials per a una reflexió crítica sobre la divulgació del passat, Cota Zero, 15: 42-62. De la creación de referentes de prestigio empleando el pasado arqueológico: Ruiz Zapatero, G. (2002): Arqueología e identidad: la construcción de referentes de prestigio en la sociedad contemporánea, Arqueoweb, 4 (1), mayo de 2002 (www.ucm.es/info/arqueoweb). Y también  el tema del celtismo peninsular, véase: Ruiz Zapatero, G. (2003): Historiografía y “uso público” de los celtas en la España franquista. En F. Wulff y M. Álvarez (eds.) Antigüedad y Franquismo (1936-1975). Málaga, Universidad de Málaga: 217-240.

 2. La visión más “blanda”, en términos políticos, de la arqueología en su proyección social  desde la perspectiva anglosajona está bien recogida en: Merriman, N. ed. (2004): Public Archaeology. Londres-Nueva York, Routledge. Mientras que la tradición europea, más dura, - junto con aportes de la arqueología anglosajona más comprometida - puede verse en el último libro de  Fernández Martínez, V. M. (2006): Arqueología Crítica. Barcelona, Ed. Crítica.

 3. El caleidoscopio de la arqueología anglosajona contemporánea de la última década, especialmente en lo que se refiere a la consideración de la arqueología desde categorías comparativas se analiza de la siguiente manera:

 - como política :  Kane, S. ed. (2003): The Politics of Archaeology and Identity in a Global Context. Boston, Archaelogical Institute of America.

 - como discurso académico: Shanks, M. (1996):  Classical Archaeology of Greece: Experiences of the discipline. Londres, Routledge. 

 - como teatro/performance: Pearson, M. y Shanks, M.  (2001): Theatre/Archaeology. Londres, Routledge. 

 - como gestión : Cooper, M. , Firth, A., Carman, J. y Wheatly, D. eds. (1995): Managing Archaeology. Londres, Routledge y también Edgeworth, M. (2003): Acts of Discovery: An Ethnography of Archaeological Practice. Oxford, Archaeopress (BAR, Int. Ser. 1131).

 - como “artesanía”: Shanks, M. y McGuire, R. (1996): The craft of archaeology, American Antiquity, 61: 75-88. 

 -  como arte visual: Renfrew, C. (2003): Figuring It Out: The Parallel Visions of Artists and Archaeologists. Londres, Thames and Hudson.

 - como cultura popular: Holtorf, C. (2005): From Stonehenge to Las Vegas. Archaeology as Popular Culture. Walnut Creek, Altamira Press.

 4. A las buenas historias de la arqueología de los últimos años (Trigger 1989, Schnapp 1993, Bahn 1996, Murray 2001, etc…) se puede añadir un buen estudio de la arqueología norteamericana de los últimos 40 años desde una perspectiva teórica, de escuelas y definición de ámbitos de investigación: O´Brien, M. J., Lyman, R. L. y Schiffer, M.B. (2005): Archaeology as a Process. Processualism and Its Progeny. Salt Lake City, The University of Utah Press.

 5. Otros estudios míos que han intentado ensanchar el marco de la historiografía arqueológica española: Ruiz Zapatero, G. (1995-97): El poder de los “celtas”: de la Academia a la política, O Arqueólogo Portugués, Serie IV, 13/15: 211-232; Ruiz Zapatero, G. (1998): La distorsión totalitaria: las “raíces prehistóricas” de la España franquista. En R. Huertas y C. Ortiz (Eds.) Ciencia y Fascismo: 147-159. Madrid, Editorial Doce Calles.

 

EL PROYECTO DE MUSEALIZACIÓN DE LOS DÓLMENES DE ANTEQUERA. BARTOLOMÉ RUIZ GONZÁLEZ

 

IInauguración del Master 2006-2007

16 de octubre:   

Acto de inauguración del Master Arqueología y Territorio en el Aula García Lorca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada. El acto estuvo presidido por la Decana de la Facultad, Dª Elena Martín Vivaldi, y el Vicerrector de Ordenación Académica, D. Rafael Payá  Albert. Intervinieron en el acto además D. Fernando Molina González, Director del Departamento de Prehistoria y Arqueología y D. Francisco Contreras Cortés, Coordinador de dicho Master. A continuación tuvo lugar la conferencia Inaugural del Master de Arqueología y Territorio sobre “EL PROYECTO DE MUSEALIZACIÓN DE LOS DÓLMENES DE ANTEQUERA” a cargo de BARTOLOMÉ RUIZ GONZÁLEZ (Conservador de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía y Director del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera). Por último, se sirvió un café con pastas en el bar de la Facultad.

 

Resumen  de la conferencia:

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía está desarrollando un proceso de revalorización de los Dólmenes de Antequera. Se promueve la creación de la institución del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera que tendrá como misión principal la tutela efectiva del patrimonio cuya custodia se le encomienda, que cuenta con unos bienes culturales de excepción en un marco paisajístico de referencia, en un contexto arqueológico bien definido y con unas importantes colecciones.

 Como objetivo principal se plantea proporcionar al visitante la musealización de los dólmenes de Menga y Viera y el tholos de El Romeral, así como del contexto en que se desarrollaron a través de la Exposición permanente sobre la “Prehistoria de las Tierras de Antequera” y del Centro de Interpretación de la Prehistoria de Andalucía con la Exposición “Paisajes Milenarios” que permitirá, a su vez, contextualizar el Sitio de Antequera.

 En torno a este principio se fundamenta el Conjunto Arqueológico.

 

Objetivos complementarios serán el Programa de Actividades a desarrollar en el Taller de Arqueología Experimental, en la Sala de Exposiciones Temporales, en el Salón de Actos y a través del Centro de Documentación y Biblioteca Virtual, como instrumentos canalizadores de la producción científica en el ámbito de la Prehistoria de Andalucía.

A tal fin y al amparo de lo dispuesto en el artículo 84 de la Ley 1/1991, de 3 de julio, de Patrimonio Histórico de Andalucía, de acuerdo con lo previsto en el Plan General de Bienes Culturales de Andalucía, y con los principios que inspiran el Avance del Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía se formula el Plan Director del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera.

El Plan Director será el instrumento para racionalizar la actuación de la administración cultural en el Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera. Este Plan incorporará el aspecto conceptual de la tutela de los Bienes Culturales, a través de los Programas de revalorización de los Activos que constituyen el núcleo de la institución (Patrimonio y Paisaje Cultural), los Programas de Actividades (Difusión y Comunicación, Investigación, Exposición e Interpretación) y los Programas de Administración que establecerán los elementos básicos para la organización de los instrumentos  necesarios para llevarlos a cabo: (El Programa Institucional, el Programa Arquitectónico, el Programa de Seguridad, el Programa de Recursos Humanos y el Programa Económico).