Así se desprende de los acontecimientos que se sucedieron en la mañana de ayer, cuando la arqueóloga municipal Carmen Martínez, y miembros de varias asociaciones de la pedanía buscaron entre los escombros el escudo heráldico del molino, que estaba protegido al considerarse Bien de Interés Cultural.Desde que agentes de la Policía Local y técnicos de urbanismo paralizasen las obras, la asociación ‘Patrimonialjucer’, la Junta Vecinal y la Asociación de jóvenes del pueblo han estado vigilando que los trabajos de entubamiento de la acequia y la demolición total del molino no se llevasen a cabo, “puesto que la Junta de Hacendados carece de los permisos necesarios, y tampoco queremos que el molino, o lo que queda de él, sea objetivo de saqueadores”, aseguró a esta redacción Pedro Fernández, presidente de la Asociación Juvenil de Aljucer. Así han llevado a cabo varios turnos de vigilancia.