Burriana vivió ayer una jornada histórica. El derribo de la Casa Abadía de la iglesia de El Salvador pone fin a 12 años de negociaciones y desencuentros y permitirá hacer accesible el ábside gótico de la parroquia, que ha permanecido oculto durante 158 años. La falta de acuerdo en la ubicación de la nueva Casa Abadía ha frenado la ejecución de un protocolo de intenciones firmado en 1996 que permitió la construcción del museo del Cardenal Tarancón.