«La ferrería de Plazaola, la mejor conservada del valle de Leitzaran sufrió un grave daño el 8 de marzo. Luego, la empresa propietaria de una central eléctrica cercana comenzó a reparar por su cuenta los desperfectos, y causó un daño todavía mayor. Se trata de una ferrería que está catalogada como Zona de Presunción Arqueológica, y por lo tanto esas obras de reparación debían haber contado con permiso de la Diputación. Pero ni se pedió permiso ni la Diputación actuó, y ahora pido a la Diputación que, por lo menos, abra un expediente». El que así habla es Xabier Cabezón, un estudioso del valle de Leitzaran, y en su opinión «estamos ante una nueva pérdida de nuestro patrimonio».

Burdina Taldea, de Andoain y Aldin Kultur y Kirol taldea, de Berastegi, sensibilizados por la recuperación del patrimonio histórico y cultural del valle de Leitzaran denuncian que un nuevo destrozo ha causado serios daños en el valle del Leitzaran. «En esta ocasión se trata de la ferrería de Plazaola, que es la mejor conservada del valle», indican. La ferrería de Plazaola fue declarada en 1997 Zona de Presunción Arqueológica. Esto significa que cualquier actuación sobre sus ruinas requiere el estudio previo y la autorización de la Diputación Foral de Guipúzcoa, responsable de la conservación del patrimonio arqueológico. Por encima de las ruinas de la ferrería pasa (desde 1900) el canal de una central eléctrica (Plazaola nº 1).

La asociación Burdina Taldea de Andoain y el grupo de cultura y deporte Adin de Berastegi han denunciado los destrozos causados en las ruinas de la antigua ferrería del Plazaola por parte de la empresa propietaria del canal de la central eléctrica que pasa por encima de esta zona. Burdina y Adin relatan que en la madrugada del pasado 8 de marzo, la lluvia y el fuerte viento, unido a un fallo en las turbinas de la central, provocaron la rotura del canal, justo a su paso por encima de la ferrería que, casualmente es la mejor conservada del valle Leizarán.