Ser Y tiempo (traducción de José Gaos, por excepción)
EXPLICACIÓN DE LA PREGUNTA QUE INTERROGA POR EL SENTIDO DEL SER
Capítulo I
NECESIDAD, ESTRUCTURA Y PREEMINENCIA DE PREGUNTA QUE INTERROGA POR EL SER
§ 1. NECESIDAD DE REITERAR EXPRESAMENTE LA PREGUNTA QUE INTERROGA POR EL SER
La mencionada pregunta está hoy caída en olvido, bien que nuestro tiempo se anote como un progreso volver a afirmar la tafísica". Sin embargo, nos tenemos por dispensados de k fuerzos que requeriría el desencadenar una nueva ytyavro =(A rf=S ovalas. Con todo, no es la tocada pregunta una pr ta cualquiera. Tuvo en vilo el meditar de Platón y de Ari les, cierto que para enmudecer desde entonces como prel exptesa de una investigación efectiva. Lo que ganaron ami conservó a través de variadas modificaciones y "retoques" la misma "lógica" de Hegel. Y lo que en otro tiempo se i có a los fenómenos en el supremo esfuerzo del pensamiento, que fragmentariamente y en primeras arremetidas, está hace muccho trivializado.
No sólo esto. Sobre el terreno de los comienzos griegos exégesis del ser, se desarrolló un dogma que no sólo declai perflua la pregunta que interroga por el sentido del ser, sino encima sanciona la omisión de la pregunta. Se dice: "ser" más universal y vacío de los conceptos. En cuanto tal, res todo intento de definición. Este, de los conceptos el más u sal y, por ende, indefinible, tampoco ha menester de defin Todos lo usamos constantemente y comprendemos también 1, en cada caso queremos decir con él. De esta suerte, lo que algo oculto sumió y mantuvo en la inquietud el filosofar Antigüedad, se convirtió en una cosa comprensible de suyo clara como el sol, hasta el punto de que a quien sigue hac aún la pregunta se le tacha de error metódico.
Al comienzo de esta investigación no pueden discutirse por extenso los prejuicios que cobijan y alimentan constantemente de nuevo el no sentir que haya menester de preguntar por el ser. Estos prejuicios tienen su raíz en la misma ontología antigua. Ésta sólo es susceptible, a su vez, de una exégesis suficiente -por lo que respecta al terreno en que brotaron los conceptos ontológicos fundamentales, y por lo que se refiere a la exactitud del sentido v del número de las categorías- tomando como hilo conductor la pregunta que interroga por el ser previamente aclarada y respondida. Vamos, por ende, a llevar la discusión de los prejuicios sólo hasta donde resulte evidente la necesidad de reiterar la pregunta que interroga por el sentido del ser. Son tres:
i. El "ser" es el "más universal" de los conceptos: tá iv gort x,aftóXou aái Lora ~tcívtwv.1 Illud quod primo cadit sub apprehen
sione est ens, cuius intellectus includitur in omnibus, quaecumque quis apprehendit. "Cierta comprensión del ser es en cada caso ya incluida en toda aprehensión de un ente.' 12 Pero la "universalidad" del "ser" no es la del género. El "ser" no acota la más alta región de los entes en cuanto articulados éstos con arreglo a los conceptos de género y especie: ovte só óv yívoS 3 La "universalidad" del ser es "superior" a toda universalidad genérica. El "ser" es, según el término de la ontología medieval, un "transcendens". La unidad de este "universal" trascendental frente a la pluralidad de los conceptos genéricos supremos con un contenido material, la identificó ya Aristóteles como la unidad de la analogía. Con este descubrimiento, y a pesar de toda su dependencia respecto de la manera de hacer Platón la pregunta ontológica, puso Aristóteles el problema del ser sobre una base fundamentalmente nueva. Pero iluminar la oscuridad de estas relaciones categoriales no lo logró tampoco él. La ontología medieval discutió copiosamente el problema, ante todo en las escuelas tomista y escotista, sin llegar a fundamental claridad. Y cuando, finalmente, Hegel define el "ser" como lo "inmediato indeterminado" y da esta definición por base a todo el restante despliegue de las categorías de su "lógica", se mantiene en la misma dirección visual que la ontología antigua, sólo que deja de mano el problema, planteado ya por Aristóteles, de la unidad del ser frente a la pluralidad de las "categorías" con un contenido material. Cuando, así, pues, se dice. el "ser" es el más universal de los conceptos, esto no puede querer decir que es el más claro y no menesteroso mayor discusión. El concepto del "ser" es más bien el más os
2. El concepto de "ser" es indefinible.
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1 Aristóteles, Met. B 4, iooi a si. 2 Tomás de Aquino, S. th. 111 qu. 94 a. 2. 3 Aristóteles, Met. B 3, gy$ b 22. |
Es lo que se conc de su suprema universalidad.' Y con razón -si definitio fit
genus proxirnum et di f ferentiam specificam. El "ser" no p en efecto, concebirse como un ente; enti non additur aliqua tura: el "ser" no puede ser objeto de determinación predic< de él un ente. El ser no es susceptible de una definición qu derive de conceptos más altos o lo explique por más bajos. ¿se sigue de aquí que el "ser" ya no pueda deparar ningún blema? En absoluto; lo único que puede inferirse es esto: el ' no es lo que se dice un ente. Por ende, la forma de detern los entes justificada dentro de ciertos límites -la "definición' la lógica tradicional, que tiene ella misma sus fundamentos e ontología antigua- no es aplicable al ser. La indefinibilidad ser no dispensa de reiterar la pregunta que interroga por su s do, sino que intima justamente a ello.
3. El "ser" es el más comprensible de los conceptos. En conocer, enunciar, en todo conducirse relativamente a un en todo conducirse relativamente a sí mismo, se hace uso del mino "ser", y el término es comprensible "sin más". Tod mundo comprende esto: "el cielo es azul"; "yo soy una per de buen humor", etc. Pero esta comprensibilidad "de tér medio" no hace más que mostrar la incomprensibilidad. patente que en todo conducirse y ser relativamente a un ente en cuanto ente hay a priori un enigma. El hecho de que vivamos en cada caso ya en cierta comprensión del ser, y que al p sentido del ser sea embozado en la oscuridad, prueba la fu mental necesidad de reiterar la pregunta que interroga por el tido del término.
El apelar a lo comprensible de suyo dentro del círculo di conceptos filosóficos fundamentales, y más aún por lo que re ta al concepto de "ser", es un proceder dudoso, si por otra lo "comprensible de suyo" y sólo ello, "los secretos juicios tl razón común" (Kant), deben llegar a ser y seguir siendo el expreso de la analítica ("el negocio de los filósofos").
Pero la consideración de los prejuicios ha puesto al p
COMENTARIO
El texto alemán es más sobrio: "Sobre la pregunta que interroga sobre el sentido del ser. En el título del capítulo ya no se habla del sentido sino del ser directamente.. En realidad el título de la Introducción es reiterativo. Preguntar por el ser es preguntar por su sentido. Sin embargo esta reiteración no es inocente.. Preguntar es por tanto buscar el sentido de aquello sobre lo que se pregunta.
Comienza dando por sentado que la pregunta tiene una estructura es absolutamente necesaria y tiene un alto rango en la jerarquía de las preguntas.. Es evidente que tendrá que justificarlo, porque como se verá podría ser la pregunta más baldía, por obvia.
En el título del epígrafe empieza por afirmar la precisión de esa pregunta.
Que una pregunta se perciba como necesaria enlaza con las características de un deseo, en el sentido instintivo. Es imposible que un ser humano no se la plantee. Vezin traduce ausdrücklich por "franca" lo que es un acierto. Es necesario insistir en que la repetición de la pregunta sea explosiva, impactante, expresiva.
El término Sein aparece sustantivado, en la línea del concepto racionalista de ser, como lo utiliza Hegel.
El término "sentido" mienta a Husserl pero su destino veremos que es incierto.
La mencionada pregunta está hoy caída en olvido, bien que nuestro tiempo se anote como un progreso volver a afirmar la "metafísica". Sin embargo, nos tenemos por dispensados de los esfuerzos que requeriría el desencadenar una nueva
gigantomacia ths ousiaV .. Con todo, no es la tocada pregunta una pregunta cualquiera. Tuvo en vilo el meditar de Platón y de Aristóteles, cierto que para enmudecer desde entonces como pregunta exptesa de una investigación efectiva. Lo que ganaron ambos se conservó a través de variadas modificaciones y "retoques" hasta la misma "lógica" de Hegel. Y lo que en otro tiempo se arrancó a los fenómenos en el supremo esfuerzo del pensamiento, que fragmentariamente y en primeras arremetidas, está hace mucho trivializado.El hoy desde el que habla H. es 1926-1927 y el texto es contemporáneo de KPM, de GPPH y GNM. Es natural que unos textos se remitan a los demás y los iluminen.
El olvido del ser y de la pregunta por el ser, nos sitúa en un pathos de queja y duelo por lo mal que están los tiempos. Sale al encuentro de los que afirman la metafísica pero se han olvidado de hacerse la pregunta y piensan que es algo obvio, evidente por sí mismo. La crítica de lejos puede afectar a la neoescolástica pero más directamente a la filosofía de los valores.
La ironía viene a descartar una vuelta a los problemas de la metafísica clásica. Dicha ironía parece indicar que no va a estar por la grandilocuencia sino por la suavización de aquellos gigantes y aquellos molinos. De que no va a comportarse trágicamente sino a nivel sencillo, débil. Se concede a los griegos la seriedad de tal pregunta y se niega a los posteriores. No s einvestiga sobre el ser viene a decir, no hay un dialogo inquirente. No hay pregunta. En realidad el positivismo ha deslizado la metafísica por el camino de la cosificación de las respuestas evidentes que no dejan lugar a las preguntas necesarias. Nostalgioa de los antiguos griegos, crítica de los presentes y de los intermedios.
Se ha trivializado la pregunta por el ser porque no se considera necesaria porque no se siente como una necesidad. Los griegos hicieron un esfuerzo supremo y consiguieron arrancar conceptos a partir de fenómenos. Sobre todo en manuales, programas académicos etc, la metafísica es inevitable, pero esta muerta sin la savia de la pregunta por el ser.
Atribuye el autor a prejuicios el bloqueo d ela pregunta por el ser que no quiere analizar. La pregunta sólo cabe, piensa, o lo que es muy distinto la pregunta puede ser interpretada, en el contexto griego y en su sentido, y la enumeración de categorías, si nos retrotraemos a la pregunta por el ser, si queda aclarada con anterioridad, la pregunta, su sentido y su respuesta.
Se desdice de lo que acaba de decir y se va a dedicar a analizar los prejuicios que la impiden. Su cambio es debido a que en dicho análisis se pone un límite: hasta que sea evidente la necesidad de la pregunta.
Por consiguiente la metafísica se elabora con posterioridad a la pregunta de lo que se sigue que una crítica d ela metafísica como la que va a realizar Kant exige una reiteración de tal pregunta. Y reduce a tres los prejuicios.
El primer prejuicio se basa en la idea de que el ser es el más universal de los conceptos, lo que cae primer ern la aprehensión (primum cognitum). Cierta aprehensión del ser tiene en cada caso el entendimiento al conocer cada ente.
La universalidad del ser no es la del género. No acota la más alta región de los entes que se pueden articular mediante definición género-especie. La universalidad del ser es superior a toda universalidad genérica. Salta H. a la ontología medieval que. Aristóteles la pensó como la unidad de la analogía. habla del ser como un transcendental. Todo ente en cuanto tal es unum, verum, bonum.
El concepto de ser es único mientras que los géneros son por esencia múltiples y su multiplicidad viene dada por los entes específicos de los que aquellos son géneros. Sin embargo no ocurre así con el concepto de ser. Es un gran descubrimiento aunque adolece del la dependencia del modo de hacer de Platón. Se piensa que el descubrir que el concepto der es la unidad de la analogía, permite plantear que el problema desde una base fundamentalmente nueva.
Aristóteles no consiguió iluminar la teoría de las categorías y fueron Tomás y Escoto los que discutieron abundantemente. Pasa velozmente sobre esta discusión (vid. Grundproblemen..." y considera que Hegel al definir que el ser es la inmediatez indeterminada, coloca esta definición como la base de todo el despliegue categorial de su Lógica. Pero se mantiene, piensa H. En la misma dirección visual de la ontología antigua. El problema planteado por Aristóteles de la unidad del ser en relación con la pluralidad de las categorías que tienen un contenido material.
En resumen piensa que cuando se dice que el ser es el más universal de los conceptos eso no quiere decir que es el más claro. El concepto de ser es el más oscuro y merece reiterar la pregunta por su sentido.
Ha pasado muy rápidamente por Tomás. El texto latino habla de la aprehensión por el intelecto y lo enlaza con el principio de no contradicción que es evidente por sí mismo. La evidencia y claridad del primer principio que hace posible el lenguaje y la lógica se nos da en cuanto el intelcto piensa el ente en la percepción sensible. Si no captar con claridad que la percepción "es" y que es la que es, no captaría nada. No se trata pues de una claridad que afecta a todos los entes comprendios en el concepto de ser sino al puro ser que regla y es reglado por el principìo de identidad, el axioma de los axiomas y evidente por sí mismo. El texto de Aristóteles va en la misma dirección: cada sonido tiene una identidad que es la que es y no otra.
Si saltamos hasta Hegel, hay que recordar que el método hegeliano analiza lo concreto y parte de lo más abstracto entendiendo por tal lo separado de su contexto. Un requisito elemental de hermenéutica es entender que el concepto de ser como lo inmediato indeterminado es el ser de la certeza sensible que fue despachado en la fenomenológía como falto de verdad, la cual encontramos en el concepto universal. De modo que el ser del comienzo de la lógica no es un concepto de ser. ¿Es posible que Heidegger se salte esto tan clave y que condiciona todo lo demás?. Nunca dice Hegel que el ser sea un concepto universal.
En la Enz. 84, le denomina "noción" (Begriff) o sea concepto pero un concepto muy especial que es inmediato. Un concepto inmediato no es un concepto, pues inmediato y universal a la vez es contradictorio. Este asunto es muy importante, porque de él depende todo Sein und SEIT.
Una de las características de este texto es que no respeta los contextos históricos. Salta de Aristóteles a Escoto y a Hegel como si los términos de los que se habla tuvieran siempre el mismo sentido. Es curioso.
Si del ser no puedo predicar de él un ente ¿cómo es qué digo que es indefinible y que es universal? ¿Es que la universalidad no merece llamarse predicado?
Al ser no s ele puede añadir algo que no sea ser y por tanto no cabe definición de él. Es un transcendental (otro predicado).
El ser no se explica ni por su género ni por sus especies. Heidegger concluye de todo esta disquisición que eso lo convierte en el concepto más oscuro, el que más problemas plantea y la exigencia de reiterar la pregunta por su sentido.
Para preguntarse por el sentido del ser, es preciso delimitar el objeto de la pregunta. Viene delimitado por Aristóteles y Tomás como lo más claro para el entendimiento en virtud de ser el correlato del principio lógico de identidad. Ese es el objeto y cualquier "añadido" al objeto es cambiarlo sustancialmente.
La negación del valor del principio de identidad o del de no contradicción reduciéndolo a una tautología formal sin mayor importancia, lo que también realiza Kant en Kr.r.V 1-12, y buscar "algo más" que enriquezca algo tan vacío y pobre, es inventar añadidos que hacen del puro ser indeterminado otra cosa de la que no hablan ni Aristóteles ni Tomás.
Este grave error en el arranque es el más importante, porque supone la negación d ela problemática ontológica y porque parte de la idea de la inanidad del principio de identidad.
El ser no es un ente. Esta es la conclusión, lo que se llamará la diferencia ontológica. Es un transcendental de todo ente, decían los medievales. Más aún el transcendental no es el ser sino el ens. Todo ser es to on y lo que no es substantia prima es derivada de ella (quididad)
La separación de ser y ente es la separación entre lo más indeterminado y lo más determinado. ¿Es que la universalidad del concepto de ser tiene algún sentido al margen del ente? Al separar ser de ente se crea un objeto abstracto en el que se va a bucear encontrando todo lo que ponga el buceador en él, pòrque en la inmediatez determinada, ya Hegel concluyó que no se va a encontrar nada y por eso la verdad del ser y de la nada es el ser determinado, el Dasein hegeliano.
Rivera acierta mejor: El ser es el concepto evidente por sí mismo. Mejor traducción del texto sobre todo si lo constantamos con los pasajes aludios de Aristóteles y Tomás. En el conocer, enunciar, comportarse con algo o con alguien o consigo mismo el ser está incluido siempre. Todos entienden lo que significa "soy feliz", "soy persona de buen unmor.
Comprensible (verständlich) este es el problema ¿Qué significa "comprensible". En mi opinión comprensible no quiere decir me parece verdad sino algo más, me parece verdad y puedo obrar consecuencia conforme a ella de modo que mi obrar será acertado desde algún punto de vista que considero real.
Todos comprenden que el cielo es azul y a esto le llama "comprensibilidad de término medio". Parece significar que se trata de una generalización sin matices, sin distingos, pero suficiente. Añadimos que la realidad de nuestro entorno responde a esa comprensión y el mundo d elos otros está de acuerdo con ella.
Heidegger afirma que esta comprensión de término medio viene a ser una incomprensión (del caso concreto). Con ello está introduciendo el nominalismo exagerado que domina toda la obra. El enigma del que habla es simplemente el conocimiento del singular, el gran tema de Ockham.
Se plantea por tanto la aporía: Todos ven que es evidente que el cielo es azul y todos en cualquier caso ("cada uno en su caso") lo evidencian y sin embargo esta evidencia común y general evidencia una oscuridad de lo específico o mejor de lo singular de cada caso. El sentido del ser es obvio "más o menos", pero en cada caso concreto no nos sirve para entender lo singular del singular.
De ahí la necesidad de reiterar la pregunta por el sentido del ser.
Es cierto que está empleando el ser en dos sentidos: el ser "que vale para todos los entes" y el ser que vale soló para este ente". Aquel no hace falta preguntarlo, éste es el enigma. Es claro que vamos abocados al Dasein. El ser en general encubre el singular, esta es la idea. Una primera conclusión es que la pregunta por el sentido del ser afecta al singular no al universal. Lo que desmonta la argumentación anterior: El ser es universal, es obvio, es indefinible y por lo tanto no hay que preguntarse por su sentido, pero el ser por el que se va apreguntar no es el universal sino el singular.
La descalificación que se hace de la evidencia, es una descalificación de la identidad formal lo cual es un comienzo que hace temer lo peor. En Geometría los axiomas son la base de los sistemas. Desde Kant (lógica transcendental) el principio de identidad abstracto deja paso al principio de síntesis que Hegel llamará de identidad concreta. Desde Hegel cabe (Vid. Identidad y Diferencia) se debe manejar, piensa Heidegger el segundo principio.
Esto supone la introducción de la multiplicidad (y su correlato la singularidad) en los enunciados. El sentido d ela multiplicidad y de la singularidad que viene a ser lo mismo, queda enigmático. La lógica formal funciona sobre la base de la homogeneidad del predicado con su sujeto. La lógica matemática más allá aún exige la univocidad. En su marco cabe la comprensibilidad de término medio y la vida práctica de lo cotidiano y de la investigación científico.
Heidegger siguiendo la dirección propia de la fenomenológía, tiende a la cosa misma y como ya se vió en la Sofística (Antístenes, Lycopron) al suprimir el "esti" el lenguaje se rompe. El "es" de término medio es la reducción, la abstracción que el entendimiento humano precisa para enjuiciar, razonar, conceptuar. Abstracción y analogía.
Si lo que pretendemos es saber el tode ti, la esencia de lo singular desde luego que estamos ante un enigma: El conocimiento de la ousía pret es para Aristóteles imposible para el intelecto, que debería poseer capacidad de intuición intelectual del singular. Como vio Kant esa intuición no es humana sino divina.
El entendimiento humano conoce el singular por la percepción sensible y a partir de ella por abstracción y analogía, lo universal de la cosa misma. No es posible que la inteligencia capte el ser de lo singular porque entender es abstraer.
Heidegger aspira al entender como comprender el singular sobre todo al hombre y a los otros. Debe evidentemente que romper con la Escolástica, pero también con el idealismo especulativo e incluso con la fenomenológía de Husserl.
La pregunta por el sentido del ser del singular, es una pregunta enigmática porque toda pregunta ¿Qué es...? maneja el ser de término medio, el universal. Preguntarse intelectualmente por el singular deberá dejar paso a la comprensión afectiva de la intimidad, fiera del marco de la ontología tradicional. La empresa heideggeriana se presenta como una empresa imposible sólo accesible a una intuición intelectual que él sustituirá por la Verständniss, en el sentidod e comprensión sentimental, dando lugar con ello a un relato literario importante.