MASTER ARQUEOLOGÍA

 Universidad de Granada


NOTICIAS DEL MASTER

Viaje a la Motilla del Azuer y el Cerro de las Cabezas

12 de noviembre de 2011

 El día 12 de noviembre a la 7:30 de la mañana pusimos rumbo a Ciudad Real, con el fin de visitar dos asentamientos que nos permitieran conocer mejor la ocupación que había tenido esta provincia. La primera parada tenía como objetivo visitar el asentamiento de la Motilla del Azuer situado en el término de Daimiel; la segunda consistió en la visita al asentamiento del Cerro de las Cabezas situado en el término de Valdepeñas.

Tras un viaje de casi 4 horas llegamos a la Motilla de Azuer, asentamiento de la Edad del Bronce, que data de los siglos XXIII y XV a.C. Su carácter excepcional se lo confiere, la monumentalidad de las estructuras de fortificación y sus características propias, como su función de gestión y control de recursos económicos lo que le confiere un carácter único dentro de la Edad del Bronce de la Península Ibérica.
 

El circuito que seguimos para la visita del yacimiento partió de un primer acercamiento a las características de la Edad del Bronce en la Mancha Occidental por parte de uno de sus directores, F. Molina. Luego debido a la imposibilidad de abordar la visita todos juntos fuimos divididos en tres grupos, iniciando distintos recorridos del asentamiento que coinciden con los que un futuro los visitantes podrán realizar una vez termine la puesta en valor del yacimiento.

Hemos de destacar la gran impresión que nos llevamos los alumnos del máster al ver las construcciones que encerraba la Motilla, pues un primer vistazo desde fuera enmascara las grandes estructuras que se encuentran en su interior. Comenzamos el recorrido por la parte exterior del asentamiento donde se sitúa la zona de hábitat, con viviendas de planta oval o rectangular. A través de pasillos se accede al interior del recinto atravesando la primera línea de muralla, que destaca por su desplome de sus paramentos hacia el interior; en este primer recinto nos encontramos con una serie de hornos y de silos. Siguiendo los pasillos accedimos al segundo recinto, con varias fases de ocupación, se utilizó como zona de estabulación ocasional de ovejas, cabras y cerdos y especialmente como almacén de cereales. La siguiente parada tenía como destino el patio, que dejo a los alumnos impresionados por el espectacular pozo que albergaba, con una altura de 16 m. desde la torre, que los habitantes del Azuer excavaron hasta alcanzar el nivel freático para abastecer de agua el asentamiento. Por último accedimos a la torre por unos pasillos con rampas, con una altura de 7m. de alto forma el núcleo central de la fortaleza, desde ella se puede contemplar la llanura manchega que rodea el asentamiento.

Tras la visita de la Motilla pusimos rumbo al siguiente yacimiento, el Cerro de las Cabezas, al que llegamos a las 16 horas aproximadamente, pues antes de seguir con la visita realizamos una parada para reponer fuerzas y calmar nuestros estómagos. Allí fuimos recibidos por un guía, que nos mostró el gran asentamiento oretano, descubierto con motivo de la construcción de la Nacional IV Madrid – Cádiz. Situado en una posición estratégica de paso, fue ocupado desde el siglo VII al II a.C. los primeros niveles de ocupación datan del Bronce final, aunque su mayor esplendor lo alcanzo a partir del S. V a. C. momento en el que su ordenamiento urbano comienza a configurarse.
 

El recorrido comenzó por la visita al oppidum ibérico o poblado en ladera, construido sobre una serie de terrazas para salvaguardar los desniveles de la colina sobre la que se asienta. Situado en una posición estratégica de paso y con un importante sistema defensivo, 1600 m. de línea de muralla, encierran tras de sí una ciudad organizada en torno a ejes principales y secundarios con áreas domesticas, defensivas, religiosas, almacenes, alfares, etc. El importante nivel de conservación que nos encontramos en este asentamiento es debido a que desde su abandono en el S. III a. C. no volvió a ser ocupado, salvo en la zona alta del cerro donde se han documentado niveles de la edad media. El hecho de que haya llegado hasta nosotros este asentamiento se debe a que desde
 

Lo más característico de este asentamiento es la labor conservadora y museográfica que se está llevando, con el objetivo de acercar la historia a la población de una forma didáctica. Para ello cuenta con un espectacular centro de interpretación, en el que finalizamos nuestro recorrido, en el se reconstruye a tamaño natural varias partes del asentamiento, además de contar con audiovisuales, fotografías que permiten al visitante comprender mejor el yacimiento que acaba de visitar.
 

Con esta última parada pusimos fin a una larga y agotadora jornada, pero siempre enriquecedora que nos permitió conocer y acercarnos personalmente a la riqueza arqueológica de Ciudad Real.

Begoña Serrano, alumna del Máster