María Teresa
Chávez Campomanes ha contribuido significativamente a la educación de los
bibliotecarios mexicanos desarrollando nuevos métodos de aprendizaje y
sentando las bases para hacer de las bibliotecas una extensión de las
clases.
Nació en
Puebla de los Ángeles, México, el 1 de agosto de 1890. Estudió en el Colegio
de Bibliotecarios de la ciudad de México bajo la dirección de Emilio Baz.
Viajó a
Estados Unidos para realizar estudios superiores. Se graduó en el Instituto
Pratt y posteriormente realizó trabajos de postgrado en las Bibliotecas
Científicas de Detroit y Columbia. Más tarde fue contratada por la Biblioteca
Pública de Nueva York y la Biblioteca del Congreso de Washington.
De regreso a
México comenzó los estudios de Literatura Hispánica en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad Nacional, recibiendo el grado de
doctora en literatura en 1953 con una tesis sobre el Libro Antiguo.
A pesar de las
dificultades a las que se enfrentaban las mujeres de la década de los
80, fue
Directora de la Biblioteca Franklin y Subdirectora de la Biblioteca de
México de la que también acabó siendo directora. Dentro de esta Institución
logró que los usuarios, en su mayoría estudiantes de diferentes niveles
académicos, pudieran llevar a sus domicilios los libros que necesitaran para su
desarrollo educativo y cultural, basándose en la recomendación del
Manifiesto de la UNESCO para las Bibliotecas Públicas.
El progreso
de ésta última biblioteca fue debido, en gran medida a su gran perseverancia,
siendo Mª Teresa una de las pocas personas que sirvió a la juventud de la metrópoli
con entusiasmo y eficiencia.
A lo largo
de su trayectoria como bibliotecaria, preparó veintiocho conferencias en
español e inglés —tanto en México como en el extranjero— acerca de temas
relacionados con su experiencia en los servicios bibliotecarios y la difícil
situación a la que se enfrentaba la mujer en la sociedad de los años
ochenta, época en la que se consideraba que el “sexo débil” no era
competente para una labor que no fuera la del hogar.
El dominio
que tenía del idioma inglés le permitió obtener becas en Estados Unidos y
Canadá, así como traducir y difundir en México las últimas aportaciones
bibliotecológicas del mundo.
Escribió,
con fines didácticos, valiosos manuales de Clasificación y Catalogación para
el uso de sus alumnos. Participó en numerosos eventos de la especialidad
como el Primer Congreso Nacional de Bibliotecarios, celebrado en 1927 en la
ciudad de México, y la Reunión Internacional: Centennial Conference of the
America Library Association, realizada en 1979 en Chicago.
María Teresa
Chávez ha sido reconocida como la mejor fundación de enseñanza de la
Escuela de Archiveros y Bibliotecarios del Secretariado de Educación. La
mayoría de los bibliotecarios mexicanos ha aprendido a su lado,
enriqueciéndose tanto con sus enseñanzas como con los efectivos manuales que
escribió.
Como
profesora fue un modelo de claridad y paciencia. Fue nombrada Bibliotecaria
Emérita del Secretariado de Educación y se ganó el respeto como una de las
más distinguidas mujeres mexicanas.
Falleció el
24 de febrero de 1981.