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Diálogo Iberoamericano

Núm. 11-12 / spbre.-diciembre 1997. Pág. 16

La Universidad Nacional Autónoma de México: su misión

Francisco Barnés de Castro (Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México)

...Un grupo de estudiantes de todas las edades sumadas en una sola, la edad de la plena aptitud intelectual, formando una personalidad real a fuerza de solidaridad y de conciencia de su misión, y que, recurriendo a toda fuente de cultura, brote de donde brotara, con tal que la linfa sea pura y diáfana, se propusiera adquirir los medios de nacionalizar la ciencia, de mexicanizar el saber.

(Justo Sierra, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. Discurso en la inauguración de la Universidad Nacional, spbre. 1910).
La Universidad Nacional Autónoma de México es la institución educativa más importante del país, también la de mayor tradición e historia. Creada mediante la Real Cédula de 1551, la Universidad ha crecido en forma paralela a esta nación. Ha sufrido y superado diversas vicisitudes que la han ayudado a crear una clara conciencia y una gran identidad entre la comunidad universitaria, que se siente orgullosa de su pertenencia a este universo.
Su historia reciente inicia en 1910, cuando Justo Sierra logró concretar su proyecto de conformar una universidad que tuviera como uno de sus propósitos el ayudar a mexicanizar el saber universal y a universalizar el saber mexicano. Sueño éste que se ha realizado con creces, pues de esta institución han surgido hombres y mujeres cuyas aportaciones conforman una buena parte de la ciencia y la cultura nacionales. Además, la UNAM ha contribuido, como ninguna otra institución, al desarrollo económico, político y social de nuestro país y son numerosos los ejemplos de aportaciones de universitarios que han trascendido nuestras fronteras y forman parte del patrimonio cultural de la humanidad.
La Universidad Nacional obtuvo el carácter de autónoma en 1929, gracias al empuje de una comunidad liderada por un mexicano preclaro, José Vasconcelos, quien durante su rectorado, de 1920 a 1921, daría a la UNAM su lema universitario: "Por mi raza hablará el espíritu".
Utilizando a la razón como la llave del conocimiento y a la pluralidad ideológica como prerrequisito del pensamiento, la UNAM ha llevado a cabo una ardua y difícil misión para vencer a la ignorancia; para lograrlo, ha hecho que la libertad, el respeto y la tolerancia prevalezcan en su interior y sean, éstos, los medios idóneos para subsanar los males, superarlos y salir adelante en la titánica tarea que la sociedad le ha impuesto y a la que tan buenos resultados le ha brindado.
Las principales funciones de la Universidad Nacional son la educación, la investigación y la difusión de la cultura. Para llevarlas a cabo, la UNAM cuenta con una vasta infraestructura material y humana. De hecho, no hay ninguna otra institución mexicana que le supere en estos aspectos y, por lo que respecta a su matrícula, es la más numerosa en el país; su población estudiantil, académica y administrativa eleva el número de universitarios a más de trescientos mil, cifra que rebasa, en muchos casos, a la población total de algunos estados de la República.
Como parte de su infraestructura, la Universidad Nacional cuenta con instalaciones diseminadas a lo largo y ancho del país. En este rubro, la UNAM ha impulsado en los últimos años la consolidación de una red universitaria de campus y la instalación de escuelas, institutos de investigaciones, centros experimentales, estaciones de campo, observatorios, buques oceanográficos y laboratorios de servicios en todo el territorio. Gracias a ellos, la Universidad ratifica su presencia y su carácter nacional, permitiendo además que la educación se descentralice y que contemple un espectro muy amplio de posibilidades de desarrollo, tanto material, como científico y humano.
Una característica más que vale la pena acotar, es que la UNAM es una institución pública. El ingreso a ella está determinado por un examen de selección muy estricto, el cual sirve de tamiz a los miles de jóvenes que aspiran ingresar a ella año tras año. Este examen se aplica para poder inscribirse tanto al bachillerato como a la licenciatura y, gracias a una política de reciente aplicación, sólo los alumnos del bachillerato que terminen su educación media dentro de un plazo máximo de cuatro años y con un promedio mínimo de siete, podrán aspirar al pase reglamentado para realizar sus estudios profesionales. A todos aquellos alumnos que lleven a cabo su preparatoria en tres años y obtengan un promedio mínimo de nueve, se les garantizará, además, la carrera de su elección en el plantel de su preferencia. Esta es una de las medidas más importantes que se han establecido en el presente año con el objeto de incrementar la calidad académica de los alumnos que cursan sus estudios dentro de la Universidad Nacional.
En este sentido, la UNAM, al igual que todas las instituciones de educación superior de México, se prepara para enfrentara con éxito las nuevas y cambiantes condiciones que prevalecen en el mundo y que han modificado sin duda los modos tradicionales de generar, almacenar y difundir el conocimiento. Para poder cumplir con sus tareas sustantivas en forma puntual, la Universidad Nacional ha venido actualizando constantemente sus planes y programas de estudio; también ha desarrollado diversas estrategias que permiten que su personal docente se mantenga al día en sus conocimientos, los cuales trasmitirán a su vez a los alumnos. Estos deberán obtener, en la medida de lo posible, los conocimientos más avanzados en el área de su especialidad.
Pero no sólo eso, la infraestructura universitaria se ha ido modernizando en forma constante en los últimos años. De hecho, cuenta con instalaciones y laboratorios de primer nivel y, en algunos casos, se tienen equipos tan sofisticados y precisos que sólo existen dos o tres en el mundo con esas características. Esta circunstancia coloca a la UNAM como toda una potencia educativa en México y en toda la región latinoamericana, lo que provoca que constantemente tenga visitas o estancias académicas de maestros e investigadores de otros países.
El reto que tiene la UNAM por delante, sin embargo, no es fácil. Debe prepararse a sí misma para ingresar al nuevo siglo de manera digna, conservando el papel protagónico que ha desempeñado como formadora de profesionistas, como generadora de conocimiento nuevo y como divulgadora del saber científico y cultural. Debe adecuarse en forma versátil a las nuevas condiciones que se vayan imponiendo en el mundo y responder a ellas rápidamente, de tal suerte que sus egresados puedan enfrentar, con éxito, cualquier competencia y problema que se les presente, por difíciles que éstos sean. Debe, además, concienciar a su población de los cambios tan dramáticos que se han suscitado en el mundo, sobre todo por lo que respecta al manejo de la información, situación que afecta la vigencia de nuestros conocimientos, los cuales, si no se toman las precauciones necesarias, se vuelven obsoletos al cabo de pocos años. Es por eso que para la UNAM, uno de sus principales desafíos es el mantenerse actualizada, para poder ofrecer a sus alumnos una educación acorde con las nuevas circunstancias y estadios del saber.
En el tránsito a la era del conocimiento
La Universidad Nacional Autónoma de México es un espacio abierto al diálogo y a la concertación, en el cual la ciencia y la cultura encuentran su mejor y máxima expresión en un ambiente de pleno respeto a la pluralidad de las ideas. Por eso, la UNAM es, en síntesis, la máxima casa de estudios de este país y, como tal, tiene por delante una misión que cumplir ante la sociedad.
Debe en primera instancia apoyar al país en su tránsito hacia la era del conocimiento; para ello requiere generar nuevas tecnologías, anticiparse a los cambios que se están produciendo en la sociedad de la información, tener capacidad de incorporar la cada vez mayor información científica que se produce, y responder con oportunidad a las expectativas de la sociedad. Debe, además, mantener con toda firmeza su carácter académico y colegiado, y conservar una actitud propositiva en torno a los grandes problemas nacionales.
La UNAM no debe soslayar el hecho de que de la capacidad de respuesta, calidad y eficiencia que logre impartir a sus procesos educativos, dependerá el papel que juegue en el desarrollo de la tecnología, la ciencia y la cultura en México.
En este sentido, quizá el mayor compromiso que tiene por delante es el formar recursos humanos de calidad, preparados para enfrentar los retos de una competencia internacional basada en la ciencia y tecnología, pero capaces de actuar de manera solidaria con una sociedad de carencias e injusticias, sin olvidar la formación humanística que les permita encontrar sentido y razón a su vida práctica profesional.
Además, debe investigar para ampliar las fronteras del conocimiento, buscando el máximo beneficio para la sociedad mexicana, en términos de formación de recursos humanos, creación y fortalecimiento de una cultura propia y solución a los problemas nacionales.
Esta es en síntesis la misión que tiene por delante la Universidad Nacional Autónoma de México y para conseguirlo trabaja con responsabilidad, energía y entusiasmo. Sólo así podrá seguir cumpliendo con el sueño de Justo Sierra, sólo así podrá preservar y difundir la cultura nacional, así como los grandes valores de la cultura universal, en beneficio de la sociedad.
Ciudad Universitaria, octubre de 1997.


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