RETOS
COMPARTIDOS POR LA INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA Y SU
PROFESORADO: FORMACIÓN DISCIPLINAR E INNOVACIÓN
Las
transformaciones que ha sufrido la enseñanza
universitaria en estos últimos 20 años han hecho
necesaria una “reingeniería” de la práctica docente.
El nuevo modelo organizativo de las enseñanzas a
partir de competencias que deben ser adquiridas por el
estudiante conduce a una planificación del proceso de
enseñanza-aprendizaje que, sin desplazar la formación
teórica, da un papel preponderante al saber hacer y al
saber ser.
Para dar respuesta a estas demandas, el profesor universitario también debe adquirir nuevas competencias, de modo que ya no resulta suficiente un alto grado de conocimiento, y ni siquiera la excelencia investigadora, sino que debe ser un profesional capaz de promover, a través de distintas vías, la profesionalización de los estudiantes. Junto a las tradicionales competencias comunicativas y metodológicas se añaden otras, como las relativas al manejo de las TAC’s, o se mejoran, añadiendo nuevas estrategias, a las que ya se poseen, entendiendo que, como señala Zabalza (2004), “innovar no es sólo hacer cosas distintas, sino hacer cosas mejores”. Este simposio se contextualiza en el marco de una experiencia de formación de profesorado desarrollada en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que dio lugar a cambios en las estrategias metodológicas en diversas asignaturas de distintos ámbitos de conocimiento, algunos ejemplos de las cuales se presentan ahora.
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