Presentación

En los últimos años hemos asistido a un intento por aunar esfuerzos a la hora de poner en valor el patrimonio cultural compartido por distintos países, sobre todo en lo que respecta a la inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial elaborada por UNESCO. Es el caso de España y Portugal, ya que Castilla y León, y la región portuguesa de Tras-os-Montes, además de una frontera, comparten un rico patrimonio etnológico que llega hasta nuestros días como elemento de unión, abriendo nuevos caminos hacía el enriquecimiento cultural de ambos países.

El legado cultural al que nos referimos es la tradicional celebración de las “máscaras de invierno” , fiesta cuyo origen lo hallamos en la mitología y en diversos ritos relacionados con la naturaleza y la cosmología prerromana. Posteriormente, los romanos los integraron en su religión a través de las fiestas Saturnales, Lupercales y las Kalendas. En la Edad Media se vieron modificadas, otorgándoles un trasfondo cristiano y procediendo a su teatralización. Se celebran en dos momentos: un primer ciclo entre el 25 de diciembre y el 6 de enero; y un segundo ciclo, en carnaval.

El objetivo de estos ritos era el de purificar a las comunidades aldeanas al terminar el año mediante recorridos por las calles, ruido de los cencerros y el canto de las loas. Tenían como fin traer la fertilidad a los campos y a las propias comunidades campesinas a través del uso de ceniza, los golpes y la magia simpática de arados, siembras, reparto de pan bendito o consumición de los mejores frutos del año. Para ello empleaban trajes y máscaras de seres demoniacos y zoomorfos, acompañados de los cencerros y otros instrumentos (tenazas articuladas, tridentes, vejigas hinchadas, bolas,…) que ayudan a la escenificación por las calles mientras se pide el aguinaldo.

Aunque celebraciones similares son frecuentes por toda la geografía peninsular, Zamora y Tras-os-Montes concentran el mayor número de máscaras de origen antiguo de toda la Península Ibérica. Sin embargo, entre las mascaradas zamoranas, hay diferencias notables que nos hablan de un origen y de una evolución distintas. Es preciso tener en cuenta que estas celebraciones son restos de ritos arcaicos, fruto de creencias y mitos diversos que hoy desconocemos.

En los últimos cincuenta años un importante número de máscaras zamoranas han desaparecido por el descenso de la población en las zonas rurales, especialmente la juventud, que marchó a núcleos de población de mayores dimensiones. Otro factor negativo a tener en cuenta es la pérdida de los valores tradicionales. Esto lleva a la dejadez por parte de la actividad empresarial e institucional en la búsqueda de fórmulas que ayuden a mantener ciertas tradiciones.

No obstante, en los últimos años hemos sido testigos de un notable cambio. La búsqueda del reconocimiento de esta tradición festiva ha llevado a los distintos gobiernos municipales y autonómicos a la puesta en marcha de una serie de medidas como la solicitud de declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional, y Bien de Interés Cultural para las mascaradas de 15 municipios zamoranos en 2006.

Además, el programa Interreg III inserta el subprograma de cooperación transfronteriza Interreg III A entre Castilla y León y el norte de Portugal, “Mascaradas: Promoción Turística Cultural Transfronteriza”. El fin del proyecto es impulsar una red de cooperación transfronteriza relacionada con el turismo cultural de interior bajo la perspectiva de la valoración conjunta de un rico patrimonio cultural asociado a la tradición de los “enmascarados”. Entre las actuaciones que se pretenden llevar a cabo encontramos las siguientes:

•  Creación de un Museo de la Máscara en Braganza.

•  Rehabilitación de un edificio que funcione como punto de información y taller del traje, con el fin de que los artesanos muestren la confección de la indumentaria.

•  Ampliación de estudios relacionados y celebración de seminarios.

•  Actividades de difusión como la creación de una página web, publicación de catálogos y folletos informativos.

•  Estudios para la declaración como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

En relación a la solicitud de proclamación como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en mayo de 2008 la Diputación de Zamora inició los trámites de elaboración del expediente necesario para alcanzar dicho objetivo.

[Paloma López-Sidro López. OPHE]

Iniciativas

2006: Solicitud de declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional y Bien de Interés Cultural para las mascaradas de 15 municipios zamoranos.

2007: En febrero se inaugura en Braganza el Museo Ibérico de la Máscara y el Traje.

•  Publicación de un catálogo de las máscaras de invierno de Tras-os-Montes y Zamora.

•  Seminario transfronterizo del proyecto “Máscara ibérica” financiado con fondos de la Unión Europea.

2008: En el mes de mayo la Diputación de Zamora inicia los trámites del expediente.

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Máscaras Ibéricas