La edad en la que se
adquiere la deficiencia auditiva es de suma importancia para ver su impacto así
nos encontramos con:
Sordera Poslocutiva
Sordera prelocutiva:
- Deficiencia ligera (entre
20 y 40 dB)
- Sordera media (entre 40 y
70 dB)
- Sordera profunda (entre 70
y 90 dB)
1. Sordera poslocutiva: Cuando se produce la pérdida, el sujeto conoce ya
el lenguaje sonoro y por lo tanto memoria de él. Puede tener algún efecto
negativo en la vida del sujeto.
2. Sordera prelocutiva: Aparece antes de la adquisición del habla
impidiendo el desarrollo espontáneo del lenguaje.
Deficiencia ligera prelocutiva (entre 20 y 40 dB): Su desarrollo del lenguaje
no hace sospechar ningún problema, quizás alguna dislalia. Tendrá dificultades
en la lecto-escritura y en la pronunciación de algunas palabras. Necesita
colocarse cerca de la fuente de sonido y cuando aumenta la distancia tendrá
falta de comprensión, se mostrará distraído, desatento y con bajo rendimiento
escolar. El ambiente sociocultural y familiar va a influir en el niño. Si estos
ambientes son desfavorables la sordera aumentará hasta una severa. Necesitará
la asistencia de logopeda para tratar las dislalias, el pobre vocabulario, etc.
Sordera media prelocutiva (entre 40 y 70 dB): No es obstáculo para la
aparición espontánea del lenguaje, pero retrasa o paraliza su desarrollo en los
años clave. La audición es funcional pero altamente deficitaria. La
intervención del logopeda es decisiva.
Sordera severa o profunda (entre 70 y 90 dB): Se caracteriza por la
ausencia del lenguaje. Es incapaz de calibrar su voz, no tiene entonación
expresiva, emite voces sin control, no tiene velocidad estable de emisión puesto que no se oye a si mismo si no grita o
gritan los demás. No es conciente de que la palabra es el medio de comunicación
de los demás. Su etiología puede ser hereditaria (producida por un gen) o
adquirida (rubéola, prematuridad, etc).