El fuerte viento que sopló la noche del pasado lunes en Palma de Mallorca rompió uno de los vitrales que Miquel Barceló había construido para la capilla de Sant Pere de la catedral de Palma. Los cinco vitrales, de 12 metros de altura, estaban tapados en su parte exterior por plásticos oscuros, a la espera de que se instalara un vidrio de seguridad que debía protegerlos de las inclemencias meteorológicas. No se llegó a tiempo: un vendaval se lo llevó por delante.

Don Juan Carlos y doña Sofía asistieron el viernes en la Seo de Palma de Mallorca a una Eucaristía para conmemorar el 700 aniversario de la catedral, y a la inauguración de la capilla que acoge las pinturas y esculturas de Miquel Barceló .Con este acto, al que asistió el obispo de Mallorca, Carlos Murgui, se clausuraron las celebraciones de conmemoración del centenario del templo balear.