NOTICIAS DEL MASTER
Viaje de prácticas a
Los Millares
12 de diciembre de 2009
Continuando con
la programación del Máster de Arqueología y Territorio, el día
11 de diciembre nos dirigimos nuevamente de viaje hacia Millares
con la intención de acercarnos algo más a la prehistoria
reciente andaluza.
Los Millares es un poblado prehistórico, descubierto en 1891 por
Luis Siret, situado en el municipio de Santa Fé de Mondújar, a
17 km de Almería, España. Es uno de los yacimientos más
importantes de la Europa de la Edad del Cobre, y da nombre a la
Cultura de Los Millares, que se extendió por Andalucía.
El viaje nos permitió observar una de las "joyas" más
esplendorosas del pasado considerado a nivel internacional como
el más importante de los yacimientos europeos de la Edad del
Cobre. Su extensión, la complejidad de sus sistemas defensivos y
lo evolucionado de sus ritos funerarios, no tiene paralelo en la
Europa de la época. Además los investigadores coinciden en
considerar esta cultura como la pionera en la introducción de la
metalurgia del cobre en el Mediterráneo occidental.
El circuito que seguimos para la visita del yacimiento
arqueológico de Los Millares, consistió en primer lugar en una
visita al centro interpretativo. Aunque la división en grupos
fue obligada, exigida por el tamaño de las salas, ambos
atendimos a las primeras explicaciones del profesor
correspondiente mientras que rodeábamos la maqueta del poblado,
situada en una de las estancias. Posteriormente asistiríamos a
la proyección de un vídeo que mostraba perfectamente la
evolución del poblado de millares además de la progresión del
sistema de defensa reflejado en el fortín 1.
Continuando con la visita nos dirigimos hacia la zona
interpretativa, una reproducción del poblado localizada al norte
de la necrópolis. Aquel conjunto de edificaciones nos facilitó
la comprensión de lo que debió ser la vida cotidiana en un
poblado de la edad del cobre, en concreto Millares.
En esta zona interpretativa pudimos diferenciar, un lienzo de
muralla con dos torreones, dos tholos, un taller metalúrgico, un
corral, dos cabañas, un pequeño horno, edificaciones que
representaban lo que fueron las edificaciones y el aspecto
primitivo del poblado.
Una vez vista la recreación del poblado acudimos sin mas
dilación a la necrópolis, situada frente a la muralla exterior,
ocupa unas 2 ha, y contiene cerca de un centenar tumbas, la
mayoría tholoi, de enterramiento colectivo y en forma de túmulo
o falsa cúpula . Los ricos ajuares encontrados en el interior de
estas tumbas , han permitido reconstruir de forma bastante fiel,
no solo sus creencias religiosas, sino también las condiciones
materiales en las que se desarrolló la vida de sus propietarios.
Destacan entre los objetos encontrados los pequeños ídolos de
hueso o de piedra decorada, los platos y cuencos de cerámica con
grabaciones simbólicas y los utensilios domésticos de sílex o
metal que en vida pertenecieron al difunto.
A continuación de la necrópolis contemplamos el poblado. Para la
ubicación del poblado se eligió una estratégica meseta en forma
de espolón, a una altitud de 270 metros y que se encontraba
flanqueada por dos de sus lados por sendos cursos fluviales que
además de permitir una fácil defensa natural, se encontraba
próxima al mar y a escasa distancia de ricos yacimientos de
mineral de cobre . Este llegó a albergar más de 1000 personas en
el momento de máximo esplendor y que está escasamente excavado,
formado por cabañas circulares con un diámetro comprendido entre
los 4 y los 7 metros , con zócalos de piedra , la cubierta
vegetal y el piso de tierra apisonada en el que solo aparecen
como "mobiliario" restos del hogar, molinos de piedra y algún
silo excavado en el suelo de la vivienda.
La cerámica recuperada en el yacimiento incluye tanto piezas
lisas como decoradas, incluyendo cuencos con motivos en forma de
óculos. Diseños similares aparecen en varios ídolos de piedra
también recuperados. A partir de mediados del tercer milenio, se
encuentran ya cerámicas de tipo campaniforme.
Pudimos observar a la vez que caminábamos el excepcional sistema
defensivo del poblado, el cual consistía en cuatro líneas de
murallas que se fueron construyendo a medida que la ciudad
crecía, siendo la última, con una altura próxima a los cuatro
metros y una longitud de 310 , la más larga de Europa en su
época . Además está jalonada a intervalos de doce a quince
metros por una sucesión de torreones y cuenta con una
sofisticada puerta de acceso. Además de las defensas interiores
debemos destacar las exteriores constituidas por 15 fortines ,
que se sitúan en las colinas que rodean la meseta en la que se
asienta el poblado, y que presentan formas constructivas
complejas .Así el mas conocido, y el cual visitamos finalmente,
es el denominado fortín nº 1 que cuenta con un profundo foso,
dos líneas de muralla superpuestas y varias cabañas en su
interior.
Como conclusión me gustaría resaltar el gran aporte intelectual
que nos ofreció la visita al yacimiento reflejándonos
perfectamente la organización de un poblado de la Edad del Cobre
y valorar de forma positiva el trabajo que se esta llevando a
cabo en el yacimiento en cuanto a su conservación y puesta en
valor.
Carlos Maeso Taviro
Alumno del Master en Arqueología
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