Según un mito islámico, Kuyata es un gran toro dotado de cuatro mil ojos, de cuatro mil orejas, de cuatro mil narices, de cuatro mil bocas, de cuatro mil lenguas y de cuatro mil pies. Para trasladarse de un ojo a otro o de una oreja a otra bastan quinientos años. A Kuyata lo sostiene el pez Bahamut; sobre el lomo del toro hay una roca de rubí, sobre la roca un ángel y sobre el ángel nuestra tierra.

J.L. Borges, El Libro de los Seres Imaginarios