8 Abril 1998
Desde que nuestro respetado PGP saltó a la procelosa arena de Windows, no mediante meros interfaces ("shells") sino con derecho propio, hemos visto pulular multitud de versiones de todas las clases y colores: comerciales, freeware, internacionales, con o sin soporte RSA, con parches ...hasta tal punto que los usuarios nos vemos inmersos en un mar de dudas. Las versiones comerciales USA, de algún modo, han cruzado el charco y se encuentran alojadas en multitud de webs; ¿nos atreveremos a usarlas, arriesgándonos a la ira del Tío Sam? ¿Echaremos manos a versiones semipirata que, en teoría parchean las versiones freeware, pero en la práctica dependen de la confianza que depositemos en el parcheador? ¿Nos conformaremos con las versiones freeware, limitadas en sus posibilidades? !Ah, aquellos tiempos en que la venerable 2.6.3 campaba por sus fueros como árbitro último de nuestros criptodestinos! Ejem, creo que me está dando por la vena lírica. Volvamos a tierra.
Los usuarios no usamericanos, privados de los beneficios de la compra legal de PGP (lo que no se nos permitía por esas graciosas leyes de restricción a la exportación), hemos tenido la vista puesta en la Página Internacional del PGP. Radicada en Noruega, y patroneada por el capitán Schumacher, representaba una manera curiosa y totalmente legal de distribuir las nuevas versiones de PGP. Como ya sabréis, esas curiosas leyes llamadas ITAR prohíben la exportación de software de cifrado fuerte compilado, pero no pone cortapisas a la exportación del programa en código fuente impreso. Digno de una película de los hermanos Marx, pero así son las reglas del juego. Así que la estrategia desarrollada por Stale Schumacher fue a) comprar en EEUU los libros de código fuente del programa PGP, b) exportarlo fuera de EEUU (en su caso, a Noruega), c) escanear los libros, d) convertirlos en texto mediante un reconocimiento óptico de caracteres OCR, e) re-compilar el programa y f) proclamarlo al mundo entero, a fuertes voces y sin desfallecer.
Esto fue lo que se hizo con la versión 5.0 para Windows, que fue llamada 5.0i (i de Internacional). Sin embargo, la 5.0i no fue más que fuente de decepción. No porque funcionara mal, sino por sus estrictas limitaciones. No solamente desaparecían las opciones de cifrado/firmado de archivos, sino que ni siquiera permitían la creación de las antiguas claves RSA, en favor de las nuevas Diffie-Hellman (DH). ¿Qué costaba, se preguntaban los usuarios internacionales, añadir la opción de generar las antiguas claves RSA, usadas hasta entonces por todas las versiones 2.6.x, antes de la recompilación? !Ni siquiera aparecían los plug-ins para Eudora! Tan pobres prestaciones después de meses de espera sonaban a broma pesada. Puede que en ese momento más de uno le perdiese el respecto al abnegado noruego.
Pero éste parece haber aprendido de la lección y acaba de recuperar su crédito al lanzar la opción "Internacional" de una nueva versión, la 5.5. Con PGP
5.5, muchas de las perdidas capacidades del programa reaparecen, junto con
algunas modificaciones interesantes. Veámoslas, comparando las posibilidades de
la nueva versión (conocida como 5.5.3i), con las de la antigua 5.0i.
- Opciones de cifrado y firmado de archivos.
- Inclusión de plug-in para Eudora (ahora, sí)
- Se pueden crear y gestionar claves RSA
- Se puede elegir entre tres tipos de cifrado simétrico robusto (IDEA, CAST y Triple-DES).
- Se ha facilitado la carga y descarga de claves públicas a los servidores de claves.
PGP 5.5.3i es virtualmente idéntico a PGP 5.5 for Business Security, excepto que no cuenta con la opción de creación y gestión de Claves Corporativas (que, de todos modos, no necesitaremos si queremos usar PGP para fines personales). Lástima que no disponga de manual del usuario, si bien existe una red de traductores que se están encargando de convertirlo a múltiples lenguas. Me cabe el placer de formar parte de dicho equipo, así que os ruego un poco de paciencia. Pronto podremos disponer de un manual de PGP traducido a la lengua de Cervantes.
Puede que PGP 5.5.3i sea una de las últimas versiones en la que podamos depositar una confianza ciega. La tendencia actual de Pretty Good Privacy de alejarse del usuario personal y acercarse a ambientes corporativos (que, a fin de cuentas, es lo que da dinero, y PGP Inc. es una empresa) ya comenzó por la versión 5.5. Ahora todo está sometido a copyright, derechos de autor y similares. Por otro lado, PGP Inc. fue absorbida recientemente por Network Associates (NA), empresa que no solamente goza de jugosos contratos de un gobierno norteamericano deseoso de controlar la criptografía, sino que es miembro de la Key Recovery Alliance, una asociación de empresas de seguridad informática favorables a la implantación de un sistema de recuperación de claves.
Este hecho hace crecer la desconfianza entre los criptoaficionados de todo el mundo. ¿Sucumbirá NA a la tentación de incorporar a sus futuros productos mecanismos de recuperación, no ya de mensajes, sino de claves privadas? ¿Se limitará a dar la espalda a los usuarios "guerrilla" y centrarse en productos para la gran empresa, tras servirse de nosotros como diseminadores y popularizadores de PGP? ¿Mantendrá, por el contrario, la transparencia que ha caracterizado hasta ahora a Pretty Good Privacy, ofreciendo su código fuente para ser revisado y evaluado? Los próximos tiempos decidirán el futuro, no solamente de esta empresa, sino de la propia filosofía de ciberseguridad, donde el programa de Zimmermann está jugando un papel crucial. Mientras tanto, el chapucero jefe de este Taller de Criptografía no puede sino recomendaros la versión 5.5.3i al ciento por ciento, y felicitar a Stale Schumacher por un trabajo (finalmente) bien hecho. !Larga vida al PGP!
© Arturo Quirantes
2005. Correo electrónico: aquiran arroba
ugr.es
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