Publicado por vez primera en: lista
lssi@elistas.net, 15 Junio 2003
¿Se han parado a pensar...?
Arturo Quirantes Sierra
"Imagínese que alguien echa mano a los
datos de tráfico de las comunicaciones de usted: a qué número llama, durante
cuánto tiempo, mediante qué redes, con cargo a qué tarjeta de crédito o cuenta
corriente, desde qué lugar, con qué frecuencia... No hace falta escuchar el
contenido de las comunicaciones para construir un perfil completo del sujeto:
con quién se relaciona, dónde compra, en qué trabaja, cuándo se toma vacaciones
y dónde, a qué se dedica, qué hábitos de consumo tiene, qué artículos de qué
periódicos digitales lee. Un panorama desagradable, y todo un botín para
cualquier aprendiz de Gran Hermano."
("Tráfico de datos". Libertad Digital, 28 Mayo 2002:
http://www.libertaddigital.com/php3/opi_desa.php3?fecha_edi_on=
2002-05-29&num_edi_on=826&cpn=9475&tipo=3&seccion=POR_D )
Que levanten la mano los que no se hayan enterado del jaleo de Madrid. Un señor
A supuestamente sobornó a los señores B y C para que no apoyasen a D a la
presidencia de la comunidad de Madrid. Pongo letras en lugar de nombres, porque
a) seguro que ya los conocen, y no voy a repetirme aquí, y b) es una historia
que podría copypastearse a otras regiones, alcaldías y comunidades.
Pero no es eso lo que vengo a comentarle, querido lector. La cuestión es que,
según cuenta la SER, hay pruebas grabadas consistentes en grabaciones
telefónicas. Al margen de como acabe este gazpacho, mi detector de granhermanos
se activó, ya que ni al más tonto se le escapa que el pinchazo de comunicaciones
es un delito castigado por todos nuestros códigos legales, desde la Constitución
p´abajo.
Sin embargo, no veo claro que los de la SER tengan poderes de predicción, así
que pensé ¿cómo sabían desde hace varios días lo que iba a pasar? Deben de haber
sospechado algo hace tiempo, montaron un reportaje en plan periodismo de
investigación y .... pero no sé, no veo a los periodistas de hoy día en ese
plan.
De modo que me puse a leer, y algo llamó mi atención. Veo que hay amplia
información sobre quién llamó a quién, a qué hora y durante cuánto tiempo. Pero
ni mu sobre el contenido de las llamadas. Es como si no hubiesen tenido acceso
al contenido de la llamada, sino a los datos de tráfico.
Pronto confirmo mis sospechas. Según Libertad Digital (puede usted escoger otro
medio de información para confirmarlo, si lodesea), la SER tuvo acceso al listado de llamadas del móvil de Tamayo. Esto por
sí sólo ya resulta bastante interesante, porque ¿cómo probar judicialmente que
Tamayo estaba usando su móvil? Por otro lado, la ley protege el contenido de las
comunicaciones, pero ¿y los datos de tráfico? ¿Es tan inviolable el listado de
llamadas como el contenido de éstas? Ardo en ascuas de ver cómo acaba esto en
los tribunales.
Pero Libertad Digital continúa: "Para tener acceso a dicha lista, la SER sólo
puede haberla conseguido hurgando en la basura de Tamayo para buscar la factura
correspondiente al mes de mayo"
Os equivocáis, queridos ex-compañeros de Libertad Digital. Hay otra forma de
conseguir el listado de llamadas. No hay más que
irse a la compañía de teléfonos, untar convenientemente a algún empleado y
acceder a los datos de tráfico de sus abonados. Unos datos que antes se borraban
en cuanto no eran necesarios, pero que ahora se retienen durante un período de
hasta un año, por obra y gracia de la LSSI (artículo 12) y disposiciones
similares.
Así que no os cuento nada cuando comiencen a surgir escándalos gracias al
pinchado de e-mails. Aunque le demos caña al PGP para encriptar el correo, los
datos de tráfico seguirán siendo retenidos, lo que significa que cualquier
periodista, detective, policía o
político con suficientes recursos y falta de escrúpulos podrá acceder a ellos.
¿O qué os creíais? ¿Que los datos de tráfico iban a ser almacenados por
empleados incorruptibles, bajo estrictas medidas de seguridad, y solamente
serían usados bajo orden judicial siguiendo nuestro ordenamiento legal? Claro, y
en Madrid no hay intereses urbanísticos.
© Arturo Quirantes Sierra. Algunos derechos
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