Por:
Sol Tarrés. Universidad de Huelva.
sol.tarres@dhis1.uhu.es
La
"cuestión del velo islámico" se ha convertido en los últimos años en un
tema recurrente
en la prensa, en los debates públicos y en la agenda política de los
países europeos. El uso
del velo, en cualquiera de sus modalidades, la interpretación que se da
sobre el mismo tanto
desde la perspectiva confesional como desde fuera de la misma, las
regulaciones que se
establecen, ya sea obligando a su uso o restringiéndolo, y el
posicionamiento de las
protagonistas (muchas veces silenciado) constituye un claro reflejo de
la difícil gestión de
la diversidad cultural en las sociedades europeas contemporáneas. La
obra que nos presenta
Ángeles Ramírez constituye un texto imprescindible en el panorama
actual para
desentrañar algunas de las claves que permiten interpretar esta
cuestión.
Este
libro de la Ángeles Ramírez García, profesora de antropología social en
la
Universidad Autónoma de Madrid y experta en temas de género e islam, ve
la luz en un
momento significativo, y es una referencia obligada para adentrarse en
las distintas
perspectivas desde las que se debate sobre el mismo. Pero esta obra
tiene, además, el
mérito de incorporar la perspectiva del género, por cuanto la hipótesis
central del mismo es
que las distintas regulaciones sobre el velo islámico tienen como
objetivo la dominación de
las mujeres por medio de la normativización de sus cuerpos. En este
trabajo se analizan las
similitudes existentes, entre la obligatoriedad y las restricciones al
uso del velo, desde los
distintos contextos sociales y económicos en los que se producen,
sosteniendo la hipótesis
de que en ambos casos lo que se busca es la dominación de la mujer a
través del control de
su cuerpo, simbolizado en el pañuelo que cubre sus cabezas. Observando
la cuestión del
velo desde una doble perspectiva, la musulmana y la europea, el debate
suscitado
constituye, en el fondo, una "trampa" en la que la problemática
suscitada en ambos casos
sigue siendo el papel de la mujer en la sociedad y en el imaginario
colectivo, así como la
confrontación entre el "nosotros" y el "otro". Se trata, en definitiva,
y como dice la autora,
de un "texto sobre la conformación del poder y la dominación de las
mujeres: la
preparación de los cuerpos de las mujeres para ser un objeto de
control".
Mary
Douglas, en su obra Símbolos naturales, decía que "cuanto más
valor concede un
grupo a las restricciones sociales, mayor valor asignará también a los
símbolos relativos al
control corporal". Un ejemplo de ello lo constituye el debate en torno
a la mujer velada, en
el que confluyen los valores relativos al género, la laicidad y la
democracia. Y ocurre en un
contexto global, en el que el multiculturalismo es entendido como
comunitarismo, y en el
que los marcadores religiosos se identifican, y utilizan, como
marcadores étnicos.
En
esta obra, Ángeles Ramírez aporta una visión "a dos bandas", realizando
una
aproximación a la cuestión del velo tanto desde la perspectiva de las
sociedades
contemporáneas de mayoría musulmana, en las que se fomenta u obliga (y
en algunos casos
se cuestiona) el uso del velo, como desde la perspectiva europea, en la
que éste se
reglamenta y/o restringe al ámbito privado.
En
la primera parte el libro trata sobre la denominada "hiyabización" en
el mundo
musulmán, en países en los que se aprecia un aumento significativo en
el uso de este
símbolo religioso, como expresión de un contexto en el que se observa,
desde la década de
1980 del siglo XX, un "aumento de la importancia de la religión en la
vida social y
política". Esta hiyabización
está vinculada a la adscripción femenina a
los movimientos
islamistas que van surgiendo (se trataría de lo que la autora denomina
"el hiyab militante");
a la presión social de lo considerado "adecuado" en relación a su
género (es el "hiyab cotidiano"), y, también, al papel que
desempeñan
los Estados que legitiman su posición en
el islam y construyen un islamismo estatal alternativo, y por lo tanto
controlado, al
islamismo social, con lo que se trataría de la "imposición estatal del hiyab".
El
segundo capítulo trata la cuestión de los procesos de "reislamización"
vinculados a los
distintos aspectos y formas que presenta el islamismo; entendiendo por
reislamización el
proceso de intensificación de la práctica islámica por parte de los
musulmanes, teniendo
como modelo el pasado idealizado del islam, y proponiendo el regreso a
un modo de vida
islámico (mitificado) como medio para transformar tanto su situación
como la sociedad en
la que se inscribe. Para adentrarse en este aspecto, la profesora
Ramírez analiza el papel de
los predicadores musulmanes, especialmente el de aquellos cuyo discurso
es ampliamente
difundido a través de los distintos medios de comunicación global
(internet, las cadenas de
televisión, la prensa, etc.). Estos predicadores son reconocidos como
autoridades por parte
de las comunidades musulmanas y, aunque presentan distintos perfiles,
todos tienen en
común la propuesta de un código de moral pública islámica. Y es
precisamente en esta
moral la que, en palabras de la autora, "encierra una serie de
construcciones de las mujeres
y de sus cuerpos, en las que el hiyab ocupa un lugar
preferente". Los predicadores cuyo
discurso se analiza son aquellos cuyo pensamiento se orienta "hacia los
valores del islam y
al modo en cómo han de comportarse los musulmanes para no traicionar lo
que conciben
como verdaderos principios", y en quienes la reflexión sobre el modelo
de género asignado
a las mujeres es una constante. Estos predicadores son: el egipcio Amr
Jaled, "el predicador
de la gente", Yusuf al Qaradawi, "el mutfi global" y Tariq Ramadan,
como representante
del "islam europeo".
En
el tercer capítulo se trata el denominado "problema del velo" en el
contexto europeo
desde el principio del mismo, situado en la década de 1980, y que
corre parejo a "la
importancia del islam en la movilización política, tanto dentro como
fuera del continente".
A ello podemos añadir que esta cuestión está vinculada también al
incremento de los flujos
migratorios extracomunitarios, a las prácticas multiculturales que
tienen como marco de
fondo el comunitarismo, y al debate en torno al laicismo y a la cultura
europea, lo que
conduce a un discurso múltiple y, en ocasiones contradictorio, en el
que al mismo tiempo
que se aboga por el respeto a la diferencia cultural, se incrementan
las restricciones a la
libertad religiosa y de opinión, expresadas en la legislación
restrictiva de los símbolos
religiosos en el espacio público, y explicitado, sobre todo, en la
cuestión del velo islámico.
En
esta tercera parte de La trampa del velo se realiza una
aproximación histórica y rigurosa
de la normativa actual sobre el velo y el niqab en diversos
países europeos, sobre todo en
aquellos en los que el debate se inicia y/o ha sido más intenso; una
normativa que, en
general, se ha vinculado inicialmente al ámbito educativo para
extenderse posteriormente a
todo el espacio público. Lógicamente Francia es el primer país
referenciado en tanto que
fue el primero en regular el uso del velo islámico en el ámbito
nacional (en el año 2004), y
en prohibir el velo integral en 2010, llegando en 2011 a prohibirse el
culto religioso en el
espacio público (si bien este texto no lo recoge por ser una normativa
posterior a la
publicación). Bélgica es el segundo país tratado, ya que fue el pionero
en la regulación del
uso del niqab en el ámbito nacional, aunque es significativo
que la regulación del hiyab en
este país (de 1989) sólo tiene un alcance local o restringida a centros
escolares según el
lugar. Holanda es el tercer país estudiado, donde en la década de los
noventa se va
regulando el uso del hiyab de forma similar a la belga, y el
velo integral está prohibido,
desde 2011, en el espacio público. Se amplió así la normativa anterior
que restringía su uso
sólo en algunos espacios como los colegios públicos y la
administración. En cuarto lugar se
trata la cuestión normativa en Italia, país en el que predomina la
tolerancia religiosa, si bien
en algunos municipios se ha prohibido el uso del niqab.
Alemania dispone de restricciones
al uso del hiyab en los centros educativos, pero no hay una
normativa nacional sobre el
velo integral. Otros países europeos que se tratan son Inglaterra y
Dinamarca. Como caso
singular, la autora menciona el caso de Turquía, país de mayoría
musulmana en el que el
uso del hiyab está regulado desde 1934, vinculado a la
laicidad como valor constitucional.
El
cuarto capítulo del libro está dedicado a la normativa y regulación del
velo islámico en
el caso español. En España el asunto del velo se expresa, generalmente,
en el ámbito
escolar, si bien el debate está marcado, como señala Ángeles Ramírez,
por la polémica
sobre su regulación en los distintos países europeos, la incidencia de
la crisis económica
que afecta a la percepción sobre la inmigración y, finalmente, por las
agendas políticas
vinculadas a las elecciones autonómicas y municipales. No es por ello
extraño que la
discusión tenga mayor intensidad en comunidades como la catalana, donde
la inmigración
de confesión musulmana supera el 4% de la población total autonómica. A
partir de los
primeros casos, las primeras prohibiciones de acudir a clase con hiyab
a las alumnas
musulmanas, la autora analiza cómo los medios de comunicación han ido
tratando el tema,
cambiando la perspectiva, si bien se observa una tendencia hacia la
homogeneización del
discurso mediático. Es muy interesante la aproximación que realiza al
tratamiento de las
mujeres musulmanas tras los atentados del Madrid del 11-M, algunas de
las cuales fueron
también víctimas del mismo, y que también contribuyen a la construcción
de la imagen de
estas mujeres "sobre la que se asentará la argumentación de la
restricción del pañuelo", y la
consiguiente instrumentación política del debate mediático. Finaliza el
capítulo tratando los
últimos planteamientos en torno al "burka", término con el que se
designa al niqab en
nuestro país, tanto desde el punto de vista de los actores políticos
como de los actores
sociales.
En
el epílogo, y a modo de recapitulación de todo lo expuesto, Ángeles
Ramírez constata
su hipótesis inicial, y es que la cuestión del control social y del
poder en las sociedades
contemporáneas (europeas y de países de mayoría islámica) se han
"generizado",
explicitándose en normas y restricciones sobre el cuerpo de la mujer,
simbolizadas en el
asunto del velo. En el mundo musulmán el velo se construye como símbolo
de la
autenticidad islámica y modelo de moral pública, que debe extender
también a los
musulmanes diaspóricos. Se da la paradoja de que en la emigración "los
hombres
musulmanes conservan el poder y el derecho a hacerse invisibles, en
tanto que las mujeres
tienen que cargar con el peso de la identificación, con el estigma de
la visibilidad de su
musulmanidad". Y es precisamente esta visibilización identitaria la que
convierte a las
mujeres en objeto de intervenciones y regulaciones, en las que las
restricciones al uso del
pañuelo islámico son el signo evidente de las políticas de asimilación
de las minorías y, en
definitiva, de una forma de islamofobia. Toda esta visión, claramente
androcéntrica, se ve
apoyada, indirectamente, en La trampa del velo en el hecho
de que la voz de las propias
mujeres musulmanas, sus interpretaciones, justificaciones y
explicaciones, su
posicionamiento ante la obligatoriedad o la restricción al uso del velo
y, en definitiva, su
posición frente a esta nueva forma de poder y dominación, no está
contemplada en el texto.
A. Ramírez concluye con la idea ya expresada de M. Lazreg: "Nadie
debería atribuirse el
derecho de hacer del pañuelo una bandera ni de obtener satisfacción de
retirarlo, excepto
las propias mujeres".
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