BALNEUM ROMANO DE CERRO CEPERO
THE ROMAN BALNEUM OF CERRO CEPERO
Andrés PÉREZ ARREDONDO *
Resumen
Este trabajo tiene como objetivo el estudio del Balneum romano situado en Cerro Cepero. La parte del edificio excavada ha sido dividida en 9 zonas, dónde se ha interpretado que habría un Peristilo, un Apodyterium, un Frigidarium, un Alveus frío, un Tepidarium y un Caldarium. Se han estudiado también los materiales que se recopilaron en una de las excavaciones del sitio, de los años 90, y se ha podido dar al edificio una cronología de entre el s. I-II d. C.
Palabras clave
Basti, Antigua Roma, Balneum, Terma, Arquitectura.
Abstract
This work aims to study the Roman Balneum located in Cerro Cepero. The excavated part of the building has been divided into 9 zones, where it has been interpreted that there would be a Peristyle, an Apodyterium, a Frigidarium, a Cold Alveus, a Tepidarium, and a Caldarium. The materials collected during one of the excavations at the site in the 1990s have also been studied, allowing for the establishment of a chronology for the building between the 1st and 2nd centuries AD.
Keywords
Basti, Ancient Rome, Balneum, Thermae, Architecture.
1. INTRODUCCIÓN
El Balneum romano de Cerro Cepero es una de las pocas estructuras que han sido excavadas en este yacimiento. Ya desde las primeras intervenciones se mostró interés en el sitio, que ha sido intervenido arqueológicamente hasta en 3 ocasiones. Sin embargo, no hay ninguna publicación científica hasta el día de hoy que se centre en estudiar pormenorizadamente el edificio e intentar interpretarlo. Ese es el objetivo de este trabajo, que parte del estudio de las propias estructuras y de los materiales de la excavación de los 90, a lo que se suma la comparación con otros edificios termales.
2. CONTEXTO HISTÓRICO Y ARQUEOLÓGICO
Nicolás Marín (1993a: 323-329) asoció el yacimiento localizado en Cerro Cepero, en el término municipal de la actual Baza, con la ciudad de Basti. Para ello se basó en el topónimo de Baza, en el hecho de que este era el yacimiento cercano más grande, en la gran entidad de los restos encontrados y en el Itinerario Antonino. Marín también nos dice que probablemente se tratara en gran medida de un cerro artificial (MARÍN DÍAZ 1993a: 325).
En Cerro Cepero, que solo está parcialmente excavado, se conocen varias estructuras. La más antigua es una muralla con bastiones cuadrangulares de época protohistórica. En la meseta superior del cerro existen dos terrazas. La occidental presenta niveles ibéricos arrasados del s. I a. C., y en la otra aparecen estructuras que no se pueden identificar. En torno a este espacio abierto aparecen un edificio pequeño y robusto que ha sido interpretado como templo, unas salas con piletas que han sido denominadas tabernae, y un gran edificio con varias salas que habría sido de origen romano pero muy alterado en el s. VIII. Es probable que en su última etapa fuese una iglesia de una sola nave. A unos 40 metros al Sur del foro tenemos nuestro Balneum, y a unos 20 metros en la misma dirección aparece un edificio que se denominó Ninfeo. En este último aparecen grandes sillares unidos por grapas y formando un opus quadratum. Junto a esta estructura aparece un edificio de planta rectangular. Al este aparecieron pequeñas estructuras que se identificaron como un pequeño barrio artesanal. A unos 500 metros del cerro aparecieron estructuras de época romana que se podrían corresponder con un suburbio ligado a la ciudad. La cronología del yacimiento iría desde la Edad del Bronce hasta el s. VIII-IX. En época ibérica constituyó un gran oppidum ligado a las importantes necrópolis de Cerro Santuario y Cerro Largo, y en época romana se convirtió en una civitas. La cronología del abandono no está muy clara, ya que existe la hipótesis del traslado de la ciudad al Cerro del Quemado, más al Norte (CABALLERO COBOS 2014: 217-19; 330).
Los primeros hallazgos documentados en Cerro Cepero son los de Luis Lagaña Visbal, quien encontró Terra Sigillata y vio los sillares ciclópeos que se encuentran en el sector Este (MARÍN DÍAZ 1993b: 117). El yacimiento ya se conocía en el s. XVIII, siendo mencionado por los anticuarios José Navarro e Isidro Bonaparte. José Navarro nos dice que “aquellas ruinas fueron Casas de recreo, baños o Templos” (1793: 270), por lo que es probable que ya se tuviese constancia de las termas. Entre 1943 y 1955 se llevaron a cabo las primeras excavaciones, por parte de Ángel Casas, Francisco Presedo y Juaquina Eguaras. De esta intervención solo nos ha llegado un artículo periodístico que no menciona las termas (CABALLERO COBOS 2014: 216), y fotografías donadas por el Museo Municipal de Lorca (Fig. 1).
Fig. 1. Dos jóvenes fotografiados por Ángel Casas en Cerro Cepero, probablemente en la zona del Balneum. Imagen cedida por el Museo Municipal de Lorca al CEAB.
En 1993 Nicolás Marín, dirigiendo el grupo “Poblamiento y Territorio durante la época romana”, llevó a cabo la siguiente excavación. El objetivo de la intervención era recuperar los restos que tras las excavaciones que hemos mencionado habían quedado a la intemperie sin ninguna protección frente a los agentes naturales o el expolio. A partir de estas intervenciones, se publicaron los primeros textos científicos sobre el yacimiento, dentro de los que hay información sobre las termas.
Marín dividió el yacimiento en tres cortes. Las termas, como las llama él, se encuentran en el Corte B, enmarcado en la Zona S del yacimiento. En el hipocaustum encontraron los círculos de arcilla de 20 cm de diámetro. En aquel entonces formaban pilares de unos 50 cm de altura que además estaban revocados, cómo las paredes hasta la altura de los suspensurae. Además, se documentaron grandes losas que servirían como suelo. La “piscina” estaba revestida de opus signinum y nos habla de una “canalización cubierta” (MARÍN DÍAZ 1993b:122-23). Marín duda del carácter público de las termas por sus reducidas dimensiones (MARÍN DÍAZ 1993a: 327). No solo tenemos esta información, sino que también tenemos una planimetría de la terma. En la leyenda se indican los materiales que identificó: opus signinum, opus caementicium y opus spicatum (MARÍN DÍAZ 1993a: 332) (Fig. 2).
Fig. 2. Planta de la Terma. Fuente: Marín et al., 1.1993: 332 (Fig. 1)
En 2004 se llevó a cabo una nueva limpieza por parte del grupo de investigación “Iberismo y Romanización en el Área Nuclear Bastetana”, dirigido por A. M. Adroher. De esta limpieza se hizo una buena documentación gráfica a partir de la cual se ha podido realizar una fotogrametría que ha sido la base para la planimetría definitiva. La documentación de esta excavación no ha sido publicada cuando se estaba realizando este trabajo.
3. DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO POR ZONAS
3.1. Zona A
Se trata del espacio más septentrional (Fig. 3 y 4). Tiene un área aproximada de 24’5 m2, delimitada al noreste por el corte (ca. 5’1 m), al noreste por el muro 3 (ca. 4’6 m), al sureste por el muro 1 (ca. 4’7 m), y al suroeste por el muro 2 (ca. 4’8 m). El muro 3, de opus incertum, no está completamente excavado, estando visibles 4’2x0’3 m. Este muro no llega a pegarse completamente al muro 1. Tiene mampuestos pequeños. El muro 1 en esta zona tiene un grosor de entre 0’5 y 0’6 m. Presenta mampuestos de tamaño medio. A 3’12 m del corte tiene un hueco de 0’34x0’61 que corresponde con la canalización. El muro 2 tiene un grosor de entre 0’7 y 0’91 m. Presenta mampuestos de tamaño medio grande, siendo uno de ellos de 0’7x0’3 m. En la esquina Noroeste de la zona apareció un enterramiento infantil con tegulae de 0’1x0’4 m. La canalización es paralela al muro 2, estando separada de este por 1 m. Tiene una anchura de 0’3 m y está formada por dos muros de 0’3 y 0’15 m. En este espacio mide 3’5 m de largo. Apoyado en el muro 3 y a 0’8 m del muro 1, se puede ver en las fotografías de 2004 (Fig. 5) una estructura que podría ser un banco corrido de 0’7x2’7 m.
Fig. 3. Esquema de Muros y Zonas. Elaboración propia.
Fig. 4. Planta Balneum con las cotas tomadas por el Dron La flecha negra señala el norte. Elaboración propia a partir de planimetría de la planta de la terma de Marín (a.1993: 11), fotografías de la campaña de 2004 cedidas por Alejandro Caballero y fotografías actuales tomadas desde Dron por Alejandro Caballero.
Fig. 5. Fotogrametría del Balneum tras la limpieza de 2004. La flecha negra señala el norte. Elaboración propia a partir de fotografías cedidas por Alejandro Caballero.
3.2. Zona B
Es el espacio adyacente por el Suroeste a la Zona A. Es un poco más pequeña que la anterior, con aproximadamente 18 m2. El muro 1, que la delimita en el sureste tiene una anchura de entre 0’7 y 0’6 m. En el lado Suroccidental, en lugar de un muro, hay cuatro pilares, de incertum también. Este corresponde a la línea del muro 5, y presentan mampuestos de tamaño medio grande. Los pilares miden, de norte a sur, 1x0’5 m; 0’7x0’7 m; 1’1x0’6 m, y 1’2x0’6 m. Presentaba suspensurae circulares de aproximadamente 25 cm de diámetro. Esto según las plantas, lo que se corresponde más o menos con la pieza que hemos medido (22’2 cm de diámetro y 5 cm de altura) (Fig. 6). En la planta aparecen 21. Junto a los muros 4, 2, y 1, los suspensurae son rectangulares con los extremos semicirculares. En la planta aparecen 15. Miden aproximadamente 0’2x0’4 m. La pared Noroccidental; el muro 4, tiene un alzado de 1’5 m. Los mampuestos son principalmente irregulares, pero hay 15 que son ligeramente rectangulares. Uno de ellos mide 0’2x0’5 m, siendo más o menos regulares. Se pueden identificar dos líneas que podríamos definir como opus vittatum (Fig. 7). Como hemos indicado Marín nos informaba de que los suspensurae estaban revestidos, imagino que de cal.
Fig. 6. Materiales de construcción. (1) (2) Fragmentos de mármol. (3) Círculo de pila (4) Fragmento tégula (5) tubulus de concametario. Elaboración propia.
Fig. 7. Sección del muro 4 en la Zona B (marcado con la línea roja). Elaboración propia.
3.3. Zona C
Es el espacio más occidental, adyacente por el Suroeste a la Zona B. Tiene un área aproximada de 20 m2. Está delimitado al noroeste por el muro 4, al sureste por el muro 1, al noreste por los pilares que van en la línea del muro 5, al suroeste por el muro 11, y al sureste por ca. 1’3 m del muro 1, que se corta. En la línea de este muro aparece en los planos una especie de pilar de 0’9x1’5 m. El muro 4 coincide con el corte Noroeste, y tiene un alzado de 1 m, y presenta sillares que van desde los 0’5x1 m hasta los 0’36x0’6 m. Los sillares no están unidos en seco, sino que presenta mortero y pequeñas rocas para tapar los huecos. De izquierda a derecha está constituido primero por un pequeño sector de rocas irregulares, seguido por el sillar de máximo tamaño, que inicia una línea más o menos regular que va de mayor a menor tamaño de sillares. Sobre esta, pero no completamente paralela, hay una segunda línea de sillarejos de una altura muy inferior, pero de la misma anchura prácticamente. Podríamos hablar de un opus quadratum (Fig. 8).
Fig. 8. Sección del muro 11 (marcado con la línea roja). Elaboración propia.
El muro 11, el más Suroccidental, conserva un alzado menor y está construido en opus incertum. Más o menos a la mitad presenta un posible vano de 0’9 m. La sala también presenta suspensurae, pero esta vez, según la planimetría, de forma cuadrada. De estos no hemos podido recuperar ningún ejemplar, pero según el plano medirían en torno a los 0’3 m. Aparecen representados 3. Apoyados en los muros 11 y 4 aparecen la misma tipología de suspensurae de la sala anterior, con una parte rectangular y otra circular, aproximadamente con las mismas medidas. Parece que se conservaban 10. En la esquina Norte se pueden identificar en el plano otros dos suspensurae circulares.
3.4. Zona F
Se encuentra al Sureste de la Zona C. Tiene un área aproximada de 25 m2. Al Noroeste está delimitada por parte del muro 1 y de lo que hemos descrito arriba. Al Noreste tenemos 5’3 m del muro 5, que tiene a esta altura un grosor de entre 0’7 y 0’9 m. Está construido en opus incertum, y adosado a este, en la mitad aproximada del espacio, aparece un pilar de 0’7x0’8 m, de incertum también., con mampuestos pequeños Al Sureste está delimitado por un prolongamiento del muro 7 que mide 2’20x2’70 m y presenta mampuestos de tamaño medio grande junto a una parte en latericio, todo ello unido con caementicium. Tras estos 2’20 m tenemos un espacio vacío de 0’79 m, un pequeño muro de 0’4x1 m, y otro espacio vacío de 0’7 m hasta llegar al corte, que mide 5’4 m.
3.5. Zona D
Se trata de la sala central del corte, que se encuentra al Sureste de la Zona B. Tiene un área aproximada de 25’7 m2. Al Noroeste está delimitada por el muro 1, que comparte con la Zona B y ya hemos descrito. El muro 7, de opus incertum, tienen un grosor 0’7 y 0’8 m. A 1 m del muro 7 hay excavada una zanja paralela que rompe el suelo, de opus caementicium. El muro 6 tiene un grosor de entre 0’6 y 0’8 m. No está completamente alineado con el muro 2, sino que se encuentra desplazado ligeramente hacia el Noreste. Presenta mampuestos de tamaño medio grande. Se encuentra más o menos a la misma cota que la Zona A y la zona H, quedando por encima del resto de zonas.
3.6. Zona E
Tiene un área aproximada de 17 m2. Se encuentra al Sureste de la sala anterior, y comparte con esta el muro 7. Está delimitada por el muro 6 en el Noreste, el muro 5 en el Suroeste y el muro 8 al Sureste. El muro 5 tiene un grosor de 0’9 m, con rocas muy pequeñas. El muro 6 mide entre 0’7 y 0’8 m. Presenta mampuestos de gran tamaño, entre ellas un sillar que hace esquina en la unión con el muro 8 que mide 1’2 x 0’5m. El muro está perforado por lo que sería probablemente un desagüe o entrada, y debajo de este se ve desde fuera y a la altura de la acequia una fístula de plomo que probablemente conectaría con el interior de la sala. El muro 8 mide entre 0’8 y 0’9 m. Adosado a los muros 5, 6 y 7 hay un muro más bajo que hace de escalón y presenta mampuestos pequeños. El muro adosado al 7 tiene un grosor de 0’52 m. Los que pegan al 5 y al 6 tienen un grosor menor, de 0’38 m y 0’35 m. el muro 8 no tienen ningún escalón adosado. Bajo este último y a la mitad aparece una cañería de plomo con mampuestos, a 2’4 m de la esquina Sureste. La sala está revestida de opus signinum y en las esquinas aparece media caña de refuerzo. Se encuentra a una cota inferior a la Zona D; más o menos la misma que el corte de esta sala o los hipocaustos de la Zona B y C.
3.7. Zona G
Tiene un área aproximada de 25 m2. Está delimitada al noreste por el muro 5, que comparte con la Zona E. Al Noroeste está definida por la prolongación del muro 7. Se trata de una estructura que presenta problemática, ya que se ensancha hacia el lado sur, en el que la parte superior, que está a una cota mayor que la base de la zona E, presenta opus signinum y caementicium. Además, la estructura está hueca, con un refuerzo de ladrillos que presumimos que hizo Nicolás Marín. Al Sureste tenemos una especie de prolongación del muro 8 (sin presentar continuidad), que probablemente fuera un contrafuerte. En el lado que falta tenemos el corte. En su interior aparecen dos estructuras de mampuestos unidos con signinum y caementicium. Tienen una cota inferior a los muros, y están adosadas al muro 5. La que se encuentra en la esquina norte 1’4 x 2’2 m, y la que se encuentra en la esquina Este, que delimita el espacio por el Sureste, 2’5 x 1’7 m. Se encuentra a la misma cota que la Zona E.
3.8. Zona H
Tiene un área aproximada de 45 m2. Está delimitada por el corte, el muro 6 completo, parte del muro 1 y el muro 9. Este último es una pequeña estructura de opus incertum de 0’9x2’3 m. La zona está completamente atravesada de Noroeste a Suroeste por la canalización que hemos mencionado que arrancaba en la Zona A. Es paralela al muro 6, y está separada de este por 0’8, 0’4 y 0’1 m, de norte a sur. Tiene un grosor de entre 0’3 y 0’4 m. Desde la Zona D sale un tubo que termina en la canalización. De esta se recuperaron cubiertas de piedra y de material latericio. El espacio tiene una ligera inclinación de Norte a Sur. En la zona más central aparece un corte de 1’4x1’9 m, que está pegado por su lado inferior izquierdo a la canalización. De la canalización se conservan en total 17 m. En la esquina Noroccidental aparece representado opus spicatum en la planimetría de Marín.
3.9. Zona I
Tiene un área aproximada de 7’48 m2, y se encuentra en la esquina Este del corte. Está delimitada por el muro 9, la línea imaginaria que sigue el muro 6, el 10 y el corte. El muro 10 está tapado en parte por el corte y mide 0’7x2 m. Está compuesto por mampuestos de tamaño medio. La sala se caracteriza por la L que forma la canalización al llegar a ella. En este punto está orientada Suroeste-Noreste, y tiene un grosor de entre 0’3 y 0’4 m. junto con los muros que la delimitan tiene un grosor de 1 m. Se encuentra a una cota inferior a la Zona H, la misma que la de la Zona E, por ejemplo.
4. INTERPRETACIÓN DE LAS SALAS
4.1. Palestra/Solarium/Schola/Peristilo
La zona H sería un espacio abierto, ya que el muro 9 es demasiado pequeño para sustentar un techo. Este tipo de espacios se dan también en Baetulo o en Arcobriga, por poner un ejemplo, y se asocian a; Palestra en el caso de Baetulo, y a Palestra, Schola o Solárium en el caso de Arcobriga (NOLLA BRUFAU 2000: 47-58). Estos espacios realmente serían demasiado pequeños para cumplir la función de Palestra, además de no ser esta una tradición común en el mundo romano. En cuanto a la presencia de opus spicatum, podemos indicar que este se asocia en las termas de Baetulo y Ategua a Apodyterium (NOLLA BRUFAU 2000: 50; GÓMEZ ARAUJO 2011: 214), lo cual tendría sentido por la posición, pero no por la hipótesis de sala abierta. En las termas de Cartago Nova sí que aparece spicatum en un espacio abierto, y en este caso se le ha dado la categoría de Peristilo, pero sin especificar la función (MADRID BALANZA et al., 2015). En todo caso la zona H no está completamente excavada por lo que no conocemos ni siquiera sus dimensiones. La canalización corre paralela al edificio, como en las termas de Arcobriga (NOLLA BRUFAU 2000: 54). Esto se podría explicar con que recogía el agua del tejado de la terma, que tendría un eje que seguiría las zonas E, D y B. Si bien la canalización de aguas residuales estaba cerrada, este cierre no se ha conservado completamente por lo que podría haber spiramen para la entrada del agua de lluvia.
4.2. Apodyterium
La zona A, que tampoco ha sido completamente excavada, presenta remodelaciones ya que el muro 3 es diferente a los demás, probablemente tardío. El banco que hemos descrito, asociado a este muro tardío, nos puede llevar a pensar que se tratase de un Apodyterium, pero para la fase anterior no podemos especificar la función de la sala, que podría estar conectada con la Zona B.
4.3. Frigidarium
No se ha identificado ningún vano, pero probablemente desde la zona H se accedería la D, ya que la B estaría calefactada y no interesaría que esta se abriese al exterior. La Terma Este de Timgad ((pl. XCIX) I) tiene un Frigidarium con exactamente las mismas medidas que la zona D. Esta sala es la primera a la que se accede y desde la misma se llega a otras dos salas calefactadas ((pl. XCIX) I) (THÉBERT 2003). Este esquema se puede identificar en nuestro Balneum, con la zona D como Frigidarium desde el cual se accede a las dos zonas calefactadas, la C y la B. La identificación del Praefurnium con la zona F haría posible que esta sala fuese un Tepidarium, ya que estaría pegada a la fuente de calor y podría funcionar algún tipo de caldera, pero el hecho de que se abra hacia el espacio abierto me inclina a pensar más en una sala fría.
4.4. Alveus frío
La zona E está claro que se destinaba a una piscina; presenta opus signinum y se han identificado 3 canalizaciones en sus muros. Dos de estas son fístulas de plomo, con las que se introduciría el agua limpia. La otra es un orificio en la pared que evacuaría las aguas residuales a la acequia. Estas fístulas podrían entrar agua caliente si hubiese en la zona G o en la zona sin excavar algún tipo de caldera, pero no hay evidencias que nos lleven a pensarlo. Por su lejanía de las zonas calefactadas es más lógico pensar en una piscina de agua fría a la que se accedería desde el Frigidarium. Este esquema se ve también en Baetulo (NOLLA BRUFAU 2000: 49), con una bañera en el mismo, o en Timgad (pl. CVIII) (THÉBERT 2003). El problema lo presenta el signinum que cubre parte de la “prolongación” del muro 7. Esta parte parece ser la esquina oeste de una posible piscina de reducidas dimensiones que se situaría sobre el Alveus frío. En la actualidad esta parte del edificio tiene un gran hueco bajo la misma que ha sido interpretado como resultado de la fauna, pero que podría deberse a que esta sala estuviese calefactada en un principio. En el caso de que estuviese calefactado, la teoría del Alveus frío no tendría sentido, por lo que se podría tratar de uno caliente, dejando a nuestro Balneum con dos espacios calientes con el Frigidarium en medio, lo que no tiene mucho sentido si vemos el resto de los ejemplos.
4.5. Caldarium/Tepidarium
El Frigidarium, por tanto, sería la sala central en torno a la cual se estructuraría el edificio. Desde el mismo se accedería también a las salas calefactadas con hipocausto, la B y la C. Identificamos el Praefurnium en la zona F ya que la entrada de calor solo se podría situar en la parte del muro 1 que no conservamos, no teniendo ni el 11, ni el 4, ni el 6, ninguna oquedad. El calor por tanto entraría primero a la zona C. Esta sala sería sin duda un Caldarium, ya que es demasiado grande como para cumplir la función de Laconicum. La zona B no tendría calor directo por lo que la podríamos clasificar como Tepidarium. Sin embargo, tenemos el caso del Balneum de Mondragones en el que tenemos exactamente el mismo esquema de salas calefactadas y las dos cumplen la función de Caldarium, ya que el Tepidarium ha sido identificado con la sala anterior en el recorrido, sin hipocaustum (RODRÍGUEZ AGUILERA et al., 2020: 178-180). En cualquier caso, ambas salas serían calientes, y ni siquiera hay indicios que nos lleven a pensar que estuviesen separadas. La Zona C sufrió probablemente una remodelación del hipocausto que puede que se viniese abajo y fuese reconstruido con pilae cuadrados.
4.6. Letrina
La zona I sería una pequeña estructura situada sobre la L que forma a esta altura la canalización. En el Balneum de Mondragones aparece, también junto a una zona abierta, una estructura muy similar, con la misma L de la canalización, que ha sido identificada como letrina (RODRÍGUEZ AGUILERA et al., 2020). Por tanto, es muy probable que cumpliese esta función. Tenemos en este espacio 3 metros de acequia, por lo tendría capacidad para cuatro personas.
5. MATERIALES Y CRONOLOGÍA
Los materiales de la excavación de Marín se encuentran en el depósito arqueológico del Centro de Interpretación de Yacimientos Arqueológicos de Baza. El conjunto está numerado, pero por desgracia no conocemos la relación entre siglas y estratos, por lo que en este sentido no nos aporta mucha información. He tenido la suerte de poder acceder y estudiarlo.
5.1. Materiales de construcción
Los materiales latericios son ideales para zonas húmedas calefactadas ya que soportan bien la dilatación (BOUET 1999: 13) y de esto ya daba fe Vitruvio (V, 10. 2). La mayoría de estos materiales estarían por tanto concentrados en las zonas calientes, pero también cubriendo la canalización, cómo ya hemos visto que mencionaba Marín.
Uno de los materiales que más destacan son los “carretes de anclajes de las dobles paredes” (Fig. 9). Se trata de piezas que se colocarían ancladas a la pared, y estarían en parte atravesadas por un vástago de metal para sujetar placas cerámicas que formarían una cámara de calor en las paredes. He encontrado paralelos en las Termas del Foro de Baelo Claudia (ROLDÁN GÓMEZ y BUSTAMANTE ÁLVAREZ 2015: 7-9), en las Termas de la Villa Romana de los Villaricos (LECHUGA GALINDO 2001: 490), en las Termas de Águilas, las de El Empalme, las de Cartagena (RAMALLO ASENSIO 1989: 176) o en las Termas de Lucenteum (MARQ). En la mayoría de los casos aparecen referidas como “clavijas”. Las mejor conservadas son las de Baelo, y en este caso medían 30 cm (ROLDÁN GÓMEZ y BUSTAMANTE ÁLVAREZ 2015: 9), igual que las nuestras. En total hay 6 fragmentos de estas clavijas, algunos de ellos quemados.
Fig. 9. Dibujos dos de las clavijas (A 114 y BA 90). Elaboración propia.
5.2. Cerámica
La mayoría de los “número mínimo de individuo” (160 de 219) corresponden a COMRO (Común romana), pero no nos aportan demasiada información sobre la cronología. Hay otras cerámicas anteriores al edificio como IBPIN (Ibérica pintada) o CAMPB (Barniz negro) en las que tampoco nos vamos a detener.
Los fragmentos que más información acerca de la cronología nos dan son: PARFIN (Paredes finas), con 3 amorfos. SIGI (Sigillata Itálica), con 1 fondo. SIGSG (Sigillata Sudgálica), con 8 fragmentos. SIGHIS (Sigillata Hispánica), con 4 fragmentos. CLARA (Sigillata Africana Clara A) con 1 amorfo. CLARC (Sigillata Africana Clara C) con 1 amorfo. CLARD (Sigillata Africana Clara D) con 1 fondo. Entre los materiales también destaca una marmita a torneta, que debe de ser bastante tardía, de entre el s. V-VII. Los fragmentos más tardíos son los de Terra Sigillata Africana Clara D, del siglo IV-V, y el fragmento de marmita a torneta que sería de época Alto Medieval (Fig. 10 y 11).
Fig. 10. Cerámica 1. (1) MORT (2) AIMP (3) COMRO (4) AIMP (5) TOR. Elaboración propia.
Fig. 11. Cerámica 2. (1) COMRO (2) PARFIN (3) COMIB (4) PRESIG (5) TOR. Elaboración propia.
6. CRONOLOGÍA
Tenemos cerámicas con una cronología muy variada, desde prerromana hasta tardoantigua. Las primeras termas romanas de la península no tenían grandes salas calefactadas con hipocaustum, que se restringía a espacios más pequeños como el alveus. Es el caso del conjunto Termal de foro de Valentia o las Termas Republicanas de Baetulo. En el s. I d. C., ya sí que existen Balnea con Caldarium sobre hipocaustum, cono es el caso de las Termas de la Neápolis Ampuritana, las de Azalia (según las fuentes, solo en el Tepidarium) o las de Arcobriga (NOLLA 2000: 47-58). Son muchos más los ejemplos por lo que para acotar nos vamos a centrar en una característica un tanto singular de nuestro Balneum que son los pilae circulares.
Este elemento aparece ampliamente representado en Italia y en las provincias orientales, pero no es tan común en la península (NIELSEN 1990: 14). Tenemos el ejemplo de Carteia, con pilae circulares de prácticamente la misma medida, con una cronología de finales del s. I d. C. (ROLDÁN GÓMEZ 1992: 127). Otras termas que presentan pilae circulares, y que además son similares en dimensiones a la nuestra, son las Termas de la Salud de Torreparedones, que tendrían una cronología entre el s. I y el II d. C. (VENTURA VILLANUEVA et al., 2020: 714). En la zona c los pilae parece que fueron cuadrados por lo que es posible que sufriese una remodelación o que fuese posterior.
En cuanto a técnicas constructivas, tenemos el muro 4 en opus quadratum y el resto en incertum. La elección de este sistema más monumental se podría explicar con la posición del mismo, que generaría un aterrazamiento. Ya Marín nos indicaba, como he dicho, que el pilar adosado al muro 5, prolongación del muro 7, era posterior ya que se construyó para sujetar el muro. Este sería por tanto el elemento más tardío del edificio, y como está construido en ladrillo y opus caementicium podríamos asignar una cronología de entre los siglos II y III d. C. (ROLDÁN GÓMEZ, 1992: 129).
Al tener un abanico tan amplio de cerámica, para datar el edificio podemos fijarnos en el tipo que sea menos frecuente, ya que este nos va a indicar el momento en el que el edificio estaba en uso. Sin duda el gran ausente en la sigillata hispánica y la itálica, con un total de 5 fragmentos, lo que nos lleva a una cronología en torno a los siglos I y II d. C.
7. PROPIEDAD DE LAS TERMAS
Con el término Balneae nos referimos a los baños públicos, y con Balnea a los privados (Varro, L. L., IX, 68). Ya Marín dudaba de si eran públicas o privadas, y es muy difícil saber si lo eran o no sin inscripciones asociadas. Por su tamaño podrían ser perfectamente públicas. Además, tenemos el muro 4, que es monumental de opus quadratum. Si la hipótesis de las Letrinae es correcta, estaríamos muy probablemente frente a un Balneae o terma pública, ya que estas estaban ligadas a edificios públicos.
8. CONCLUSIÓN
Estaríamos frente a un Balneum romano del s. I d. C. Más concretamente un Balneae, ya que sería público por tener Letrina. Se ha identificado un espacio abierto (zona H) desde el que se accedería a un Apodyterium (zona A), a las letrinas (zona I), caracterizadas por la L en la canalización, y al Frigidarium (zona D), que sería la sala central. A partir de esta se accede a la zona E, que sería una piscina de agua fría. En sentido opuesto llegamos al Tepidarium (zona B) y desde este al Caldarium (zona C). Los hipocaustos de los mismos estarían calentados por un Praefurnium que se situaría en la zona F, dando fuego directo al Caldarium.
Identificamos 4 momentos constructivos. El primer edificio está construido en opus incertum de mampuestos medianos con el opus quadratum del muro 4. Posteriormente en la zona G se añade un contrafuerte de caementicium, ladrillo y mampuestos para sujetar el muro 5. Otra reforma se da en la Zona C, donde se utilizan pilae de ladrillos cuadrados en lugar de circulares. En la zona A también se va a construir un muro de opus incertum de mampuestos pequeños que compartimenta el espacio.
La interpretación presentada es muy sesgada ya que aún hay espacios que solo están excavados parcialmente. Es el caso de la Zona H, la Zona A, la Zona I, la Zona G y la Zona F. Además, el edificio ha sufrido un expolio muy fuerte. La excavación de Marín dejó a la luz parte de los pilae del sistema de hipocaustum (Fig. 2 y 12), de los cuales ya en la limpieza de 2004 no quedaban apenas restos. En la actualidad el sitio no ha sido ni musealizado ni protegido de ninguna otra manera, por lo que está sufriendo un fuerte deterioro por parte de agentes naturales, sobre todo la maleza que crece sobre el mismo, que está amenazando la integridad de algunos muros.
Fig. 12. Excavación del Balneum de Nicolás Marín.Fuente: Marín et al., 1992: 189 (Fig. 1).
9. AGRADECIMIENTOS
Agradecer a Alejandro Caballero Cobos, quien me animó a hacer este trabajo, por toda su ayuda a lo largo del proceso.
10. BIBLIOGRAFÍA
BOUET, A. (1999): Les matériaux de construction en terre cuite dans les thermes de la Gaule Narbonnaise. Scripta Antiqua, 1, Bourdeaux.
CABALLERO COBOS, A. (2014): Vías de comunicación en las comarcas de Baza y Huéscar. Una aproximación histórico-arqueológico desde la prehistoria reciente a la edad media. Tesis Doctoral. Granada: Universidad de Granada. https://digibug.ugr.es/handle/10481/38469?show=full
GÓMEZ ARAUJO, L. (2011): Las termas de Ategua (Santa Cruz, Córdoba). Revista del Seminario de Arqueología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, ROMVLA 10: 199-218.
LECHUGA GALINDO, M. (2001): El conjunto termal de la Villa Romana de los Villaricos (Mula, Murcia). Studia E. Cuadrado, AnMurcia: 477-494.
MADRID BALANZA, M. J., PAVÍA PAGE, M., NOGUERA CELDRÁN, J. M. (2015): Las termas del Puerto de Carthago Nova: un complejo augusteo de larga perduración. Actes 2on Congrès Internacional d’Arqueologia i món antic. August i les provínces occidentals 2000 aniversari de la mort d’August: 15-22.
MARÍN DÍAZ, N. (1993): Baza y su comarca durante la época romana. Universidad de Granada, Granada.
MARÍN DÍAZ, N., GENER BASALLOTE, J. M., PÉREZ CRUZ, M. A. (1993): La ciudad ibero-romana de Basti. Florentia Iliberritana 4-5: 323-333.
MARÍN DÍAZ, N., GENER BASALLOTE, J. M., PUENTEDURA BEJAR, M. (1992): Informe de limpieza y consolidación de los restos arqueológicos situados en el yacimiento ibero-romano de Basti (Cerro Cepero). Anuario Arqueológico de Andalucía/1990. III Actividades de Urgencia: 187-194.
NAVARRO, A. J. (1793): La ciudad y territorio de Baza. Biblioteca de la Academia, con la signatura Estante 27, grada 6.a E, núm. 166 (Miscelánea histórica), folio 80-102, publicado originalmente en Boletín de la Real Academia de la Historia, 70, (1917): 268-286.
NIELSEN, I., (1990): Thermae et Balnea. The Architecture and Cultural History of Roman Public Baths. Aurus, AurusUniversityPress.
NOLLA BRUFAU, J. M. (2000): Las termas republicanas en Hispania. Termas romanas en el occidente del imperio: II Coloquio Internacional de Arqueología en Gijón: 47-58.
NOLLA BRUFAU, J. M. (2020): En el origen de los «balnea publica» en Hispania. Termas públicas de Hispania: Actas del Congreso Internacional Termas Públicas de Hispania: 81-94. Universidad de Sevilla.
RAMALLO ASENSIO, S. F. (1989): Termas romanas de Carthago Nova y alrededores. Anales de Prehistoria y Arqueología, 5-6: 161-177.
RODRÍGUEZ AGUILERA, A., BUSTAMANTE-ÁLVAREZ, M., RODRÍGUEZ AGUILERA, J., JÓDAR HÓDAR, C., GARCÍA-CONSUEGRA FLORES, J. M. (2020): Nuevos datos para el conocimiento del suburbium del Municipum Florentinum Iliberritanum (Granada): las recientes intervenciones en el solar de Mondragones. Ophiussa. Revista do Centro de Arqueologia da Universidade de Lisboa 4: 163-186.
ROLDÁN GÓMEZ, L. (1992): Técnicas constructivas romanas en Carteia (San Roque, Cádiz. Monografías de Arquitectura Romana, 1. Madrid.
ROLDÁN GÓMEZ, L., BUSTAMANTE ÁLVAREZ, M. (2015): Desde las figlinae a los edificios: el uso del barro cocido en el sur de la Baetica. En Camporeale, S., DeLaine, J. y Pizzo A. (Eds.): Arqueología De La Arquitectura 13. Monográfico: Materiales, transporte y producción. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
THÉBERT, Y. (2003): Thermes romains d’Afrique du Nord et leur contexte méditerranéen. Publications de l’École française de Rome, Roma.
VENTURA VILLANUEVA, A., MORENA LÓPEZ, J. A., MORENO ROSA, A., MÁRQUEZ MORENO, C. (2020): Las termas de la Salud en Torreparedones (Baena, Córdoba). En Noguera Celdrán, J.M., García-Entero, V. y Pavía Page, M. (Coords.): Termas públicas de Hispania: Spal Monografías Arqueología XXXIII: 709-721. Editorial Universidad de Sevilla
FUENTES CLÁSICAS:
VITRUVIO, Los Diez Libros de Arquitectura. Libro V, Capitulo 10: Los Baños, 64. Alianza Editorial, Traducción de José Luis Oliver Domingo.
VARRO, Lingua Latina. Liber IX. En original en : The Latin Library : https://www.thelatinlibrary.com/varro.ll5.html
* Universidad de Granada, andrespa@correo.ugr.es ORCID: 0000-0003-4499-1849