Investigaciones arqueológicas constatan que la colina de Cartuja fue lugar para la ocupación más antigua que se conoce de la actual ciudad de Granada
Intervenciones arqueológicas han constatado que en el Campus de Cartuja tuvo lugar la primera ocupación humana de época neolítica en el entorno de Granada, razón por la cual investigadores de la UGR reivindican la importancia de la colina de Cartuja, junto con las otras dos colinas más conocidas en las que se encuentran la Alhambra y el Albaicín.
En la última década, las intervenciones se han multiplicado, tanto a través de la arqueología de urgencia vinculada a las obras para la mejora de las infraestructuras del Campus, como en el marco de los programas de Máster y Grado de Arqueología de la UGR, centradas principalmente en un alfar romano y en un albercón.
La catedrática de Arqueología de la UGR Margarita Orfila señala que las intervenciones realizadas en los últimos años constatan la primera ocupación en época neolítica en la zona de la ciudad de Granada, que hasta ahora se había situado en la Edad de Bronce, más de mil años de antigüedad después.
Ponen de manifiesto que la dimensión que ahora se conoce del alfar de época romana es muy superior a lo que ya se conocía, puesto que abarca más de la mitad del Campus y además se han identificado puntos de extracción de arcillas, balsas para su preparación y decantación, conducciones de agua y más hornos para cocer los productos allí fabricados.
A ello se une la localización de un asentamiento rural de época romana tardía, más enterramientos de la necrópolis de la ciudad, de Florentia Iliberritana, actual barrio del Albaicín.