Presentación

El 27 de junio de 2007, la ministra de Agricultura y Pesca Elena Espinosa ratificó su compromiso en la elaboración de los trámites pertinentes para que la dieta mediterránea sea incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad elaborada por la UNESCO. La propuesta fue lanzada en el 2005 por parte de la Generalitat Catalana y el Gobierno Español, que cuentan además con el apoyo del Observatorio Mundial de la Dieta Mediterránea , formado ese mismo año por el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación para el Desarrollo de la Dieta Mediterránea, con el fin de difundir los beneficios del modelo alimenticio.

Acompañaría así a la candidatura respaldada por el Gobierno francés para que la “Nouvelle Cousine” también sea incluida en dicha Lista, lo que supone un segundo intento para que las artes culinarias formen parte del patrimonio inmaterial, ya que en el año 2005 la cocina mexicana aspirante a tal distinción, no fue admitida por la UNESCO.

La dieta mediterránea es un modelo culinario basado en los patrones de alimentación de los países integrantes de la cuenca del Mediterráneo, tales como España, Italia o Grecia, para los que supone un elemento de identidad. Su fundamento se encuentra en el empleo del aceite de oliva como base de una dieta rica en cereales, frutos secos, pescado, frutas y verduras, legumbres, lácteos, algo de carne, y un consumo moderado de vino. Los valores nutritivos de los alimentos que componen la dieta la han situado como referente mundial de una alimentación saludable y equilibrada.

Pero se trata además de una forma de cultura esencial dentro del patrimonio etnológico de los pueblos que la practican, y que fomenta un tipo de agricultura respetuosa con el medio ambiente.

Es por todo ello, que la propuesta encabezada por el Gobierno español tiene como objetivo preservar los valores nutricionales de este patrón dietético y frenar la tendencia hacia la obesidad y la malnutrición, al verse amenazada por las corrientes homogeneizadoras de la alimentación y el abandono de ciertos hábitos saludables.

El 11 de octubre de 2007, el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico acuerda en Cartagena incluir la candidatura de la dieta mediterránea en la lista de propuestas españolas que presentará ante la UNESCO.

[Paloma López-Sidro López. OPHE]

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