PROYECTAR
ARQUITECTURA ES PROYECTAR TAMBIÉN LAS PREEXISTENCIAS
ARQUITECTÓNICAS
El tema que
propone este Simposio se refiere al hecho de proyectar
arquitectura en lugares donde se encuentran
preexistencias arquitectónicas que no se pueden
eludir, bien sea porque se trata de restauración
monumental, donde puede ocurrir que lo ya existente
protagonice casi todo hasta una situación más común,
intermedia, donde nuevas estructuras espaciales se
superponen o se coadyuvan con otras existentes; e
incluso el caso de una parcela o solar limpios, cuyo
entorno urbanístico esté fuertemente cargado de
actividad antrópica y poseído por la historia o la
significación.
El título arriba indicado no es una pregunta, sino una afirmación, pues se da por hecho que un arquitecto debe saber qué arquitectura anterior ha subsistido en el lugar donde va a intervenir. Y saberlo supone conocer cómo son las arquitecturas y el urbanismo históricos, además de reconocer lo que hay específicamente en ese lugar. Sólo por esta concepción racional -de método lógico- imprescindible para abordar el nuevo proyecto, los arquitectos estudian historia del arte, de la arquitectura, del urbanismo, etc. y también la evolución de la construcción, de las tipologías, de la propia ciudad, del tratamiento del entorno natural y otras muchas cosas de las que aquí no cabe mención. Lo que se defiende en este Simposio es que no basta sólo con el mejor conocimiento y la más excelente disposición a realizar lo que se ha indicado en el párrafo anterior. Es preciso que el arquitecto entre a comprender el porqué y el cómo se ha proyectado y construido de esa manera y no de otra. Para ello ha de existir una inmersión total en la realidad física existente y saber introducirse en el pensamiento de los que antes proyectaron. Por eso decimos que proyectar algo nuevo es también proyectar las preexistencias arquitectónicas, porque es preciso reconocerlas en su gestación más profesional e intrínseca. En definitiva para proyectar arquitectura hay que tener también la proyección de lo que ya existía, desaparecido o no. Se requieren así, para proyectar, aspectos de investigación ineludibles, de entrada, pero que, de salida, no son tan fáciles de reencontrar, releer y aprehender.
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