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1. Introducción Desde la antropología y la sociología del desarrollo se ha venido poniendo de manifiesto la insatisfacción que ha generado el modelo de desarrollo "desde fuera" establecido desde los años sesenta y setenta basado en la concepción convencional del desarrollo en etapas, donde la clave estaba en la imitación mecánica de las sociedades industriales. Frente a este agotamiento, en los ámbitos científicos se ha comenzado a proponer un nuevo modelo de desarrollo denominado "desarrollo endógeno" fundamentado en la evidencia de casos concretos de procesos de desarrollo en territorios determinados y en los intentos de las autoridades públicas y las instituciones de la sociedad civil de impulsar procesos de localidades o regiones retrasadas sobre la base de las particularidades de los territorios, sus culturas, sus sistemas de valores, sus recursos y su capital humano y social (Attali 2001; Black 1999; Comiliau 2000; Escobar 1997; Eisenstadt 1990; Eyben 2000; Gimeno y Monreal 1999; Long 2000; Klisberg 1999; Olivier de Sardan 1997; Sachs 1998). Una de las corrientes más importantes en la que se han sistematizado muchas de las aportaciones antes comentadas ha sido la denominada teoría de los Sistemas Productivos Locales. Desde esta perspectiva, y tratada con espacial atención en la literatura antes comentada, se ha puesto el centro de interés analítico, y de propuestas de acción, en los actores y las relaciones que se establecen entre ellos, hasta el punto que se podría mantener que estas nuevas perspectivas del desarrollo territorial se deberían denominar "perspectivas del actor" (Long 2001). Sin embargo, a pesar del claro avance científico que suponen estas nuevas propuestas, todavía es necesario profundizar en el tratamiento analítico que se le debe de dar a esos dos factores considerados como claves: los actores y sus relaciones. Y es, precisamente, sobre esta cuestión en la que se centra especialmente el trabajo que aquí se está presentando. Además, de manera muy paralela a este debate sobre el modelo de desarrollo, se está produciendo otro debate similar en cuanto al modelo de desarrollo turístico. Así, desde hace ya cierto tiempo, desde diferentes ámbitos, algunos de ellos vinculados a la investigación científica y a organizaciones internacionales, se está reclamando que el turismo está experimentando un cambio amplio de modelo que tiene que ver, principalmente, con el hecho de que se está empezando a considerar como un motor para el desarrollo local, y que por tanto, implica que el centro de interés se ponga más en la dimensión territorial del mismo, y como extensión, se exponga que los actores locales, los que operan en el territorio, dispongan de un protagonismo especial para impulsar el desarrollo a través del turismo. Esta situación hace que los actores turísticos locales y sus relaciones se conviertan en piezas claves en el nuevo modelo turístico. Por ello, desde la Organización Mundial del Turismo se ha venido defendiendo que la colaboración entre los actores locales públicos y privados es un elemento clave para articular el desarrollo turístico de un determinado territorio (OMT-WTO 2001; OMT-WTO 2002), o lo que en ámbitos académicos se ha venido denominando la gestión activa de los destinos turísticos (Pulido 2005). El trabajo aquí presentado permitirá comprobar empíricamente cómo, en efecto, existe una evidente correlación entre el nivel de desarrollo turístico de un territorio y las características de las relaciones entre los actores turísticos. De esta forma, se podrá apreciar que a medida que el nivel de desarrollo turístico es más elevado también lo es la densidad y el número de actores centrales de las redes de relaciones de actores con incidencia en la actividad turística en el ámbito local. El trabajo, por tanto, es pionero por ofrecer un primer modelo de análisis del sistema turístico local (definido este como los actores y sus relaciones) a través de la operacionalización metodológica de las relaciones entre los actores turísticos desde una perspectiva dinámica (un avance científico con respecto a anteriores modelos que se centraban exclusivamente en los factores estáticos de las relaciones), y ha sido aplicado a tres estudios de caso que son ciudades patrimoniales del interior de Andalucía. Es decir, ciudades con unas características similares y que presentan niveles de desarrollo turístico diferente con el único objetivo de probar las posibilidades analíticas del modelo propuesto. Sin lugar a dudas, el modelo analítico, basado fundamentalmente en el análisis de redes sociales, puede ser aplicado a otros territorios considerados como destinos turísticos más o menos consolidados o a diferentes tipologías de destinos (sol y playa, grandes ciudades, segmentos turísticos), tal es así, que actualmente se está llevando a cabo una investigación en otros tipos de destinos turísticos a nivel nacional. 2. El sistema productivo local: una aproximación a la importancia de los actores y sus relaciones El concepto de sistema productivo local está directamente relacionado con el nuevo modelo de desarrollo económico que empieza a prosperar como consecuencia de la crisis del modelo de producción en serie como forma de producción y organización empresarial basado en la gran empresa, adquiriendo en el nuevo modelo un mayor protagonismo las características locales de un determinado territorio: los valores territoriales, de identidad, diversidad y flexibilidad, etc. (Alburquerque 2004). Esto ha provocado que las estrategias de desarrollo económico del territorio estén evolucionando desde el desarrollo polarizado y el establecimiento de incentivos a la inversión externa, hacia otras estrategias basadas en el aprovechamiento de los recursos endógenos. El modelo de desarrollo endógeno parte de que todas las comunidades territoriales tienen un conjunto de recursos que constituyen su potencial de desarrollo, lo que hace que en un determinado momento histórico esa colectividad territorial por iniciativa propia puede encontrar nuevas ideas y proyectos que le permitan utilizar sus recursos. El concepto de desarrollo endógeno, desde la perspectiva del sistema productivo local, hace referencia a procesos de acumulación de capital en localidades y territorios concretos: se trata de procesos de desarrollo difuso que permite obtener economías de escala externas a las empresas pero internas al sistema productivo, y se producen gracias a la utilización del potencial económico local que favorecen las instituciones y mecanismos de regulación que caracterizan a cada territorio. La forma de organización de la producción, las estructuras familiares, las tradiciones locales, la estructura social y cultural y los códigos de la población condicionan los procesos de desarrollo local. Se concede, por tanto, un papel predominante al territorio, no como soporte físico sino como actor del desarrollo, ya que las empresas, las organizaciones, las instituciones locales y la sociedad civil de un determinado territorio juegan un papel activo en los procesos de crecimiento y cambio estructural (Vázquez 2000: 95-96). El sistema productivo local es una de las formas en que se concreta el modelo de desarrollo endógeno y tiene que ver con la existencia de concentraciones importantes de pequeñas empresas de una misma actividad industrial en un determinado territorio, siendo lo más característico de todo ello el sistema de relaciones que se establece entre dichas pequeñas y medianas empresas, y la imbricaciones que dichas relaciones tienen con las características sociales y culturales del territorio. Como corriente teórica, el sistema productivo local tuvo un precedente en la obra de Alfred Marshall, quien al estudiar la organización geográfica de la industria realizó la propuesta de establecer como unidad de estudio del desarrollo económico una entidad de base territorial, denominada distrito. La línea de trabajo iniciada por Marshall en el sentido de que existe un modo de producción con rendimientos crecientes alternativo al de las grandes empresas integradas de una forma vertical fue continuado por el investigador italiano Becattini, quien puso de manifiesto que existe una alternativa al crecimiento basado en la ubicación de polos de grandes empresas conocidos como "distritos industriales" que está basada en las economías externas generadas por la concentración territorial de pequeñas y medianas empresas especializadas en las diferentes fases de un único proceso productivo (Becattini 1989). El distrito industrial de Becattini va más allá de la proximidad geográfica y la especialización sectorial destacadas por Marshall, ya que para el funcionamiento óptimo del mismo se destacan los aspectos sociales y culturales del territorio que se convierten en fundamento de las relaciones de colaboración y cooperación entre las empresas (Becattini 1991). El distrito industrial tiene que ver tanto con una matriz local de interrelaciones técnicas entre empresas como con una red de vínculos socioculturales. Los distritos industriales de Becattini tuvieron a su vez continuidad teórica en los "medios innovadores" de Aydalot, que pone de manifiesto que la innovación como principio básico de la adaptación de la producción de un territorio no depende exclusivamente de la capacidad de innovación del empresariado sino que es el territorio formado por las empresas, los actores sociales y las administraciones públicas, el que actúa como medio que propicia el emprendimiento y la innovación (Aydalot 1986). De esta forma se pone en evidencia que en los Sistemas Productivos Locales caracterizados por la existencia de un conjunto importante de pequeñas y medianas empresas éstas no puedan desencadenar un proceso innovador por sí mismas y necesiten acudir a los recursos existentes en el territorio donde se asientan (Caravaca y otros 2002: 41). El esfuerzo para propiciar la generación e incorporación de conocimientos para dar respuesta a los retos y problemas a los que las sociedades deben hacer frente, resulta un factor clave que permite, no sólo a las empresas sino también a los distintos territorios, insertarse con una mejor posición en el contexto caracterizado por la complejidad (Maillat 1995). Desde esta perspectiva, se considera que la innovación no se puede reducir exclusivamente a la incorporación de innovaciones empresariales de carácter tecnológico sino que debe ser entendida en un sentido amplio como la predisposición a incorporar conocimiento que permita utilizar racionalmente los recursos existentes en cada territorio, y que centrados en los Sistemas Productivos Locales deben generar las condiciones para que determinadas necesidades y problemas a los que no pueden responder por sí solas las empresas centradas en el proceso productivo, debe ser proporcionadas por el entorno, por el medio, creando una entorno socio-institucional de actores diferentes a las pequeñas y medianas empresas del distrito que favorezca los procesos de desarrollo (Caravaca y González 2003). Analizados de esta forma, se constata que los procesos productivos son consecuencia de la integración de múltiples acciones de naturaleza dispar donde intervienen un número importante de agentes empresariales que requieren de una proximidad física relacional, implicando la configuración de unidades productivas territoriales. En el centro del proceso de crecimiento y acumulación de capital de los sistemas productivos locales está la forma de organización del sistema productivo que propicia la formación de economías de escala externas y la reducción de los costes de transacción, lo que hace que la dinámica de la economía local gire alrededor de la organización del sistema productivo, en el que se establecen las relaciones entre las empresas, los proveedores y los clientes. La columna vertebral de los sistemas productivos locales es la configuración del modelo de producción, la existencia de una red de empresas industriales que dan lugar a una multiplicidad de mercados internos y de intercambios a escala local; las relaciones dentro de la red no sólo permiten el intercambio de productos y servicios entre los actores sino también de conocimientos tecnológicos y de pautas de comportamiento, de manera que las relaciones se basan en el conocimiento que unos actores tienen de otros, en la confianza mutua que se ha ido generando paulatinamente, así como en el beneficio que el comercio e intercambio produce (Vázquez 2000: 98). Esto, sin duda, hace que el modelo de desarrollo que le es propio al sistema productivo local se caracterice por su dimensión territorial local, no sólo debido al efecto espacial de los procesos organizativos y tecnológicos, sino por el hecho de que cada localidad, cada región, es el resultado de una historia en la que se ha ido configurando el entorno institucional, económico y organizativo; cada espacio económico aparece con una configuración propia, que se ha ido definiendo en función de los sucesivos sistemas productivos, de los cambios organizativos de las empresas e instituciones y de las transformaciones en el sistema de relaciones sociales e industriales (Vázquez 1999). Esto ha provocado que a la teoría de los Sistemas Productivos Locales se le haya denominado como teoría territorial de la cooperación, en la que las redes se ven como una alternativa al mercado, menos costosa en términos de identificación, acceso e intercambio de bienes, servicios o conocimientos entre empresas debido a que la pertenencia a un mismo ámbito espacial, en el que existe una cierta homogeneidad idiomática, cultural e institucional y en el que los intercambios se convierten en algo habitual, genera un clima de confianza y entendimiento que ayuda a reducir los comportamientos indebidos. En la literatura científica reciente sobre el turismo se está poniendo de manifiesto la importancia que tiene atender a la denominada gestión activa del destino como elemento fundamental de la competitividad del turismo. Poner el foco de atención en la gestión implica en primer lugar realizar un esfuerzo en operacionalizar analíticamente dicho concepto, y establecer, por tanto cuales serán las dimensiones a las que habrá que prestarle interés para su comprensión en profundidad. Desde no hace mucho tiempo han venido apareciendo un conjunto de trabajos científicos sobre el turismo que tienen que ver con la aplicación de la teoría de los sistemas productivos locales, que ponen el acento en el territorio y el centro de interés en los actores y las relaciones productivas que se dan entre ellos y que se concreta en los denominados estudios de clusters turísticos (Michael 2007; Lazzaretti y Petrillo 2006; Novelli, Schmitz y Spencer 2006; Pforr 2006; Pavlovch 2003; Dredge 2006; Hsin-Yu 2006; Vernon y otros 2005). También es necesario poner de manifiesto que ha aparecido una línea de trabajo que se ha aplicado al estudio de las relaciones entre actores turísticos en este marco de la gestión activa de los destinos, y que tiene que ver con la aplicación de la denominada teoría de los stakeholders (Aas, Ladkin y Fletcher 2005; Bramwell y Lane 1999; Medeiros y Bramwell 2002; Sautter y Leiden 1999; Selin y Chavez 1995; Yuksel, Bramwell y Yuksel 1999). Sin embargo, estos trabajos a pesar de que han supuesto un avance científico en el análisis del turismo presentan un déficit analítico. El avance tiene que ver con el punto de mira para la comprensión de la actividad turística al centrase en un territorio concreto y conseguir caracterizar al Sistema Turístico a través de sus dos elementos básicos, que son los actores que intervienen en la actividad turística de dicho territorio y las relaciones productivas que se dan entre ellos. Y el déficit tiene que ver, precisamente, con el escaso tratamiento analítico que se le proporciona a las relaciones que efectivamente se producen en el territorio para abordar actividades turísticas. De esta manera, se puede destacar que los análisis propuestos en dichos trabajos no permiten analizar la dinámica real de las relaciones entre los actores, es decir, la dinámica de colaboración que efectivamente se produce entre aquellos actores que realmente interactúan para desarrollar actividades turísticas en el proceso productivo del turismo en un determinado territorio, sea éste un destino consolidado o en formación. Si realmente se quiere abordar el estudio de la gestión activa del turismo en un determinado territorio es necesario que se preste atención a estos factores dinámicos de las relaciones entre los actores que son el fundamento de las características del proceso productivo del turismo. Por la especificidad de dicho proceso productivo de la actividad turística, en el que la colaboración y las relaciones se convierten en un aspecto más que fundamental, tener capacidad de atender a estas dinámicas colaborativas reales que se producen entre los actores públicos y privados que operan en el territorio es el elemento clave para comprender el papel que la gestión activa del turismo tiene en el desarrollo del mismo en el territorio concreto en el que se produce 3. Metodología: en busca de las relaciones entre actores Los elementos principales de la nueva línea de trabajo que se está proponiendo aquí, lo componen los actores que intervienen en la actividad turística en un territorio determinado y las relaciones que establecen entre ellos en el curso de las acciones que es necesario llevar a cabo para gestionar turísticamente dicho territorio. Si bien es cierto que la identificación de los actores turísticos y su caracterización no presenta una excesiva complejidad, no ocurre lo mismo con el tratamiento de sus relaciones, y es precisamente en esto, en la operacionalización de las relaciones, donde se encuentra el principal fundamento (y la aportación metodológica) de esta nueva línea de trabajo para el estudio del turismo. Para proceder al tratamiento científico de las relaciones en el sistema turístico local se parte del concepto de proceso productivo turístico del territorio, que tiene por objeto establecer cuáles son las dimensiones básicas de acción a realizar en un determinado territorio para que funcione como un producto o destino turístico. A este respecto el proceso productivo se conforma en cuatro grandes ámbitos de acción (creación, promoción, comercialización y articulación o gestión del producto) en cada uno de los cuales se incluye un número determinado de acciones turísticas concretas que son susceptibles de ser realizadas en colaboración por los distintos actores, es decir que están configuradas por la interacción entre ellos. De esta forma, para el ámbito de la gestión de los destinos turísticos las actividades que son susceptibles de ser realizadas en un proceso de colaboración entre los actores son: En la creación del producto turístico: construcción de infraestructuras de acceso a los destinos; puesta en valor turístico de recursos culturales y naturales; creación de equipamientos y adecuación para la visita; creación de servicios turísticos; organización de eventos; creación de sistemas normativos; creación de sistemas de producción y acceso a materias primas; acciones de innovación. En la gestión del producto turístico: diseño de paquetes turísticos; receptivo turístico; apertura con personal especializado; apoyo a la gestión de la atención turística a través del desvío de clientes; señalización; servicio de guías turísticos; guías turísticas en diferente formato; bonos turísticos; organización de sistemas de transporte para turistas; aplicación de sistemas de calidad. En la promoción turística: asistencia a ferias; asistencia a work shops; edición de material promocional; campañas publicitarias. En la comercialización turística: comercialización directa; comercialización indirecta. Por tanto, los datos necesarios para un análisis de este tipo son los relativos a las relaciones entre los actores que forman parte del sistema y que se obtienen a partir de la detección de las interacciones entre los actores turísticos que operan en un determinado territorio. Para obtener la información relacional necesaria en este modelo analítico se hace imprescindible atender a las características de acción de dichos actores turísticos. De esta forma, se consideran como tales, las administraciones públicas locales, provinciales y regionales; hoteles; restaurantes; empresas de servicios turísticos; y asociaciones de la sociedad civil cuya actividad afecta directamente al turismo del territorio, así como el análisis de documentos que informan sobre las actividades turísticas que se desarrollan. La siguiente tabla puede ser ilustrativa de las técnicas de investigación utilizadas. CUADRO 1. TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN UTILIZADAS
Fuente: Elaboración propia. Así, mediante la aplicación de dichas técnicas de investigación se puede obtener toda la información relacional, de manera que se puedan conseguir los datos sobre las relaciones que se establecen entre los diferentes actores turísticos de un determinado territorio. Una vez obtenidos los datos relacionales, se procedió al análisis de los mismos, y para ello se utilizaron dos técnicas de análisis fundamentales: por una parte se aplicó la técnica del Análisis de Redes Sociales a través del programa de tratamiento de datos relacionales UCINET 6 que permite identificar las características estructurales de las redes de actores (Borgatti, Everett y Freeman 2002). Sobre la base del método de redes completas en el que se incluye a todo el censo de actores y todas las relaciones posibles entre ellos y las medidas binarias de relaciones (si se producen o no entre los actores), se obtiene el grueso de datos relacionales necesarios para un estudio de redes sociales (Hanneman y Riddle 2005). A partir de estos datos, el programa de tratamiento de datos relacionales permite elaborar una matriz de adyacencia, que es el soporte matemático sobre el que se graba la información real de las relaciones entre todos los actores (Quiroga 2003). Y sobre la información de la matriz de adyacencia se pueden obtener una serie de indicadores sobre la estructura formal de la red de relaciones. Para el caso que se presenta aquí se han utilizado tres tipos distintos de indicadores: 1) la densidad de la red que permite medir la proporción de relaciones existentes sobre el total de relaciones posible, indicando, por tanto, la intensidad de las relaciones en el conjunto de toda la red (Rodríguez y Mérida 2005); 2) el grado de centralidad, que es el número de actores a los que un actor está directamente unido, y 3) la dirección de las relaciones, que pueden ser de salida (las relaciones que un actor tiene con otros actores), y de entrada (el número de actores que tienen relaciones con él). El programa de tratamiento de datos relacionales UCINET 6 aporta la posibilidad de construir el gráfico de la red de actores, en el que se pueden representar las características de las relaciones de dicha red, las posiciones que ocupan los actores y las líneas que marcan y determina las posiciones de cada uno de los actores de la red. Por otra parte se ha aplicado el análisis de contenidos de las redes sociales con el objetivo de proporcionar información de las características básicas de las relaciones, tales como su naturaleza o la temática sobre la que versan, ya que estos aspectos pueden proporcionar mucha información sobre el tipo de relaciones y la configuración que puede adoptar la red. También se analiza en qué consiste el soporte de la relación, es decir, si se produce sobre la consulta o la información, sobre la cooperación en la obtención de recursos, sobre la subcontratación o sobre la creación de estructuras conjuntas. El análisis de contenidos proporciona también información sobre los aspectos temporales de las relaciones, es decir, si éstas son puntuales o bien se extienden en el tiempo y son estables a largo plazo. En último lugar proporciona información sobre el grado de formalización de la red, determinando si dichas relaciones se basan en la confianza, en normas o reglas, o en un contrato. 4. Relaciones entre actores y desarrollo local: evidencias empíricas a través del estudio de procesos de desarrollo turístico en ciudades andaluzas Para comprobar el valor analítico del Sistema Turístico Local (las redes de colaboración público-privadas para la realización de actividades productivas en el ámbito del turismo de un determinado territorio) en el desarrollo turístico de los territorios, se ha aplicado la metodología descrita al análisis comparado la actividad turística de tres ciudades medias del interior de Andalucía con marcado carácter patrimonial: Antequera, en la provincia de Málaga; Écija, en la provincia de Sevilla; y Úbeda, en la provincia de Jaén. La tabla siguiente refleja algunos de los aspectos relevantes a los efectos de este estudio de cada una de estas ciudades.
El objetivo del estudio comparado es identificar si las redes de actores público-privadas que definen cada uno de estos Sistemas Turísticos Locales tiene una relación con el nivel de desarrollo turístico que presentan, teniendo en cuenta que son tres casos de similares características en cuanto a su población, a su ubicación geográfica, a su papel histórico en la estructuración territorial de Andalucía, con una riqueza de patrimonio cultural similares, y que, sin embargo, presentan distintos niveles de desarrollo turístico. Para determinar el índice de desarrollo turístico se ha optado por utilizar un indicador para medir la importancia del turismo en relación con la estructura económica de cada una de las tres ciudades analizadas; en concreto se ha utilizado el índice turístico elaborado por el Servicio de Estudios de La Caixa que se obtiene en función de la cuota o impuesto de actividades económicas correspondiente a las actividades turísticas, el cual se basa a su vez en la categoría de los establecimientos turísticos (hoteles y moteles, hoteles-apartamentos, hostales y pensiones, fondas y casas de huéspedes, campings y apartamentos gestionados por empresas), número de habitaciones y ocupación anual (todo el año o parte del año); por lo que constituye prácticamente un indicador de la oferta turística (La Caixa 2007).
Los estudios tradicionales de competitividad tendrían en cuenta factores del tipo de la localización geográfica, la facilidad de acceso o la riqueza de su patrimonio cultural como aspectos indicativos de su nivel de desarrollo turístico o de la potencialidad turística de la ciudad. En cuanto a la localización es Écija la ciudad mejor ubicada por su cercanía a grandes núcleos de población y su mejor dotación de infraestructuras de comunicación; Antequera ocupa el segundo lugar según este criterio, y Úbeda el tercero. La misma clasificación se podría realizar atendiendo a los recursos patrimoniales y el número de bienes de interés cultural. Sin embargo, es la ciudad de Úbeda la que presenta un mayor nivel de desarrollo turístico, seguida de Antequera y en tercer lugar de Écija. Se puede afirmar en consecuencia que el desarrollo turístico de estas ciudades no depende de la ventaja de localización o de su riqueza patrimonial, sino que parece depender más de las estrategias seguidas por los actores que participan en la actividad turística de cada una de esas ciudades: la naturaleza y las características de las redes que forman en su actuación. Las redes de actores turísticos de la ciudad de Écija A partir del gráfico que aparece en la página siguiente se pueden establecer las características básicas de las relaciones entre los actores turísticos de la ciudad de Écija. La primera de las características es que son muy pocas las relaciones que se establecen entre los actores turísticos de la ciudad de Écija. Como recoge el gráfico, todas las relaciones que se producen entre los actores de Écija en todas los ámbitos que componen el proceso de producción turística de la ciudad. Y el aspecto que más destaca es la escasez de relaciones que se produce entre dichos actores, como queda demostrado en la densidad de la red, que es sólo de 18,85% de todas las relaciones posibles. Este indicador pone de manifiesto claramente que son muy pocas las relaciones que se establecen entre los diferentes actores que intervienen en el Sistema Turístico Local de la ciudad de Écija. Esto demuestra, por una parte que no para todos los actores turísticos de la ciudad es importante el turismo como actividad económica, y que por tanto no intervienen en las relaciones necesarias para crear, gestionar, promocionar o comercializar turísticamente la ciudad, ya que consideran el turismo como una actividad secundaria, y a veces anecdótica de su iniciativa empresarial, como queda demostrado por la nula implicación de la mayoría de los hoteles de la ciudad y de los restaurantes más clásicos; y por otra parte, existe otro importante conjunto de actores que aunque si consideran importante el turismo para su actividad son poco activos como puede ser el caso de los tres museos privados o la empresa de gestión de visitas Veca. GRÁFICO 1. RED DE ACTORES TURÍSTICOS DE LA CIUDAD DE ÉCIJA La tabla siguiente contiene el grado de centralidad normalizado de entrada y de salida de los actores turísticos de la ciudad de Écija. TABLA 1. GRADO DE CENTRALIDAD NORMALIZADO DE LOS ACTORES TURÍSTICOS DE ÉCIJA
Fuente: Elaboración propia. Como se puede comprobar a través de dichos datos, que complementan a las características estructurales que aporta la representación gráfica de dicha red de actores, tan sólo existe un actor con un grado de centralidad de salida y de entrada importante, esta actor es el Ayuntamiento de la ciudad; este aspecto condiciona de manera fundamental la estructura formal que presenta esta red de relaciones, ya que su apariencia es claramente de tipo estrella, con un claro actor central que lidera todas las relaciones y que presenta una clara influencia, ya que a él recurren todos los demás a la hora de impulsar acciones turísticas conjuntas. Del mismo modo, también se puede apreciar un pequeño grupo de actores, en concreto cuatro actores, que tienen un grado de centralidad de salida relativamente alto, aunque no llega al 50%, que se sitúa entre el 50% y el 30%, y que gráficamente están representados en la parte derecha superior del gráfico de la red. Estos actores impulsan algunas vinculaciones con otros actores para el desarrollo de acciones conjuntas en el ámbito turístico de la ciudad de Écija, pero son relativamente con pocos actores, como se puede comprobar en el indicador del grado de centralidad de entrada, que tampoco presenta datos elevados, situándose en las mismas proporciones (es decir, entre el 50% y el 30%). Existe otro grupo de actores, el segundo más numeroso, que presentan un grado de centralidad de entrada y salida bajo, que se sitúa entre el 20% y el 30%, y que por lo tanto están implicados en muy pocas interacciones para el desarrollo de actividades turísticas realizadas de forma conjunta, y que gráficamente están en la segunda línea de actores en la parte derecha y arriba de la red. Y el grupo más numeroso es aquel que tiene un grado de centralidad de salida muy bajo, que apenas si alcanza el 13%, y que en términos muy parecidos se encuentra el grado de centralidad de salida. Además, también se puede comprobar que existe un número relativamente importante de actores que no tienen grado de centralidad de salida, y que por tanto, no impulsan actuaciones turísticas de forma conjunta. En conclusión, para el caso de la red de actores de Écija, se puede mantener que ésta tiene una estructura clara en forma de estrella, en el que prácticamente un único actor impulsa relaciones con los otros actores para el desarrollo de acciones conjuntas en el marco del turismo en dicha ciudad. La mayoría de las relaciones que se establecen en el Sistema Turístico Local de Écija son esporádicas y están basadas en la confianza, están vinculadas al momento concreto en el que se produce la interacción y no se establecen formalmente. No son por tanto relaciones extendidas en el tiempo que implican una continuidad relacional. Sólo las relaciones de apoyo financiero y las de subcontratación entre Veca y el Ayuntamiento para la gestión de las visitas del Museo Histórico Municipal, se articulan a través de convenios. Sólo son relaciones extendidas en el tiempo las que se producen entre los actores que participan en la comercialización turística. Son, por tanto, relaciones excesivamente coyunturales y sin formalizar, lo que pone de manifiesto la fragilidad de dichas relaciones en el Sistema, ya que son muy vulnerables ante la ausencia de alguno de los actores implicados y no presentan una acción continuada en el tiempo que permita a dichos actores garantizar una respuesta permanente a aquellas situaciones turísticas que requieran de una interacción. La red de actores turísticos de la ciudad de Antequera Respecto a la red de actores turísticos de la ciudad de Antequera, el primero de los aspectos a destacar es la densidad que presenta la red, y hay que decir a este respeto, que se trata de una densidad considerablemente importante, ya que se sitúa en el 29,25%, es decir, que se producen de forma real casi el 30% de las relaciones posibles entre los actores del Sistema Turístico Local de Antequera. Este dato, junto con la imagen que proporciona el gráfico de la red, pone de manifiesto que son muchos los actores que se encuentran inmersos en interacciones con otros actores para promover y realizar acciones turísticas en Antequera, y no sólo son muchos los actores implicados activamente en la red, sino que entre ellos se produce un volumen importante de relaciones, que es lo que permite explicar la densidad tan importante que presenta la red de actores turísticos de esta ciudad. En la página que aparece a continuación se encuentra la representación gráfica de la red de actores turísticos de Antequera, que conjuntamente con el grado normalizado de centralidad de salida y entrada puede ayudar a comprender las características estructurales que presenta dicha red. GRÁFICO 2. RED DE ACTORES TURÍSTICOS DE LA CIUDAD DE ANTEQUERA La tabla que aparece a continuación contiene los grados normalizados de centralidad de salida y entrada para los actores turísticos de la ciudad de Antequera, que pueden ayudar a clarificar las características estructurales que presenta la red de relaciones en dicha ciudad. TABLA 2. GRADO DE CENTRALIDAD NORMALIZADO DE LOS ACTORES TURÍSTICOS DE ANTEQUERA
Fuente: Elaboración propia. La primera característica de la estructura de la red de actores turísticos de la ciudad de Antequera que se puede comprobar con los datos anteriormente expuestos, es que existe un número importante de actores que tiene un grado normalizado de centralidad de salida y de entrada muy grande, que está en torno al 100%, además de otros dos actores que superan de forma evidente el 50% de centralidad de salida. Este aspecto, junto con el gráfico de la red, pone de manifiesto que ésta se caracteriza por lo que se puede denominar un multicentrismo limitado. Es decir, un conjunto relativamente importante de actores turísticos que impulsan actuaciones turísticas conjuntas en la ciudad. Además, de forma casi mimética ocurre con el grado de centralidad de entrada, salvo para el caso significativo de la Diputación Provincial, de forma que ocupan un papel destacado en dicho indicador y son influyentes, en el sentido que los otros actores turísticos de la ciudad los demandan para realizar actividades en colaboración con ellos. Otro aspecto destacado de la estructura de la red, es que existe un número de actores también bastante numerosos que presentan un grado de centralidad de salida y de entrada importante que se sitúa entre el 40% y el 50%. Esta circunstancia se puede apreciar en la parte izquierda de la representación gráfica en el que se ve claramente un número de nodos con una maraña de vínculos entre ellos muy significativa, que le hace perder, hasta en cierta manera, la forma de tipo estrella a la red de actores. Del mismo modo, en la parte más superior de la parte izquierda de la red, y con un grado de centralidad de salida y entrada que se sitúa aproximadamente entre el 30% y el 15% se encuentran otro número significativo de actores, que aunque de manera menos acusada, presentan cierto impulso de actuaciones conjuntas para la realización de acciones turísticas en la ciudad Y como último aspecto definitorio de las características estructurales de la red existe un número muy amplio de actores que presentan un grado normalizado de centralidad de salida y entraba muy bajo, lo que pone de manifiesto que participan poco en las interacciones que sustentan actuaciones turísticas colaborativas en la ciudad de Antequera. Desde esta perspectiva, se puede destacar como conclusión que la red de actores turísticos de la ciudad de Antequera presenta una clara estructura de multicentrismo relativo, con cierta extensión del número de actores que impulsan a través de las relaciones con otros actores actuaciones turísticas en la ciudad. La red de actores turísticos de Antequera tiene un mayor grado de formalización que la existente en la ciudad de Écija. Es cierto que una buena parte de las relaciones que se producen entre actores son coyunturales y se basan en la confianza, pero también es preciso señalar que otras son perdurables en el tiempo y que muchas de éstas se encuentran formalizadas, especialmente las que tienen que ver con la formación, la elaboración de paquetes y la comercialización turística. Esto proporciona a esta red de Antequera cierto grado de seguridad y permanencia, lo cual le aporta una considerable fortaleza y eficacia al sistema turístico local. La red de actores turísticos de la ciudad de Úbeda El primero de los indicadores utilizados para describir las características estructurales de la red, la densidad de la red, tiene un valor del 40,80 %. Es decir, que de todas las relaciones que potencialmente podrían producirse entre los actores del sistema turístico de Úbeda se dan realmente casi el 41% de las mismas. Este es un indicador numéricamente importantísimo, ya que muestra que de forma real y efectiva se llevan a cabo una multitud de interacciones entre los actores turísticos de Úbeda para impulsar y desarrollar actuaciones turísticas de forma conjunta. Este indicador, sin duda, representa que existe un número alto de actores que mantienen bastantes relaciones entre ellos, como se puede comprobar de forma clara en el gráfico, en el que perfectamente se ven el número considerable de nodos que representan a los actores, muy unidos unos con otros por líneas que a su vez representan las relaciones que se producen entre ellos. Este aspecto, a saber, el volumen importantísimo de relaciones que mantienen entre sí los actores turísticos de la ciudad de Úbeda para el desarrollo de actividades turísticas conjuntas se puede ver de una manera muy nítida en la representación gráfica de dicha red que aparece en la página siguiente. GRÁFICO 3. RED DE ACTORES TURÍSTICOS DE LA CIUDAD DE ÚBEDA La tabla que aparece a continuación contiene el indicador del grado normalizado de centralidad de salida y entrada de los actores de la red de relaciones de la ciudad de Úbeda. TABLA 3. GRADO DE CENTRALIDAD NORMALIZADO DE LOS ACTORES TURÍSTICOS DE ÚBEDA
Fuente: Elaboración propia. La primera característica significativa que se puede encontrar en los datos anteriores es que existe un número bastante amplio de actores que presentan un grado de centralidad de salida muy elevado, ya que como se puede comprobar 19 de los 49 actores de la ciudad superan más del 50%. Esta situación refleja que muchos de esos actores impulsan relaciones para el desarrollo de actividades turísticas en la ciudad de Úbeda, y por tanto, se puede mantener que la estructura de la red se caracteriza, en cuanto a su centralidad, por lo que se puede denominar un policentrismo consolidado. Sobre todo, es significativo la situación de aquellos actores que superan el 70%. Y algo muy parecido ocurre con el grado de centralidad de entrada, ya que prácticamente estos mismos actores presentan un grado que supera el 50%. Como se puede comprobar en la tabla anterior y en la parte derecha del gráfico, desde arriba hacia abajo, existe otro grupo de actores también, significativamente importante en cuento al grado de centralidad que presentan. Así, este grupo de actores presentan un grado de centralidad de salida de entre el 50% y el 30%, e incluso unos datos un poco más elevados en el grado de centralidad normalizado de salida. Se puede destacar de forma clara que existe un número grande de actores que ocupan posiciones de cierta centralidad en esta red de relaciones, y que por tanto están inmersos de forma directa en el desarrollo y realización de actividades turísticas de forma conjunta en la ciudad de Úbeda. De esta manera, y también resulta significativo, el número de actores con grado de centralidad de entrada y salida bajo es muy poco numeroso, a diferencia de lo que ocurría en las redes de las otras dos ciudades. Lo que pone de manifiesto los indicadores utilizados en el Análisis de Redes Sociales, es que la red de actores turísticos de la ciudad de Úbeda presenta una estructura de claro policentrismo, es decir, una estructura en la que está presente un número elevado de actores turísticos que impulsan vínculos con otros actores para realizar actuaciones turísticas de forma conjunta. El último de los aspectos característicos de las relaciones existentes en el interior del sistema turístico local de Úbeda tiene que ver con el tipo de relaciones que se ponen en marcha en la ciudad para articular el desarrollo conjunto de las actuaciones turísticas. Así, puede ser destacado el número tan importante de relaciones que se producen de forma estable a lo largo de periodos de tiempo, frente a las relaciones más esporádicas; y también el hecho de que muchas de estas relaciones estén formalizadas, es decir, articuladas a través contratos o acuerdos por escrito. Esto, sin duda, influye en la durabilidad de las relaciones y en los resultados finales de la actividad turística que son en Úbeda muy superiores a los alcanzados en Antequera y Écija. 5. Conclusiones Como fue expuesto al principio, el objetivo fundamental del trabajo consiste en determinar si existe una vinculación entre las características estructurales de las redes de los actores turísticos de las ciudades analizadas y el nivel de desarrollo turístico de las mismas. Y sobre la base de los resultados, expuestos en el apartado precedente, se puede decir que dicho objetivo se cumple, ya que se puede mantener que dicha vinculación existe. Y para ello, puede ser ilustrativo el siguiente cuadro, que recoge de forma resumida las características estructurales de las redes y el nivel de desarrollo turístico de los tres casos estudiados. CUADRO 2. CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES DE LAS REDES Y NIVEL DE DESARROLLO TURÍSTICO DE LAS CIUDADES
Fuente: Elaboración propia. Anuario Económico de España. 2007 (La Caixa 2007). El cuadro anterior pone de manifiesto que la vinculación entre las características estructurales de las redes de actores turísticos y el nivel de desarrollo turístico que existe. De esta forma, se puede mantener que a medida que la red presenta una mayor densidad relacional, un número más elevado de actores con un alto grado de centralidad, se extienden en el tiempo las relaciones y se formalizan el nivel de desarrollo turístico es, también, más importante. De esta forma, para los casos de estudio se demuestra que Écija es la ciudad que menor nivel de desarrollo turístico presenta y donde su red de actores turísticos se caracteriza por una baja densidad relacional y presenta una estructura de centralidad caracterizada por su forma de tipo estrella, es decir, un único y claro actor central que lidera casi en solitario las interacciones en materia turística en la ciudad. Además son relaciones muy esporádicas y basadas en la confianza entre los actores turísticos Se puede comprobar, del mismo modo, para el caso de Antequera cuyo nivel de desarrollo turístico se incrementa que la densidad de la red se hace mayor y que la estructura de centralidad se hace múltiple, es decir, que existe un conjunto relativamente amplio de actores que impulsan y que están inmersos en múltiples interacciones para la realización de actuaciones turísticas en la ciudad, y por esos presenta una estructura multicéntrica dicha red. Además, son relaciones muy puntuales y articuladas sobre la base de la confianza entre actores. En el último de los casos, la ciudad de Úbeda es la que tiene un mayor nivel de desarrollo turístico y en la que su red de actores turísticos dispone de una mayor densidad relacional, y su estructura se caracteriza por el policentrismo, es decir, un número muy elevado de actores que presentan indicadores de centralidad altos, y que por tanto, muestra que no existe un único o pocos actores centrales, sino que son muchos los actores centrales, y que por ello lideran, impulsan, y están inmersos en interacciones para la realización de actividades turísticas en la ciudad. Y resulta, también, muy significativo que sus características de contendidos sean bien distintas a la de los otros dos casos. Es decir, son relaciones extendidas en el tiempo y la mayor parte de ellas están establecidas a través de acuerdos formalizados. Lo que la fase actual del estudio de las relaciones entre los elementos que conforman los sistemas turísticos locales de Úbeda, Antequera y Écija no ha podido mostrar es cuál es la dirección de la causalidad entre las características de la red y desarrollo turístico: se muestra que cuanto mayor es la dinámica de colaboración público-privada entre los actores turísticos de un territorio mayor es su nivel de desarrollo turístico. Esto es, que ambas situaciones están estrechamente relacionadas y que existe una notable correspondencia entre el desarrollo turístico de un territorio y su capital social, entendido como las redes de relaciones que una sociedad mantiene y pone en uso. Pero no es tan evidente, sin embargo, si es la dinámica de colaboración la que origina el desarrollo, o aquélla es una consecuencia de éste. Ese es el problema en que actualmente se está trabajando y será motivo de futuros estudios. Bibliografía Attali, J. Aas, Ch. (A Ladkin y J. Fletcher) Alburquerque, F. Aydalot, P. Becattini, G. Black, J. K. Borgatti, F. F. (M. G. Everett y
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Yuksel) |
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