NOTICIAS DEL MASTER
Visita a la
Alcazaba y Museo de Almería
30 de abril de
20
El
viernes 30 de abril, los alumnos del Máster de Arqueología, en
su mayoría pertenecientes a la asignatura de Difusión y Puesta
en Valor del Patrimonio Arqueológico, visitamos el Conjunto
Monumental de la Alcazaba de Almería y el museo arqueológico de
dicha ciudad.
Por la mañana, y durante cuatro horas, estuvimos recorriendo la
Alcazaba guiados por la antigua directora del Conjunto, previa
recepción por parte de la actual máxima responsable del mismo.
Así, primeramente entramos en las dependencias administrativas,
donde se nos explicó la lamentable situación económica y de
falta de personal que vive este monumento en la actualidad, así
como el escaso apoyo de que secularmente ha sido objeto por
parte de las autoridades competentes. Tras un vistazo al aljibe
y la fuente medievales, dentro de los jardines, nos detuvimos en
el muro de la vela, donde se ubica una campana de época moderna
que avisaba a la población en caso de ataque berberisco. Desde
allí pasamos al segundo recinto, que ha venido siendo excavado
en los últimos años. Aquí se concentran restos de gran valor, y
que reflejan la excepcional riqueza de este yacimiento medieval,
ya que su secuencia crono-estratigráfica comprende todas las
fases evolutivas de al Andalus, e incluso anterior, ya que en él
hallamos restos romanos también. Entre muros de diferentes tipos
de tapial, observamos los restos del palacio taifa, su jardín y
sus baños, casas nazaríes y una puerta en recodo, mientras desde
las torres más altas (reconstruidas la mayoría, con mayor o
menor acierto) comprendimos la Alcazaba en su contexto espacial
observando el actual paisaje urbano de Almería, en gran parte
fosilizado desde el medievo. Para completar la extensa visita,
finalizamos en el Alcázar de los Reyes Católicos, construido
enteramente en sillería a poniente de la ciudadela a finales del
siglo XV.
Después
del tiempo acordado para comer reiniciamos la visita de
prácticas en el Museo Arqueológico.
Desde el mismo momento en el que entramos en la planta baja, en
la que se inicia el recorrido bajo la Nube de Siret (homenaje al
padre de la prehistoria almeriense), pudimos intuir algunas de
las claves que hicieron a este museo convertirse en 2008 en
Museo Europeo del Año, y que van a ser, además, constantes a lo
largo de todo el recorrido. Destacan, entre otras, el atrevido
diálogo entre la expresión artística contemporánea y los restos
materiales de algunos momentos culturales por los que ha pasado
la provincia de Almería, así como la diversa combinación de
recursos museográficos clásicos, tales como vitrinas o maquetas,
junto a otros no tan clásicos, como monitores interactivos y
multipantallas que nos mantuvieron activos en todo momento.
En la primera y segunda planta, dedicadas casi exclusivamente a
la sociedad de Los Millares y El Argar
respectivamente, a excepción de una sala en la que se nos
introduce brevemente a las primeras sociedades agrícolas y
ganaderas, realizamos inicialmente un recorrido semejante que
nos llevó desde la zona dedicada a la investigación a una
maqueta en la que con un lenguaje artístico contemporáneo se
pretende mostrar cómo eran estos asentamientos. Tras este punto
en común, los recursos museográficos que permiten al visitante
conocer ambas culturas se vuelven radicalmente diferentes. Por
lo que respecta a la sociedad de Los Millares se realiza una
clara división entre el ámbito de la vida, articulado en torno a
una representación de un bastión, y el ámbito de la muerte,
articulado en torno a la representación esquemática de un tholos.
Para mostrar cómo era la sociedad de El Argar, en cambio, se
recurre únicamente a una rampa con la que se pretende poner de
manifiesto la situación en altura de los asentamientos
argáricos, así como la fuerte jerarquización que caracterizaba a
esta sociedad mediante la disposición de los restos materiales,
de modo que en la parte baja se sitúan los objetos y tumbas de
la clase más pobre, y en la parte alta de la rampa se sitúan los
de las clases dominantes.
Nuestra visita al museo concluyó en la tercera planta, en la que
se representan, de manera muy exigua, la cultura romana y la
medieval, pero donde destacan piezas tan excepcionales como la
escultura del dios Baco, y el mosaico de la villa romana de
Chirivel, o las lujosas estelas y macabriyas situadas en una
zona dedicada a los enterramientos islámicos.
A media tarde emprendimos el camino de vuelta a Granada,
cansados aunque satisfechos por haber podido distinguir después
de una visita tan completa la variedad de discursos de difusión
con los que se puede presentar el patrimonio arqueológico.
Manuel M. Alonso
Yolanda Górriz Expósito
Alumnos del
Master
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