NOTICIAS DEL MASTER
Viaje al Castellón
Alto y la necrópolis de Tútugi
17 de diciembre de 2010
Continuando
con el programa de visitas a diferentes yacimientos y lugares de
interés arqueológico organizado dentro del Máster de Arqueología
y Territorio del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la
Universidad de Granada, el pasado día 17 de diciembre de 2010
fuimos con la asignatura de Asentamiento y territorio en las
comunidades de la Edad del Bronce, al yacimiento argárico de
Castellón Alto y a la necrópolis tumular ibérica de Tútugi,
enclavados en el término municipal de Galera (Granada).
Partimos a las 8 de la mañana del monasterio de Cartuja, con un
frio increíble que tenía los cristales de los coches
escarchados, y con la seguridad de que a donde nos dirigíamos
haría más frio, como efectivamente paso.
En primer lugar, visitamos el Museo Municipal, ubicado en el
antiguo convento de Cristo Rey, inaugurado en el 2001. Como
anécdota, el arqueólogo del pueblo, un antiguo alumno de nuestro
máster de una anterior edición, llego con un poco de retraso,
por lo que padecimos el frio de altiplano un poco más de lo
deseado.
Ya en el Museo Municipal, desentumeciéndonos del frio de Galera,
vimos el dicho museo, organizada su exposición en tres plantas,
en el se muestran Galera objetos que pertenecen prácticamente a
todos los periodos del desarrollo histórico en esta comarca. Sus
colecciones son una muestra muy ilustrativa del desarrollo
histórico de la comarca. Los yacimientos más antiguos tienen
alrededor de 4500 años y los más modernos pertenecen al período
medieval, con una exposición etnológica en la planta del
subsuelo. Los materiales que en él se exponen pertenecían a
colecciones particulares de gente del pueblo que los había ido”
encontrando”, y que los donaron al museo. Esto último es
importante, porque nos indica como la gente del pueblo ha pasado
de expoliar su patrimonio, a considerarlo un elemento esencial
de la promoción de su comarca, y un cambio de paradigma en la
concepción de las gentes del pueblo por la cultura.
En la superior pudimos observar los diferentes paneles
explicativos y las vitrinas que albergaban los restos de cultura
material mueble desde la Edad del Cobre, si bien el grueso de lo
expuesto se centraba en la Edad del Bronce, a través del
registro aportado por el yacimiento argárico del Castellón Alto.
Sin duda, la pieza más singular y la “joya de la corona” del
museo son los restos humanos parcialmente momificados hallados
en la sepultura 121 del citado asentamiento, para la cual fue
necesario desarrollar toda una compleja labor de conservación,
extracción y estudio durante un largo tiempo, tanto en el mismo
yacimiento como en el laboratorio, pudiendo ser contemplado en
la actualidad preservado dentro de una gran urna preparada para
su conservación; se trata de un enterramiento doble, compuesto
por un individuo infantil y por un hombre adulto, el cual
conserva restos de materia orgánica, cabello peinado con una
larga trenza y restos de los tejidos que vestía cuando fue
enterrado. Asimismo, cuenta con un ajuar funerario integrado por
diversas piezas cerámicas y objetos metálicos, como un puñal de
remaches.
Visto el museo, visitamos a unas alfareras del pueblo que están
especializadas en la elaboración de cerámica prehistórica,
reproduciendo fielmente las características de las piezas
argáricas, aunque también reproducían cerámicas campaniformes y
romanas, siguiendo a grandes rasgos el sistema empleado en su
elaboración en la antigüedad.
Luego recorrimos el tramo hasta el yacimiento argárico,
localizado en un cerro escarpado junto a la vega del río Galera.
Se trata de uno de los pocos yacimientos prehistóricos puestos
en valor y preparado para las visita del público en Andalucía,
contando con un pequeño centro de interpretación, donde vimos la
proyección un documental acerca del yacimiento. Como la mayoría
de los yacimientos andaluces puestos en valor, este centro al
igual que el museo tenía una pequeña muestra de “merchandising”.
Iniciamos nuestro recorrido desde la parte alta y fortificada
del asentamiento, el cual sigue una estructuración en tres
terrazas que fueron cortadas en el terreno para ubicar las
diferentes unidades de habitación. Sigue un esquema habitual de
otros yacimientos argáricos: cerro alto con defensas naturales,
aterrazamiento para las viviendas, viviendas rectangulares con
zócalos de piedra y alzados de barro, sepulturas en fosa o
covacha, ajuares que muestran jerarquización social, etc. Un
elemento interesante, localizado en la zona alta es una
cisterna, poniendo de manifiesto la preocupación y control sobre
un bien que se presume escaso, el agua.
A medida que recorrimos el yacimiento
fuimos planteando una serie de cuestiones, tales como la
interpretación a través de los restos funerarios, cuales serán
los indicadores sociales que marcarían las diferencias sociales
en la vida del poblado, ya que la momia de Galera apareció en
una de las partes bajas del yacimiento, (de no posible acceso
por lo escarpado del terreno, aunque todavía visible la
estructura creada para proceder a su excavación y extracción in
si tu), nos indica que tal vez la diferenciación social no
vendría marcada por un esquema tan rígido, que en la parte alta
más altas se localizarían los estatus sociales más alto y a
medida que desandemos estos esto serían estatus inferior.
Luego pusimos rumbo a la necrópolis ibérica de Tútugi, también
localizada muy cerca del municipio de Galera, donde existe una
gran concentración de túmulos de planta circular o cuadrangular
con un corredor de acceso y cubierta plana de madera. Fue en uno
de estos enterramientos donde se localizó hace ya algunos años
la conocida “diosa” o “dama” de Galera, una representación
femenina escoltada por dos esfinges sobre la que existen
múltiples interpretaciones, tal vez importada del Mediterráneo
Oriental.
Tras estas visitas, nos dispusimos a recibir nuestro merecido
almuerzo, unos optaron por bocadillos tomados al “razo”,
mientras otros nos decantamos por un rico menú. Tras esto
tomamos rumbo a Granada y finalizo nuestra “excursión”.
María Ángeles y
Mercedes, alumnas del Master
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