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En el estudio de toda una comarca andaluza -Campo de Níjar-, nos hemos enfrentado con el siguiente problema: para la entidad financiadora (1), el atlas etnográfico que estábamos llevando a cabo debía tener la finalidad esencial de recoger -antes de su transformación o desaparición- los rasgos más destacados del folclore y las modalidades locales de tecnología cultural, así como todos los elementos capaces de contribuir a la definición de un área cultural original en el interior del conjunto histórico-político andaluz. Para nosotros, la relevancia de estos aspectos radicaba menos en su existencia intrínseca, o su definición per se, que en su posible persistencia o manifestación actual en un entorno profundamente modificado. Suponía por lo tanto abarcar el problema de su relativa funcionalidad, sea ésta económica, simbólica o ambas cosas. Esto nos ha llevado a plantear, en este ámbito, nuestra tarea etnográfica de la forma lo más exhaustiva posible. La duración de nuestro trabajo de campo -sobre un período que va de 1982 hasta 1986, con una interrupción de un año por razones administrativas- y la naturaleza de los fenómenos observados (impacto del turismo, reconversión de la agricultura, industrialización repentina de la zona), nos confirmó en nuestro planteamiento. Se trataba de evitar restringir nuestra práctica a una mera arqueología cultural, o peor aún, caer en cierta folclorización de la zona. Por otra parte, para ajustarnos a los objetivos iniciales, convenía redefinir el concepto de especificidad cultural, de tal manera que pudiese corresponder a nuestra elección metodológica. Más que concepto de hecho, la expresión especificidad cultural encierra cierto apriorismo extracientífico. Forma parte de aquellas prenociones muy utilizadas por su comodidad, pero ambiguas, que ni definen ni explican -aunque aparentemente designan- y circunscriben aquella parte oscura o aquel «nudo duro» de una disciplina, a falta de su propia elaboración epistemológica. Sin pretender aquí resolver esta cuestión teórica, diremos que, cara a nuestra labor etnográfica, definimos la especificidad de nuestra zona de estudio como la combinación concreta de ciertas características en un espacio definido histórica y ecológicamente. Es la combinación la que tiene carácter inaudito y no las características. Esto permite abarcar tanto aspectos locales más genuinos como fenómenos sintomáticos de la inserción de la zona en un marco de ámbito mayor y más uniforme (mercado internacional, zona de expansión de un capitalismo tardío, etc.). Por otra parte, el término de características se entiende aquí en un sentido muy genérico y no presupone una reificación de la unidad de análisis. La especificidad, de este modo, no deriva de un enfoque estático, sino que recoge también determinada capacidad de transformación y de reelaboración en un momento dado. De ahí, la falta de pertinencia del origen de las características, dentro de este enfoque (propias del lugar, o difundidas, perteneciendo a una macrocultura, etc.), así como, en cierta medida, de la problemática de la aculturación, o pérdida de identidad que presuponen una configuración cultural anterior. Una vez admitida la inclusión de la comarca observada en los intercambios interregionales y en el espacio de la comunicación de masa, la especificidad se desplaza, conceptualmente hablando, y se refiere esencialmente a sus modos de inserción en épocas sucesivas. El desplazamiento del interés metodológico desde un macronivel a un micronivel permite verificar que la creatividad social no es una simple figura retórica sino que delimita para el antropólogo un campo de observación de una diversidad concreta. Nos referimos por ejemplo a las múltiples prácticas que constituyen respuestas originales a nuevas condiciones socioeconómicas, o a los procesos de recuperación de señales locales de identidad, como respuesta a la experiencia de la emigración o adopción de símbolos comunes en un sector productivo particular (la cultura del minero o la del trabajador industrial). En consecuencia, abarcan todas aquellas manifestaciones que reflejan de algún modo la forma particular de integración en un contexto mayor, y sobre todo, la consecuente interpretación que, desde el punto de vista émico, se hace de esta nueva realidad. Para volver a
nuestro terreno, la historia
reciente de Campo de Níjar justificaba nuestro enfoque
etnográfico:
Aparentemente alejada de zonas industriales desarrolladas, pero
conectada
con éstas como proveedores de materias primas y de fuerza de
trabajo,
la comarca ha conocido una actividad minera de intensidad variable
entre
el final del siglo XIX y la década de los sesenta (Provansal
1989) (2).
Después de un lapso corto de
tiempo, surge
su vocación industrial: instalación de una planta
Michelín,
y sobre todo en el litoral vecino, creación de un importante
complejo
industrial que comporta una fábrica de cemento y una importante
planta térmica con sus correspondientes puertos de carga. Por
otra
parte, el carácter temporal de la mayoría de los puestos
industriales de la zona ayuda a explicar por qué a veces se
mantiene,
al lado de una producción agrícola para el consumo, una
producción
para el auto-consumo. Para nosotros, en concreto, estas guías
han
nacido de la necesidad de establecer una correlación entre
ámbitos
heterogéneos, es decir, diferentemente especializados y que en
el
hilo de las biografías desvelan una unidad -la que le confiere
la
dimensión de lo vivido-. Esto, a su vez, alienta a descubrir,
partiendo
de este nivel individual e inmediato, cómo y cuándo
aparece
una funcionalidad estructural que podría explicar por qué
en la gran mayoría de las historias de la vida de una misma
categoría
económico-profesional (agricultores, parcelarios, jornales,
pescadores,
artesanales, o pequeños artesanos) se produce -según un
corte
longitudinal- un mismo orden de secuencias, o desde una perspectiva
sincrónica
un abanico muy parecido de estrategias. Permite desvelar que lo que se
atribuye a la «ruralidad» (3) extrema
de
Campo de Níjar, o si se prefiere a su marcado carácter
«folk»
antes de los años setenta, no corresponde en absoluto a una
etapa
precapitalista, sino todo lo contrario, y, más precisamente, a
un
tipo determinado de inserción en la economía dominante,
de
índole dependiente. Las numerosas experiencias relatadas no son
más que estrategias que vinculan entre sí diferentes
bases
materiales (4).
Ilustran que la reproducción
de
los grupos familiares y de las comunidades locales pasan por la
movilidad
de la fuerza de trabajo, geográficamente hablando
(emigración)
o sectorialmente (cambio frecuente de actividades), según las
fluctuaciones
del mercado mundial, siendo entonces la falta de reproducción, o
siendo el cúmulo de actividades, según un modelo de
prioridades,
un requisito de mantenimiento en el lugar. El relato individual ha
constituido
el punto de partida de una metodología que intenta captar la
funcionalidad
estructural a la cual nos hemos referido antes. A un nivel intermedio,
las instituciones de producción especializadas como la
explotación
minera o la empresa industrial ofrecen un campo privilegiado para una
primera
aprehensión del tipo de dependencia actual de la zona (partimos
del supuesto que anteriormente a los años setenta, la
dependencia
revestía una forma diferente) y abre el paso a análisis
macrosociales,
en las que la antropología viene a ser la ayuda imprescindible
de
otras disciplinas. I. GUÍA DE CAMPO DE EXPLOTACIONES MINERAS Y CANTERAS 1. Datos generales Tipo de mineral
explotado. Razón social
de la entidad exploradora (eventual pertenencia a un consorcio).
Razón
social o nombres de los propietarios en el caso de que no sean los
explotadores.
Características de la zona en la que se inserta la
explotación.
Distancias de las aglomeraciones más significativas y medios de
transporte. Datos referentes a la toponimia del lugar de
explotación.
Extensión de la zona de explotación, incluidas las
instalaciones
complementarias. Características de la cantera o de la
explotación
minera (longitud, latitud y profundidad), y, para esta última,
tipo
de explotación (a cielo abierto), subterránea,
número
de pozos). Diferencias eventuales en la calidad del mineral
extraído
y tipo de mineralización. 2. Historia de la explotación Elementos bibliográficos eventuales que testimonian el conocimiento del yacimiento antes de su puesta en explotación. Prospección anterior a la explotación y motivos, justificándola en los informes geológicos previos. Año de inicio de la explotación. Evolución de la misma, fechas y motivos del cierre de parte de la explotación o de pozos, o cierres totales temporales, fechas y motivos de la apertura de nuevos pozos o extensión de la explotación. Cambios
eventuales
de la propiedad o de la
entidad explotadora (fusión con otra) y fechas correspondientes. 3. Aspectos técnicos Procedimiento de
arranque actual en explotación
a cielo abierto o de extracción en las explotaciones
subterráneas.
Descripción de las diferentes fases y de la maquinaria.
Descripción
de las técnicas de carga y de utillaje. Técnicas
empleadas
contra los movimientos de terreno. Modos de transporte del mineral.
Medidas
de seguridad en todas estas fases. Técnicas de almacenamiento y
descripción de las instalaciones. Procesos eventuales de
transformación in
situ y descripción de las tareas y del utillaje y maquinaria. 4. Aspectos productivos Toneladas
totales
extraídas anualmente.
Si hay diferentes calidades, precisar la cantidad para cada una.
Evolución
de la producción desde el principio. Prospectivas de la empresa
en los próximos años. 5. Aspectos financieros Cuantía del
total de inversión
al inicio. Aportes ulteriores eventuales. Origen del capital (local,
regional
o nacional, estatal, extranjero, etc.). Nivel de inversión anual
y desglose según los puestos, gastos de explotación
según
el proceso y de mantenimiento, otros gastos. Proporción de la
masa
salarial en relación con la inversión en maquinaria,
infraestructura
o instalaciones. Beneficios netos anuales. (Realizar curvas para marcar
las tendencias.) Plan de inversión futura. Eventuales ayudas
públicas. 6. Aspectos relacionados con la comercialización Precio de venta
de
la tonelada por año
desde el principio de la explotación y según la calidad.
Lugares de venta y entidades compradoras. Modificaciones eventuales. 7. Aspectos laborales Organigrama de la empresa. Número de trabajadores en el conjunto de la explotación. Categorías profesionales y número de trabajadores para cada una de ellas. Número de trabajadores en cada proceso de trabajo según las diferentes categorías. Criterios de ascenso profesional en la empresa (experiencia, antigüedad, perfeccionamiento profesional, etc.), trabajadores eventuales. Para cada trabajador: edad, estado civil, origen, lugar de residencia, nivel de instrucción, y formación profesional eventual. Número de hijos. Modo en que ha entrado en la empresa (por amistad, por un pariente, por anuncio, por contratación directa, traslado, etc.). Años que lleve en la empresa y diferentes puestos ocupados. Otros trabajos eventuales. Remuneración de los mismos. Precisar también las ocupaciones de complemento que sirven directamente para el consumo (explotación agrícola, pesca, etc.). Personas de la familia que aseguran estas actividades. Trabajo remunerado de otro miembro de la familia. Horario de trabajo diario y semanal para cada categoría (poner de relieve la diferencia entre administrativos y directivos y productores). Organización de las vacaciones anuales y criterios que entran en cuenta para la elección del período. Organización de las horas extra. Remuneraciones
salariales según el
puesto de trabajo, la categoría y la antigüedad.
Modalidades
de pago (a la hora, semanal, mensual) según la categoría.
Puestos en los que hay más horas extras. Remuneración de
las mismas. Evolución de los aspectos laborales (número
de
trabajadores desde el principio, modificación de las
categorías
profesionales, aparición de puestos más técnicos,
eventualmente evolución de los salarios si existen archivos
completos).
Características del comité de empresa en cuanto a los
miembros
que lo integran, los temas debatidos en las reuniones y en las
relaciones
con la dirección. Sindicatos representados entre los
trabajadores.
Eventual relación entre categoría profesional y
sindicación.
Conflictos laborales y huelgas que han tenido lugar. Duración de
las mismas, grado de participación y motivos. Prestaciones
sociales
de la empresa: médico de empresa y enfermería,
cooperativa
de consumo, facilidades de alojamiento, terrenos de deporte, medio de
transporte
proporcionado por la propia empresa. Aspectos referentes a la salud de
los trabajadores. Tipos de dolencias más frecuentes. Frecuencia
de las bajas para cada categoría profesional y motivos.
Accidentes
laborales desde el inicio de la explotación. 8. Organización del trabajo y aspectos sociales Para cada
proceso de
trabajo, número
de trabajadores implicados, tipo de tareas para cada uno. Existencia de
equipos de trabajo institucionalizados o espontáneos.
Roles-estatus
según la categoría profesional y la tarea emprendida.
Jerarquía
interna entre una misma categoría profesional y criterios que
actúan
(edad, novedad o antigüedad en el puesto, diferencia
étnicocultural,
etc.). Existencia de cabecillas. Uso de apodos. Relaciones entre los
equipos
(conflictivas, bromísticas, de solidaridad), según las
circunstancias.
Relaciones informales: descripción de las pausas laborales
(intercambio
de comidas, bebidas, cigarrillos) entre qué tipo de personas.
Tipos
de conversación. Relaciones entre trabajadores fuera del
trabajo,
en qué circunstancias y con qué frecuencia. 9. Aspectos simbólicos Rituales eventuales relacionados con las tareas peligrosas (llevar medallas, estampitas, santiguarse, pronunciar oraciones, etc.). Prohibiciones relativas a determinadas tareas y en cuanto a personas ( por la edad, el lugar de origen, su condición de recién llegado, persona «gafe», etc.), en cuanto a palabras, gestos u objetos. Tradición
oral relativa a la misma:
dichos y cantos mineros, circunstancias de su eventual uso. Relato
émico
de las luchas obreras más significativas a nivel de la empresa
por
quienes las han vivido y de los accidentes laborales graves. II. GUÍA DE CAMPO DE FÁBRICAS O PLANTAS PRODUCTIVAS 1. Datos generales Ramo industrial
al
cual pertenece la fábrica.
Nombre de la empresa explotadora o razón social. Naturaleza de
la
fábrica (unidad local o sucursal de un conjunto de
fábricas
del mismo ramo, dentro de la misma empresa, unidad productiva
independiente
formando una sola empresa, unidad productiva de un conjunto de unidades
formando una cadena complementaria desde el punto de vista
tecnológico
y/o fábrica perteneciendo a un consorcio o grupo industrial).
Características
generales del lugar de asentamiento de la fábrica.
Ubicación
en relación con las aglomeraciones ó núcleos
densos
próximos. Medios de comunicación. 2. Historia de la explotación Año de apertura de la fábrica. Evolución de sus actividades productivas (ampliación, restricción, diversificación de la producción), en qué fechas y por qué motivos. Cambios
eventuales
en el tipo de propiedad
(recompra, fusión, constitución en grupo autónomo,
etc.). Cambio en las personas o entidades propietarias. 3. Aspectos técnicos Descripción
de los diferentes procesos
de trabajo, de la maquinaria y utillaje utilizado, con cómputo
del
tiempo para cada tarea (existencia de cadencias y vigilancia eventual),
controles del proceso productivo. Tareas de mantenimiento.
Técnicas
de almacenamiento según los productos y capacidad de
almacenamiento.
Volumen de los stocks en el presente ejercicio y en el último.
Destino
de los productos (lugar, medio de transporte o red de
distribución),
entidad responsable (la misma empresa u otra). 4. Aspectos productivos Cantidades
anuales
producidas (en kilowatios,
toneladas, hectólitros, piezas, unidades, etc.). Si hay
diferentes
productos o diferentes cualidades, precisar las cantidades anuales en
cada
caso, evolución de la producción desde el inicio. 5. Aspectos financieros Cuantía del capital de inversión al inicio. Aportes ulteriores eventuales. Origen del capital (local, regional o nacional, estatal, extranjero, etc.). Nivel de
inversión anual y desglose
según los puestos, gastos de explotación según el
proceso y de mantenimiento, otros gastos. Proporción de la masa
salarial en relación con la inversión en maquinaria,
infraestructura
o instalaciones. Beneficios netos anuales (realizar curvas para marcar
las tendencias). Plan de inversión futuro. Eventuales ayudas
públicas. 6. Aspectos relacionados con la comercialización Precio de venta de los diferentes productos (expresados según los valores utilizados para los aspectos productivos), el año presente y, si puede ser, desde el inicio de la actividad de la fábrica. Modalidades de
venta
(comercialización
directa a consumidores, a empresas comerciales o mayoristas, existencia
de una red propia con representantes agencias o puntos de venta).
Modificaciones
eventuales de la comercialización. 7. Aspectos laborales Organigrama de la fábrica y eventualmente de la empresa a la que pertenece. Número de trabajadores en el conjunto de la fábrica. Categorías profesionales y número de trabajadores para cada una de ellas (precisar el sexo y la edad). Relación sexo/edad en cada proceso de trabajo. Criterios de ascenso profesional en la empresa (experiencia/antigüedad, perfeccionamiento profesional, etc.). Trabajadores eventuales. Para cada trabajador: sexo, edad, estado civil, origen, lugar de residencia, nivel de instrucción y formación profesional eventual. Número de hijos. Modo en que ha entrado en la empresa (por amistad, por un pariente, por anuncio, por contratación directa, traslado, etc.). Años que lleva en la empresa y diferentes puestos ocupados. Otros trabajos eventuales. Remuneración de los mismos. Precisar también las ocupaciones de complemento que sirven directamente para el consumo (explotación agrícola, pesca, etc.). Personas de la familia que aseguran estas actividades. Trabajo remunerado de otro miembro de la familia. Horario de trabajo diario (3 x 8 eventuales) y semanal (procesos productivos que no se pueden interrumpir) y diferencias entre administrativos y productores. Organización de las vacaciones anuales (cierre en fechas fijas o turnos), criterios de elección de las fechas entre trabajadores. Organización de las horas extras. Sistema de remuneración (marcar las diferencias eventuales entre categorización del puesto y las tareas desempeñadas, y el sexo). Modalidades de pago. Relación horas extras y puestos de trabajo. Evolución de las mismas. Evolución de los aspectos laborales (número de trabajadores desde el principio según el sexo, modificación de las categorías profesionales, aparición de puestos más técnicos, eventualmente evolución de los salarios si existen archivos completos). Características del comité de empresa en cuanto a los miembros que lo integran, los temas debatidos en las reuniones y en las relaciones con la dirección. Sindicatos representados entre los trabajadores. eventual relación entre categoría profesional y sindicación. Conflictos laborales y huelgas que han tenido lugar. Duración de las mismas, grado de participación y motivos. Prestaciones sociales de la empresa: médico de empresa y enfermería, cooperativa de consumo, facilidades de alojamiento, comedores, guardería, terrenos deportivos, medio de transporte de la empresa, etc.). Aspectos
referentes
a la salud de los trabajadores.
Tipos de dolencia más frecuentes, frecuencia de las bajas para
cada
categoría profesional y motivos. Accidentes laborales desde el
inicio
de la actividad productiva. 8. Organización del trabajo y aspectos sociales Para cada
proceso de
trabajo, número
de trabajadores implicados, sexo, tipo de tareas para cada uno.
Existencia
de equipos de trabajo institucionalizadas o espontáneas.
Roles-estatus
según la categoría profesional y tipo de tareas.
Relaciones
intersexuales. Jerarquía interna entre una misma
categoría
profesional y criterios que actúan (edad, novedad o
antigüedad
en el puesto, diferencia étnicocultural, etc.). Existencia de
cabecillas.
Uso de motes. Circunstancias de su aparición. Relaciones entre
los
equipos (conflictivas, bromísticas, de solidaridad),
según
las circunstancias. Relaciones informales: descripción de las
pausas
laborales (intercambio de comidas, bebidas, cigarrillos) entre
qué
tipo de personas. Tipos de conversación. Relaciones entre
trabajadores
fuera del trabajo, en qué circunstancias y con qué
frecuencia.
Trabajadores (as) que tiene el cónyuge trabajando en la
fábrica
(precisar si se conocieron a través del trabajo o si
aprovecharon
el trabajo en la fábrica para colocar al cónyuge).
Personas
que tienen su padre, madre, hermanos, hijos, trabajando en la
fábrica. 9. Aspectos simbólicos Rituales eventuales relacionados con las tareas peligrosas (llevar medallas, estampitas, santiguarse, pronunciar oraciones, etc.). Prohibiciones relativas a determinadas tareas y en cuanto a personas (por la edad, el sexo, lugar de origen, su condición de recién llegado, persona «gafe», etc.), en cuanto a palabras, gestos u objetos. ¿Existen
circunstancias en que se cantan
himnos obreros o hay coplas, anécdotas relativas a los
directivos?.
Relato émico de las luchas obreras más significativas a
nivel
de la empresa por quienes las han vivido y de los accidentes laborales
graves. Elementos gráficos utilizados en las luchas (banderolas,
graffiti, posters, tracts, dibujos) y elementos verbales (lemas,
eslóganes,
etc.).
1. La Diputación Provincial de Almería. 2. Aunque se hable periódicamente de la reapertura de algunos yacimientos, en particular el de Rodalquilar, no hay en la actualidad en Campo de Níjar ninguna mina en funcionamiento. En cambio, hay varias canteras actualmente en explotación. 3. Nos referimos a obras literarias como la de J. Goytisolo: Campo de Níjar, que tienen un abordaje impresionista de la realidad observada. 4. Nos
inspiramos
del debate
que tuvo lugar en abril de 1986 en Braga (Portugal) del grupo de
investigación
sobre la transición social, bajo la dirección de Maurice
Godelier.
Provansal, Danielle (y Pedro
Molina)
(coord.) |
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