Necesidades educativas
de los alumnos con retraso mental
Es
necesaria una evaluación inicial que permita detectar y precisar las carencias
del alumno y, por tanto, de las necesidades especificas de ayuda, para poder
planificas las adaptaciones curriculares; es decir, para configurar
adecuadamente la intervención.
La
respuesta educativa debe ser acorde a las dificultades de aprendizaje que vayan
emergiendo en el proceso de la dinámica escolar. La especificación de los
elementos del proceso educativo nos va a ir facilitando las dificultades del
mismo y, por ende, de la adecuación más aproximada de la estrategia de
respuesta educativa, para paliar en el mayor grado posible esas dificultades.
El aprendizaje de respuestas adecuadas ante situaciones diversas, lo que
llamamos integración social, es lo que permite un desenvolvimiento autónomo. La
generalización, es con toda probabilidad, la dificultad más representativa de
este tipo de alumnos; por lo tanto, obtener un grado razonable de capacidad generalizadora
debe ser uno de los objetivos más sustantivos del currículo para cualquier
maestro.
El
proceso de evaluación-intervención tiene como objetivo justificativo
identificar las dificultades específicas de cada alumno, en el contexto de
aprendizaje en el que va a estar inmerso.