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Hacía apenas dos cursos que me habla instalado en el instituto Diego de Siloé, de Íllora (Granada), como profesor de filosofía. En este tiempo tuve ocasión de poder percibir la inminente necesidad de tener un conocimiento lo más preciso posible del medio en el que los alumnos estaban ubicados vitalmente y yo profesionalmente. Este medio humano-natural, debo reconocerlo, resultaba un tanto alejado de los medios habituales en los que he solido desarrollar mi labor docente hasta ahora. Si ya, de por sí, son totalmente diferentes una gran ciudad, como puede ser Madrid, y una ciudad mediana, como lo es Granada, una comarca agrícola de esta última, como lo es la comarca de Los Montes, en donde está situado el susodicho instituto, presenta una notable diferencia comparativamente. En este sentido es necesario recordar lo que afirma el colectivo Acción Educativa a este respecto: «Toda formación cultural debe estar relacionada con el interés de los alumnos y las manifestaciones del entorno, sin excluir el fenómeno de las expresiones y manifestaciones culturales y artísticas de los propios alumnos» (en NREM/6: 44). Era, por tanto, una primera y urgente necesidad por mi parte el conocer el medio en donde me encontraba para poder mejor orientar los contenidos de una asignatura harto problemática normalmente para las tiernas mentes de los adolescentes. Yo tenía que conocer aquel entorno. «El profesor debe tener un conocimiento científico de la sociedad en que vive y dominar las técnicas fundamentales de la investigación sociológica» (Ib.). Y además, «debe conocer la realidad educativa en el momento histórico y en el entorno social en que vive, 11 dominar las técnicas metodológicas que pueden aplicarse en los distintos aspectos del trabajo escolar» (Ib.). Esta necesidad ya era patente desde el primer momento de mi llegada a este lugar. Pero el modo de satisfacer y resolver mi ignorancia no era del todo convincente. Noté que los alumnos, que eran mis informantes habituales, no tenían estructurado reflexión alguna sobre su entorno. La abstracción y la teorización social aún no habían tenido cabida en sus cabezas y sólo lo vivencias e inmediato presidía en sus análisis. Había que resolver una doble tarea: mi información sobre el medio, por una parte, y la necesidad de que el alumno teorizara sobre lo que estaba viviendo cotidianamente y que a fuerza de serle familiar le pasaba desapercibido, por otra. Por tanto, teniendo en cuenta estos dos aspectos, nos lanzamos a estructurar un curso, los alumnos y yo, en el que la máxima actividad y participación la llevaran los propios alumnos. El único camino viable que cabía recorrer para la consecución de los objetivos era el de la antropología. Y a esta distinta y escurridiza disciplina nos acogimos para emprender nuestra tarea. En primer lugar, elaboramos unas fichas orientativas y temáticas, desarrolladas, con el fin de que el alumno pudiera en todo momento tener una referencia concreta a la hora de ponerse a trabajar. Estas se han referido a los elementos clásicos de conocimiento de un lugar: el medio geográfico, la población y sus actividades económicas y el hábitat y su historia. Las poblaciones que los alumnos han abordado en sus estudios han sido: Íllora, la Estación de Íllora, Zujaira, Alomartes, Escóznar, Tiena, Pinos Puente, Brácana y Puerto Lope. Como puede observarse, el abanico poblacional es muy amplio, tan amplio como la diversa procedencia de los alumnos que vienen a cursar sus estudios en este instituto de enseñanza media. No es ocioso señalar que estos trabajos se han realizado además del desarrollo del curso escolar, pues muchos de los datos que se han barajado ha sido necesario obtenerlos de los ayuntamientos y éstos han quedado con frecuencia lejos del instituto donde los alumnos están prácticamente todo el día. No ha sido una tarea cómoda en absoluto para los alumnos, quienes, a pesar de todo, pusieron el mejor de sus empeños en hacer sus trabajos, siempre en equipo. Quede advertido
que
no es nuestra pretensión
publicar estos trabajos como algo riguroso y científico; los
contenidos
de ellos tienen una misión más simple: la de aportar las
bases para una reflexión posterior, más ordenada y
estructurado,
de la realidad circundante para el alumno, y una base de conocimientos
para el profesor. Y esto sí lo cumplen con creces estos trabajos. Íllora 1. El medio natural Situada en la provincia de Granada, a 30 km de la capital, y con una extensión de 197,58 km2 con una población de 4.578 habitantes y una densidad media de 71,4 habitantes por km2. Íllora, bella villa granadina, está situada en la falda de la sierra de Parapanda, a 447 m de altitud; esta sierra pertenece al sistema subbético medio. Su relieve está formado por tierras calizas, margas y areniscas. Su situación respecto a la comarca es la siguiente: Se encuentra en el sureste de la comarca de Los Montes, perteneciente a la unidad subbética, y dentro de ésta, como ya se ha dicho, al subbético medio. Sus límites,
considerando el casco
del pueblo, son: Al norte,
término de Alcalá
la Real. Al sur,
término de Moraleda de Zafayona. Al este,
término de Moclín
y Pinos Puente. Al oeste, Villanueva del Mesía y Montefrío. Su relieve es abrupto, con gran cantidad de desniveles, montes, sierras, etc. Las montañas tienen formas redondeadas, debido a la erosión; son generalmente de escasa altitud; su pico más elevado, el Morrón, tiene una altitud de 1.667 m. Sus principales sierras son: Sierra Beila, Parapanda, Sierra Pelada, Sierra Madrid. Siendo sus principales montes: Cerro la Horca, Romero, Albarconcillos, Cuesta, etc. Íllora carece de ríos, solamente en la parte oeste del pueblo se encuentra el arroyo Charcón, y en el este el arroyo de la Cañada. Esta ciudad se encuentra situada en el lugar más céntrico de la cordillera subbética. El aspecto de estas tierras es de roca caliza, formada en un plegamiento que se originó en el oligoceno y el mioceno. La morfología de la cordillera está subordinada en gran parte a la estructura. En la zona central, debido a que las presiones orogénicas fueron suaves, el estilo tectónico es sencillo, abundando los pliegues simétricos del estilo jurásico. Así, entre el Genil y el Guadiana Menor, se suceden con regularidad alineaciones de anticlinales de caliza y sinclinales margosos. Al norte y sur de esta zona, el relieve es más anárquico y fragmentario, debido a la mayor complicación tectónica. Un 26,7% de la superficie es de monte, y el 37,6% de tierra cultivable. Debido a la irregularidad de la topografía, se intensifica la erosión de los suelos e impide la mecanización de grandes espacios de terrenos. La comarca es de forma alargada, va de sur-suroeste a norte-noreste. Parte de las tierras que componen esta comarca son sierras, menchones y pedrizas, que constituyen un terreno áspero, montañoso y quebrado en general. La Parapanda, el accidente geográfico más importante, puede considerarse uno de los ramales septentrionales de Sierra Nevada, se extiende de norte a sur, su cumbre es ancha y espaciosa, más bien parece un llano que la cima de una fragosa montaña. Su altura la hace más áspera y atractiva. A las inmediaciones de esta sierra se elevan otras pequeñas que son ramificaciones suyas, entre ellas Sierra Pelada y Sierra Madrid. Esta comarca se divide en Montefrío, Algarinejo, Íllora y Moclín, por una parte, y Guadahortuna, Colomera, Campotéjar, Moreda, Torrecardela, Iznalloz, etc., por otra. Su producción, en su mayoría, está constituida por olivos y cereales. Una carretera local une al pueblo con la estación de ferrocarril de Granada-Bobadilla. Esta misma carretera local enlaza con la carretera nacional Granada-Alcaudete. Hay que destacar, en cuanto a la flora, el olivo sobre todo y también los cereales, como plantas predominantes. El olivar se encuentra en zonas altas, aunque también se da en las laderas. La extensión del olivar en los montes es del 25% de la superficie, aproximadamente, y el 38% de la tierra cultivada. Hay varias clases de olivos, la más importante en el lugar es la aceituna marteña. Los cereales desempeñan un gran papel en la flora del lugar, siendo los más frecuentes el trigo y la cebada, aunque también lo es la avena, el maíz, etc. En las zonas más secas, se suele ver cultivo de vid y de almendros. Las hortalizas también se dan, aunque menos, por la escasez de agua. En las zonas montañosas y al pie de éstas, se dan bosques de pinos, escobones, matorrales y plantas aromáticas como el tomillo y el romero, la manzanilla, y otras como los espárragos, las collejas, ortigas, setas, etc. También se dedica algo, en la zona cultivable, a las legumbres y a los árboles frutales. En resumen, podríamos establecer el siguiente cuadro: Plantas silvestres: tomillo, carihuela, molina, amapola, cardencha, pincho, hierba, seta, hongo, alcaparronera, torvisco, junquera, esparto, hinojos, espárragos, etc. Plantas cultivables: tomate, pimiento, cebolla, zanahoria, rábano, lechuga, espinacas, acelgas, perejil, hierbabuena, calabaza, melón, sandía, maíz, girasol, remolacha, trigo, cebada, garbanzo, alfalfa, avena, berza, lenteja, yero, habichuela, fresa, espárrago, coliflor, col, nabo, calabacino, chumbera, pepino, etc. Arboles: noguera, mimbre, álamo blanco, membrillo, ciruelo, albaricoque, manzano y álamo negro, cerezo, peral, higuera, granado, melocotonero, olivo, almendro, castaño, avellano, encina, níspero, acerolero, guindo, pino, caqui, limonero, naranjo. En cuanto a la fauna, cada vez es menos abundante por la importancia de la caza aquí. Algunas especies están en extinción. El ganado más abundante es el lanar y el cabrío, aunque en menos cantidad también aparece el ganado vacuno. En las zonas de montaña hay liebres y zorras. Como anfibios tenemos el sapo común y algunas ranas. Entre los reptiles, se encuentran las salamanquesas, las culebras, las lagartijas y los lagartos. Podríamos, otra vez, establecer un resumen en cuanto a la fauna: Insectos: mantis religiosa, mariposas, libélulas, arácnidos, mariquitas, cucarachas, moscas, mosquitos, chinches, ciempiés, milpiés, saltamontes, abejas, avispas, hormigas, etc. Aves: golondrinas, zorzales, tórtolas, minera, abubilla, murciélago, mochuelo, pinchín, torcal, gorrión, avefría, paloma, perdiz, codorniz, periquito, canario, colorín, verdoso, grajo, gallina, pavo, pollo, cascanueces, pato, aguilucho, ganso, lechuza, etc. Vertebrados:
gato, perro, burro, mulo,
caballo, cabra, vaca, cerdo, zorra, ratón, lagarto, culebra, etc. 2. El clima En Íllora, hay un clima continental extremado, de lluvias reducidas (menos de 440 mm), con máximo en otoño y en primavera, y sequedad estival casi total, con tormentas aisladas. Se puede considerar una zona seca, pues aunque llueve algo es muy poco, la humedad es escasa, y el cielo casi siempre transparente. El verano se suele dar en julio y agosto, aunque a finales de junio y principios de septiembre el calor es abundante, con una temperatura media de 15,5ºc, con una máxima de 33ºc. El otoño se da en octubre y noviembre y parte de diciembre; es suave y con temperaturas mantenidas de 16ºc de media. El invierno comienza en diciembre y durará hasta casi marzo; es muy frío y largo, con una media de 6ºc. La primavera es suave y se da de marzo a junio, con una media térmica de 18ºc. Las reservas de
agua
del lugar, hasta hace
pocos anos, han estado aseguradas por varios manantiales, como son la
«fuente
Madrid» y otras como «el Cañuelo», y la
«fuente
Alzada», etc. Pero de tres años en adelante estos
manantiales
han ido reduciendo sus abastecimientos, por lo que ha habido que hacer
perforaciones para buscar agua. El pozo que se ha encontrado da
bastantes
litros por segundo, lo que hace que Íllora tenga reservas para
unos
cuantos años, sin que lloviese ni una sola gota. 3. La población Además de los datos que dimos al principio sobre la densidad de habitantes y el número de ellos, hemos de añadir que, de los 4.578 habitantes, los hombres son 1.735, las mujeres 1.761, las niñas suman 610, mientras que los niños son 586, habiendo unas 1.364 familias. El número de matrimonios, desde 1970 en adelante, se indica en las siguientes cifras:
Respecto al trabajo y a la población activa, empecemos hablando de la mujer. Fundamentalmente se ocupa de su casa o sus labores, en términos clásicos. Fuera de casa tiene algunas posibilidades, aunque no muchas. Bastantes mujeres trabajan limpiando casas ajenas; otras en pintar, blanquear fachadas, etc. En época de recogida de aceitunas, de garbanzos, cebollas, etc., trabajan en ello como simples jornaleras. Otras, muy escasas, trabajan en comercios, casi siempre propios, aunque hay alguna que otra contratada como dependienta. También acuden mujeres a trabajar a una fábrica de pijamas, normalmente mujeres jóvenes, mientras que hay algunas que no pueden ausentarse de su hogar, por lo que se llevan el trabajo a él, como bordados, velos, telares, etc. El hombre tiene más posibilidad en el trabajo que la mujer. Muchos de ellos se dedican al campo y están ocupados en él durante casi todo el año, en época de siega, siembra, aceitunas, etc. También hay talleres, propios o no, en los que se trabaja a jornal. En general, los puestos a los que teóricamente puede acceder el hombre son: agricultor, herrero, afilador, librero, comerciante, secretario, alcalde, concejal, lechero, profesor, abogado, basurero, electricista, camarero, mecánico, peluquero, farmacéutico, médico, relojero, jardinero, administrativo, maquinista, guardia civil, municipal, cura, taxista, conserje, camionero, fontanero, carnicero, pinchadiscos, portero, barrendero, albañil, pastelero, fotógrafo, panadero, futbolista, cabrero, taxidermista, carpintero, pastor, comprador de cereales y leguminosas, etc. El niño tiene
pocas posibilidades de
trabajo, a no ser que sea «mayorcito». Muchos trabajan en
el
campo como jornaleros y también muchos de ellos, aunque trabajan
como el adulto, son explotados y pagados más barato. Algunos se
dedican a guardar ovejas o cabras. Hay muchos empleados en talleres o
bares.
También como ayudantes de electricistas, fontaneros,
fotógrafos,
etc. Bien es verdad que una mayor parte es estudiante, aunque los
niños
ayudan a sus padres en las tareas del campo o de sus negocios, y las
niñas
a sus madres en las tareas del hogar. En cuanto a la población
activa,
podríamos establecer la siguiente tabla:
Sobre los diferentes grupos que puede haber en Íllora, podemos decir que no hay de los llamados de parentesco ni tampoco grupos vecinales. Sí se pueden hacer grupos por barrios, ya que se pueden distinguir «Las Avenas» que es un barrio reciente, de gente que ha llegado de fuera, principalmente de cortijos. También está «Las Chozas», «El Cucú», «La Fuente Apolo», «La Plaza» y sus alrededores, «Los Peñascos», que era donde antes solían vivir todos los gitanos, «El Charcón», «El Cuartel», etc. Según sus ideologías políticas, hay grupos de izquierdas y de derechas, predominando la izquierda; no hay sedes de partidos políticos. En cuanto a la religión, no hay grupos por no haber otra religión que la católica. En Íllora, se considera que un individuo pertenece a la comunidad cuando ha nacido en el pueblo o lleva mucho tiempo en él. Cuando un forastero se casa con una muchacha del pueblo, él no es considerado de allí, pero sí sus hijos; si el caso es al revés, ella es la forastera, ocurre igual. Cuando alguien llega de fuera, casi siempre se le denomina por el nombre del lugar de procedencia, como «el catalán», «el francés», etc., pero algunos, con el tiempo, pierden este nombre. Íllora es una comunidad abierta. No se puede decir que sea una comunidad endogámica ni exogámica fundamentalmente, y no hay casi rechazo a lo que viene de fuera. Así, se acepta muy bien la televisión, las costumbres (algunas, claro), prensa, formas de vestir, etc. De todos modos hay algunas reticencias en la aceptación incondicional de estas «novedades», siendo los más reticentes la gente mayor y sobre todo las mujeres mayores. En el pueblo se puede vivir perfectamente sin necesidad de desplazarse, pero no se concibe así, ya que la gente está muy unida a la capital por su proximidad (unos 30 km) . Pero, a pesar de esta cercanía, el pueblo no está orientado hacia la capital y tiende a convertirse en autosuficiente, aunque es deficiente en infraestructura sanitaria, por ejemplo, por lo que los enfermos deben desplazarse a Granada en multitud de casos. O también por compras de lujo, o bien cuando se desea contemplar mayor variedad en los artículos de compra. Hay en este pueblo varias clases de instituciones, como son las políticas, con el bipartidismo ya aludido; religiosas; sindical: la hermandad del trabajo; bancos: Caja Rural, Banco de España, Banco Exterior de España, Caja Popular de Ahorros; comercios; cooperativas: del pan, de la construcción, del aceite, de la carne, de confecciones, etc. ; centros de enseñanza: un colegio de EGB, un IB («Diego de Siloé») y unas escuelas de FP. En el tratamiento social, suele decírsele don al médico, al cura y a los maestros que no se les tenga amistad o sean mayores. Algunos capitalistas que de antiguo ya se les llamaba así se han quedado con el don. La emigración es uno de los problemas más importantes que aquejan a esta comunidad. Tenemos datos de que, en el año 1982, han emigrado 27 personas mayores de 18 años, pero como éstos tienen familiares jóvenes menores de 18, que también se los llevan, la cifra asciende bastante. Esta emigración es permanente. El número de la temporal es más alto, pero no tenemos datos fidedignos. Podemos, no obstante, decir que el 0,1% de la población emigra temporalmente, cada año, a la vendimia de Francia, a los hoteles, a la fresa, a la manzana, etc. El destino de los emigrantes definitivos es Suiza, Alemania, Barcelona, Valencia, etc. En este pueblo, y creemos que en casi todos los pueblos, la emigración es de los no propietarios o asalariados, aunque los pequeños propietarios también suelen emigrar. Los grandes propietarios no emigran, salvo raras excepciones. Los nacimientos en el pueblo, contando desde 1971, son los siguientes: 1971 .... 91 nacimientos Siendo, pues, el índice de natalidad el 26,52%; y el de mortalidad 21,51%; el crecimiento natural es del 5,01%: natural débil. La relación entre el número de hijos de las familias con propiedad de la tierra: no se tienen tampoco datos, aunque podemos afirmar que, si bien correspondería el mayor número de hijos a los grandes propietarios por su capacidad económica, los que mayor número de hijos tienen corresponde a los pequeños y no propietarios, siendo esto debido al alto grado de incultura. Generalmente la
mayoría de los grandes
propietarios son casados; el máximo número de solteros se
da en los pequeños propietarios. Solteros, hombres hay un 3%,
mientras
que mujeres un 2,7%. 4. Las actividades económicas: la propiedad de la tierra En Íllora, hay 6 grandes propietarios, con 60 ha. en adelante, que suponen el 0,1% de los propietarios. Los medianos propietarios corresponden al 14,9% y poseen de 10 a 60 ha. Los pequeños propietarios son el 85% y poseen de 1 a 10 ha. La mayor parte de las extensiones de los grandes propietarios se dedican a1 cultivo del olivo y de cereales, predominando los cultivos de secano. Sobre un 60% de estas tierras, a cotos privados de caza, aunque muchas están cultivadas al mismo tiempo; dedicadas exclusivamente a la caza, el 10%. Los cultivos de los medianos propietarios son más variados: olivo, vid, almendros, trigos, cebada, garbanzos, etc. Principalmente de secano, aunque existen algunos que poseen una pequeña huerta dedicada al autoabastecimiento. A pesar de cultivar las tierras, las dedican también a cotos de caza. Este sector abarca el 70% de las tierras. Los pequeños propietarios también dedican las tierras al olivo, almendros, trigo, etc. Muchos de ellos son cotos de caza. Suponen el 10% de las tierras. Se cultivan productos típicos de secano, Pues son los únicos que rinden en esta zona, por tratarse de tierras secas, propias de la comarca de Los Montes. Los cultivos son tradicionales; de una tierra no se puede recoger anualmente el mismo cultivo, excepto el olivar. Se practica el rotacismo en los cultivos, con el fin de que la tierra no se agote. No se suele dar el barbecho. El tiempo de
siembra
y recolección
serían éstos:
5. Orígenes históricos Ilurco parece
ser un
poblado situado entre
la actual Íllora y Pinos Puente; para esto nos casamos en una
inscripción
en una columna de los restos encontrados en el cerro de los Infantes
(término
municipal de Pinos Puente). En esta inscripción dice: Lucio Favio Acito, a su hija Favia Bocilla, por decreto del magistrado ilurconense. Hay varios monumentos megalíticos, que se encuentran entre Íllora y Alcalá la Real. Del período neolítico nos encontramos la acrópolis de Montefrío, la cualalcanza en su radio de acción a Íllora. Fue un lugar de tierras muy fértiles, que debio cobijar núcleos de población muy importantes. Al lado norte del Valle, hubo un cuantioso número de sepulturas, de las cuales se han encontrado veintinueve, y todas las demás fueron destruidas por sus piedras y tesoros. Los dólmenes de esta área guardan un gran sentido de unidad en cuanto a la forma. Se han encontrado restos de pedernal inferiores al bronce. Conviven, pues, dos culturas, la de El Argar (restos de hachas planas) y la ibérica, con abundantes restos. Ilur debió ser de origen vasco, o por lo menos de algunos pueblos pirenaicos emparentados con ellos, anterior a los ibéricos y los celtas. Durante los romanos, las tierras de España se dividen en Ulterior y Citerior, y dentro de la Ulterior se hallan dos provincias, la Bética y la Lusitana. La Bética contaba con cuatro conventos jurídicos. En tiempos de Augusto, Ilurco perteneció al convento de Córdoba. Restos de esta ciudad rodeada por una muralla romana encontramos en sierra Elvira. Durante la reconquista, el rey Alfonso XI taló la zona de la villa de Íllora, y también mandó que tomasen el arrabal de la villa por la fuerza de las armas. En consecuencia de esto, murieron muchos árabes, por querer defenderla, y Alfonso Fernández, coronel que tenía cercado el castillo de Moclín, lo hizo rendirse. Escasas son las noticias de la época árabe en Íllora, no obstante debió ser un pueblo importante, con fortaleza y arrabales, como se deduce de las crónicas cristianas. Cuando los Reyes Católicos tomaron el reino, dieron Íllora al Gran Capitán, «primer alcalde» de esta ciudad, que no había ccnocído otro desde el capitán Navas de la Puebla. La tierra siempre ha estado en manos de grandes terratenientes. Hoy queda aún tierra en manos del ducado de Wellington, después de siglo y medio. En El pueblo,
existían antes bastantes
fachadas históricas, pero en pocos años la piedra ha sido
ocultada por la pintura, etc. Aún perdura la fachada de la
iglesia,
la del ayuntamiento, de 1770, el escudo de la fachada de la casa del
Gran
Capitán. Además de las ruinas del castillo, que estana
elevado
120 varas sobre el nivel del terreno, agrupándose en su base una
multitad de viviendas, excepto por el lado meridional. El
perímetro
del castillo es de 4.500 pies, que comprende un área que se
divide
en tres departamentos. Fue una de las fortalezas de primer orden que
construyeron
los árabes en su dominación en España. 6. El hábitat La vivienda en este pueblo es de tres clases: 1) Casas bajas de una sola planta, con las habitaciones principalmente, una cocina y un dormitorio, de lo que podemos observar un estado económico bajo; estas casas corresponden al barrio de la «Fuente Apolo» y de «El Cucúll; antes eran frecuentes, pero ahora son escasas; la mayoría de ellas están aumentadas en dimensiones o se derriban para hacer otras. 2) Casas de dos plantas, correspondientes a los pequeños y mediancs propietarios, o sea, la mayoría de las casas. En la planta baja, se encuentran las habitaciones que se utilizan para comedor, cocina, salita y, quizá, para otra habitación. Después, en la planta de arriba, suele haber otras habitaciones-dormitorios y también se encuentra la despensa o saladera, dedicada a la salazón del jamón y otras charcuterías caseras. Y seguida de ésta se encuentra una cámara, casi siempre dedicada al grano. Después tienen un patio, que dedican, un trozo, a macetas y adornos, y el resto para el ganado, gallineros, zahúrda (lugar para los cerdos), cuadras (para los mulos), etc. El baño suele estar arriba o en el patio. 3) Casas
pertenecientes a los grandes capitalistas
-o antes capitalistas que las siguen teniendo-. Estas casas suelen
tener
de dos a tres plantas; son muy grandes, con un gran patio, y suele
estar
habitada la primera y parte de la segunda planta. (No tenemos mucha
información
de ellas por no haber visitado ninguna.) 7. Cultura: fiestas populares La principal fiesta de Íllora es la festividad de su patrón san Rogelio (16 de setiembre), del 15 al 19 de setiembre; pero, debido a la coincidencia de fechas con la recogida de la uva en Francia, se trasladó al mes de agosto. Es una festividad antigua y no se sabe exactamente cuándo comenzó a celebrarse, aunque parece que fue en el 1602, año en que fue canonizado por el arzobispo de Granada. Su dinámica es sencilla: un grupo voluntario de personas se dedican a organizar la fiesta, la comisión de fiestas, compuesta principalmente por gente joven. Generalmente la fiesta tiene siete días, pero cinco son los que más se celebran. Los actos a celebrar son deportivos (fútbol, pingpong, billar, tenis, etc.), culturales (recitales de grupos musicales, proyección de películas, etc.), infantiles (carreras de bicicletas, cucañas, minicars, etc.). Suele haber una romería. Y el centro de la fiesta es la procesión de san Rogelio (el día 16), que cada vez tiene más decadencia. Las otras
fiestas
importantes que se celebran
son: «La real feria del ganado», que data de principios de
siglo, posterior a las fiestas patronales; se celebra del 11 al 15 de
octubre.
La principal característica de esta festividad es que se expone
el ganado que se quiere vender en las afueras del pueblo. Cerca de
donde
se expone el ganado, se montan chiringuitos, muy típicos en esta
fiesta. Se expone el ganado, la gente lo contempla, se toman unas
cuantas
copas por la mañana en los chiringuitos, y por la noche suelen
traer
grupos de música para el baile y la discoteca. También
suele
haber romería. En la confección de este trabajo, datos e interpretación de los mismos, intervinieron los alumnos del instituto que vivían en Íllora. Estos datos, parte, están sacados del libro de Historia de Íllora, de la biblioteca pública, de los archivos de la iglesia y del ayuntamiento, y de su propio conocimiento del pueblo. La relación de estos alumnos es: Purificación Jiménez, Félix Posadas, J. Antonio Valenzuela, Francisco J. P. Rueda, Antonio Mercado, Inmaculada Palma, Lourdes Rosales, J. Luis Navarrete, Ceferino Navarro, Rosa Cobos, Remedios Arco, Eva Pérez, Gaspar Sánchez. |
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