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Diálogo Iberoamericano

Núm. 10 / julio-agosto 1997. Pág. 15

O desafio da globalização

Inguelore Scheunemann de Souza. (Reitora da Universidade Federal de Pelotas - Rio Grando do Sul - Brasil).

O fenômeno recente da globalização, característica marcante deste final de século e de milênio, vem a exigir das organizações e dos indivíduos preparo e conhecimento suficientes para enfrentar a ampliação de oportunidades e a derrubada de barreiras tecnológicas, políticas, sociais e econômicas. O sustentáculo para tais mudanças só será solidamente alcançado através de forte investimento nas áreas da cultura e da educação, como base da integração política e econômica, envolvendo todos os atores do processo, no caso específico de nossa região geográfica, os países que formam o bloco do MERCOSUL.
O desafio de buscar parámetros básicos comuns para o desenvolvimento dos cursos de graduação, através do processo de harmonização curricular, vasto e complexo. O levantamento e a análise de alguns dos pressupostos a serem considerados proporciona a noção de tal complexidade e responsabilidade.
Podem ser, numa análise superficial, considerados alguns parámetros: a escolha entre a formação integral, com forte conhecimento científico de base complementado pela formação humanística ou a formação voltada á especificação profissional; a necessidade de preservação dos valores regionais e do fortalecimento da identidade cultural paralelamente ao currículo compartilhado; o amadurecimento para compartir conhecimento e a informação; a atenão necessária ás problemáticas emergentes á nivel global e ao mesmo tempo quelas típicas da região de abrangéncia de cada Universidade; a necessidade de alto grau de agilidade e flexibilidade pelas instituições de ensino superior frente a uma realidade em conínua e rápida transformação; o efeito que a educação superior sofre e causa em níveis médios e fundamental de ensino.
Em suma, cumpre que todos os envolvidos nesta tarefa procurem a forma de superar estes e outros fatores interferentes no processo de obter parâmetros comuns para a educação superior, de forma a ser possível a formação de indivíduos com plena consciência de sua inserção e papel de agentes de desenvolvimento na região geográfica em que vivem, mas, ao mesmo tempo, membros da comunidade dos países do MERCOSUL, da América Latina e de um mundo globalizado.


Matemática y valores estéticos

Carlos M. Cepero Morgan (ISPJAE, Cuba)

La Matemática es juez de la certeza que regula la conducta profesional del Ingeniero cuando este aplica la técnica en la producción de bienes materiales, posee la virtud de potenciar la capacidad intelectual del científico para dialogar con la naturaleza a través de las leyes rectoras de sus fenómenos. Sin embargo, existe en ella un mundo apenas explorado pedagógicamente, paradoja de los visible y lo oculto que da crédito a la armonía, al orden y a la exactitud reinantes en su estructura y funcionalidad.
Reflexiones acerca de las posibilidades de la Matemática para desarrollar valores estéticos en el estudiante, reclamados por su condición de ciencia que aspira a habitar placenteramente en el intelecto de sus cultivadores. Charles Lutwidge Dodgson, matemático y literato inglés conocido como Lewis Carroll, el creador de "Alicia en el país de las maravillas" orientó sus investigaciones hacia la enseñanza de la Matemática acerca de la cual expresó: "Dudo mucho que exista en todo el universo de la ciencia un campo tan fascinante...En mi opinión el encanto reside principalmente en la certeza absoluta de los resultados: pues a eso aspira precisamente el intelecto humano por encima de todos los tesoros del espíritu".
La concepción de la belleza que aflora desde este criterio acude a la perfección y a la exactitud en la búsqueda de la verdad. Hallar la respuesta adecuada provoca el "susto de la maravilla" como dijera Silvio Rodríguez. Pudiera ejemplificarse con el establecimiento de la correspondencia entre las condiciones reales del modelo matemático del problema y el logro de la aproximación deseada en los cálculos numéricos efectuados o cuando se alcanza demostrar la validez de una hipótesis.
Relacionadas con el éxito en la certeza absoluta de los resultados están las habilidades matemáticas que el alumno puede desarrollar en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Un estudiante que generalice, independice y concientice las acciones: identificar, demostrar, algoritmizar, calcular e interpretar entre otras, posee condiciones para encontrar verdades y emocionarse ante la exactitud y la perfección.
En 1738 Euler manifestó que la mente humana se deleita con la ley y el orden, por lo que encuentra placer al descubrirlas en la naturaleza. En el acto de la creación, la intuición creadora es una cualidad inherente tanto al artista como al científico, este criterio es aplicable al eminente matemático ruso N. Lovachevski cuyo alto vuelo fantástico le permitió hacerse dueño autoral de la Geometría no euclidiana.
El matemático, físico, astrónomo y metodólogo de la ciencia Jules Poincaré fue quien por primera vez se refirió al sentimiento estético como filtro de las ideas útiles, significativas a nivel de la intuición. ¿Cuáles objetos matemáticos de investigación llamamos, específicamente bellos y elegantes? (se preguntó) "...aquellos cuyos elementos están situados tan armónicamente que la mente puede abarcar el todo sin trabajo, penetrando a la vez en los detalles. Paralelamente esta armonía satisface nuestras necesidades estéticas y sirve de ayuda a la mente...brindándonos el espectáculo de una correcta distribución del todo, genera en nosotros el presentimiento de una ley matemática..."
Profesor colega, podemos organizar ese espectáculo referido por Poincaré desde la actividad docente creando todas las condiciones didácticas y psicológicas para que el alumno se recree ante la armonía del todo en concatenación con las partes. Hablo pues, del proceso de construcción del conocimiento a partir de la estructuración del contenido, ya sea basado en sistémico-genético o estructural funcional o a través de los nodos cognitivos o la combinación de estos métodos que tributen a un aprendizaje verdaderamente significativo.
Experiencias en la pedagogía matemática cubana realizadas desde finales de los años 80 han creado, sin proponérselo explícitamente sus autores, condiciones necesarias para la actividad estética dentro de la actividad docente. Me refiero a las tesis pedagógicas de los doctores: Herminia Hernández, especialista del Ministerio de Educación Superior; Regla Calderón y Fernando Martínez, profesores del ISPJAE,y la profesora Teresa Rodríguez del Instituto Técnico Militar José Martí, todos en la Ciudad de La Habana.
Sin lugar a dudas, la Matemática es una obra de arte en el espacio de las ciencias, se ofrece estéticamente a aquel que esté preparado para entender su belleza. Corresponde al maestro propiciar las condiciones para que el alumno pueda percibir la armonía, el orden y la exactitud cifradas en sus formas estructurales.


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