En época de Linneo (1707-1778), el método usado para nombrar científicamente a los seres vivos, consistía en una pequeña descripción constituida por varias palabras (polinomio) que acompañaba a un nombre genérico. El sistema aunque ya cumplía algunas de las premisas imprescindibles para su uso por la comunidad científica, como la universalidad, y la busqueda de una única denominación para cada planta; en la práctica resultaba engorroso pues complicaba el lenguaje escrito y obligaba a memorizar largas denominaciones. En sus notas de campo y en las etiquetas de las colecciones de plantas, algunos botánicos usaban sistemas que añadían al nombre genérico un número, un caracter o incluso un epíteto. Desde 1737 Linneo, había ensayado una forma sencilla de denominar a lo seres vivos, incluso había compuesto algunas reglas de nomenclatura. A pesar de no ser muy bien recibida por algunos botánicos influyentes, incluyó los nuevos nombres en el margen de las páginas de su "Species Plantarum" (1753) junto al nombre antiguo de cada especie, compuesto según el sistema habitual en la época. Este nuevo nombre servía para facilitar la identificación de cada una de las especies en el índice de la obra. Con el tiempo, y dada la tremenda difusión que la obra tuvo en su época se popularizó entre los eruditos el uso del epíteto utilizado por Linneo para construir su índice como única denominación para cada especie.

En la actualidad la nomenclatura de las especies vegetales se rige por una serie de normas inspiradas en el sistema de Linneo que contemplan las necesidades prácticas y los requerimientos derivados del avance en el conocimento científico. Estas normas se recogen en un Código Internacional de Nomenclatura Botánica, que establece un sistema de reglas divididas en artículos de obligado cumplimiento y recomendaciones de seguimiento opcional. Sus dos princípios básicos son: la existencia de un único nombre correcto para cada especie y la prioridad de publicación.

El nombre científico de una especie consta de dos palabras, la primera -el nombre genérico- es un sustantivo singular o una palabra usada como un sustantivo y escrita en latín; se escribe siempre con una letra mayúscula inicial. La segunda palabra del binomio - el epíteto específico - , puede derivarse de cualquier fuente, puede hacer refrencia a una persona, a un lugar geográfico, a una característica de la planta, a una denominación antigua común de la planta o puede elegirse de forma arbritaria, aunque suele ser un adjetivo referido a una característica con valor diagnóstico de la especie. En el caso de que conste de dos palabras estan deben unirse por un guión (ej. Adiantum capillus-veneris). Gramaticalmente debe coincidir con el género (masculino, femenino o neutro) del nombre génerico. El epíteto específico debe comenzar con una letra minúscula, se admite el uso de mayúsculas cuando deriva del nombre de una persona.

Cuando se manuscriben, los nombres científicos, deben subrayarse y cuando se mecanografían o imprimen los binomios han de ponerse en cursiva o distinguirse con un tipo de letra más grueso que el resto del texto. El nombre, o la abreviatura del nombre, de la persona o personas que han descrito o realizado la combinación debe añadirse a continuación del binomio:

Ej.Artemisia granatensis Boissier o Artemisia granatensis Boiss.

A veces hay un nombre entre paréntesis a continuación de un epíteto específico, esto se debe a que la especie en concreto ha sido revisada en su concepto o trasladada a otro género distinto de aquel en que fue situada por el autor que la describió por primera vez; en estos casos se mantiene entre paréntesis el nombre de dicho autor y a continuación se indica el del responsable de la modificación.

Ej. Paronychia capitata (L.) Lam.

La nomenclatura en algunos casos particulares

HÍBRIDOS: son resultado de la unión sexual de plantas que pertenecen a distintos táxones.

Interespecíficos: son aquellos que proceden del cruce de os especies del mismo género. Se señalan intercalando una x entre el nombre genérico y el específico.

Ej. Pelargonium x domesticum L. H. Bail = Pelargonium grandiflorum x Pelargonium cucullatum



Intergenéricos: son el producto del cruce de dos plantas procenentes de géneros distintos. Se escriben anteponiendo una x al nombre genérico.

Ej. x Cupressocyparis leylandii (Dallim. & A.B. Jackson) Dallim.= Cupressus macrocarpa x Chamaeciparis nootkatenssis

 

CULTIVARES: son formas obtenidas mediante reproducción vegetativa a partir de un ejmplar con caracteristicas deseables desde el punto de vista agrícola. Se nombran mediante una o más palabras tomadas de alguna lengua actual, en mayúscula y entre comillas o precedidas de la abreviatura cv.

Ej. Solanum tuberosum L. ‘Claudia’ o Solanum tuberosum L. cv. Claudia


QUIMERAS: son el resultado de un injerto o una manipulación tisular que produce una planta con caracteres intermedios. Se nombran anteponiendo una + al nombre genérico que se construye sumando en orden alfabético los dos géneros implicados.


Ej. + Crataegomespilus dardarii (Crataegus monogyna + Mespilus germanica)