La detección de parásitos intestinales (protozoos y helmintos), presente en más de un tercio de la población mundial, se realiza, fundamentalmente observando las estructuras parasitarias mediante estudio coproparasitológico, que describimos a continuación. En las paginas que se citan se encontrara informacion complmentaria a la aqui ofrecida:
http://www.cdfound.to.it/HTML/atlas.htm
La toma de la muestra se debe realizar en recipientes limpios evitando la contaminación con orina. Lo más práctico es defecar sobre una superficie limpia, como papel, y recoger de allí la muestra. Se deben tomar muestras de todas las partes de la deposición, especialmente si contienen sangre, moco, restos de tejido. Cuando no es posible observar la muestra inmediatamente debe conservarse con soluciones fijadoras. La más usada es la formalina 10% que debe ser utilizada en proporción 1:3 (v heces/ v formalina 10%).
Se deben examinar tres muestras de cada paciente, recogidas en diferentes días. Podremos encontrar: protozoos en forma de trofozoito, quiste, ooquiste o espora; adultos (raramente), huevos y larvas de helmintos y proglótides de cestodos.
El examen de las heces consta de dos partes, examen Macroscópico que se realizará a partir de muestra no fijada, anotándose: color. consistencia (formadas, blandas, acuosas), presencia o no de moco, sangre, etc. y el examen Microscópico que se debe realizar con las heces frescas y tras tinción de las mismas.
Para aumentar las posibilidades de encontrar el parásito es conveniente realizar alguna técnica de concentración de la muestra, evitando falsos negativos en casos con carga parasitaria baja. Distintos abordajes han sido empleados. Describimos aquí una técnica de sedimentación de fácil ejecución y excelente rendimiento (técnica de Ritchie).