Observatorio del Patrimonio Histórico Español |
OBSERVATORIO DEL PATRIMONIO HISTÓRICO ESPAÑOL |
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proyecto de excelencia |
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L4 |
LA PROTECCIÓN DE LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA |
Ángel Isac Martínez de Carvajal - Joaquín Casado de Amezua Vázquez |
En el marco general del estudio comparado de las políticas de protección del Patrimonio Histórico Español, La protección de la Arquitectura Contemporánea representa una línea de investigación anclada en uno de los aspectos más decisivos de la evolución del concepto de Patrimonio en las últimas décadas: su extensión hasta alcanzar a bienes de más reciente historia. En el ámbito del Patrimonio Arquitectónico, la “Declaración de Praga para la protección de los monumentos de los siglos XIX Y XX” (1971), fue la respuesta ante las desapariciones que venían produciéndose de edificios de gran valor histórico y cultural, pero carentes de cualquier tipo de protección; al mismo tiempo, la declaración redactada al inicio de los setenta sirvió como punto de partida para la definitiva aceptación del valor patrimonial de la arquitectura más reciente, proceso respaldado por acontecimientos como la creación del DOCOMOMO (Documentación y Conservación de la Arquitectura del Movimeiento Moderno, Eindhoven, 1988), la cada vez más numerosa presencia de edificios del siglo XX en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, o proyectos como el Registro Andaluz de la Arquitectura Contemporánea (IAPH), actualmente en curso. La historiografía arquitectónica del siglo XX debatió todo tipo de definiciones conceptuales y de taxonomías para explicar una compleja secuencia de tendencias y modos arquitectónicos; discusión que sigue abierta y que, precisamente, define un ámbito propio de investigación indispensable para cualquier otra tarea crítica. Sin ánimo taxonómico, puede afirmarse que en la Historia de la Arquitectura del siglo XX, los conceptos de Movimiento Moderno o Estilo Internacional , y Posmoderno , definieron dos modos genéricos y contrapuestos de proyectar. Los dos primeros, que también podríamos incluir en la llamada Tradición Moderna , representaron, desde los años veinte del siglo pasado hasta la década de los sesenta, la forma de la nueva arquitectura de vanguardia caracterizada, en términos generales, por la racionalidad constructiva, el funcionalismo programático, la desornamentación crítica, la pureza de líneas y planos, la geometría ortogonal, las cubiertas planas, etc. Frente a todos estos postulados se alzó la reacción posmoderna que reivindicó los valores de la arquitectura histórica, en especial los modelos del clasicismo pero también los referentes más vernáculos, la complejidad formal, lo ornamentado, la geometría compleja o fracturada, la intensidad del color, etc. Si durante muchas décadas se impuso la máxima del “menos es más” de Mies van der Rohe, su álter ego posmoderno, Robert Venturi, hizo creer a muchos que “menos es aburrido”. “Patrimonio sólo tenemos uno, del pasado al futuro. Todo es cuestión del concepto de historia” (Tavora, F. Comunicación a la Conferencia Ambiente urbano/líneas de innovación. Oporto 1992. en Mendes, M. Nosotros. Una modernidad de frontera. Hacia un cambio inacabado. Arquitectura del movimiento moderno. Registro Docomomo Iberico , Barcelona 1996) El proceso y los mecanismos de protección Proteger bienes arquitectónicos de muy reciente historia es un proceso difícil y complejo, y se debe mover entre unas determinadas cualidades entre las que podemos destacar las siguientes: rigor metodológico, conocimiento histórico-gráfico-tecnológico, transversalidad, esencialización formal y el uso del método experimental, procurando siempre realizar actuaciones medidas y ausentes de ruidos. Este tipo de cualidades propiciará que las actuaciones se consoliden y permanezcan vivas, reconociendo con ello uno de los objetivos de la intervención en el Patrimonio Arquitectónico, cual es la transmisión de sus valores en el tiempo. Las arquitecturas contemporáneas –todas aquellas generadas en el proceso de constitución de la llamada Tradición Moderna, y su posterior revisión, crisis y permanencia- requieren mecanismos de protección que deberían estar ligados a los siguientes parámetros:
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