SIPNOSIS
El último conquistador, don José de Gálvez, con un ejército de mil quinientos hombres, se dirige al mar de Cortés, presa de la fiebre del oro y de las fabulosas riquezas de la mítica California. Construye una poderosa armada en San Blas y, tras enviar a fray Junípero Serra y a los comandantes Rivera y Gaspar de Portolá a la conquista de la California Alta, se dirige a la isla de Cerralbo, en la California Baja, donde "los nacimientos de perlas son tan grandiosos que vomitan ambargrís en cantidades que forman colinas e islas". Tras su fracaso, al no confirmarse tan lisonjeras perspectivas, marchará a la Sonora, donde "hay tantas montañas macizas de oro", pero el desierto y los indios acaban con sus ensoñaciones de juventud. La soledad y el delirio, el lento veneno del oro y la gloria perdida le hunden en una de las locuras más misteriosas que lo convierten en el personaje literario más atractivo y polémico de nuestra historia americana del siglo XVIII. |