Dolores
Morillo Martín:
Salir
a trabajar. Procesos
migratorios y estrategias económicas de los grupos domésticos
en la Sierra Sur de Sevilla (2004).
Sevilla, Diputación
de Sevilla, 2004: 406 páginas.
Por:
Ester Massó
Guijarro
La obra que reseño
a continuación constituye la tesis doctoral presentada por Dolores
Morillo Martín en la Universidad de Sevilla para la obtención
de su título de Doctora en Antropología Social. Nos hallamos
ante una obra antropológica sólida que aborda la cuestión
de la migración andaluza, valiéndose de los instrumentos
de la metodología etnográfica y desde una perspectiva teórica
potente, como es la bourdieuana.
Algunos de los intereses
que suscita esta obra radican en su propuesta integradora para explicar
las acciones, decisiones y estrategias de los agentes migrantes, así
como su adopción de la noción "grupo doméstico" como
unidad de análisis en la economía de las zonas rurales.
El trabajo muestra una gran
profundidad y precisión de contenidos en cuanto a investigación
empírica; resulta rigurosa y plural en los planteamientos, de lectura
y organización temática claras. En resumen, una aportación
interesante para los estudiosos de la migración rural y su abordaje
desde la antropología del parentesco y la teoría social.
Perspectivas teóricas
empleadas
Los abordajes críticos
que la autora realiza de sus materiales empíricos resultan de gran
interés a causa de las perspectivas teóricas que la orientan;
opta por conjugar las aportaciones más pertinentes de los enfoques
objetivistas y subjetivistas, estableciendo "una línea de análisis
donde las estructuras y los individuos se unifiquen" (p.27), según
sus propias palabras.
Así, recoge la teoría
de la prácticas sociales de Pierre Bourdieu (con especial énfasis
en su noción de habitus), que se desmarca de la dicotomía
clásica que operaba en investigación sobre migraciones, a
saber, la pugna irreconciliable entre la teoría de la decisión
(migración por decisión independiente del actor social) y
la teoría estructural (migración como reacción a impulso
de fuerzas exteriores estructurales). La perspectiva de Morillo es una
mixtura de los dos extremos tradicionales, y por ella se entiende que
los
individuos, "insertados en unas estructuras sociales, toman decisiones
acordes con sus tradiciones culturales" (Zamora Acosta, en p. 14 del
prólogo).
La autora se esforzó
en enlazar, pues, las condiciones locales y supralocales (p. 338) para
ahondar en ese carácter sistémico de la emigración
que, sin embargo, no anula la capacidad decisoria del individuo (p.
347).
Por otro lado, la utilización de la noción de "grupo doméstico"
como unidad de análisis resulta una herramienta de trabajo útil,
en tanto que "posibilita la superación de la alternativa entre lo
individual y lo social, y articula las perspectivas micro y macro
social"
(p. 351).
Estudio empírico
y metodología etnográfica
Como acotaciones del trabajo
antropológico empírico, ingente y riguroso como indiqué
más arriba, que sustenta la obra, se debe decir que tuvo como zona
de estudio cinco municipios de la provincia de Sevilla (p. 29),
mientras
que el marco temporal-cronológico se situó desde la década
de los sesenta hasta la actualidad (p.29).
La metodología de
investigación empleada por la autora fue cuantitativa (con recurrencia
a fuentes de información en distintos organismos oficiales,
principalmente)
y cualitativa, de índole etnográfica, mediante el empleo
de las siguientes técnicas: entrevistas en profundidad a informantes
clave, entrevistas abiertas y semiestructuradas (individuales y a
grupos),
charlas informales y observación participante.
Los informantes, así
como los círculos y espacios donde se realizó la investigación
empírica, fueron personajes públicos y anónimos autóctonos
de las zonas de estudio mencionadas, ámbitos laborales y domésticos
de los distintos agentes donde, además, la autora pudo desarrollar
una visión desde la perspectiva del género, incluso a raíz
de su misma participación en la vida comunitaria, en actos
ceremoniales,
rituales, religiosos o políticos.
Recapitulación.
Conclusiones
Algunas de las conclusiones
más relevantes del estudio de Morillo señalan la mayor dependencia
en la actualidad de la agricultura andaluza -y por ende de la zona de
estudio-,
el escaso desarrollo del sector secundario y el aún más débil
sector terciario, como realidades que contribuyen a reducir la
posibilidad
de hallar trabajos de cierta estabilidad en la localidad de origen;
así,
el fenómeno de la migración persiste, adoptando lo que se
ha denominado una especialización del territorio en la elección
de destinos migratorios, y manteniéndose la vigencia del apoyo
familiar.
No se reconoce, sin embargo, la clásica predicción de un
despoblamiento absoluto de estos municipios a causa de la emigración,
como tampoco sucedió una concentración de la propiedad de
la tierra.
Para terminar deseo llamar
la atención, y como clave esencial inspiradora de la obra de Morillo,
sobre la importancia de la perspectiva histórica-cronológica,
por el valor que tiene para cualquier pueblo el recordatorio y la
constancia
de su memoria; más aún diría: en los tiempos que vivimos,
esta importancia se agudiza por cuanto puede ilustrarnos y
aleccionarnos
sobre la realidad que palpamos hoy de la inmigración del Estado
español, la deuda histórica que olvidamos desde que nuestros
numerosos emigrantes regresaron hace apenas dos décadas de Argentina,
Alemania, Paraguay o Suiza. Y los deberes ciudadanos, por tanto, que
serían
de rigor en los procesos migratorios de los que ahora somos receptores.
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