Esta nueva fase de los trabajos, que supervisa el Instituto de Patrimonio Histórico Español (IPHE) del Ministerio de Cultura, se enmarca en el Plan Nacional de Catedrales firmado con la Conferencia Episcopal. La actuación forma parte del conjunto de intervenciones previstas en el plan director de la catedral de Tarazona, cuya construcción comenzó en el siglo XIII, y se enmarca en la lógica de continuidad de obras previas y en ejecución que han supuesto la consolidación e impermeabilización de todo el templo. La intervención prevé restaurar el interior de las naves central y laterales, así como de los pies, cuerpo del órgano, baptisterio y pórtico pequeño, la implantación de calefacción por sistema de suelo radiante y el seguimiento arqueológico en bóvedas y muros.