Publicado por vez primera en: Kriptópolis, 9 Enero 2002
CNI: los nuevos espías del presidente
Arturo Quirantes Sierra
El CESID tiene los días contados. El Congreso de
los Diputados está tramitando el proyecto de ley reguladora de la nueva agencia
de espionaje: el CNI (Centro Nacional de Inteligencia). Aunque lleva bastante
tiempo en el horno, los sucesos del 11S han dado nuevo impulso a esta ley.
Ojalá que los servicios de "inteligencia" simplemente no existiesen, pero su
existencia tiene una razón de ser. Poniéndonos en lo más básico, son los
encargados de evitar que otra banda de chiflados asalte un avión para
estrellarlo en el Bernabéu durante un Madrid-Barsa. Así que, asumiendo que es un
mal necesario, veamos si puede cumplir su propósito respetando al mismo tiempo
la legalidad vigente. No es cosa de dar un cheque en blanco a nuestros
vigilantes, que luego acabaremos necesitando vigilantes para los vigilantes
(Juvenal dixit).
Primero, su propósito. Según el artículo 1, el CNI será responsable de
"facilitar al Presidente del Gobierno y al Gobierno de la Nación las
informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar
cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad
territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de
derecho y sus instituciones." Grave responsabilidad, tanto del propio CNI como
del hombre ante quien responde. En realidad, resulta curioso. Aunque informa al
Presidente, el CNI estará orgánicamente adscrito al Ministerio de Defensa
(aunque hay un proyecto de servicio de inteligencia puramente militar en marcha,
pero de eso ya hablaremos otro día) ... pero el Presidente puede cambiar esa
adscripción cuando quiera.
Hay algunas similitudes con el ejemplo norteamericano; no en vano, la ley afirma
inspirarse en "el modelo de lo países de nuestro entorno político y cultural."
En España, los objetivos del CNI vendrán determinados por medio de una Directiva
de Inteligencia -igual que al norte del Río Grande- y existirá un juez,
magistrado del Tribuna Supremo, que otorgará las autorizaciones para
allanamientos y escuchas electrónicas (calcado del tribunal FISA de los EEUU).
También copia algunas de sus funciones, como son la de promover las relaciones
de colaboración con servicios de inteligencia de otros países (traducción:
¿dónde enchufamos esto, señor Bush?), interceptar y evaluar el "tráfico de
señales de carácter estratégido" (esto es, tender un Escalón a la española) y
garantizar la seguridad de las comunicaciones, adquirir y asesorar sobre el uso
de material criptológico. Estoy deseando saber si tendremos un departamento de
criptoanálisis ... y que no consista solamente en ordenadores con el WinZip
password cracker.
Parece ser que en la versión anterior del proyecto de Ley, se permitía la
posibilidad de comenzar las escuchas en casos de urgencia ANTES de solicitar
autorización judicial. También se establecía la obligación de comunicar a las
autoridades competentes el resultado de las investigaciones si se apreciasen
indicios de delito. Es decir, que el CNI podría ser usado como entidad policial:
se investiga a alguien bajo la acusación de terrorismo, y si resulta que no lo
es pero se descubre que es un estafador financiero, pues al trullo.
Evidentemente, la policía y los servicios de inteligencia se regirán por baremos
distintos -por no hablar de los derechos de los sospechosos-, así que menos mal
que el borrador de ley se ha cambiado para evitar tanto ese problema como el de
las escuchas de "urgencia."
Aunque el CNI tendrá un director (ocupado, entre otras cosas, en llevar el hasta
hace poco supersecreto Centro Criptológico Nacional, ¿oyes, Mercé?), habrá una
Comisión Delegada del Gobierno para efectuar un seguimiento de los objetivos del
CNI. A mí me suena como si no se fiasen demasiado. Bueno, mejor pecar por exceso
de celo. Lo que no entiendo es qué hace en dicha Comisión Delegada el Ministro
de Economía. Puestos a ello, ¿por qué no la de Ciencia y Tecnología, o la de
Sanidad? !Anda que no nos hubiera venido bien enterarnos a tiempo de lo del
Tireless o las vacas locas!
También serán responsables de "coordinar" el CNI con los servicios de
información de la Guardia Civil, Policía Militar y "los órganos de la
Administración Civil y Militar." Todo un consorcio de espías asociados. Muy útil
y lógico eso de coordinar servicios de espionaje, por ejemplo para la lucha
contraterrorista. Lo que me temo es que pueda funcionar al revés, permitiendo al
CNI hacer el trabajo sucio de la policía. Pst, oye, vigílame a ese tipo, que
tiene cara de malo y el juez no me da la orden.
En general no es demasiado mala esta ley; lo que, a tenor de lo que vemos
últimamente, ya es mucho decir. Con todo, puntos filipinos, lo que se dice
haberlos, haylos. Se considerarán secretos la organización, estructura y
actividades del CNI, así como su procedimientos, personal, instalaciones, bases
y centros de datos. Normal en un servicio de inteligencia. Lo que no me gusta es
que también serán considerados como secretos "las informaciones o datos que
puedan conducir al conocimiento de dichas materias." A ver si me entero: si leo
en el periódico que hay una instalación del CNI en Albacete, ¿el propio
periódico será considerado materia secreta? ¿Y un documento de acceso público
que muestre un mapa de dicha instalación? ¿Puede ser usada esta disposición como
una "ley mordaza"? Pues poder, se puede. Otra cosa es que acabe siendo así. A
ver si acaban empapelando Kriptópolis porque alguien incluyó una vez un enlace a
una página que se refería a un artículo donde una vez se habló de alguien que
resulta que es conserje en el CNI...
También se afirma que el CNI podrán mantener "relaciones de cooperación y
coordinación" con otras Administraciones para cumplir su misión. Esto quiere
decir que, si el CNI cree que soy una amenaza para la seguridad nacional, podrá
entrar a saco buscando informes sobre mi persona en la Policía Nacional, la
Guardia Civil, los Mossos D´Esquadra, Aduanas, Hacienda, el Colegio de Agentes
de la Propiedad y hasta en el SEPLA si se lo pide el cuerpo.
Y aún me he dejado lo mejor. Hemos visto la intervención del poder ejecutivo
(Comisión Delegada) y del judicial (magistrado del TS ad hoc). ¿Qué hay del
legislativo? Si queremos imitar a -perdón, quiero decir inspirarnos en- los
países de nuestro entorno, lo primero que necesitamos es un control serio y
eficaz por parte del legislativo. Y para eso está el artículo 11. Será la
Comisión que controla los gastos reservados la que ejerza dicha misión (y espero
que vigilen el CNI mejor de lo que han controlado hasta ahora los fondos
reservados). Por supuesto, estarán obligados a guardar secreto, y esperaremos de
ellos que actúen de forma responsable.
Pero hay dos tipos de materias reservadas a las que ni siquiera los miembros de
esta Comisión tendrán acceso. La ley excluye del control parlamentario:
1) las materias relativas a las
fuentes y medios del CNI
2) las procedentes de "servicios
extranjeros u Organizaciones Internacionales establecidos en los
correspondientes acuerdos"
Es decir, el CNI no estará obligado a decir cómo obtuvo una información
determinada, a revelar sus fuentes o el nombre de sus agentes. Eso ya es de por
sí malo, porque incluye posibilidades de abuso. ¿Pero no informar al CNI sobre
la información procedente de otros servicios de inteligencia" O sea, que la NSA
o la CIA pueden haber pasado al CNI información obtenida mediante su red Echelon,
y el legislativo no tiene nada que decir al respecto. No importa que esa
información se haya obtenido ilegalmente, que proceda de fuentes no confirmadas,
o incluso que sean datos ya procesados -en lugar de la información original,-
hay que tragar y callar. Tela marinera.
Pues señores, que a nadie le extrañe si el CNI, gracias a esos "acuerdos de
colaboración", piden a la NSA o el GCHQ que le hagan los trabajos sucios.
¿Quieren espiar a Zapatero, pinchar el teléfono del Rey, copiar bases de datos
sin orden judicial? No hay problema. Basta con solicitar a otro servicio de
espionaje extranjero que lo haga y le pase los datos al CNI. Total, esos datos
no están sujetos a escrutinio parlamentario.
¿Creen que soy exagerado? Pues permítanme decirles que eso ya ha sucedido en
otros países. Puedo comenzar a citar un ejemplo tras otro. Y aquí, encima, se lo
ponemos fácil. Pues aviados vamos.
Lo que realmente me da miedo es que tanto todos los grupos parlamentarios apoyan
esta ley (exceptuados IU, PNV y Grupo Mixto). Espero que sepan lo que están
haciendo, porque no hay más que mirar el ejemplo de esos "países de nuestro
entorno" para ver en qué se convierten las agencias de inteligencia cuando
encuentran el más mínimo resquicio en las leyes. De todos modos, me resulta raro
que el plazo de presentación de enmiendas se haya ampliado tres veces. La última
fecha límite es la del 1 de Febrero de 2.002. O no tienen mucha prisa, o las
aguas están mas revueltas de lo que parecen.
Pero en fin, podría ser peor. No por mucho margen, pero podría ser peor.
© Arturo Quirantes Sierra. Algunos derechos
reservados según Licencia Creative Commons