[Publicado en Luque Durán, J. de D. & F.J. Manjón Pozas (1997), Teoría y Práctica de la Lexicología. IV Jornadas Internacionales sobre Estudio y Enseñanza del Léxico. Granada: Método Ediciones. Serie Collectae. págs. 319-345.]
Juan Santana Lario
Universidad de Granada
1. Introducción.
Los términos political correctness o politically correct (PC) se utilizan en inglés para caracterizar un conjunto de prácticas y usos lingüísticos destinados a eliminar las connotaciones discriminatorias presentes en el lenguaje que utilizamos a diario, discriminación que suele afectar a personas o grupos definidos por características tales como la raza, el sexo, las preferencias sexuales, la nacionalidad, la edad, las discapacidades físicas, etc.
Algunos ejemplos de recomendaciones para utilizar un lenguaje políticamente correcto serían los siguientes:
- No utilice palabras, expresiones, oraciones, etc. que excluyan explícita o implícitamente a ciertos individuos o grupos. Por ejemplo, la oración Employees are welcome to bring their wives and children asume que los empleados son varones, heterosexuales y casados y, por tanto, excluye a aquellos empleados/as que puedan querer llevar a sus maridos, compañeros/as del sexo opuesto o del mismo, etc. Otro ejemplo: la oración Anyone can use the fire safety ladder asume injustificadamente que todos los vecinos son personas sin discapacidades y excluye, por tanto, a las personas discapacitadas.
- No utilice expresiones que traten a la gente de un modo estereotipado: They're never going to pay for dinner because they're Jewish/Catalan, asume que todos los judíos/catalanes son tacaños.
- No llame a los individuos o a los grupos mediante apelativos que ellos no han escogido para nombrarse a sí mismos, o mediante términos despectivos: chink (< Chinese); whore, bitch, slut, hooker (< prostitute).
- Evite mencionar innecesariamente características de una persona o grupo: A black man just robbed the store identifica innecesariamente al ladrón como perteneciente a la minoría negra.
- No utilice palabras que asuman injustificadamente el sexo de los referentes: The firemen saved the child from the burning building asume que todos los bomberos son hombres. En su lugar es preferible utilizar palabras como firefighter que omiten toda referencia al sexo.
- No utilice frases o palabras que incluso en sentido figurado conllevan connotaciones negativas para una persona o grupo: blacklist, blackmail, black humour, black magic, etc. suscitan imágines negativas de lo negro y por tanto resultan perjudiciales para las personas pertenecientes a dicho grupo racial.
Los intentos conscientes de reformar el lenguaje para
adecuarlo a las necesidades comunicativas de los hablantes o a las cambiantes
sensibilidades sociales son probablemente casi tan antiguos como el lenguaje
mismo y suelen afectar a los que pueden considerarse los aspectos más volubles
y, por tanto, más fácilmente manipulables de las lenguas, como son el componente
léxico o la representación ortográfica. La llamada corrección política
pretende incidir fundamentalmente en el componente léxico, de modo que nada más
pertinente que ocuparnos del tema en unas jornadas dedicadas precisamente a la
enseñanza y el estudio del léxico. Por otra parte, dado que las reformas léxicas
que propone la corrección política tienen una base claramente ideológica y se
enmarcan en un conjunto de reformas que van más allá de lo puramente
lingüístico, el debate surgido en torno a este fenómeno en las universidades y
los medios de comunicación norteamericanos se ha centrado casi exclusivamente en
estos otros aspectos sociales, ideológicos, culturales, etc., mientras que el
aspecto lingüístico no ha recibido, comparativamente, el mismo grado de
atención. Precisamente por ello, aquí se tratarán fundamentalmente esos aspectos
lingüísticos del léxico políticamente correcto, aunque, por supuesto, sin
soslayar las implicaciones extralingüísticas del fenómeno, más bien todo lo
contrario, es decir, poniendo en evidencia dichas implicaciones a partir de un
análisis lingüístico del fenómeno.
2. Antecedentes y trasfondo socio-cultural de lo políticamente correcto.
Como suele suceder, es muy difícil determinar el origen exacto y puntual de la expresión politically correct (y de su nominalización political correctness), aunque, por supuesto, pueden rastrearse algunos antecedentes de su uso actual.
Al parecer el término fue utilizado originalmente (es de suponer que en chino) por los miembros del aparato maoísta para referirse apreciativamente a la estricta observancia de los principios marxista-leninistas. Es decir, todo aquello que entraba dentro de la más estricta ortodoxia marxista era políticamente correcto, mientras que todo lo que se apartaba mínimamente de dicha ortodoxia era desviacionismo o revisionismo.
Ya en Estados Unidos, el término fue utilizado durante la Depresión por los comunistas americanos en un sentido equivalente al de la expresión original china, aunque también es posible que se utilizara irónicamente para referirse a aquellos compañeros de viaje excesivamente celosos de preservar la pureza ideológica. Sin embargo, un uso más próximo al sentido que la expresión tiene en la actualidad ha sido atribuido a la presidenta de NOW (National Organization for Women), quien en 1975 señaló que la organización estaba por fin moviéndose en la dirección intelectual y políticamente correcta. A partir de ahí el término fue ganando popularidad durante los años 80, fundamentalmente entre los sectores progresistas de las universidades y colleges norteamericanos, aludiendo, bien literalmente, bien irónicamente, a una postura ideológica y a sus correspondientes manifestaciones lingüísticas que abogaban por una actitud de tolerancia, sensibilidad y respeto hacia los miembros de las llamadas minorías (negros, hispanos, mujeres, minusválidos, etc.).
Los medios de comunicación norteamericanos se hicieron eco del emergente fenómeno de varias maneras: por una parte, discutiéndolo, analizándolo, criticando sus excesos, etc; por otra, incorporando en su propio lenguaje algunos de los usos y recomendaciones lingüísticas de la corrección política. El público en general tuvo conocimiento del fenómeno precisamente a través de la prensa y, sobre todo, de la televisión, que con cierta frecuencia relataban los casos más escandalosos y sensacionalistas de profesores expulsados de alguna universidad de renombre por tener algún desliz lingüístico y ser denunciados (normalmente por algún estudiante ofendido/a) por racismo, sexismo, acoso sexual, etc.
Para entender el origen y posterior desarrollo de lo políticamente correcto es preciso tener presentes algunos de los componentes sociales y culturales de la sociedad norteamericana actual. Uno de esos componentes es, sin duda, el que hoy se conoce popularmente como multiculturalismo: la sociedad americana ha sido desde siempre una sociedad multiracial, multiétnica y, por tanto, multicultural: no en vano, Estados Unidos ha sido frecuentemente descrito como un melting pot donde se mezclan, no siempre en perfecta armonía, los más dispares ingredientes raciales, culturales, etc. Sin embargo, quizá como consecuencia de lo anterior, la sociedad norteamericana también ha sido tradicionalmente una sociedad profundamente racista, segregacionista, en la que una mayoría blanca supremacista ha explotado económica y socialmente a las diversas minorías raciales (negros e hispanos, fundamentalmente) al tiempo que las ha ignorado o silenciado culturalmente.
Otro factor importante es la diversificación de la población estudiantil universitaria que se ha producido en fechas relativamente recientes. En la década de los 70 la Universidad de Virginia no admitía estudiantes negros y la mayoría de los colleges eran sólo para chicas o sólo para chicos. Sin embargo, en las dos últimas décadas la población estudiantil se ha diversificado con la entrada progresiva de estudiantes de la más variada extracción económica, social y étnica y con la progresiva implantación de la "co-educación" de chicos y chicas. Ello no sólo ha determinado un tipo de convivencia interracial e intersexual antes inexistente o prácticamente inexistente, sino que también ha obligado a las autoridades universitarias a desarrollar cursos y programas que satisfagan las necesidades y los intereses culturales de las nuevas poblaciones más o menos minoritarias, surgiendo así los hoy tan populares Afro-American studies, Asian studies, Women's studies, Gay and Lesbian studies, etc.
Lo políticamente correcto surge en este ámbito universitario y académico donde a partir de la década de 1980 están de moda el multiculturalismo, la izquierda universitaria americana más o menos heredera del espíritu de Berkeley del 68, el postmodernismo, la teoría/crítica literaria postmoderna, la desconstrucción, la reforma del currículo y el canon literario y, en general, cualquier idea o iniciativa que promueva la integración de los grupos tradicionalmente marginados junto con la descentralización de las perspectivas y el respeto a las especificidades de cada grupo.
Paradójicamente, impulsado por esa tendencia a la extremosidad tan americana y que tan bien ha glosado Vicente Verdú en su Planeta Americano (Anagrama, 1996), un movimiento que originalmente se presentaba como defensor de la tolerancia y la diversidad, protector sobre todo de las minorías tradicionalmente marginadas, se ha convertido en los últimos años, por su propia radicalidad, en un movimiento intimidador en el que la intolerancia con los que no comulgan ciegamente con sus preceptos ideológicos y lingüísticos se ven sometidos a un ostracismo y a una persecución que es la perfecta imagen especular de la intolerancia hacia las minorías que originalmente se pretendía contrarrestar.(1)
De ser un movimiento que promulgaba la integración a través del respeto a las diferencias ha pasado a ser un movimiento en el que no se respeta que otros piensen de modo diferente y que además está contribuyendo a una "getización" de la sociedad americana al potenciar que los individuos se refugien en su minoría y pongan los intereses y derechos de los grupos particulares por encima de los intereses y derechos generales.
Todo esto ha dado alas a los críticos que desde la derecha
más reaccionaria han lanzado durísimos ataques contra la corrección política,
acusándola de querer imponer la censura cultural, ideológica y lingüística y
convirtiendo la expresión politically correct en una especie de insulto
contra cualquiera que defienda ideas más o menos progresistas, particularmente
dentro del ámbito universitario:
"The phrase ['politically correct'] has become a lethal weapon for silencing anyone whose ideas you don't like" (Joel Connaroe, New York Times, agosto 1991).
"The most pernicious form of intolerance is 'political correctness', because it comes disguised as tolerance. Imposing a new orthodoxy is not the way to tackle prejudice" (Editorial en The Economist, septiembre 1993).
3. Base lingüística: lenguaje y pensamiento.
Desde un punto de vista estrictamente lingüístico, la creencia de que el uso de una terminología políticamente correcta llevará a una resolución o relajación de ciertas tensiones sociales, encuentra su apoyatura teórica en lo que podría considerarse una versión simplista y, quizá, trivializada de las ideas de E. Sapir (1994-1939) y B.L. Whorf (1897-1941) sobre el determinismo o relativismo lingüístico, es decir, la famosa Hipótesis Sapir-Whorf, según la cual el lenguaje no es sólo un reflejo de la concepción de la realidad que tiene una comunidad sino que ayuda a determinar dicha concepción.(2)
De la hipótesis Sapir-Whorf suelen circular dos versiones, una fuerte y otra más suave. La fuerte diría que el lenguaje determina el pensamiento (linguistic determinism), es decir, que todas las formas y niveles superiores de pensamiento dependen del lenguaje. Esto es difícilmente demostrable y existen bastantes evidencias en contra. La versión débil (linguistic relativism) vendría a decir que el lenguaje influye en nuestros pensamientos y percepciones, algo de lo cual todos tenemos experiencia cotidiana, no ya como lingüistas sino como meros productores y receptores de lenguaje.
Como puede verse, hay una diferencia crucial entre ambas versiones. Según la primera, no hay pensamiento fuera del lenguaje y, por tanto, actuando sobre el lenguaje se puede actuar directamente sobre el pensamiento de manera terminante y unidireccional. Ésta sería la versión a la que implícita o explícitamente parecen adherirse los reformistas de la corrección política que han importado estas ideas a través de la reinterpretación que de ellas hacen los críticos y teóricos postmodernos, según los cuales no hay nada fuera del texto, etc.(3) Es, asimismo, la versión que Orwell asume en 1984 a la hora de inventar el famoso doublespeak, una de cuyas premisas es que si se eliminan ciertas palabras, los conceptos a los que éstas aluden acabarán por ser literalmente impensables. No es casual, por tanto, que el programa PC haya sido repetidamente calificado de orwelliano.
Por el contrario, la versión light de la hipótesis Sapir-Whorf sólo asume que el lenguaje influye en el pensamiento, pero no lo determina unidireccionalmente. Se deja la puerta abierta por tanto a que, por una parte, el pensamiento sea modelado por muchos otros factores y, por otra, a que la influencia también vaya en el sentido opuesto, es decir desde el pensamiento hacia el lenguaje, permitiendo así entrever un programa alternativo al de la corrección política en el que en lugar de modelar nuestras ideas, percepciones y actitudes cambiando artificialmente nuestro lenguaje, fueran nuestras cambiantes ideas, percepciones y actitudes las que fueran modificando aquellos aspectos del lenguaje incompatibles con ellas.(4)
4. Aspectos lingüísticos de la corrección política.
Desde un punto de vista estrictamente lingüístico la corrección política es un fenómeno casi exclusivamente léxico.(5) Este léxico reformado no discriminatorio suele ver la luz en diversos tipos de publicaciones entre los que cabe destacar los siguientes(6): a) publicaciones de instituciones académicas, generalmente universitarias, como el folleto titulado Definitions publicado por la Smith College Office of Student Affais, el Dictionary of Cautionary Words and Phrases compilado por el Multicultural Management Program Fellows de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri, o el Diversity Action Plan de la Universidad de Arizona; b) publicaciones oficiales de agencias o departamentos del gobierno norteamericano, como el titulado Job Title Revisions to Eliminate Sex- and Age-Referent Language from the Dictionary of Occupational Titles, publicado por el Ministerio de Trabajo norteamericano; c) hojas y manuales de estilo de periódicos y revistas; d) revistas especializadas, entre las que cabe destacar The Quarterly Review of Doublespeak, publicada por el National Council of Teachers of English, en Urbana (Illinois), que se dedica a recoger y denunciar el uso del eufemismo y otras formas de doublespeak en cualquier tipo de publicaciones, ya sean académicas, periodísticas, empresariales, gubernamentales, etc.; e) publicaciones de autores encuadrados en cualquiera de los grupos o minorías relacionados con el movimiento de la corrección política, como Kramarae y Treicler (1985), Bell et al. (1990), Penfield (1987), Foreman (1991), Dumond (1990), Miller y Swift (1988), entre muchos otros.
4.1 Rasgos formales del léxico PC.
Desde el punto de vista formal, la inmensa mayoría del léxico PC está integrado por sustantivos, lo cual es coherente con el hecho de que el movimiento de la corrección política tiene como objetivo principal renombrar o rebautizar entidades cuya denominación tradicional se ha cargado de connotaciones discriminatorias o despectivas(7). Encontramos así nombres simples que en su propia estructura formal buscan eliminar cualquier referencia al sexo de los referentes como actron (< actor/actress), waitron (< waiter/waitress), frosh (< freshman), o bien substituyen la alusión (real o ficticia) al sexo masculino por una alusión al sexo femenino: herstory (< history), wofem, womban (< woman). Un buen número de sustantivos son derivados en -ism que aluden a prácticas discriminatorias (ableism, ageism, sizeism, lookism). Pero, sobre todo, abundan los nombres compuestos o las expresiones nominales perifrásticas que pretenden imitar la supuesta neutralidad u objetividad del lenguaje típicamente científico, técnico o legalista: animal companion (< pet), domestic engineer, domestic incarceration survivor (< housewife), legalized rape/prostitution (< marriage), client of the correctional system (< prisoner), member of the mutant albino genetic-recessive global minority (< white person).
El otro gran grupo de términos políticamente correctos lo constituyen los adjetivos, palabras con función esencialmente descriptiva pero que muestran una gran facilidad, sobre todo en inglés, para sustantivarse y convertirse así en la denominación del grupo de entidades a las que inicialmente describen. Éste es el caso de muchos adjetivos que aluden al origen geográfico o étnico de ciertos grupos humanos más o menos minoritarios en la sociedad americana: African-American (< black), Asian-American (< oriental). Pero de nuevo aquí lo más abundante son las expresiones perifrásticas, formadas a partir de un nombre o un adverbio premodificador en -ly y de un adjetivo con frecuencia de origen verbal, como indica su terminación en -ed: hair disadvantaged (< bald), melanin impoverished (< white), chronologically gifted (< old), vertically constrained (< short), visually oriented (< deaf).
Finalmente, dentro de este apartado de rasgos formales, merece la pena destacar la presencia de algunos grupos minoritarios de palabras como son los pronombres co/cos/coself o tet/ter/them que pretenden eludir a alusión al género inherente en los pronombres personales ingleses de tercera persona singular (he-she, him-her, his-her, himself-herself), o la de acrónimos, un mecanismo de creación léxica muy popular en inglés: DWEMs (Dead White European Males), TAB (Temporarily Able-Bodied), PWA (Person With AIDS).
4.2. Aspectos semánticos del léxico PC.
4.2.1. Características generales.
Desde el punto de vista del contenido, el rasgo general
común a gran parte del léxico políticamente correcto es su carácter claramente
eufemístico.(8)
Según la definición que da el DRAE (1992), el eufemismo es una "manifestación
suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante"
(p. 653). Efectivamente, gran parte del léxico políticamente correcto lo
integran términos "suaves" de nueva acuñación que substituyen a otros
considerados como (potencialmente) "duros" u ofensivos para ciertos grupos, en
particular grupos que por razones diversas (raza, sexo, creencias, apariencia
física, minusvalías físicas o psíquicas, etc.) se consideran marginados,
oprimidos o postergados por la mayoría socialmente dominante, integrada, según
la definición al uso, por hombres heterosexuales, blancos, conservadores y de
ascendencia europea. Algunos ejemplos característicos:
PC No PC
African-American,
members
black, negro, colored
of the African diaspora, diasporan
horizontally challenged , differently
sized,
fat, obese
person of size, person with a different body image
chronologically gifted, experientially
enhanced,
old
longer-living, mature, seasoned
sex care provider, sex worker, sex
surrogate
prostitute
Íntimamente relacionado con el carácter eufemístico está el hecho de que los
términos políticamente correctos suelan acuñarse imitando la terminología
científica, legalista, técnica o burocrática, buscando la objetividad o asepsia
léxica:
PC No PC
photonically non-receptive blind
skin-melaninated, black
occupationally dispossessed unemployed, jobless
animal welfare officer dogcatcher
persons presentig themselves as
commodity
prostitute
allotments within a business doctrine
A veces simplemente se recurre a términos más generales (hiperónimos) que
eliminan los rasgos léxicos más específicos de los términos sustituidos:
PC No PC
special, exceptional handicapped
condition disease
human difference disability
person of colour black
person of
size/substance
fat
En cualquier caso, la tendencia es siempre a utilizar un vocabulario neutro, impersonal, "desinfectado", carente de elementos expresivos y de las posibles connotaciones negativas que los términos tradicionales han ido adquiriendo con el uso.
Por supuesto, no todo el mundo acepta sin críticas esta
extendida práctica del eufemismo como mecanismo léxico para modificar las
conductas o la percepción de la realidad. Una reacción curiosa a esta pretensión
de desinfectar el lenguaje y privarlo de sus rasgos expresivos se da entre
miembros de muchas minorías, sobre todo las de tipo racial/étnico como negros,
chicanos, hispanos, que a menudo rechazan los asépticos términos políticamente
correctos con que pretenden rebautizarles los miembros concienciados de dichas
minorías o de la mayoría blanca dominate, ya que se les escamotean los atributos
que los definen o distinguen. Así, por ejemplo, según un estudio realizado por
el Joint Center for Political and Economic Studies (centro especialmente
comprometido con la defensa de los derechos de los negros), una gran mayoría de
los negros americanos siguen prefiriendo que se les llame black en lugar
de African-American. Las cifras son: de los 759 negros entrevistados, 72
% prefirieron black, 15 % African-American, 3 %
Afro-American, 2 % negro, 8 % no sabe no contesta u otros
apelativos. Una actitud crítica más general frente al lenguaje eufemístico, no
ya dentro del léxico políticamente correcto sino como práctica generalizada en
ciertas variedades lingüísticas (el lenguaje de la prensa, del gobierno, de las
grandes empresas, etc.) queda claramente ilustrada en las siguientes palabras de
William Lutz, editor de Quarterly Review of Doublespeak, originalmente
escritas pensando en el lenguaje eufemístico de la guerra:
El uso de un lenguaje técnico, impersonal, burocrático, eufemístico [...] separa la palabra de lo que supuestamente representa. Este lenguaje es una tapadera lingüística diseñada para ocultar una realidad desagradable. Es un lenguaje que miente al alejarnos lo más posible de la realidad que pretende representar. Con este lenguaje creamos un distanciamiento psicológico [...] y ya no nos sentimos responsables de los resultados de nuestras acciones. (QRD, 17 (1991), pág. 3)
Curiosamente, junto al amelioramiento eufemístico del
léxico referido preferentemente a grupos minoritarios o marginados, se observa
también dentro de la corrección política una "relativización" o un claro
"empeoramiento" o endurecimiento del léxico referido a la mayoría opresora,
acuñándose lo que podríamos llamar "cacofemismos" y redefiniendo el léxico
existente en términos claramente negativos. Casos claros de relativización del
léxico se observan en la sustitución de healthy person por temporarily
able-bodied person, de person with a house (es decir, lo contrario de
homeless) por temporarily homed, o de alive por
temporarily metabolically abled. Ejemplos de cacofemismos pueden
considerarse los siguientes: genetically oppresive, melanin impoverished,
member of the mutant albino genetic-recessive global minority, todos ellos
como substitutos de white; unwaged labor como alternativa a
domestic chores, housework; unpaid sex worker, domestic incarceration
survivor como alternativas a wife; o legalized rape, legalized
prostitution como alternativas a marriage.
Un ejemplo ilustrativo de este ambivalente y paralelo suavizamiento/endurecimiento del léxico es la evolución que ha sufrido el uso del término illegal alien. Su uso tradicional, aplicado a los emigrantes ilegales en Estados Unidos, sobre todo a los de origen hispano o latino, se considera políticamente incorrecto, de modo que es eufemísticamente suavizado mediante términos como undocumented worker o undocumented resident; por el contrario, y simultáneamente, se sugiere la aplicación de illegal alien a los descendientes de los primeros europeos que llegaron a Norteamérica y que ilegalmente arrebataron el continente a sus habitantes nativos, subsituyendo así términos tradicionales como colonist o settler(9). Otro ejemplo de simultáneo suavizamiento/endurecimiento: prostitute se suaviza a sex worker o sex care provider al tiempo que wife se endurece a unpaid sex worker.
Otro rasgo peculiar del léxico políticamente correcto es su tratamiento de afijos negativos talles como non-, un-, -less, etc. Originalmente estos afijos gozaron de gran popularidad y dieron lugar a infinidad de términos como réplicas a los correspondientes términos positivos y en sustitución de otros que se consideran más ofensivos, discriminadores, etc. Encontramos así términos como non-sexist, nonhuman animals, nonliving person (< dead), nontraditional-age student , nonwaged (< unemployed), homeless, houseless, underhoused. Posteriormente ciertos términos acuñados mediante prefijación de non- se abandonan porque se entiende que incorporan connotaciones negativas que parecen sugerir que lo positivo o neutro es justo aquello que se pretende negar. Así, noncanonical texts es negativo y da por sentado el carácter "canonical" de aquellos textos que se intenta rechazar; por similares razones non-sexist se considera negativo y se propone su substitución por ambigenic. Ahora bien, si el término base (es decir el positivo o neutro) alude a un concepto aceptable dentro de la corrección política, entonces el prefijo non- sí se utiliza profusamente para acuñar términos críticos referentes a personas, actividades o actitudes políticamente incorrectas: non-multicultural (más negativo que el original monocultural), non-indigenous Americans (para referirse a los primeros emigrantes europeos a América y a sus descendientes), non-vagrant homed (para referirse a personas que, de momento, no son homeless; término acuñado para contrarrestar la tendencia a pensar que aquellos que tienen el privilegio de disponer de una vivienda son la norma, mientras que aquellos que carecen de residencia permanente constituyen la desviación de la norma; aquí se ha dado un completo cambio de perspectiva: de homeless a nonvagrant homed).
Finalmente, para terminar con esta somera enumeración de
rasgos generales del contenido del léxico políticamente correcto, mencionaremos
el hecho de que a veces no son los términos, sino las definiciones las que son
novedosas. Así, biology department, en un folleto publicado por el
Departamento de Retórica de la Universidad de Berkeley (1991), se define como
"the place where animals are tortured and then murdered to fulfill the
sadistic fantasies of white male scientist lackeys of the imperialistic drug
companies"; child rearing es "the unpaid work of social reproduction
of the labor force" (Feguson, 1988:369), o cualquier producto de origen animal
(eggs, milk, meat) es definido como "stolen non-human animal product"
(Sager, 1988:90).
4.2.2. Clasificación semántica del léxico PC.
Sin ninguna pretensión de exhaustividad o sistematicidad, los términos políticamente correctos pueden agruparse en las siguientes categorías según el ámbito referencial al que aluden:
Apariencia física.
Esta categoría comprende dos tipos principales de unidades:
a.- Sintagmas adjetivales de carácter claramente eufemístico que aluden a personas con una apariencia física no convencional, es decir, que no responde a los cánones de belleza establecidos. Formalmente predomina la estructura [Adv-ly + Adj(ed)], en la que el adverbio alude a la dimensión respecto a la cual es individuo es diferente, mientras que el adjetivo alude al carácter especial o diferencial de la persona en cuestión: gravitationally/horizontally challenged (< fat), vertically challenged/inconvenienced/constraied (< short (person)).
Con la misma estructura formal a veces se da una distribución inversa del contenido: el adverbio alude al carácter diferencial y es el adjetivo el que identifica la dimensión de la diferencia: differently sized (< fat). A veces, la dimensión no se identifica mediante un adverbio, sino mediante un nombre, como en el caso de hair disadvantaged (< bald).
b.- Lexemas nominales derivados mediate sufijación de -ism para aludir
a cualquier tipo de actitud, generalmente discriminatoria, basada en la
apariencia física. El término general para este tipo de actitudes es
lookism, mientras que términos como fatism, heightism, hygienism,
scentism, sizeism, smellism o weightism aluden a actitudes
específicas basadas en el rasgo físico que se identifica en la raíz de estos
nombres.(10)
Minusvalías y enfermedades.
Esta es la categoría que más sistemáticamente se ha visto afectada por el proceso de eufemización. El término genérico originalmente utilizado para referirse a las personas con minusvalías (o "discapacidades", para utilizar el término castellano políticamente correcto) solía ser handicapped, que hoy día es totalmente tabú. Inicialmente se sustituyó por disabled, que también cayó en desgracia y a partir de ahí la explosión eufemística ha sido imparable: differently able(d), physically challenged/ inconvenienced/different, uniquely able(d), handi-capable, special, exceptional, acceptional, involved. El grado de eufemización ha llegado a tal extremo que algún autor ha sugerido irónicamente el término severely euphemized para referirse a las personas con algún tipo de minusvalía (A.J. Washburn, citado en The Disability Rag, Winter 1990, p. 14). El término genérico para referirse a cualquier tipo de discriminación contra personas con minusvalías es el de ableism, definido por la Smith College Office of Student Affairs como la "opresión de los diferentemente capacitados por los temporalmente capacitados". Otros términos más específicos son los siguientes:
PC
No PC
physically
challenged/different/inconvenienced
handicapped, disabled
differently/uniquely able(d)
people with differing
abilities/with special needs
handi-capable, special, exceptional,
acceptional
orthopedically impaired
involved severely crippled
optically
challenged/inconvenienced
nearsighted, farshighted, blind
photonically
non-receptive
blind
aurally challenged/inconvenienced, visually oriented deaf
orally/vocally challenged mute
self-paced cognitive ability learning disability
mentally/cerebrally/developmentally challenged/inconvenienced mentally retarded
selectively perceptive insane
socially misaligned psychotic
humantarian
cannibal
Incluso los propios conceptos de enfermedad y minusvalía
de consideran sospechosos y discriminatorios, por lo que se producen
substituciones como las siguientes:
PC No PC
human difference disability
condition disease, affliction
mental activity at the margin insanity
Puesto que a veces la edad avanzada es considerada
socialmente como una especie de enfermedad o minusvalía, con la consiguiente
discriminación de las personas mayores (actitud denominada ageism),
numerosos términos han sido acuñados para eliminar estas connotaciones y
presentar la edad avanzada desde una óptica positiva:
PC
No PC
chronologically gifted, experientially enhanced, longer
living
old
elderly, mature, senior, seasoned
increasingly distracted senile
nontraditional-age student(11)
Finalmente, algunos términos están relacionados con la
oposición vida/muerte, con el propio concepto de "salud" o con enfermedades con
una clara dimensión social, como el sida:
PC No PC
temporarily metabolically able(d) alive
TAB (Temporarily Able-Bodied (person)), temporarily healthy healthy person
nonliving person, metabolically different, terminally inconvenienced dead
autoeuthanasia, voluntary death suicide
spiritually disfunctional suicidal
PWA, PLWA (Person (Living) With AIDS)
Conflictos sociales
Incluimos en este apartado los términos políticamente
correctos acuñados para referirse a diversos tipos de conflictos sociales, como
puede ser el desempleo, la marginación, la delincuencia, los problemas
familiares, etc., vistos casi siempre desde una óptica de simpatía hacia las
personas que de una manera u otra son víctimas de dichos conflictos. La mayoría
de los términos aluden, de hecho, a dichas "víctimas", si bien el término
victim se considera poco adecuado, siendo a menudo substituido por el de
"survivor", que enfatiza el valor activo de la persona, en lugar de su
sumisión pasiva a las diversas desigualdades sociales.(12)
Pueden distinguirse los siguientes subapartados:
Desempleo
PC No PC
involuntarily leisured, vocationally
deprived
unemployed, jobless
occupationaly dispossessed, indefinitely idled
non-waged
Drogadicción/Alcoholismo
chemically
challenged/inconvenienced
drug addict, drunk
substance abuser, spatially perplexed
pharmacological
preference
drug addiction
Delincuencia
client of the correctional system prisoner, immate
guest in a correctional institution, socially separated convict
custody suite prison cell
difficult to serve antisocial
criminalized populations, ethically
disoriented,
criminal
morally different
persons with difficult-to-meet-needs, socially
misaligned psychotic, serial
killer
Marginación
individual with temporarily unmet objectives loser, failure
motivationally deficient/dispossessed lazy
non-goal-oriented member of society bum
economically exploited/disadvantaged/marginalized/unprepared poor
EOZ (Economic Oppression Zone), substandard housing slum
houseless, underhoused homeless
temporarily homed, non-vagrant
homed
person with a house
Familia
back salary, reparations alimony
disfunctional
family
broken home
Emigración
undocumented
worker/resident
illegal alien
Cultura, Poder y Raza
En este apartado se engloban aquellos términos que aluden a lo que los defensores de la corrección política consideran como el conflicto básico y fundamental en las sociedades modernas, en particular en la sociedad norteamericana: el conflicto político y cultural entre la mayoría blanca, generalmente protestante y de origen europeo (todo lo cual queda resumido en el acrónimo WASP, White Anglo-Saxon Protestant) y las diversas minorías diferenciadas en términos de raza, etnia, origen geográfico, etc.
Los términos que aluden a la mayoría política y culturalmente hegemónica tienen un claro carácter "cacofemístico", con marcadas connotaciones peyorativas que a menudo convierten a estos términos en abiertos insultos.
Junto al ya mencionado WASP, merece la pena destacar otros acrónimos como ICO (Insensitive Cultural Opressor) o DWEM (Dead White European Male(s)). WASP es, sin duda, el más antiguo (anterior incluso al movimiento de la correcciónm política) y el de uso más generalizado, habiéndose convertido en el apelativo popular utilizado para referirse a los descendientes de los primeros emigrantes eurpeos que llegaron a Norteamérica y que se han convertido en la clase dominante no sólo política y económicamente sino también desde un punto de vista social y cultural. ICO es de acuñación más reciente y su uso está mucho menos generalizado, pero ha asumido el carácter crítico y claramente insultante que tenía WASP originalmente. Por su parte, DWEM no sólo tiene un ámbito de uso más restringido que los anteriores (prácticamente limitado al mundo universitario y de la cultura), sino que su referencia es, asimismo, mucho más restringida, al aludir en concreto a los autores de la mayoría de las obras literarias, filosóficas o artísticas que solían constituir lo que se ha dado en llamar el "canon" que se estudiaba en los programas de las universidades americanas y que el movimiento de la corrección política propone substituir por noncanonical texts, es decir por textos escritos por miembros de las minorías tradicionalmente discriminadas por la cultura hegemónica WASP. Aparte de estos acrónimos encontramos otras expresiones nominales o adjetivales para caracterizar a la mayoría blanca opresora, como genetically oppressive, melanin impoverished, person of noncolor, member of the mutant albino genetic-recessive global minority, white trash, nonindigenous American, whitemale, White Power Elite, etc.
Entre los términos que aluden a las prácticas de dominación cultural ejercida por los WASPs abundan los derivados en -ism: Eurocentrism, cultural imperialism, successism, familism, logocentrism, ethnocentrism, cultural tourism, colorism, white solipsism, environmental racism, así como expresiones nominales que pueden considerarse paráfrasis de algunos de éstos: Euro-American worldview, cultural deprivation framework, dominant culture, collective defamation, colorblindness, whiteskin privilege, etc.
En el polo contrario, y con un carácter claramente eufemístico en muchos casos, se encuentran los términos que aluden a las minorías oprimidas de un modo genérico (diverse populations, under-represented groups, culturally dispossessed, minorities, diversity, enslaved person, EHA (Ethnically Homogeneous Area < ghetto), o bien a minorías concretas, identificadas en general mediante una referencia explícita a su origen geográfico, a menudo combinada con una alusión a su residencia en el contienente americano(13):
PC No PC
African-American, Afro-American
communities
black
members of the African Diaspora
diasporan (African American +
Caribbean American)
person of color, skin-melaninated
member of the
skin-color genetically dominant world majority
Alaskan-American, Native Alaskan, Alaskan Native, indigenous Alaskan Eskimo
Asian-American Oriental
Chicana, Chicano, Mexican-American Mexican
Latina, Latino Hispanic
Native-American, American Indian, indigenous peoples, native
peoples Indian, Amerind,
Amerindian
Finalmente, en este apartado se incluyen una serie de
términos que aluden a diversas prácticas de oposición a la cultura dominante o a
visiones culturales alternativas a ésta (Afrocentrism, decolonization,
culturally sensitive), pero también a prácticas por parte de miembros de
dichas minorías que muestran una actitutud más o menos acomodaticia hacia la
cultura opresora: false identity, intellectual indenture, internalized
oppresion, accommodationism, misorientation, gradualism.
Roles y prácticas sociales (incluye profesiones)
En esta apartado se incluye una variopinta serie de términos que a su vez puede subdividirse en tres apartados:
- substitutos eufemísticos de ciertas denominaciones tradicionales de
profesiones y roles sociales que parecen haberse cargado de connotaciones
peyorativas o discriminatorias, bien por ser tradicionalmente desempeñados por
miembros de alguna de las minorías raciales, sexuales, etc., bien por tratarse
de ocupaciones socialmente poco consideradas:
PC No PC
animal welfare officer dogcatcher
vehicle appearance specialist car washer
environmental hygienist janitor
seasonal employee migrant worker
technologically
challenged
computer illiterate
- términos relacionados con la familia o el matrimonio, considerados generalmente como instituciones sociales de perpetuación de la hegemonía sociocultural blanca y de la visión falocéntrica típicamente masculina:
PC No PC
domestic incarceration, legalized rape/prostitution marriage
domestic incarceration survivor housewife
domestic arts, human ecology home economics
unwaged labor domestic chores
birthmother, birthfather,
birthparent
real father/mother
- términos alusivos a cualquier tipo de práctica o actitud social sentida
como discrimanatoria, por ejemplo, alphabetism (discriminación de
personas, grupos o naciones basada en la ordenación alfabética de sus nombres;
Stewart, 1987), rectocentrism (actitud discriminatoria hacia las personas
zurdas por parte de las que no lo son; Lipton, 1991), o credentialism
(discriminación consistente en obligar a alguien a proporcionar evidencias de su
habilidad, experiencia, capacitación, etc. antes de ser contratado para un
trabajo o aceptado en una institución educativa; Leo, 1992).
Educación
Para la corrección política la educación es a menudo un
procedo de integración e indoctrinamiento en la ideología dominante. El léxico
políticamente correcto en este campo alude fundamentalmente a aquellos problemas
presentados por personas cuyo rendimiento no es satisfactorio según los patrones
establecidos:
PC
No PC
academic dishonesty cheating in school
deficiency achievement, incomplete success fail a course
additional preparation, advanced readiness seminars remedial instruction
child with an attention deficit disorder disruptive child
knowledge-base nonpossessor ignorant
needs assessment exam
negative attention getting misbehaving in class
to expedit students' progress toward alternate life
pursuits to expell, to kick out
Ecología
Al igual que sucede en otras esferas que han recibido la
protección de la corrección política, en el ámbito de la ecología el fenómeno
léxico predominante es el del eufemismo suavizante, sobre todo para referirse a
especies animales y vegetales, actividades ecológicas o prácticas alimentarias
"alternativas" de tipo vegetariano, macrobiótico, etc.:
PC No PC
animal companion, protector pet
botanical/floral companion houseplant, tree
human animal human
non-human animal animal
human companion of a non-human companion owner of pet
differently evolved rabid, vicious (animal)
free-roaming wild (animal)
tropical rainforest jungle
wildlife preservation park/center zoo
biocentrism
bioregionalism
ecofeminism
fortuitarianism
deep ecology
ecodefender, ecowarrior ecoterrorist
ecotage (ecological sabotage)
fortuitarian
fruitarian
lacto-ovo-vegetarian
vegan
cruelty-free products, non-violent food
Junto a estos términos eufemísticos, se da también el
fenómeno opuesto del cacofemismo, es decir, la acuñación de un léxico duro y
descarnado (aunque con rasgos comunes en cuanto a su carácter tecnicista o
cientifista) que pone en evidencia los aspectos más crudos de las prácticas
consideradas anti-ecológicas, como pueden ser el environmental racism o
el speciesism; los productos naturales de origen animal o vegetal son
descritos como stolen products y la carne (meat) es rebautizada
como processed animal carcasses, scorched animal corpses o
flesh.(14)
Género
Dado que el movimiento feminista puede considerarse como un antecedente lejano del de la corrección política, no es de extrañar que sean especialmente abundantes los términos políticamente correctos más o menos relacionados con la identidad sexual, las diferencias entre los sexos o géneros y, en particular, con la discriminación que históricamente han sufrido las mujeres, a las que a menudo se incluye entre las "minorías" a pesar de su carácter claramente mayoritario, al menos en términos puramente cuantitativos.
En este apartado se incluyen, pues, todos aquellos lexemas de referente humano que de una manera otra incorporan como parte de su contenido léxico una alusión a las propiedades naturales de sexo de los referentes, tanto si dichos lexemas incorporan una marca formal explícita a este respecto como si no. Dentro de la corrección política se prefiere el término "género" al de "sexo" pues con ello se pretende enfatizar que la identidad sexual no es algo dado, natural, sino socialmente construido. Incluso cuando se acepta la base biológica/sexual del género, se considera que la tradicional distinción entre dos sexos (masculino y femenino) es arbitraria y simplista, llegando a hablarse de hasta cinco sexos (géneros) de los cuales lo masculino y lo femenino no serían más que los dos extremos(15).
Entre los muchos términos políticamente correctos que aluden más o menos directamente al género es posible establecer ciertas distinciones que, como todas las que venimos estableciendo, son puramente orientativas:
Formalmente la neutralización de las referencias sexuales se efectúa de
diversas maneras:
chair chairman
frosh freshman
access controller doorman
ice route driver iceman
firefighter fireman
law enforcement officer policeman
crewed, inhabited manned
human resources manpower
humyn human
maintenance hatch, utility hole, access structure
manhole
En este apartado merece una mención especial el caso de los llamados phallogeneric terms, es decir, términos de referencia inicialmente masculina que se utilizan en sentido genérico para referirse conjuntamente a hombres y mujeres: man, mankind, he genérico. Tradicionalmente, dentro del feminismo, especialmente el norteamericano, éste se ha considerado como el caso más palmario de sexismo en el lenguaje pues implica una consideración de lo masculino como término no marcado o por defecto. Por ello se han propuesto una serie de alternativas que eliminan esa discriminatoria alusión a lo masculino, como son humankind (< man, mankind) o series de pronombres de tercera persona singular que substituyen a las diversas formas del pronombre masculino he en su uso genérico: co/cos/coself, tey/ter/tem, ve/vis/ver, s/he, h'orsh'it, etc.
flight attendant stewardess
birth name maiden name
domestic engineer housewife
person of
gender
woman
companion, (domestic)
partner,
boyfriend/girlfriend, husband/wife
(live-in) significant other, spouse
Ha (Human animal), Pn
(Person)
Ms/Mr
femstruate menstruate
efemcipated emancipated
wofem, simmin, wimyn, womban, womon, womyn woman/women
hufem human
femtal mental
herstory, hystery(19) history
ovular seminar
she-ro hero
femhole
manhole
Sexo
A esta categoría pertenecen todos los términos que de una manera u otra tiene que ver con las prácticas y las inclinaciones sexuales. Pueden distinguirse tres tipos:
5. Reflexiones finales: el eufemismo como ocultación lingüística de la
realidad.
A lo largo de estre trabajo he intentado mostrar algunas caras de un fenómeno esencialmente lingüístico y, en particular, léxico, como es el de la "corrección política" (political correctness), en el especial sentido que esta frase ha adquirido en los últimos años, primero en el mundo universitario norteamericano y, a partir de ahí, en el resto del mundo. Según hemos visto, la corrección política tiene un trasfondo social y cultural fácilmente identificable (el de la amalgama cultural y étnica que se da en Estados Unidos, el famoso melting pot) así como una base lingüística quizá discutible en sus versiones extremas pero no exenta de plausibilidad (la idea de que el lenguaje determina o mediatiza nuestra percepción de las cosas).
Asimismo, hemos comprobado que el mecanismo léxico fundamental utilizado por la corrección política es el del eufemismo. Sin ser inherentemente dañino, utilizado sistemáticamente el eufemismo puede convertirse en un arma de doble filo que con la excusa de renombrar ciertas realidades con términos menos contaminados que los tradicionalmente utilizados puede acabar convirtiéndose es una cortina de humo verbal que oculta o enmascara dichas realidades. El caso de la corrección política examinado en este trabajo es un ejemplo paradigmático de esta situación. Sin embargo, la corrección política no es la única que ha recurrido al eufemismo como principal arma lingüística para sustentar una agenda política o ideológica concreta. Citaré tan sólo dos ejemplos de colectivos que desde una posición ideológicamente opuesta a la que a priori caracteriza a la corrección política recurren, sin embargo, al mismo instrumento léxico para ocultar realidades sociales desagradables o conflictivas.
Uno de estos colectivos es el de las grandes corporaciones norteamericanas, cuya actitud ante el terrible drama social del desempleo consiste en substituir los términos tradicionales de unemployment o unemployed por una amplia panoplia de eufemismos, entre los que cabe citar los siguientes(24): available for employment, axed, canned, career assessment and reemployment, career-change opportunity, chemistry change, coerced transition, consolidation of operations, cutback, decruited, degrowing, dehiring, deselected, destaffing, dismissal, displacement, downsizing, duplicative, excessed, executive culling, force reduction, fumigation, head count reduction, involuntary separation from the payroll, involuntary severance, let go, major repositioning, negotiated departure, outplacement, overlapping possitions, personnel surplus reduction, realignment, rebalancing, redeployment, reduction of payroll costs, redundancies, redundancy elimination, redundancy of human resources, redundant, lay-off, release, right-sizing, scale down, schedule adjustment, selective separation, severance package offer, skill-mix adjustment, transitioned, vocational relocation, voluntary severance, voluntary resignation, voluntary termination, work force adjustment, work force imbalance correction.
El otro colectivo tradicionalmente aficionado al uso del eufemismo como mecanismo de ocultación lingüística es el gobierno norteamericano, bien directamente a través de los comunicados de sus agencias oficiales, bien a través de los medios de comunicación. Esta práctica tuvo un punto álgido durante la Guerra del Golfo, época de la que datan ejemplos como los siguientes: ambient non-combatant personnel (< refugees); civilian irregular defense soldiers (< mercenaries); collateral damage, incontinent ordnance, accidental delivery of ordnance equipment (< civilian casualties and destruction of nonmilitary buildings); first strikes (< sneak missile attacks); interdictional nonsuccumbers (< enemy troops who survive bombing attacks); neutralize, degrade, attrit, cleanse, sanitize, impact, take out, visit a site, service a target, effective delivery of ordnance, suppress enemy assets (< kill, bomb, destroy, blow up); pre-emptively (< without provocation); precision bombing (< successful destruction of enemy targets); reporting guidelines (< censorship); surgical air strike (< successful air bombing); to hit a hard target (< to bomb a building); to hit a soft target (< to bomb human beings).
Para concluir esta informal y tentativa aproximación al
fenómeno de la corrección política y al uso del eufemismo como su principal
herramienta léxica quisiera reproducir dos largas citas que a mi juicio resumen
a la perfección algunas de las ideas expuestas en este trabajo. La primera
procede de la introducción al número 17 (1991) de la revista Quarterly Review
of Doublespeak y en ella su autor y editor de la cita revista, William Lutz,
reflexiona sobre el lenguaje eufemístico de la guerra. Mutatis mutandi,
estas reflexiones son válidas para cualquier tipo de lenguaje eufemístico,
incluido el de la corrección política:
El senador Hiranm Johnson se equivocaba en 1917 cuando observó que en la guerra la primera baja es la verdad. En la guerra, la primera baja es es lenguaje. Y con el lenguaje se va la verdad. La guerra corrompe el lenguaje.
El doble discurso de la guerra se nutre, como escribió Orwell refiriéndose a este tipo de discurso "de eufemismos y de una total y neblinosa vaguedad". Es, fundamentalmente, el lenguaje de la insinceridad, en el que hay un vacío entre los objetivos declarados por el hablante y sus verdaderas intenciones. Es el lenguaje como instrumento para esconder e impedir el pensamiento, no para expresar o ampliar el pensamiento. Tal lenguaje silencia el diálogo y bloquea la comunicación.
El doble discurso de la guerra es un ejemplo de cómo el pensamiento corrompe el lenguaje y el lenguaje corrompe el pensamiento. Este tipo de lenguaje sólo es necesario, como escribió Orwell, si "uno quiere nombrar las cosas sin suscitar imágenes mentales de ellas".
La otra cita procede del prólogo a The official
politically correct dictionary and handbook y en ella sus autores, H. Beard
y Ch. Cerf, evaluan con evidente ironía el programa de reformas lingüístico
emprendido por el movimiento de la corrección política:
Como ya sospechaban los linguistas Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf en los años cuarenta - y así lo ha confirmado la teoría posmodernista - el lenguaje no es un mero reflejo de nuestra sociedad, sino la fuerza principal que "construye" lo que percibimos como "realidad". Con esto en mente, es fácil darse cuenta de por qué tantos reformistas han pospuesto un asalto unificado contra asuntos secundarios como garantizar igual salario por igual trabajo, eliminar el desempleo, la pobreza y la falta de vivienda, contrarrestar la desmesurada influencia de los intereses financieros en el sistema electoral y mejorar el deprimente estado de la educación... todo ello para dedicar sus energías a corregir las fundamentales desigualdades lingüísticas descritas en estas páginas.
NOTAS
1. Una idea bastante aproximada de la inversión de actitudes que se ha producido dentro del movimiento de la corrección política la da el hecho de que un término como el de "tolerancia" (en inglés tolerance) se ha vuelto sospechoso puesto que, según Gayatri Spivak, profesor de inglés y estudios culturales en la Universidad de Pittsburgh, "Tolerance is a loaded virtue because you have to have a base of power to practice it. You cannot ask a certain people to 'tolerate' a culture that has historically ignored them, at the same time that their children are being indoctrinated into it" (en "Who needs the Great Works?", Harper's Magazine, Septiembre 1989, pág. 46).
2. Sapir y Whorf no fueron en realidad los primeros en exponer estas ideas. El filósofo americano Charles Pierce (1839-1914) ya postuló que el universo simbólico humano sólo podía organizarse mediante el lenguaje y Ferdinand de Saussure (1857-1913), el padre de la lingüística moderna, escribió en su Cours de linguistique générale (1916:155): "Ninguna idea se establece por adelantado, y nada se distingue, antes de la introducción de la estructura lingüística".
3. Véase Andrews (1996), para quien "The assumed strong connection between language and thought is absolutely central to this line of reasoning, which holds that changing linguistic behavior will lead to reduction of social inequality" (pág. 392, énfasis de la autora).
4. Esta posición es mucho más cercana a la teoría semiótica del filósofo y lingüista Charles S. Peirce, según la cual el lenguaje no es sino uno de los muchos sistemas de signos que sirven potencialmente para organizar nuestra percepción del mundo. Es decir, la teoría de Peirce define el lenguaje como un sistema semiótico que deriva y se define necesariamente en el contexto de un sistema más amplio de signos no lingüísticos. Véase Peirce (1931-58), vol. 2, págs. 93, 227-29, 293-304, pássim y Hookway (1992:119-20).
5. En relación a la gramática, por ejemplo, lo único relevante son ciertos comentarios sobre aspectos gramaticales concretos o sobre el propio concepto de gramática. Por citar un par de ejemplos: en un folleto publicado en la Universidad de Princeton ("How to Speak Post-Modern, Being a Glossary of Actual Post-Modern Terminology in Current Usage Made Sensible for the Un/informed and Semi(initiated), Drawn from the Book Post-Modernism and the Social Sciences by Pauline Marie Rosenau") se dice que la voz activa asigna "excessive importance to the capacities of a single individual to effect language" (pág. 9) y, según Ozersky (1991:37), dicha voz potencia el interés personal por encima de los intereses de la comunidad como un todo; la voz pasiva tampoco goza de muy buena prensa puesto que, como señalan Stanley y Robbins (1985:12), permite a los opresores "[to] obscure relationships and erase responsibility": por ejemplo, la oración pasiva Mary was abused as a child permite ocultar el hecho de que Mary fue violada por su padre (J.P. Stanley, citada en Kramarae y Treichler (1985:38)).
6. Como fenómeno eminentemente léxico, la corrección política ha alcanzado tales dimensiones que ya existen en el mercado varios diccionarios monográficos en los que se recopilan los términos y frases más utilizados. Véanse, entre otros, Rawson (1981), Rees (1993) o Beard y Cerf (1994).
7. Véase a este respecto Andrews (1996).
8. Así lo señala, entre otros, Andrews (1996:390) cuando afirma: "[T]he so-called PC terms make use of typical English terms in a new set of combinations to avoid explicit reference to gender, race, sexual preference, disabilities, and ethnicity. Thus, these newer PC terms seem to function as euphemisms of alternative names that have become taboo."
9. Véase Three Rivers (1990:10).
10. Nótese el contraste entre smellism y scentism. Inicialmente ambos aluden a actitudes relacionadas con el olor que desprenden las personas, pero, según las definiciones ofrecidas por Beard & Cerf (1994), mientras smellism se define como "discriminación, estigmatización u opresión de un ser humano porque su olor corporal se considera desagradable - por ejemplo evitando sentarse junto a dicha persona en un autobús" (p. 68), scentism es más bien "imponer el olor de la colonia, perfume o crema de afeitar de uno a aquellos que no quieren olerlo" (p.63).
11. El equivalente a nuestro "(estudiantes) mayores de 25 años".
12. Aunque los conflictos sociales basados en el sexo y en la raza pertenecen en sentido estricto a este apartado, hemos preferido dedicarles apartados independientes dada su importancia cualitativa y cuantitativa en cuanto a la producción de vocabulario políticamente correcto.
13. El adjetivo American que con frecuencia aparece en los compuestos utilizados para nombrar a las diversas minorías raciales residentes en Estados Unidos ha sido objeto de crítica por parte de algunos militantes radicales del movimiento de la corrección política, particularmente entre los descendientes de alguna de las tribus indias que poblaban el continente antes de la llegada de los europeos. La razón aducida es que el adjetivo American deriva, como es bien sabido, del nombre del (eurocéntrico) explorador Americo Vespucio (véase al respecto Leo, 1991). No en vano se ha propuesto substituir el término America por el de Turtle Island, que es como algunas tribus indígenas denominaban al subcontinente norteamericano antes de la llegada de los "descubridores" europeos (véase Foreman, 1991:45 y Jack, 1976:205).
14. El columnista del Washinton Post, Colma McCarthy considera que palabras como meat, beef, pork, veal, poultry, etc. "make gruesomeness palatable", es decir, hacen digerible lo truculento. Paradójicamente, ésa descripción podría aplicarse con propiedad al léxico eufemístico políticamente correcto, cuya función principal parece ser precisamente la de hacer digeribles unas realidades sociales a veces ciertamente truculentas.
15. Los términos referidos a la identidad sexual y a ciertas prácticas sexuales consideradas no convencionales se tratarán en el próximo apartado.
16. Los sufijos derivativos que indican género femenino (-ess, -ix, -enne, -ine, -ette) son especialmente rechazados pues al utilizarlos para crear lexemas femeninos a partir de los correspondientes masculinos se perpetúa la concepción falocéntrica de que lo masculino es lo básico y esencial mientras que lo femenino es típicamente derivativo o secundario. A veces, en lugar de recurrir a la sustitución de estos sufijos por el sexualmente neutro -on se recurre a la creación de nuevos lexemas femeninos por medios no derivativos, por ejemplo, en lugar de derivar heroine a partir del masculino hero, se sugiere la adopción hera o shero como correspondientes formas femeninas.
17. La referencia masculina es real y evidente en palabras como chairman o doorman, mientras que en palabras como human o manhole es totalmente figurada al no funcionar -man como un morfema.
18. Algunas de las acuñaciones más disparatas a este respecto se recogen en The Efemcipated English Handbook, 1983), de Bina Goldfield, donde aparecen términos como abdofem (< abdomen), afemdfemt (< amendment), femagefemt (< management), etc. Este tipo de términos han sido justamente criticados incluso por destacados representantes de la corrección política y del movimiento feminista que consideran que dichos términos trivializan la causa feminista. Esta misma crítica podría extenderse a los excesos cometidos por la corrección política en muchos otros ámbitos léxicos con la consiguiente trivialización de las relaciones sociales/sexuales, de las relaciones y conflictos de poder, de la lucha de clases, etc.
19. A pesar de que el término hystery parece una maliciosa acuñación masculina basada en su similitud con hysteria o hysterics, en realidad es un invento de la revista feminista The Flame a partir de la raíz latina hyster (útero, matriz) que pretende enfatizar la presencia y la perspectiva femenina de la historia. Según dicha publicación, el término hystery es preferible al más popular herstory ya que aquél enfatiza la idea de origen o útero. Curiosamente, los términos hysteria o hysterics también derivan de la misma raíz hyster ya que se pensaba que esta enfermedad nerviosa era más frecuente en la mujer que en el hombre.
20. El término himmicane se acuñó para protestar contra la práctica de los metereólogos norteamericanos de dar nombres femeninos a los huracanes y otras tormentas tropicales destructivas. Como señalan Frank y Treichler (1989:200) la reivindicación feminista tuvo éxito y en la actualidad los huracanes reciben, alternativamente, nombres masculinos y femeninos.
21. Con este término Daly (1987:210) alude a los intentos masculinos de usurpar el papel de la mujer en las tareas reproductoras. Según la autora, esta inversión fundamental de los papeles reproductores es característica de los mitos patriarcales, como sucede en el mito de Dios Padre creando el mundo, Adán dando vida a Eva o Zeus engendrando a Atenea. Asimismo, esta maternidad masculina se evidencia en los intentos masculinos de autoreproducción por medio de tecnologías reproductivas (como la inseminación artificial o la fertilización in vitro) consideradas prácticas necrológicas por la autora ya que reducen a la mujer a la condición de incubadora o contenedor y persiguen en última instancia su aniquilación. Daly escribía estas cosas diez años antes de que varios científicos, todos hombres, clonaran a Dolly, la oveja en la que han coincido dos circunstancias que han irritado a las feministas: por un lado, su origen extra-sexual que, ciertamente, usurpa el papel hasta ahora fundamental de la hembra en la reproducción de muchas especies; por otro lado, el hecho de que un equipo de científicos falócratas bautizaran a la oveja clónica con el nombre de la famosa y protuberante cantante de country americano Dolly Parton.
22. La caracterización que la autora hace de estos sexos intermedios, a los que denomina genéricamente intersexuals es como sigue: ferms, poseen ovarios y algunos aspectos típicos de los genitales masculinos, pero no testículos; herms, poseen un ovario y un testículo (lo que la cultura médica tradicional dominante llama "verdaderos hermafroditas"); merms, poseen testículos y algunos aspectos de los genitales femeninos, pero no ovarios (Fausto-Sterling (1993).
23. El doctor Dale Spender (Women of Ideas and What Men Have Done to Them), considera que el término prostitute es inapropiado no solamente porque implica un juicio de valor, sino porque es extremadamente difícil definirlo sin incluir a las esposas, quienes, según él "también ofrecen servicios sexuales a cambio de sustento" (p. 341). Este es un ejemplo característico del fenómeno ya apuntado anteriormente: junto al suavizamiento léxico que supone la sustitución de prostitute por sex worker o sex care provider, se produce un endurecimiento paralelo del léxico en las propuestas de sustitución del término wife por el de unpaid sex worker o en las definiciones de marriage como legalized rape o legalized prostitution.
24. Fuente: Executive Recruiter News, a newsletter for
executive search consultants, Fitzwilliam: New Hampshire, noviembre 1990.
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