El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias (PSOE), está moviendo cielo y tierra para evitar que el nuevo Museu de Lleida, que abrirá sus puertas al público el próximo viernes, incluya en su exposición permanente piezas de arte sacro procedentes de la Franja. Tal es el enfado del jefe del Ejecutivo aragonés que ayer escribió una carta al Nuncio Apostólico de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, en la que le solicita que prohíba al museo exhibir los bienes religiosos reclamados por el obispado de Barbastro-Monzón (Huesca).